No veo motivo para discutir, el tipo solo esta haciendo su trabajo.
Volveré cuando la encuentre... digo saliendo de la armeria, si no me equivoco la chica se dirigia a la enfermería asi que voy hacia alli para averiguar si lo que la lanzo la caballero era esa insignia...
Era normal que hubiese tantos heridos y que nos vieran de esa forma, ambos sentimientos eran bien recibidos por mi parte.
Al mostrar lo que le dio Shaina nos atendieron de inmediato y con una rapidez que ciertamente no esperaba, una vez que Yelena me dijo de ir a la armería asentí:
-"Vayamos a ver que podemos conseguir, al parecer la insignia que te entregaron nos será muy útil"-
Al mismo tiempo que Opa sale de la armería, Artemias y Yelena llegan.
- Hola - saludo al chico cuyo nombre aún desconozco.
Simplemente por ser cortés. De todos ellos, es el único que me dirigió la palabra antes de la prueba.
- ¿Tenían lo que querías?
Al salir de la armeria me encuentro con quien estaba buscando y sonrio.
Estaba buscando algo de protección pero no nos darán nada sin una insignia... ¿que te lanzo antes la caballero? Le pregunto ya que sospecho que era eso. si no pues tendremos que ir con lo puesto... aunque tampoco me preocupa demasiado.
Alexander viendo que era el prime en llaga se buco una piedra plana cerca del lugar, en un sitio alto donde la suave brisa del Mediteranio le alcanzara, Allí se tendió y se puso a dormir.
Solamente duermo 48 min. Diarios, pero lo hago con un sueño tan profundo que nada es capaz de despertarme, así que debería tener tiempo mas que suficiente para echarme una siesta y despertarme antes de que sea la hora de la salida.
-Justamente la insignia y al parecer nos ha tocado una de las mejores ya que nos atendieron con gran velocidad, aunque ahora que estamos nosotros 3 les diré algo que me dijo mi maestro- miré a los ojos a ambos- esa mujer es un caballero de plata, su nombre es Shaina y si la hacemos enojar terminaremos muertos, esa es la primer forma más rápida de terminar bajo tierra...por cierto, me llamo Artemias-
- Encantada, Artemias - contesto -. Como dije antes, me llamo Yelena.
Mientras tanto, saco del bolsillo una vez más la insignia. Se la enseño a los presentes.
- Ahora tiene sentido por qué es una serpiente de plata. Esperemos entonces estar puntuales para que no se enfade...
Mi maestra no me habló demasiado de los caballeros del santuario. Tampoco tuvo demasiado tiempo...
- Bueno, entremos a ver qué nos pueden prestar... Y a ver si me pueden engarzar esto en alguna parte, no quisiera perderlo - añado mientras enseño la piedra que me ha dado la enfermera.
No es algo que se pueda llevar en los bolsillos a la ligera.
- Coger lo que queráis chicos.
Dice el hombre de la armería cuando le enseñáis la insignia.
Tenéis para escoger todo tipo de armaduras, protecciones y armas.
A ti Yelena, te da una pequeña bolsita con un cordel para que puedas meter la gema y llevarla golgada al cuello.
Podéis coger la armadura que queráis siempre y cuando cumpláis los requisitos para llevarla.
Creo que la máxima es una completa de cuero. Si lo ponéis en el excel, en la pestaña de combate, te vienen las armaduras y los atributos.
Si os parece vamos acelerando.
Una vez concluidos todos los preparativos, llegáis al lugar de partida. Allí, sentado en una roca os está esperando Alexander.
Justo a su espalda tiene una pequeña furgoneta con una gran cabeza de cobra plateada en el costado.
Al poco de llegar aparece un hombre que, sin dirigiros una palabra, se sienta al volante y pone el coche en marcha.
A ver si podemos darnos algo de brío para tener al grupo reunido pronto.
Tomé una gabardina de cuero ligera y busque una espada mejor a la mía para luego seguir con los demás.
Una vez llegamos al lugar note la furgoneta y me subí a ella en la parte de atrás, esperando a llegar al lugar...
Lo suponia. Les digo cuando me enseñan la insignia, cuando pasamos a la herreria no nos ponen problemas y yo me hago con un peto de cuero endurecido negro para cubrir mi torso pero que no limitaba demasiado mis movimientos. Luego dejo el lugar siguiendolos hacia la furgoneta.
Me quedo con una gabardina y pregunto al hombre si tiene algo para la gema. Aunque, visto el panorama, me espero llevarla en el bolsillo.
Te entrega una pequeña bolsita donde cabe la gema y un cordel para llevarla al cuello. No tienes tiempo para que te haga algo más elaborado.
Ya estáis los cuatro delante de la furgoneta y tiene el motor en marcha y la puerta abierta.
Alexander entro dentro de la furgoneta y se acomodo en su asiento, se abrocho el cinturón de seguridad y se relajo.
Los cuatro subís a la furgoneta y, al hacerlo, el conductor aprieta un botón y la puerta se cierra automáticamente. Tras esto, pone la furgoneta en marcha.
El viaje hasta el aeropuerto apenas lleva una hora, donde cogéis un avión privado hasta Irlanda y de ahí, otra furgoneta similar os recoge y pone dirección a Cork.
En todo el trayecto, nadie os dice nada y no contestan a ninguna de vuestras preguntas. Se limitan a indicaros con la mano que subierais al avión o la furgoneta.
Cuando os estáis hacercando a Cork, os hace otra indicación con la mano hacia atras, donde veis abrigos, bufanda y ropa de abrigo en la parte de atras.
A las 7 de la tarde para en una pequeña plaza de Cork donde os está esperando una mujer.
Lleva una máscara puesta, de manera que será la otra aspirante. Su piel es negra y su pelo de un tono azulado. Lleva un vestido y se le nota claramente que debajo lleva algún tipo de armadura o pretección. De altura puede medir un metro ochenta y tiene buenos músculos.
Perdón por secuestraros y meteros en la furgoneta, pero a ver si avanzamos.
Meter a Mira ahora en los mensajes.
Justo a la hora que te habían dicho, aparece un coche en la plaza donde te encuentras. Es una furgoneta pequeña, blanca, con el símbolo plateado de la cabeza de una cobra en el lateral.
Cuando para, la puerta se abre y dentro te encuentras con cuatro jóvenes de tu misma edad más o menos. Estos deben ser los otros reclutas que decía en la nota.
Hay otra chica, bastante más pequeña que tú, con su máscara puesta.
Un joven pelirrojo y otro de pelo blanco. Por último, el último es un joven de dos metros y poco con cara de bonachon.
Echo mano de la ropa de abrigo y me cojo el único conjunto femenino que encuentro, simplemente por el hecho de que es el más pequeño y se me ajustará más. Me pongo unas orejeras, unos guantes y una bufanda. Después, salgo. Descubro que no hace tanto frío como esperaba. Pero claro, mi ciudad natal se pasaba muchos meses enterrada bajo la nieve.
Me sacudo la gabardina y saludo a la chica. Por Atena, me saca una cabeza. De un guantazo seguro que sería capaz de tirarme al suelo.
- Hola, me llamo Yelena - saludo y le tiendo la mano.
Me coloque la ropa de abrigo, guantes bufanda y gorro de lana, para luego salir y acomodar la gabardina al bajar, note a la muchacha y levante una ceja, esa "chica" tenía más testosterona que Alexander y yo juntos, quizás fuera pariente de Opa.
Me quede detrás de Yelena mientras esta se presentaba, saludando solo con la cabeza.
Por dios a pesar de ver el avatar no pudo evitar pensar en Sakura-chan