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El Reino de la Sombra: Prisionero

ASALTO NOCTURNO

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20/05/2014, 23:16
Director

 

Es noche cerrada, pero un punto de luz se distingue con claridad más allá de las murallas del puesto fortificado de los caballeros de Stumlad.

Sosteniendo una antorcha crepitante contra la noche, una figura delgada y tremendamente alta se yergue en una roca que sobresale del terreno a algo menos de cien metros de la muralla.

Los cuatro supervivientes de la compañía del capitán Andrais no tienen ninguna duda de que se trata del mismo que les ha desafiado con su aullido y su grito hace unos segundos. Tampoco tienen duda de su identidad, a pesar de que es la primera vez que lo ven en esta forma.

Es Drashin.

Pero no es un hombre, ni tampoco la bestia que vieron el día anterior, liderando la Manada, cuando huyeron a través del barranco entre riadas de agua. Se trata de un ser de forma humanoide, de casi dos metros y medio de alto, de músculos marcados que apenas se distinguen entre el pelaje negro que cubre su cuerpo casi por completo. Sólo su rostro aparece despejado, un rostro mezcla de bestia y hombre en el que destacan unos ojos animales de un verde tan intenso que resultan incómodos de contemplar.

Sólo porta consigo un carcaj a la espalda, del cual sobresalen flechas de acero negro, idénticas a la que malhirió al elfo, y un arco que parece fabricado en el mismo material. El arma de proyectiles es enormemente larga, lo que significa que este ser debe poseer una fuerza prodigiosa como para poder tensar y utilizar un arco así.

En cuanto ve aparecer a los caballeros en las murallas, Drashin vuelve a alzar la voz, tan poderosa que ni el frío viento que corta la noche es capaz de atenuarla.

¡¡Hombres del Norte!! Proclama. ¡¡He venido por vuestro Prisionero!!

Las llamas de la antorcha hacen brillar sus ojos esmeraldas.

¡¡Devolvedme a Girshael!! ¡¡Devolvedme a mi hermano!!

 

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21/05/2014, 22:57
Orlant

Según Girshael ese arco y esas flechas son mágicas, las fábrica el mismo Drashin y les une un pedazo de su alma.-  les dije a mis compañeros, como si lo más habitual del mundo fuese hablar de armas mágicas, al ver el arma que esa enorme bestia, a falta de una palabra mejor, tenía entre manos. - No fallan nunca. Si vemos que se dispone a disparar debemos correr a ponernos a cubierto.- Y por cubierto entendía una habitación sin ventanas y completamente cerrada.

¡¡ Nosotros no tenemos ningún prisionero !! ¡¡ Tu hermano está en estos momentos en el lugar en el que él quiere estar !! - Grité a modo de respuesta.

 

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21/05/2014, 23:48
Drashin

A pesar de la distancia los caballeros se dan cuenta de que Drashin no parpadea en ningún momento, lo que aumenta todavía más la sensación de que en lugar de estar tratando con un ser humano capaz de transformarse en bestia se enfrentan a una bestia que toma una apariencia humanoide.

Mi hermano está en esa Torre… Responde señalando al edificio con un dedo inusualmente largo terminado en una afilada punta de hueso. Tú lo llevaste allí, humano, portándolo entre tus brazos… Drashin pronuncia la palabra “humano” con desprecio, y el sargento Orlant se da cuenta que los lobos-troll que les persiguieron se lo habrán comunicado a su líder.

Mi flecha no le ha matado… todavía. Acaricia el metal negro de su arco casi con ternura. Si hubiese muerto, lo sabría.

Pero no estoy aquí para hablar de la vida de Girshael, sino de la vuestra, hombres del norte.

Devolvédmelo y viviréis para contar esta historia…

 

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22/05/2014, 00:55
Derlan

-La única historia que contaré-dijo el teniente con resuello dado que acababa de correr para encontrarse con sus compañeros en la muralla- es la de como Drashin cayó ante esta torre si no te marchas de inmediato criatura. Tu hermano está a buen recaudo con nosotros y no dejaremos que te lo lleves-mientras hablaba Derlan había cogido el mismo arco que dejó antes apoyado en la almena para usarlo cuando fuese necesario.

