Partida Rol por web

Una vez el grupo de santos llega a Australia, deciden ponerse en camino en busca del santo Dorado. Varias son las opciones que tienen ante si, aunque parece que dos son las escogidas para comenzar la búsqueda: La central eléctrica e investigar unos extraños terremotos...

¿Qué les deparará el futuro? ¿Encontrarán aquello que buscan o algo peor? 

Yelena y Artemias deciden encaminarse a la central eléctrica, a ver si lo que buscan se encuentra en su interior...

Para ello tienen que alquilar un coche que les lleve, ya que no hay otro medio de transporte que les lleve.

A medida que se van acercando, las torres eléctricas van en aumento, sin embargo veis como algunas se encuentran con los cables rotos, otras tiradas y, unas pocas, tienen técnicos trabajando en ellas para reparar el alambrado. No es que los daños sean muy numerosos, aunque sí os llaman la atención...

Así, tras una hora de viaje, llegáis a la central y epicentro de la electricidad.

Veis coches aparcados en el aparcamiento y varias personas por aquí y por allá, todos a paso ligero, como si tuvieran prisa. 

- Vaya - murmuro mientras observo el caos -. No esperaba ver tantos destrozos...

Hay demasiada gente como para hacer gran cosa ahora. Pero podemos hablar con los técnicos como si fuéramos un par de curiosos que están solo pasando por el lugar. 

- ¿Echamos un ojo a plena luz del día y nos hacemos un poco los tontos para hablar con los funcionarios o prefieres ir al grano? He pensado que igual puedo mezclar el conjuro del espía de luz con uno de invisibilidad y mandarlo a explorar los rincones más dañados. Pero no sé todavía si ambos conjuros son compatibles. Tampoco tiene demasiado alcance. 

Si no soy capaz de combinarlo, no creo que pueda mandarlo. Una bola luminosa zumbando en una central eléctrica averiada puede causar un caos tremendo. ¿Igual como maniobra de distracción? Me lo apunto por si acaso. 

- Para explorar por la noche - prosigo - había pensado en volvernos invisibles a nosotros mismo y además añadir un conjuro de ver lo invisible a cada uno, para poder comunicarnos con gestos. Con esto, la infiltración debería de ser sencilla. 

Observo a Artemias, sentado en el asiento contigo. 

- También se aceptan planes mejores. 

Mientras avanzamos me mantengo callado y con los brazos y piernas cruzadas, la cabeza baja y los ojos cerrados, sumergido en mis propios pensamientos y no reparando en quien tenía al lado.

Sin embargo en cuanto llegamos a la zona de la central comienzo a observar por la ventana mientras escuchaba lo que decía Yelena aunque sin mirarla.

-Bajar aquí e interrogar a los trabajadores me parece un buen plan, no así intentar combinar hechizos y esas cosas desde el principio, recorrer la zona, marcar perímetros, preguntar, buscar patrones, es un trabajo de logística en primer instancia. El plan nocturno no me parece mal, pero no puedo confirmar nada si primero no reunimos información-

Ni siquiera me mira cuando me habla. Desde luego, la misión promete...

Me quito el cinturón, saco unas gafas de sol del bolso y guardo las llaves del coche en el bolsillo interno de la fina chaqueta de verano que llevo. Hace bastante calor, pero esa chaqueta está preparada para viajar y lleva bolsillos secretos por todas partes (y por eso me encanta). 

- Interrogar, interrogar... Recuerda que no saben nada del Santuario. Podemos hacer preguntas, pero no tenemos ninguna autoridad aquí. Habrá que jugar bien con el papel de turistas o de cotillas. Pero sí, a menos que no suelten prenda, no pensaba en usar la magia. De todas formas, es mucho más útil el plan nocturno. Nos permite mucha más flexibilidad de actuación. 

Realmente, como civiles y de incógnito, no creo que podamos sacarles gran cosa. Por intentarlo que no quede. El plan del espía aún me genera dudas, pero nos ayudaría si nadie está dispuesto a colaborar. 

Reviso que todo lo que voy a necesitar lo voy a tener a mano y me vuelvo hacia mi compañero mientras pongo la mano sobre la manilla de la puerta. 

- ¿Vamos a dar un paseo entonces? 

Abro el coche y salgo. Después, echo el pestillo y cierro la puerta. 

Espero a Artemias fuera. 

En cuanto el golpe se detiene bajo del auto y escucho lo que tiene para decir, me pongo los lentes oscuros y miro el terreno.

-La verdad es que eso es una gran molestia, arriesgamos nuestras vidas para salvar al mundo y el mundo apenas conoce de nuestra existencia...-

Caminé un par de metros para observar desde allí las zonas que estaban destruidas.

-Iniciar el diálogo preguntando que paso sería la clave, luego ver si pueden decirnos algo más, dudo que nos podamos acercar demasiado a la central, pero no perdemos nada con intentarlo-

Me hago la sorprendida al ver todos los destrozos. No resulta muy difícil, realmente lo estoy. No recuerdo haber leído nada de tormentas. ¿Es posible que los terremotos hayan llegado tan lejos? Lo dudo mucho...

Busco algo que me dé una pista de qué puede haber causado esto mientras me acerco poco a poco a los operarios sin dejar de sujetar el mapa. Quiero reafirmar mi postura de turista. Miro a ver si hay alguno joven, quizá un pinche que acabe de empezar en el puesto. Seguramente es más fácil que ese hable ese. Si bien es verdad que igual no es el que más podía saber, por algo había que empezar. 

Te fijas en lo que hay a tu alrededor y no ves ni huellas, ni pisadas, ni destrozos en el terreno. Sea lo que fuere que ha producido esos destrozos, no parece que tenga su causa en el suelo. 

