Partida Rol por web

Buscando un lugar donde dejar el auto a unos metros de la central y que este estuviera seguro le voy dando algunas indicaciones a Yelena.

-Supongo que buscaremos infiltrarnos, no es así?-

Asiento mientras abro el coche. 

- Sí, esa era la idea. En caso de que encontremos personal, nos volveré invisibles. No es tan costoso que el teletransporte. Podré con ello y con las armaduras de energía para protegernos de la electricidad. 

Nos ponemos en camino hacia donde vi al hombre de Europa por última vez. 

Los dos santos se acercan en el coche y lo dejan a unos metros de la central, en el arcén de la carretera, ya que todo el aparcamiento que hay está dentro de la propia central. 

Nos bajamos del coche. Trato de acercarme escondida entre los arbustos a la central y busco alguna forma de meternos dentro como hice con el espía. ¿Quizá algún conducto de ventilación? Es una central, no un banco. No creo que haya mucha seguridad. 

Además, trato de buscar cámaras y de no llamar la atención de los operarios. 

Seguí a Yelena con calma, tranquilo y despacio, sabía que no era muy bueno en ello, pero puse todo mi esfuerzo.

Una vez se detuvo me adelanté para posicionarme a su lado y también buscar las diferentes entradas.

Ambos santos dejan el coche aparcado e intentan acercarse sigilosamente a la central... Por suerte para ellos, con la visita del misterioso hombre, todos los operarios han entrado en la central.

Sin embargo, lo más cerca que pueden llegar es hasta la alambrada que rodea toda la central. 

La única entrada disponible es la entrada principal, vigilada por dos guardias de seguridad.

Por desgracia para vosotros, no tenéis la capacidad de volar como la tenía el espía. Fue fácil colarle ya que podía saltar por encima de la verja que tienes delante...

Es alta, de unos dos metros y medio y, aunque no está electrificada, sí tiene pinchos en la parte más alta. No ves huecos ni sitios donde podáis colaros... La única forma que se te ocurre sería trepando... Y los pinchos no os lo pondría fácil... 

La verja que tenéis delante mide dos metros y medio, y coronada en la parte de arriba con una alambrada de pinchos. Dadas vuestras habilidades trepadoras, no parece una opción...

Sin embargo, te fijas que en una parte de la alambrada, donde la verja se engancha a un poste del suelo, ves que los enganches no están seguros... De manera que sería relativamente sencillo quitar los enganches y apartar la verja para colaros por ahí. 

Observo el muro con fastidio. A lo lejos, los obreros siguen a lo suyo. 

- Esto es imposible sin las armaduras - mumurmo mientras acumulo zeon -. Nos llevaré dentro con la transmisión por luz. Me aseguraré de guardar suficiente por si tenemos que escapar. ¿Preparado? - añado mientras siento que la energía se acumula en mi interior.

-A decir verdad no es tan complicado- dije sonriendo de costado- mira- indique con el índice el lugar donde la verja se enganchaba a un poste del suelo- esos enganches no están del todo seguros, sería bastante sencillo quitar los enganches y apartar la reja, de esa forma podríamos entrar sin que lo noten-

Si el lo dice, yo le creo. Estas cosas no se me dan tan bien. 

- ¿Crees que puedes hacerlo? - digo mientras observo la reja -. Yo no sé si seré capaz. Pero si tu puedes, adelante. Es mejor opción. 

-No parece tan complicado, además no estamos lejos y los guardias ni siquiera prestan atención a ese lugar, intentémoslo- dije comenzando a avanzar agazapado hasta la unión de la reja.

Los guerreros apenas tienen que caminar un par de pasos para llegar al poste de la alambrada.

Artemias, con cuidado, desenfunda su estoque y, dando unos rápidos y precisos golpes, logra que los enganches de la verja ceda, pudiendo retirarla para entrar en la central.

Dejo que él pase primero y le sigo escasos pasos después. Luego, le señalo hacia donde tenemos que seguir, dado mi recien adquirido conocimiento sobre el terreno.

- Por ahí, pegados a la pared hasta la salida de emergencia - murmuro. 

Trato de llevarnos por la ruta más corta y segura que recuerdo. Si pasamos cerca de unos vestuarios, cuento con poder hacernos con ropa de servicio o algunas identificaciones que puedo falsear con poco esfuerzo. 

Una vez abrimos la verja guardo el estoque y me tiro cuerpo a tierra, no me importa ensuciarme un poco en beneficio de la misión, una vez dentro observo el mejor lugar por el cual desplazarnos, para levantarme, aunque aún agazapado y seguir avanzando.

Cielos, como me gustaría tener una caja...

Aunque por el momento la entrada ha sido sencilla, lo fácil no es siempre duradera...

A pesar de encontrar una puerta de emergencia, como suele pasar, solo se abre de dentro hacia afuera, para que no pase lo que queréis hacer: que extraños entren en la central. Sin embargo, la esperanza sigue presente... 

Veis que en uno de los edificios de la central, el cual es de un único piso, tiene en la parte superior lo que parece una rejilla de ventilación lo suficientemente grande para poder entrar por ahí.