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22/05/2014, 01:38
Drashin

En el rostro bestial del ser al que llaman Drashin no se mueve un músculo al escuchar la réplica del teniente Derlan, aunque está claro que le ha oído perfectamente.

Se agacha entonces un segundo y recoge algo que mantenía a su lado en el suelo, sosteniéndolo con sus garras y extendiéndolo hacia adelante para que los caballeros lo puedan ver desde la muralla.

Entonces la muerte es vuestra elección… Contempladla pues.

En su monstruosa mano sostiene una cadavérica cabeza brutalmente decapitada.

La del capitán Andrais.

 

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22/05/2014, 02:41
Sertois

!Tomare la torre! grito mientras corro hacia la torre, desde las alturas tendré mejor posibilidad de acertar con mis flechas.

Corro sin mirar hacia atrás, lo primordial es llegar a las alturas, ver que se nos viene encima y por donde ya que somos demasiados pocos, y si encima quedamos ciegos, vamos a durar menos que nada.

Notas de juego

Nota.- no me detengo.

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22/05/2014, 02:45
Sertois
Sólo para el director

 

Malditos atolondrados.

Malditos, redomados, sacos de mierda.

Putos caballeros y su imbécil moral.

Bastardo seas Orlant quien no puede quedarse callado.

Que te acoja el infierno Derlan quien se piensa invencible.

Tengo que revisar la maldita capilla, tras la cruz del Dios de los Caballeros, dentro de las velas e incluso en el vientre del último hombre vivo puesto que de estar en su lugar, yo también me habría tragado el maldito objeto.

Tengo que hacerlo, y hacerlo rápido.

No voy a morir aquí.

No voy a morir hoy.

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22/05/2014, 10:11
Petrer

Por lo visto en tus planes no entra que el ultimo de nosotros seccione la cabeza de tu hermano.....crees que matandonos a nosotros conseguiras tus objetivos...¡¡¡SE NOTA QUE NO CONOCES A LOS QUE TE ENFRENTAS!!!!

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22/05/2014, 19:55
Drashin

El ser mitad hombre mitad bestia parece enmudecer ante la respuesta de Petrer, haciendo que durante unos segundos en la noche sólo se oiga el rumor del viento, al tiempo que Sertois baja de la muralla y a grandes zancadas se dirige hacia la entrada de la Torre.

Pero entonces su enemigo lanza hacia adelante la cabeza cercenada, que vuela decenas de metros antes de caer y rebotar varias veces sobre la tierra, hasta por fin detenerse.

No lo entendéis. Replica con su voz ronca. Os protegen altas murallas. Podéis ocultaros en una Torre de roca. Creéis estar a salvo. Pero lo cierto es que es que estáis atrapados.

Sois prisioneros.

El rostro bestial de Drashin no parece ser capaz de reflejar sentimientos, pero cuando una obscena lengua roja surge de su boca, da la impresión de estar relamiéndose con regocijo.

Girshael morirá. Ruge. Por mi mano o por la vuestra, da igual. Sus ojos verdes refulgen a la luz de la antorcha con puro veneno. Pero si me lo entregáis no tendré la necesidad de asaltar vuestra ridícula fortaleza…

Las últimas palabras del monstruoso ser encogen el corazón de los caballeros. ¿Estará marcándose un farol? Si en verdad no le importa si Girshael, su hermano como él dice, vive o muere, entonces las posibilidades que tienen para negociar con él se están reduciendo por momentos…

 

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22/05/2014, 20:14
Orlant

En cuanto escuché a Peter usar el farol de acabar con el elfo sabía que no funcionaría. Esa bestia peluda deseaba la muerte de su hermano. Suponía que si lo entregábamos esa muerte le llegaría de la forma más dolorosa y cruel posible, pero sabía que Drashin tampoco le haría ascos a que nosotros le diésemos una muerte rápida e indolora.