Te fijas también que los cortes en los cables, no son cortes, no son limpios... Es como si hubieran explotado...

Camino detrás de Yelena acomodando las gafas y mirando los destrozos, realmente llaman la atención.

La sigo de cerca separados por unos pasos, mientras sigo atento a los alrededores, lo mejor sería que ella iniciara el diálogo, su condición de mujer lo haría más sencillo y además claramente era mejor negociadora que yo, al menos cuándo no se tenía que recurrir a las negociaciones hostiles.

Me acerco a uno de los más jóvenes, que oportunamente parece estar tratando de escaquearse de las tareas más duras. Me ve venir desde la distancia con el mapa en la mano, y yo esbozo la mejor sonrisa que me sale. 

- ¡Hola! Buenos días, siento mucho molestarte ¿Puedo hacerte una pregunta? Verás, nos hemos desviado un poco de nuestro destino y nos hemos encontrado con todo... esto. ¿Qué ha sucedido?

Hago una pequeña pausa mientras observo su reacción. 

- Hemos llegado hace nada, así que no sabemos qué ha ocurrido. ¿Se trata de una tormenta? ¿Es seguro seguir adelante por los destrozos? No recuerdo haber visto nada en los partes meteorológicos... ¿Me podría decir también si hay muchas viviendas afectadas? Para cambiad el lugar de hospedaje. 

Cuando acabo, vuelvo a sonreír y le enseño el mapa.

- Por favor - digo mientras se lo enseño.  

El joven mira a Yelena algo confuso tardando un momento en reaccionar.

- Cuantas preguntas... - Dice mientras se ríe. - No se preocupen por nada, solo ha sido una pequeña sobrecarga en la central... Sí que hemos tenido algunos daños... Escandalosos... Aunque todo ha sido cerca de la central debido a la sobrecarga, de manera que las ciudades no se verán afectadas, de tal forma no se deben preocupar por nada en absoluto.

El hombre os sonríe de nuevo.

- Ahora si me disculpan tengo que seguir trabajando...

Me despido con la mano mientras se aleja. 

- Muchas gracias - repito antes de volver con Artemias y contarle lo poco que me ha dicho. 

No hay mucho de donde sacar. Puede haber sido perfectamente un malfuncionamiento de la propia central lo que haya provocado la sobrecarga. Los accidentes pasan, ¿no?

- ¿Qué hacemos ahora? - pregunto entonces a mi compañero casi en un susurro -. ¿Curioseamos un poco más adentro? 

Mientras me contesta, solo por si acaso, observo de nuevo el terreno desde esta ubicación en busca de algo sobrenatural, algo que se me haya pasado por alto en un primer vistazo. ¿Quizá alguna acumulación de zeon? 

Esperé a Yelena y al volver seguí mirando al sujeto.

-Parece ir a la central no es así? Puedes poner un espía de luz en una persona? Solo para saber- comencé a caminar de vuelta hacía el auto- lo mejor que podemos hacer es avanzar hasta la central y ver sus alrededores, más si vamos a echar un vistazo al anochecer, si bien una sobrecarga es algo que puede pasar, algo de tal magnitud debe de tener un origen, una fuente de la cual venir y hasta donde se no le cayó ningún rayo y de haber sido una sobrecarga al menos el supervisor de planta o el personal a cargo del generador principal de la misma debería de estar herido no lo crees? No he leído nada de eso en el diario por lo que no paso...o lo ocultaron, de ser lo segundo, por que? Solo para evitar un escándalo de prensa? Creo que como santos sabiendo todas las cosas sobrenaturales que pueblan la tierra debemos de tratar cada asunto como si fuera de alto riesgo u ocultara algo más, después de todo es nuestra responsabilidad proteger la tierra-

Me aparto un poco de los operarios y contesto a Artemias en un susurro. 

- Si está oculto dentro de alguien, no podré ver nada. Puedo mandar al espía igualmente. Puedo esconderlo en lámparas e ir avanzando sin que nadie lo vea. Tiene una capacidad de percepción y búsqueda mucho mayor a la mía, pero necesito quedarme quieta y concentrarme. Lo mandaré por el aire primero para que parezca un reflejo del sol. Tiene un kilómetro de alcance... ¿será suficiente? 

-A esta distancia lo dudo- dije entrando en el auto- lo mejor será acercarnos a la central y usarlo allí, no se cuán grande sea la central pero quizás baste y si no habrá que ir girando y recorrerla, tendré que aprender a manejar mientras tu estas concentrada, pero no creo que sea demasiada ciencia...- aunque a decir verdad conociéndome podría terminar estrellando el auto en cualquier lado.

- Tampoco hagamos locuras - contesto a Artemias. No me gustan los riesgos al volante -. Acerquémonos todo lo que podamos y, de ser necesario, usaré más cosmos para crear un espía más poderoso. 

Dicho esto, pliego el mapa y vuelvo al vehículo. Espero a que él entre y le doy el mapa. 

- Vete diciéndome el camino, por favor. 

Hacer locuras suele ser mi especialidad...

Abro el mapa y comienzo a ver la zona.

-Supongo que siguiendo los postes y destrozos llegaremos a la central, estamos en una carretera que va hacía dos lados y venimos de uno, no puede ser tan difícil...-

Movemos el coche para que cuando haga magia no se queden todos los operarios mirando la luz generada con el hechizo. Una vez que encontramos un lugar en el que no nos vean pero que el espía pueda llegar dentro de la central. Me aseguro de tener a la vista una de las torres de tensión, no es algo demasiado difícil. Una vez que el espía está creado, dejo que viaje por los cables hasta la central. A continuación, cierro los ojos y empiezo a percibir lo que ve el espía.