Partida Rol por web

Rimald se queda con los arqueros para defender la atalaya, mientras Rilwen y Ringelf descienden de la colina con los heridos en dirección al campamento de Sir Vormund.

Rimald, cuando te adentras en el bosque encuentras a Joshua de frente.

El arquero que está despierto está poniendo a salvo a su compañero inconsciente.

—¿Qué demonios está sucediendo?— le pregunto a Joshua en medio del caos.
 

Nos encontramos frente a frente; puedes ver que estoy sucio, bastante desaliñado; la mirada, extraña, jadeando a una velocidad... que se diría que se me van a salir los pulmones por la boca en cualquier momento...

Durante unos instantes, parece que me cuesta romper el silencio, encontrar las palabras exactas para lo que quiero transmitir... y finalmente las suelto.. espero que el resultado de las mismas sea el adecuado... balbuceo ostensiblemente, y tiemblo al hablar...

-Ojos, Ojos en la noche!! por todas partes, apresuraos! guardaos de las flechas!!! Acechan tras los árboles, en las sombras, no sabéis quienes son...

Señalo a los arqueros...

-No sabéis nada, no sabéis NADA!!

... Y me doy la vuelta y salgo corriendo en dirección contraria, hacia la espesura, como alma que lleva el diablo,... o que huye precisamente del Diablo; me alejo de la atalaya en llamas...

"joder que susto!!! casi me cago encima!!!"

... voy pensando mientras corro como un loco. Gracias a mi visión, no me cuesta evitar tropezar cuando me adentro en lo más profundo del bosque, y gracias a mi agilidad, puedo esquivar los obstáculos...

"Mierda, de cuanto podía encontrarme... voy y doy con el que lleva el puto guante... joder.... no podía ni respirar!!!"...

Menos mal que anduve medianamente rápido... solté lasprimeras frases sin sentido que me vinieron a la boca, y salí por piernas... con suerte... me seguirán y se separarán del resto del grupo; con más suerte, Rimald desconfiará de los arqueros... Sonrío solo de pensarlo...

"Joder, sí que ha estado cerca"

Mientras corro intento afinar los sentidos para ver si me siguen de cerca, y en cierto momento, cambio de dirección, siempre busccando el amparo de las sombras más profundas, y provocando el menor ruido posible, incluso a costa de la velocidad...

... tengo que rodearlo, rebasarlos, e ir a por el grupo que se dirije al campamento... tardarán horas, así que aún puedo conseguirlo....
 

Joshua desaparece corriendo en dirección contraria a la atalaya, hacia la espesura. Rimald se queda ahí, con el guantelete de plata en alto, descolocado. Silencio. Nadie dispara flechas, no hay ruidos entre los árboles. Los arqueros salen de la atalaya en este momento, uno apoyado en el hombro del otro. Rimald, quieres que te den una explicación.

Cuando Joshua te habla ves claramente que sostiene un arco... parece que las cosas no son lo que parecen... luego sale corriendo.

Voy tras Joshua.

"Mierda... no me lo voy a quitar de encima... va a ser, o el, o yo."

Empiezo a ser consciente de que no me quedan más narices que enfrentarme a las bravas con Rimald.... mala cosa...  solo me queda... intentar atizar primero; dejarle muy jodido, y que los soldados que puedan venir con él sean unos incompetentes... demasiados factores, pero... no puedo desobedecer al Conde Rochester...

Busco el lugar adecuado... tengo una ventaja que le he ido sacando a base de que veo mejor y corro más que ellos; necesito... vale, lugar oscuro, especialmente oscuro, y con raices sueltas... solo tengo que ocultarme....

Rimald corre atravesando el bosque, teniendo cuidado con las ramas y las raíces. A cada paso tiene más claro que Joshua esconde algo, o al menos no es quien dice ser. Los arqueros le siguen de lejos, son más lentos, pero en caso de enfrentamiento le ayudarán, aparentemente.

En un momento dado Rimald llega a un claro del bosque donde se encuentra Joshua, quien parece tramar algo. Parece que está montando una trampa o no sé; el caso es que la trampa se le dispara justo delante de las narices de Rimald, quien no puede evitar sentir incluso lástima por el pobre Joshua. Esa trampa estaba claramente destinada al guerrero de Lem, pero el destino ha hecho que dañe a su creador.

—Pero... ¿qué puñetas?