¡¡ No te atreves a atacar a tu hermano !! - Le grité a la bestia.- ¡¡ Tuviste tu oportunidad en lo alto del acantilado y no tuviste el valor de hacerlo !! ¡¡ Te marchaste corriendo con tu apestoso rabo entre las piernas como el cobarde que eres !!

¡¡Quieres que me crea que vas a juntar el valor necesario ahora!!

Maldije en silencio nuestra suerte, no solo éramos prisioneros sino que además en cuanto Drashin se diese cuenta de que la torre estaba desguarnecida lanzaría sus hombres contra nosotros y todo se acabaría.

Habíamos tenído dos oportunidades de salir con vida de aquella torre. Una estaba en una célda tras una puerta metálica de la que no teníamos la llave. La otra estaba dormida recuperándose de las heridas que le había causado su hermano.

De repente una idea pasó por mi cabeza.- Igual hay una forma de reventar las cerraduras. Solo necesito que Grishael recupere la consciencia.- Me lancé a la carrera a la habitación donde había dejado al elfo.- Entretened al lobo.

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23/05/2014, 02:30
Director

El sargento Orlant sale corriendo en dirección a la Torre tras pronunciar a voces sus insultos contra Drashin, dejando a los dos Stoneheart al cargo de la situación.

Entretened al lobo. Eso es lo que ha dicho. Pero ¿cómo continuar sin provocar a ese monstruo todavía más? Tío y sobrino enmudecen, esperando expectantes la reacción de su enemigo, que permanece inmóvil. Su expresión corporal, sus gestos, su rostro, no dan la más mínima pista sobre nada, pero sus ojos se han convertido en dos rendijas esmeraldas.

De pronto, Drashin emite un sonido, una especie de quedo rugido que casi no hubiese sido advertido por Derlan o Petrer si no fuera por la bocanada de vaho que surge de la boca del monstruo.

Es una orden, e inmediatamente tiene efecto. Se comienzan a escuchar unos gruñidos sostenidos, graves. Y el resto de la Manada aparece entorno a su líder. Los cuatro que han sobrevivido tras los enfrentamientos que han sostenido contra los caballeros durante el último día.

Pero ninguno de los dos guardianes de las murallas llegan a verlos por completo. Sólo pueden descubrir sus ojos en la noche, reflejando el fuego de la antorcha que Drashin sostiene.

Cuatro pares de ojos refulgentes, bailando en la oscuridad, dispuestos a cumplir los deseos de su amo…

 

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23/05/2014, 02:31
Director

Con la angustiosa sensación de que se le escapa el tiempo, como si se tratase de arena entre sus manos, Sertois corre hacia la Torre, sube la escalinata de madera y entra dentro, en la planta principal.

La capilla. Dijeron que estaba en el segundo sótano. El explorador localiza rápidamente la manera de descender allí, por medio de una pequeña escalera de piedra en espiral que le conduce hasta la planta más inferior, que da a su vez a un pequeño rellano y después a una puerta entreabierta, que le da paso a una amplia sala de piedra de forma cuadrada, donde en uno de sus lados, el más próximo a él, se encuentra una mesa de piedra elevada, un altar sobre la cual hay gran cantidad de velas encendidas.

Detrás del altar, en la pared, cuelga una cruz de madera en forma de “X”, el símbolo de la iglesia de Korth. Y en el suelo, en mitad de la sala, reposan los cuerpos, envueltos en sudarios blancos, de al menos veinte personas. Todos ellos son hombres. Caballeros de Stumlad. Junto a cada cuerpo se halla la armadura de cada uno, y sus armas, perfectamente ordenadas. Los rostros pálidos de los caballeros que murieron aquí a causa de la enfermedad. Y a diferencia del caballero muerto de la planta principal, éstos han soportado la descomposición mejor debido al frío del subterráneo, que los ha conservado de la corrupción. O quizás es debido al encontrarse en suelo sagrado…

Pero Sertois no cree en eso… o prefiere no creer. Busca en el altar, en la cruz, en los alrededores… sin resultados. La sala está, excepto por los cuerpos, vacía. Por la mente del explorador pasa la idea de que si esa llave fue escondida deliberadamente en un lugar oculto, podría pasarse días buscando sin resultados.

