Aunque está en un primer piso, la distancia es considerable...
Sin embargo ves algunas cajas que, movidas entre los dos, os pueden dar la altura necesaria para poder alcanzar la parte superior del primer piso y acceder a la rejilla.
Es un buen sitio para acceder, pero está muy alto...
Entonces es cuando veo el montón de cajas apiladas en un rincón. Lo suficientemente grandes como para trepar y lo suficientemente consistentes para aguantar nuestro peso. Sonrío mientras toco el hombro de Artemias y señalo con la cabeza la pila.
- Eso nos ayudará a subir. ¿Me ayudas a moverlas? - le pregunto.
No creo que yo sola tenga la fuerza necesaria para hacerlo. Por suerte, somos dos. Echo a andar en dirección a las cajas.
Asiento y con cautela me muevo hacía las cajas, mirando hacía ambos lados me coloco detrás de las mismas y comienzo a empujar lentamente, con suerte y un poco de apoyo de Yelena seguramente lograríamos acomodarlas debajo del ducto de ventilación.
-Me siento un agente secreto- le susurré a Yelena sonriendo.
Entre los dos santos, logran mover las cajas hasta colocarlas en un lugar adecuado para poder subir por ellas sin problemas.
Vale, tenéis que tirar Trepar o Saltar.
Si os ayudáis mutuamente, tendréis un +20.
La dificultad es 80. Si lo superáis, subís sin problemas.
¿Te vale acrobacias? ^^".
Asiento ante la ocurrencia de Artemias, tiene mucho más de verdad de lo que parece.
- Somos caballeros de bronce de un Santuario - empiezo mientras muevo las cajas - del que nadie excepto los que pertenecen a él saben nada que velamos por la seguridad del mundo - resoplo al empujar la siguiente - sin esperar nada a cambio más que el mundo dure un día más. No tenemos unas siglas guays, como en las películas, o nombres numéricos, como 007, pero tienes una constelación guardiana y, a falta de bombas de mano escondidas en el mechero, un pendiente que convoca tu armadura. James Bond es un aficionado - río, mientras observo la pila terminada y lista para trepar por ella.
Ahora viene lo más divertido de todo... Subir.
-Quien es James Bond?- la verdad era que en mi vida había visto pocas películas y casi todas de artes marciales con mi maestro, aunque el prefería pelear sus peleas de verdad, preferiblemente después de beber, no era un chico normal, mi crianza no había sido normal nunca y sentía que me había perdido muchas cosas, a duras penas sabía usar un celular básico y porque en esta época era necesario- no estoy demasiado actualizado con lo que esta de moda-
Me acerqué y me puse delante de las cajas, entrelazando los dedos para que Yelena usara mis manos de apoyo para poder subirla hasta el ducto, luego saltaría y esperaría que ella me diera su mano para poder subir.
Motivo: Saltar
Tirada: 1d100
Dificultad: 80+
Resultado: 69(+55)=124 (Exito)
Sí, también se puede usar acrobacias.
Retrocedo un par de pasos para coger impulso.
- ¿No sabes quién es James Bond? Por todos los dioses, hay que ponerle remedio. Cuando volvamos al Santuario, te presto uno de mis libros. Estoy segura de que Casino Royale te va a gustar. Y si no eres de leer, también hay película.
Respiro hondo, flexiono las rodillas y ¡hop!
Me impulso con la ayuda de Artemias que pone sus manos para que me apoye y subo sin ningún problema. Acto seguido, me agacho y le tiendo la mano.
Motivo: acrobacias
Tirada: 1d100
Resultado: 57(+55)=112
Ups, me he comido el +20. Serían 132.
-De acuerdo- le dije a Yelena, en este corto tiempo me había ablandado un poco respecto a ella, no olvidaba, pues nunca lo hacía, pero dejaba de lado esos pensamientos para poder trabajar en conjunto, además, nunca me hubiese imaginado que era así detrás de la máscara.
Una vez que ella subió di un salto y me tomé de su muñeca para luego agarrarme al borde y terminar de subir.
-Creo que debería de ir adelante, para que no te sintieras incómoda...- dije mirando el ducto de ventilación.
¿Incómoda? Me sorprendió escucharle decir eso. No tenía claro por qué podía incomodarme, pero accedí de todas formas.
- Adelante, ve tú primero - dije mientras observaba las dimensiones de la rejilla y la destapaba.
Era curioso ver el cambio de actitud de Artemias hacia a mí. Era más cordial que antes. Se podía trabajar un poco mejor en equipo con él. No estaba segura de si aún me guardaba rencor y se lo estaba guardando por el bien de la misión, pero de momento no me iba a quejar. La misión ante todo.
Dejé que pasara primero. Después le seguí.
Una ves estáis arriba, veis perfectamente la rejilla de ventilación por la que podéis pasar.
Sin problema quitáis la tapa y encontráis un pasadizo lo suficientemente grande para que una persona pueda ir arrastrándose.
Vale... ¿Alguien tiene claustrofobia?
Yelena, hazme una tirada de Memorizar para saber llegar al sitio de la puerta donde perdiste el contacto con el espía (Si es que queréis ir allí, sino, pues decirme donde vais).
