Partida Rol por web

Al acercarse a la luz de la lumbre descubris de quienes se tratan las tres figuras. Una es una dama, de blanca piel y dorado cabello (APA 16) montada en un gan caballo. Las otras dos corresponden a dos caballeros, o eso parecen. Uno sujeta las riendas del caballo que monta la dama y a su vez guía otro que parece cojea de una pata. El otro caballero monta un gan corcel de batalla y su escudo de armas es un caballero de oro sobre fondo cortado de Gules y Azur.

Siguiendo el camino que indicó la anciana, el olor de la carne acude al encuentro de Waldon, pero aún quedaba un poco más para llegar a donde se encontraban las tres figuras. Al menos aquellas indicaciones eran ciertas y no llegaron a ninguna emboscada ni ataque sorpresa.

-Saludos -dijo cuando estuvo lo suficientemente cerca como para que le oyeran, aunque ya habrían escuchado a los caballos durante el camino-. Hemos recorrido un gran camino y aún nos falta otro trecho para llegar a Camelot. Una anciana nos vino al paso y nos indicó este lugar. ¿Podríamos unirnos a vosotros por esta noche? Todos necesitamos descansar.

Sed bienvenidos a nuestro fuego y a nuestro campamento, y disfrutad de nuestra hospitalidad y nuestra comida. Mi nombre es Eliott y el de mi acompañante de aventuras Jerrod explica el joven con una cordial sonrisa y dedicando una cortés reverencia a la dama

Hemos salvado a este buen fraile de unos bergantes que le atacaban para robarle su carro lleno de provisiones, y ahora le damos escolta hacia Camelot...

La llegada de los caballeros y la dama me pilla por sorpresa con la boca llena de comida y me parece descortés el presentarme así, por lo que agradezco que sir Eliott se tome la molestia de hacerlo por mi. En cuanto estoy listo respondo a la pregunta del caballero.

-Siempre hay lugar para una buena compañía, buen señor. Sentaos junto al fuego y podremos compartir comida, historias y mañana, el camino hacia camelot, pues es allí donde nosotros también nos dirigimos.

-Os agradezco la hospitalidad -aunque su tono de voz era cortés y tenía cierto tono agradecido, su rostro estaba serio y sereno-. Yo soy Waldon de Berwick, la dama es Lady Floriana y él es Gallowain. Ambos salvamos a la dama de un vil ataque por parte de unos hombres... le llevamos a Camelot para que sea juzgado -señala el caballo de Gallowain y al hombre que llevan atado por las manos-. Es un auténtico placer poder hacer un alto en el camino y descansar un poco, por no hablar de lo bien que huele esa carne -mostró media sonrisa-

Se acercó a Floriana, con intención de ayudarla desmontar, para luego llevarse ambos caballos y atarlos a un lado del improvisado campamento.

Y para nosotros un auténtico placer compartir fuego y comida con tan esforzados y valerosos jinetes, y con tan hermosa dama contesta educadamente Eliott, indicándole a la dama el mejor lugar junto al fuego

Espero que estas viandas y nuestra modesta compañía os ayuden a recuperaros de semejante trance, Lady Floriana añade para ella Eliott, con la mejor de sus sonrisas

-Dichosa soy caballero de encontrarme en tan buena compañía.-Hace una reverencia con grácil comodidad, acostumbrada, sin duda, desde su niñez.

-Sentaos hijos míos que yo me ocuparé de saciar vuestro apetito con ricos manjares y vuestra alma con salmos y rezos.-

Ya presentados os disponíais a comenzar, cuando un ruido estridente, de árboles y ramas rotas, surca la noche. Los caballos están nerviosos pero tranquilos, excepto el corcel de la dama.

Como una aparición monstruosa, un gigante aparece de entre la maleza rimando con su pesada y lenta habla.

-Que agradable banquete y yo sin invitación, os comeré a todos sin dilación.-

La dama profiere un grito mientras el fraile se santigua constantemente y cayaendo de rodillas reza a dios.

Me parece que mi espada pondrá fin a tu jornada! grita valientemente Eliott, rimando también con gran sangre fría mientras coge su escudo y desenvaina su espada, pues no hay tiempo para montar...

La repentina llegada del gigante me pilla por sorpresa y me quedo paralizado por la visión. Llevo mis manos a la empuñadura de la espada pero me quedo como petrificado mirando la escena como si todo fuera un sueño.

Waldon volvía tras echar un ojo a los caballos, no era normal que estuvieran así. Cuando estuvo a punto de sentarse, el gigante hizo su entrada, sin dejarle si quiera acomodarse ante la lumbre, el caballero agarró su pesada maza.

-Nuestra hospitalidad no te incluye, pero eso no quita que podamos atenderte como se debe a alguien de tu calaña -avanzó un par de pasos para interponerse entre el improvisado campamento y el gigante-

La luna iluminaba proyectando la sombra de los árboles volviendo el verde bosque que es de día, en un lugar tenebroso por la noche. Continuas camino sin saber que esperar. Puede, incluso, que el cansancio te haya jugado una mala pasada y echo ver visiones.

Te planteas buscar un sitio donde pasar la noche cuando un grito de mujer pidiendo auxilio desgarra la noche. Entonces recuerdas las palabras que la anciana te dijo en el sueño: "Al oir un grito de auxilio, espolea tu montura sin miedo a perder paso en la oscuridad y acomete, fiero con la lanza."

Encomiendas tu alma a Dios y espoleas a tu fiel montura presto para la batalla, yelmo calado y lanza en ristre. El animal sortea peligros que tu, con la escasa luz, no podrías ver. Un pequeño fuego ilumina el acero de las espadas y armaduras de tres figuras que defienden a una dama y acometen a una figura mucho más grande. Un gigante.

Tres hombres se encontraban atacando con furia al enemigo: un gigante. Sin mas preámbulos, Edgar espoleó a su montura y mientras se acercaba preparó su lanza para el golpe. Su lanza logra atravesar con suma facilidad la piel del gigante, logrando provocarle una fea herida que le atraviesa todo el pecho.

Y con esto tus bravuconadas, terminarán en nada! sigue rimando al mismo tiempo que combate valerosamente Eliott, lanzando un poderoso tajo al gigante...

Waldon agarra la maza con fuerza y gira la mitad superior del cuerpo. Descarga un fuerte golpe, usando toda la fuerza que le da el giro de cintura.

-¡AAAAAAGH! -grita mientras la maza sigue su camino hasta llegar al gigante-

No, me vas a perdonar tú. Tienes otro +5 por efectuar una carga de caballería contra un objetivo a pié. Es un gigante pequeño, unos dos metros y medio, tres metros de altura mas o menos.

Con lo cual tienes una habilidad de 21 y al sacar un 19 ó un 20 es un éxito crítico. Tira doble daño (al efectuar un ataque a la carga desde una montura se utiliza el atributo de daño de esta) 12D6.