Entonces vuelve su atención a los muertos. ¿Pudiera ser que uno de ellos la tuviese consigo?

 

Notas de juego

Sertois no encuentra nada en la sala de la capilla.

Pero si quiere registrar uno a uno los veinte cadáveres que hay aquí, eso le va a llevar tiempo. Tendrás que decidir qué hace el explorador.

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23/05/2014, 02:32
Director

Necesitan a Girshael consciente. Y lo necesitan ya.

Es lo que le pasa por la cabeza al sargento a medida que sube la gran escalinata que le lleva a la planta superior de la Torre, dando zancadas que le llevan a subir los escalones de dos en dos. Con cada paso que da, Orlant suelta un gruñido de esfuerzo, pero no se permite bajar el ritmo, ya que siente una extraña urgencia, siente la sensación de que el tiempo de que disponen se les está agotando por momentos.

Quizá no debiera haber provocado de esa manera a Drashin. ¿Y si en su rabia dispara sus flechas asesinas contra el teniente Derlan o contra Petrer? Pero ya no tiene más tiempo de reflexionar sobre ello, porque llega a la planta superior. La luz que arroja el fuego de la chimenea hace brillar su rostro sudoroso.

Girshael permanece donde lo dejaron. Pálido e inmóvil, como puede comprobar el sargento cuando se acerca. Sin aparentes cambios en su condición. Dado su estado, tendrían que dejarle que reposara, que su cuerpo se curase a sí mismo, pero no es posible. Hay que conseguir que recupere la consciencia.

Una voz en la cabeza de Orlant le recrimina que busque un milagro en forma de la magia de un elfo en lugar de rezándole a Korth, pero el sargento la hace callar mientras intenta encontrar una manera de sacar de su sueño al elfo…

 

Notas de juego

Que Girshael recupere la consciencia supone una tirada de la Habilidad Medicina (tienes +5) con una dificultad de 15. El método elegido para hacerlo te lo dejo que lo describas tú.

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23/05/2014, 13:03
Petrer

Debemos atacar al mismo todos ya sabes que se recuperan de las heridas, hay que matarlos, ellos se creen los suficientemente fuertes para asaltarnos pero hemos matado a unos cuantos....habria que intimidarles un poco aunque parece poco probable......ademas debemos ganar tiempo.....

¡¡¡¡JAJAJAJAJA, AUN NO HABEIS TENIDO BASTANTE POR HOY...!!!! ALGUNOS DE NOSOTROS HOY HEMOS ACABADO CON TODOS LOS ENEMIGOS QUE NOS HABEIS PUESTO POR DELANTE, TANTO ORCOS COMO CAMBIANTES ¿NO ERAIS MAS ESTA MAÑANA? NOSOTROS SEGIUMOS SIENDO 5  ¿DE VERDAD AUN QUEREIS MAS ? TANTO TEMEIS AL LIDER QUE OS ENVIA A LA MUERTE? PORQUE NO HACE EL SU PROPIO TRABAJO? 

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23/05/2014, 23:26
Orlant
Sólo para el director

Volví a subir por las escalerás de la torre, entre mi turno de guardía y el rato que había pasado controlando el estado de Girshael me habían permitido descansar, pero lo cierto es que me dolía cada centímetro de mi cuerpo y subir a ese ritmo solo hacía que notara afilados pinchazos por todos los músculos de mis piernas.

Me había sentido muy a gusto menospreciando a Drashin, en ese momento nuestras posibilidades eran nulas, estábamos prácticamente muertos, así que ¿Por qué no desahogarse? Ahora, mientras perdía el aliento en las escaleras me arrepentía, una bestia enojada era mucho más peligrosa que una tranquila y sentía que mis palabras iban a conseguir su objetivo original,  que no era otro que hacer que Drashin lanzara a sus ejércitos para acabar con todo lo antes posible, justo cuando lo que más necesitaba en esos momentos que tenía una idea era tiempo.