He escuchado historias sobre el poder de los vampiros y como pueden nublar la mente de la gente. Aunque Joshua ha intentado matarme no puedo dejar de recordar al jocoso campesino que bromeaba cuando Genaro salía entre los matorrales. Es por ello que intento reducirlo sin causarle daño mortal. No creo que esté ayudando a los vampiros por propia voluntad.

—Joshua: te voy a devolver la razón a golpes si es necesario, pero no hagas que te mate...

-!Caöenpute¡¡¡

Toda la vida haciendo trampas para pilalr conejos, y ahora voy y me enredo!!!... es que hay que ser un jodido patán, joder!!!

Rimald avanza, en solitario, para "hacerme entrar en razón",... como si ese concepto existiese... pues eso es algo efímero, relativo, y fluctuante como.. como que ¿que cojones estoy pensando?? ¿por qué me da por filosofar??? Se lo que tengo que hacer, no dudo...

-¡A que te meto yo en razón antes!!!

... E intento arrearle con mi hachuela; sinceramente, con relativa poca maña; téngase en cuenta que lo mío es construir, no blandir armas... La cosa no está para florituras, de todos modos, y en breve entrarán los otros dos soldados del perro guardián Sir Vormund...

Rimald descarga un golpe con la empuñadura de su espada sobre Joshua, no para matarle, sino para dejarle inconsciente; y casi lo consigue. Joshua consigue liberarse de su propia trampa y lanzarle un feroz golpe con su hachuela en revancha, pero la armadura de cuero tachonado absorbe casi todo el impacto. Los arqueros están cerca, acaban de aparecer en el claro del bosque, y desenvainan sus espadas al ver el duelo. Se empiezan a acercar despacio, cada uno por un flanco.

Cuando Joshua golpea a Rimald le hace un corte en el brazo, del que sale un poco de sangre. Joshua mira la sangre sorprendido, confuso. Sus ojos se abren como platos y unos afilados colmillos asoman de entre sus labios. Ahora Rimald puede verlo con claridad: Joshua es mucho más pálido que antes, y sensiblemente más alto y robusto. El rostro de Joshua se vuelve feroz, como el de una bestia hambrienta.

Al ver la sangre en el brazo de Rimald notas un hambre que nunca antes habías sentido. Es un hambre distinto, profundo, visceral, que te nubla el pensamiento. Sólo quieres su sangre. Notas cómo una enorme fuerza brota de tu interior, los músculos se te tensan, los sentidos se te agudizan. Ves a Rimald como a una presa, como a uno de esos conejos que cazabas. El guantelete brilla en la oscuridad de la noche, o al menos así lo percibes, con un brillo cegador al que no puedes mirar.

Joshua es un vampiro y ha olido tu sangre. Notas cómo el guantelete le deslumbra, pero no le teme. Aunque no le haga daño no puede mirarlo fijamente.

Me pilla totalmente por sorpresa la conversión de mi antiguo compañero a la oscuridad. Más que miedo siento una rabia infinita por haberle fallado: esto es lo que nos espera a todos si no logramos acabar con las sombras del valle. Pero ahora mismo veo como se abalanza sobre mí mientras intento realizar un contraataque que le dé la paz de la muerte.
 

La sangre... por un segundo, el tiempo se detiene... en mi mente; no pienso ni quien soy ni que hostias hago aquí... solo... la sangre... recuerdo que hace unos instantes divagaba sobre... que mas da... la sangre... roja, brillante... deliciosa... si hasta puedo olerla...

-LA QUIERO TOA, TOA , TOAAAAA! LA NECESITO TOOOAAAA!!!!

... Grito fuera de mí, pero ya todo da igual... pasado, presente, futuro, las gallinas, las cabras, el culo de la Rosario... solo me importa La sangre

.. Y ni hago puñetero caso a los dos soldados que han desenvainado las espadas; solo me impuso hacia adelante; sigo con la hachuela en la mano... pero ni me doy cuenta; es como si mi pescuezo se estirase más allá de todo límite imaginable, en busca de esas gotas de ...  pero... huy... eso que palpita.... según me acerco, según achico espacios... los pies se convierten en pulgadas... no me pregunten como, pero me doy cuenta de que... eso que palpita en el cuello.... JODER!!! por ahí pasa mucha sangre!!!!

Y me lanzo al pescuezo, sin parrafadas ni hostias...

El vampiro se abalanza sobre Rimald quien, cogido por sorpresa, poco puede hacer para zafarse. El bocado va directo al cuello. Es fuerte, es intenso. Es doloroso.

Los arqueros no dan crédito a lo que ven.