Partida Rol por web

Ante las noticias traídas por el monje, Rachid no puede más que alarmarse, UN GIGANTE, seguramente solo sean malas jugadas de la imaginación de los locales, pero aún así un hecho muy gordo debía estar detrás de tales calamidades, quizá una gran banda de asaltacaminos que estén de paso haciendo de las suyas. Fuere lo que fuere, Rachid aprovechó la pregunta del jovenzuelo para distraer su cabeza aunque fuese por unos segundos, y de paso serle de provecho al caballero, no fuere ser que decidiese dejarlo allí, sin compañía para tan peligroso camino.

-Chiquillo, es-es-es-ese hombre no tiene pelo en la ca-ca-ca-cabeza por que se lo quita p-p-p-para que lo identifiquen co-co-co-como monje que es.

Luego dirigiéndose hacia el monje, aunque realmente lo hacía a todos los presentes, dijo:

-E-e-e-está usted se-seguro, hermano F-f-f-fra-fra-francisco? E-e-e-existen los gigantes fu-fu-fuera de las leyendas?

Rachid sabía de sobra que no existían, tal cosa no podía existir en las viñas del Señor, solo eran habladurías locales para justificar un crimen atroz del que no se sabe culpable, casi seguro.

¡Yo quiero ver al gigante!

No sabría que pensar buen señor. El monje trata al moro que vestía con harapos de manera educada para no ofender a Don Miguel, pues no sabía que relación tendría con aquel andrajoso.

Lo cierto es que muchas leyendas se cuentan sobre esta comarca, en especial sobre Tella. Leyendas que se remontan siglos atras, y como reza el dicho, cuando el rio suena, piedras lleva.

Aunque en mi humilde opinion, creo que esas piedras que el rio lleva, son mas bien de origen mundano. Personalmente no creo que haya nada fuera de la razón de nuestro Señor ahi fuera.

Es casi imposible que se te escape alguien que no dice lo que piensa, y sin duda el monje sabe o ha visto algo más de lo que cuenta.

Esa ultima frase que ha dicho debe tener como objetivo guardar las apariencias frente a un Caballero religioso como Don Miguel.

Te da la impresión que el monje no cree lo que predica, debe saber o haber visto algo más de lo que dice.

Quizas se guarde sus experiencias para si mismo, y así no quedar ante vos como un ignorante supersticioso como los pueblerinos que aqui tanto abundan.

Mi señor sabía algo de mi idioma y le devolví una sonrisa agradecido.

Un monje vino para prevenir a mi Señor, y el moro que no callaba a pesar de ser tartamudo se metía en todo y preguntando por todo, vi que el monje le respondía por respeto a mi Señor que por otra cosa. 

Eskubidea da , vamos mi Señor to Tella. 

Hermano - le digo al monje - algo para komer bezain basatia belar duten.

Hermano Francisco decidle al tu abad que presto vamos para alla, y que no conocí gigante alguno que no hincase la rodilla tras u buen mandoble.

No seria mala cosa un guia que nos marcase el sendero. ¿ acaso vos podriais venir con nos, o hacer que algún tu hermano nos ficiese esa merced?

y mientras ¿no nos pudiese hermano contar alguna de aquestas leyendas?

et tu zagal Zacarias, guardate de no andar por ahi afanando lo quie no es tuyo o te dejare la sesera con el mismo pelo que la del hermano.

El muchacho quedó como mudo después de la advertencia de Don Miguel.

Gartzen etxekoandre será vuestro guía noble señor, es buen conocedor de la zona y aunque no hable castellano con soltura, sus piernas y hacha son más útiles que su lengua.

Con gusto os contaré a vuestra vuelta cuanta historia y leyenda se cuenta de estos valles. Más he de volver presto al monasterio pués no quiero importunar al Hermano Abad que me espera allá impaciente, pués he de completar varias tareas más que me ha encomendado. El monje tragó saliva mientra esperaba la respuesta, pués no quería importunar al Abad, y tanto menos al Caballero. Bien es sabido que cuando uno atiende a dos señores, con alguno queda mal.

Marchad pues, y arreemos nos.

Gartzen dirigenos.

Rachid no puede reprimir una leve sonrisa ante el comportamiento apurado del monje. Así como de la repentina mudez del mozo que les acompañaba.

-Ha-ha-ha-hasta la próxima mo-mo-monje. Estoy deseando vo-vo-volver para que me cu-cu-cuente esas leyendas.

Gracias hermano , le hice una inclinación de cabeza , me sentía agraciado de que ya me conocieran bien por esta zona, el alguacil había dado buena cuenta de ello..

Si Señor Don Miguel ¡¡ Vamos !!

Agur hermano - me despedi del buen monje.

Empezamos a andar yo el primero claro está pues soy el guía , esperaba hacer con éxito la misión , sería un triunfo para mi persona . Así que empece la marcha advirtiendo en cuanto salimos para ver si estaba todo en calma o había bandidos por la zona. 

Le repito a mi Señor: Hay que remontar el kauke del kinka hasta su bifurkakión hakia Frankia. Después, dejando el río Kinka to la diestra, seguir por el kamino de la montaña hasta Tella, en lo alto del valle, to la falda del Monte Perdido. Dije entusiasmado sin percibir si me habían entendido o no, pues estaba tan contento por ser el guía que no me di cuenta de ello.

El heterogeneo grupo marchaba hacia Tella, con el Vasco al frente marcando la ruta, seguido por el gallardo caballero a lomos de su fiel montura, y atrás el muchacho junto con el viejo mendigo, los cuales parecían haberse cogido algo de cariño.

La ruta hacia Tella transcurre en paralelo al cauce del río Cinca. Sauces, chopos, fresnos y álamos os acompañan junto a las zarzas y juncales que nacen en las zonas más húmedas. Las lluvias y las bajas temperaturas son comunes durante todo el año excepto los meses de verano os cuenta Gartzen. Hoy estais de suerte, el cielo está despejado y se puede disfrutar de un viaje agradable con unas vistas hermosas de los picos montañosos.

El paso es bueno, si seguís así llegareis a la posada cerca del anochecer.

La zona es rica en todo tipo de vegetación, es una mina en lo que a componentes naturales se refiere.

La variedad de plantas es tan grande que te sientes abrumado, no sabrías ni por donde empezar. Tampoco tienes tiempo para pararte detenidamente a analizarlas ya que tus acompañantes podrían sospechar. Quizas deberías haber dedicado más tiempo al estudio de las mismas, pero no te desanimas, sin duda este viaje te traerá muchas recompensas.

Distingues una figura en la lejanía, parece andar el camino en la misma dirección que vosotros. Os saca unas 90 varas, jurarías que es una silueta femenina, parecer vestir de verde y cargar un zurrón.

Absorto en tus pensamientos, recordando como te marcaron tus primeras misiones en la frontera con Granada, divisas una figura en la lejanía. Os separan unas ochenta o noventa varas, parece andar el camino en la misma dirección que vosotros.

¿Me será util este soldado, cuando tengo yo que estar pendiente de todo?. Piensas

Levanto la mano - gesto para que el grupo pare - Señor una mujer viene - le digo señalando hacia delante y esperando la respuesta de Don Miguel.