El elfo necesitaba descansar, lo noté en cuanto lo vi tumbado sobre la mesa con su cara completamente blanca, casi sin vida. Pero no podía ser, si le dejaba descansar cuando despertase ya sería demasiado tarde para todos. Volví a intentar que despertara nuevamente, igual que lo había hecho antes de extraer la flecha de acero negro que le atravesaba el pecho.

Primero suavemente, pero no funcionó. Después le golpee su cara con la mano abierta con toda la fuerza que tenía.- ¡¡Vamos despierta, a que estás esperando!!- le rují en el oído pero parecía que el elfo estaba lejos de las primeras zonas de la consciencia.

Inclusó le tiré parte del agua que había hecho traer antes de la operación por encima. Estaba a punto de darme por vencido y volver a las almenas cuando lo vi. Dicen que Korth es un Dios esquivo, que no atiende a súplicas ni plegarias, pero yo sé que no es verdad. Korth ayuda a los suyos, a los que se ayudan a si mismos y no desfallecén ni se rinden a las primeras de cambio.

Allí estaba, dentro del fuego que encendimos para caldear la sala alguien había vuelto a meter el atizador, no recuerdo si fui yo, Petrer o algún otro, pero lo cierto era que aún estaba allí. Sin pensármelo demasiado lo saqué del fuego y al rojo vivo lo apliqué sobre el pecho de Grishael. En seguida, el penetrante olor a carne quemada invadió mi nariz saturando mi olfato.

Inmediatamente el elfo pareció removerse y despertar. Solté el atizador y sujeté su cara entre mis manos.

Girshael. Tu hermano ha llegado. En cuanto sé de cuenta de que no podemos defender la torre atacará. Hay una salida, pero necesito de tu magia.- Recordé como se sintió al usar sus poderes.- No te lo pediría si no fuese absolutamente necesario. Amigo.- Incluso yo mismo me sorprendí por haber pronunciado esa palabra, pero por mucho que hubiese odiado al elfo hacía menos de un día, la realidad era que mi opinión sobre él había cambiado enormemente en esas veinticuatro horas.

- Tiradas (1)
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25/05/2014, 11:33
Director

El sargento habla directamente a Girshael, tratando de que éste le enfoque con la mirada, intentando traerle de nuevo a la consciencia, y tiene la impresión de lograrlo cuando ve el reconocimiento en sus ojos, pero también el dolor cuando el elfo se incorpora muy levemente y su rostro se contrae por el sufrimiento además de por la sorpresa al descubrirse la horrible quemadura en el pecho.

Drashin… murmura con la voz rota, lo que da a entender que ha comprendido lo que Orlant le ha dicho.

El sargento asiente satisfecho y le acerca a los labios resecos un odre para que tome unos sorbos de agua, cosa que el elfo hace con avidez. Después, lleva su temblorosa mano hasta sus heridas vendadas y cierra los ojos, mientras en su demacrado rostro se dibuja una expresión de intensa concentración.

Orlant vuelve a sentirlo, una ola de frío inexplicable procedente del elfo, al mismo tiempo que observa cómo su piel se cristaliza en hielo bajo las vendas. Está realizando su hechicería de nuevo, que le permite congelar las heridas abiertas en su carne para impedirle sentir el dolor y caer de nuevo en la inconsciencia. Una manera de atenuar y retrasar los terribles efectos que la flecha negra le ha causado.

Es en ese momento cuando un estruendo sobresalta al hombre y al elfo, un sonido que atraviesa los mismos muros de la Torre y que hace vibrar sus entrañas, un sonido que ya no les resulta extraño y que han aprendido a temer y a odiar.

Los cuernos de guerra orkos se escuchan como si los estuviesen tocando allí mismo, en esa sala, y el sargento comprende, conmocionado, que eso significa que ya deben de estar allí, a las puertas mismas de la muralla.