Motivo: memorizar
Tirada: 1d100
Resultado: 90(+35)=125
Motivo: memorizar (II)
Tirada: 1d100
Resultado: 77(+125)=202
Sin claustrofobia por aquí.
Intento llegar a la puerta cerrada.
Una vez dentro del ducto, me pongo en postura de cuerpo a tierra, recordando como me pelaba los codos en los entrenamientos.
Avancé despacio mientras Yelena me seguía.
-Alguna idea de hacía donde o simplemente nos movemos hasta llegar a algún lugar?- dije entre susurros.
Nop
Guiados por Yelena, ambos santos logran reptar por los conductos... Y tras media hora de esfuerzo, lográis llegar al lugar donde Yelena cree que estaba el desconocido.
Gracias a los Dioses, hay una trampilla que os permite bajar hasta delante de la puerta.
-1 al cansancio.
- Sí, sigue por allí - digo a Artemias mientras nos arrastramos por los conductos -. Creo que sé llegar hasta donde perdí el contacto con el espía.
Confirmo que no nos hemos perdido y, satisfecha, aunque algo cansada, salgo del estrecho túnel. Mientras recupero el aliento, observo mi alrededor.
- Es aquí, no hay duda - le confirmo mientras concentro cosmos para lanzar un hechizo de protección -. Si esa cosa sigue viva ahí dentro, es momento de ponerse la armadura. Te voy a cubrir con una coraza luminosa contra la energía. Yo usaré el escudo - le explico por encima lo que estoy haciendo -. Cuando quieras, entramos. Pero, antes de nada...
Mientras espero la respuesta de Artemias, me acerco a la puerta, atenta de si veo alguna chispa saltando y, tras comprobar que es seguro, trato de escuchar qué sucede dentro, para saber si hemos llegado a tiempo.
Avancé siguiendo las indicaciones y al ver la trampilla la abro para luego sacar los pies, mantenerme colgado con las manos y finalmente soltarme mirando a todos lados y ayudando a Yelena a bajar, sacando la espada luego.
-Bueno, me parece bien- respondí avanzando de a poco.
Al verla pasarme y acercarse a la puerta me mantuve atento por si debía de reaccionar de inmediato.
-Ten cuidado- le dije observando.
Una vez abandonáis los conductos...
Os encontráis en una pequeña habitación, de unos tres por tres metros de área. No hay muebles, ni ventanas ni nada por el estilo, solo dos puertas.
Una está a vuestra espalda, siendo de color rojo y con un cristal en el lateral. Sencilla, simple y de toda la vida.
Sin embargo, la que tenéis delante es de metal, de fuerte y duro metal. Tiene pequeñas tacuelas en toda su superficie y un gran asidero para poder abrirla. No hace falta que lo intentéis para saber que seguramente se trate de una puerta bastante gruesa y reforzada...
Al otro lado de esta no escucháis nada, absolutamente nada...
Cubro a Artemias con la armadura de luz. Cae sobre él como un velo de cosmos hasta fundirse son su silueta. Noto que se pone tenso al sentir la magia sobre él.
- Tranquilo, te prometo que voy a tener cuidado con todos los hechizos. No volverá a ocurrir lo del flash cegador.
Una vez termino, me vuelvo hacia la puerta.
- Tiene que estar ahí. Deberíamos prepararnos para entrar.
Llevo la mano derecha a la gema de mi armadura.
- Casiopea, dame tu fuerza - murmuro, con un ápice de tristeza.
Al instante siguiente, luzco mi armadura sin brillo, cuya ausencia nos recuerda nuestro fracaso.
Cojo aire y agarro el asidero, esperando que no esté cerrada.
- ¿Preparado? - digo, dispuesta a empezar a tirar a su señal.
Utilizo el grado intermedio.
Armadura de Luz
Nivel: 16 Acción: Activa Tipo: Efecto
Efecto: Forma una coraza mística que otorga TA a su usuario contra todo
tipo de ataque, en especial contra los basados en energía. Aunque cuenta
como una armadura, no se aplican penalizadores al turno por emplear capas
de protección adicionales.
Grado Base Intermedio Avanzado Arcano
Zeon 60 90 120 150
Int. R. 6 9 12 15
Base: TA 2 en Energía y TA 1 en el resto.
Intermedio: TA 5 en Energía y TA 2 en el resto.
Avanzado: TA 8 en Energía y TA 4 en el resto.
Arcano: TA 12 en Energía y TA 6 en el resto.
Mantenimiento: 5 / 10 / 15 / 20
Sentí el calor de la protección de Yelena y su promesa me tranquilizó un poco.
Al ver aquella puerta y que me haya confirmado que era en aquel lugar, toqué mi joya y susurrando me coloqué mi armadura.
-Arrolla con tu galope Unicornio...-
Tras colocarme el armadura me quedé mirando hacía aquella puerta, preguntándome si Yelena sería capaz de abrirla ella sola.
Me puse delante de la misma en guardia con la espada apuntando, asintiendo para que comenzara a empujar.