El terrible sonido enmudece, aunque todavía está resonando en sus cabezas cuando Girshael sujeta la mano del hombre y le susurra: Tengo que verlo… llévame fuera…

Sin pensarlo siquiera, Orlant hace lo que el elfo le dice, lo levanta en volandas con delicadeza, como si se tratase de un pajarillo herido y sube con él a la cima de la Torre, sin poder detenerse, atraído por la fatalidad como una polilla hacia las llamas. El frío viento de la noche le recibe, así como la luz de la luna que abre brecha en la oscuridad.

Nada les puede preparar para lo que contemplan entonces desde lo alto de la Torre…

 

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25/05/2014, 11:33
Director

Sertois camina entre las filas de los cadáveres de los caballeros de Stumlad, cada uno envuelto en su blanco sudario, cada uno con sus armas y su armadura bien colocada a su lado.

El explorador duda. Duda acerca de registrar a estos hombres muertos, duda sobre rebuscar en sus posesiones. Y no por falta de escrúpulos o por encontrarse en suelo sagrado, sino porque sabe bien la causa de la muerte de los caballeros. Una enfermedad que los diezmó en cuestión de días. ¿Quién le dice que esos cuerpos no estén todavía infectados por ese mal y que él pueda contagiarse si entra en contacto con ellos?

Pero sus pensamientos estallan en pedazos cuando un estruendo sobresalta al explorador, un sonido que atraviesa los mismos muros de la Torre y que hace vibrar sus entrañas, un sonido que ya no le resulta extraño y que ha aprendido a temer y a odiar.

Los cuernos de guerra orkos se escuchan como si los estuviesen tocando allí mismo, en esa sala, y el explorador comprende, conmocionado, que eso significa que ya deben de estar allí, a las puertas mismas de la muralla.

El terrible sonido enmudece, poco a poco, aunque todavía está resonando en su cabeza cuando Sertois sale corriendo de la capilla y sube por las escaleras, primero hacia la planta principal y luego por la escalinata del interior de la Torre en dirección a la cima de la misma. Tiene que verlo con sus propios ojos. Debe verlo. Sertois no puede detenerse, atraído por la fatalidad como una polilla hacia las llamas. El frío viento de la noche le recibe cuando llega allí arriba, donde el sargento Orlant ya se encuentra, llevando entre sus brazos al elfo herido.

El explorador se aproxima a las almenas. Arriba, en el cielo nocturno la luz de la luna que se ha abierto paso entre las nubes abre una brecha en la oscuridad.

Nada le puede preparar para lo que contempla entonces desde lo alto de la Torre…

 

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25/05/2014, 11:34
Director

Aunque Drashin no parece inmutarse ante la provocación de Petrer, no sucede lo mismo con sus hermanos de Manada, porque comienza a escucharse un sonoro y escalofriante gruñido que crece en sonoridad, al mismo tiempo que vaharadas de vapor procedentes de sus fétidos alientos aparecen delante de sus ojos brillantes en la oscuridad.

Entonces una rápida orden ladrada por su líder les hace callar en cuestión de un segundo. Todo queda de nuevo en silencio, y ambos Stoneheart contemplan a su adversario con el corazón en un puño, porque tienen la sensación de que algo está a punto de suceder, algo malo.

Efectivamente. Drashin, sin mudar el gesto, alza la crepitante antorcha en lo alto, y con ella traza un semicírculo en el aire. A los caballeros ya no les queda ninguna duda. Está haciendo una señal.

Y como respuesta, es en ese momento cuando un estruendo sobresalta a los dos hombres, un sonido que atraviesa la noche y que hace vibrar sus entrañas, un sonido que ya no les resulta extraño y que han aprendido a temer y a odiar.

Los cuernos de guerra orkos se escuchan ensordecedores, y ambos se dan cuenta en ese momento, conmocionados, que eso significa que sus enemigos ya están allí, que ya han llegado, y que tan sólo estaban ocultos de su vista debido a la oscuridad nocturna.

Nada les puede preparar para lo que contemplan entonces desde lo alto de la muralla…

 

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25/05/2014, 11:34
Director

Comienzan a aparecer decenas de antorchas encendidas en la noche, revelando la hasta ahora, invisible posición de las tropas orkas.

Pero resulta no ser necesario, ya que, como si se tratase de una broma del destino, es en ese momento cuando las nubes se despejan en el cielo nocturno y permiten que la luz de la luna ilumine la noche.

Rodeando el puesto avanzado de los caballeros, y situados a una distancia de aproximadamente cien metros de la muralla, los orkos estallan en gritos y rugidos de guerra, al mismo tiempo que vuelven a resonar los cuernos de guerra. Ya no es necesario ocultarse para ellos y dan rienda suelta a sus ansias de sangre humana. Los seres, encorvados pero musculosos, con piel de tonos oscuros y grisáceos y rostros con hocicos y grotescos colmillos amarillentos levantan sus armas en alto, principalmente cimitarras y lanzas, pero también ballestas. Todos ellos están uniformados, y visten armaduras de cuero negro endurecidas además de cubrirse con pieles de animales para evitar el frío.

Es un auténtico ejército, y está organizado como tal. Se encuentra dividido en cinco grupos, que rodean completamente el puesto de los caballeros, formando un pentágono. Cada grupo está formado aproximadamente por una veintena de estas bestias, por lo que en total el ejército orko estará formado por un centenar de enemigos.

Drashin contempla a sus tropas, pero su rostro salvaje no delata si se siente satisfecho con ellas, orgulloso, o no le importan nada más allá de ayudarle a conseguir sus fines. Alrededor del líder de la Manada, cuatro lobos-troll unen sus aullidos al sonido de los cuernos de guerra orkos.

Pero además de todo esto, otros seres también llaman la atención de los defensores del puesto de los caballeros, que observan todo esto con el corazón encogido: Dos trolls forman parte del grupo orko situado más al sur del puesto. Se trata de bestias de más de tres metros de altura, con una corpulencia impresionante, piel grisácea como la roca y un rostro simiesco que refleja al mismo tiempo crueldad y estupidez. Los trolls se protegen con una amplia cota de planchas que les protege el torso y los amplios hombros y cascos para sus cabezas, pequeñas en relación con el resto de su cuerpo. Como arma, cada uno porta un desproporcionado mazo de acero que sujeta con ambas manos.

Las piezas están desplegadas ya sobre el tablero de juego, y se trata de una partida en la que la superioridad numérica del enemigo es manifiestamente aplastante. Los defensores deben aceptar esa cruel realidad y sienten cómo la desesperación crece en sus corazones.

Entonces, Drashin levanta la antorcha en alto y como respuesta, todos los orkos y lobos-troll enmudecen ante la orden de su líder.

En cuanto se ha hecho el silencio, encaja el mango de la antorcha entre dos piedras del suelo, dejándola allí clavada. Después, vuelve a dirigirse con su poderosa voz a los caballeros que guardan el puesto:

Ya sabéis lo que quiero. Proclama. Entregádmelo o morid. Señala con su garra a la antorcha delante suyo. Tenéis de tiempo hasta que se extinga este fuego…

Dicho esto, da media vuelta, seguido del resto de los lobos-troll y todos ellos son engullidos de nuevo por la oscuridad de la noche.

Sólo queda la antorcha. Sola. Con su llama agitada por el inmisericorde y frío viento.

 

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25/05/2014, 12:37
Director

No podrán conseguirlo.

El teniente Derlan se da cuenta por primera vez que aunque consiguieran escapar a través de la salida secreta que se supone que existe en la Torre, dicha salida les llevaría a algún lugar indeterminado cerca de donde alguno de los grupos de orkos se encuentran situados.

Y si cualquiera de ellos, y esos seres son capaces de ver en la oscuridad, los detecta, todo se habrá terminado antes siquiera de empezar.