Partida Rol por web

Y el nuevo curso empezó… este día era muy emocionante para la mayoría, a partir de ese día serían considerados héroes, como aquellos del pasado que habían luchado hasta su último aliento gracias a los cuales ahora estaban vivos y de los cuales tenían corriendo su sangre por sus venas.

La mayoría de los nuevos alumnos se encontraban en la entrada del sector norte, esperando a que las puertas se abrieran para dejarles pasar. Entre ellos se encontraban…

Adams había llegado de los primeros y allí se encontraba, apoyado en una pared observando la situación, aunque eso no era raro en él, lo raro era verle hablando con alguien.

Por otro lado, los hermanos bromeaban entre ellos a la vez que hablaban con Erica, a pesar de su edad, se veían emocionados por la situación y con ganas de entrar a ver lo que se encontraban al otro lado de esas murallas, que separan el sector norte de la ciudad del resto de esta… un lugar que siempre ha estado prohibido para ellos.

La conocida como Lis, también estaba allí, hablando con un profesor que todos habían conocido durante su último curso de instituto, pues había presenciado sus últimos exámenes y había dado algunas charlas.

Lis le comentaba al profesor sobre todas las mejoras que quería implementarse ese mismo día con los créditos iniciales mientras este le recomendaba que no los gastase demasiado rápidos.

Otros estudiantes fueron llegando al lugar.

Eli llegaba charlando tranquilamente con su compañero de habitación Kyle el cual se veía emocionado, había estado esperando ese día y ahora le comentaba a Eli todas las cosas nuevas que podrían hacer.

Por otro lado, Irani y Damian llegaban también juntos, comentando algo entre ellos, puede que estuviesen tramando algo, pues hablaban lo suficientemente bajo para solo escucharse entre ellos y de vez en cuando se le escapaba una risa a alguno de ellos.

Kyle llegaba con su prima Jade la cual iba metiéndose con él de broma, despeinándole a la vez que mencionaba que "Ya era todo un hombrecito por lograr volverse un héroe", a pesar de que tienen la misma edad y ambos van a entrar a la zona norte por primera vez.

Nataly y Sandra también llegaron juntas y por el camino Sandra le iba dando con el codo a su compañera de habitación, mientras le decía algo en un susurro y se reía con cara picaresca.

Nick y Marcel  llegaban tranquilamente y sin prisas por otro lado, ambos arreglados y al ser dos de los nuevos estudiantes más grandes físicamente pareciendo dos guardaespaldas.

A parte de ellos, otros iban llegando a medida que pasaba el tiempo y dentro de poco entrarían, justo cuando el reloj marcase las nueve.

Como era costumbre en él, Kyle no para de hablar. Y, como era costumbre en mí, yo no paraba de escuchar.

Estaba tremendamente emocionado con la idea de empezar este nuevo curso y empezar a especializarse en algo. Aunque, lo que más le interesaba, era dormir acompañado sobre todo.

Mientras avanzábamos, no podía evitar ajustarme el collar supresor con una mano. Creo que nunca me terminaré de acostumbrar a su tacto.

Por otro lado, era el primer día del curso.

Muchos de mis nuevos compañeros ya estaban allí. La mayoría hablando con sus amigos, como yo hacía con Kyle, aunque había un par de personas más solitarias.

¿Quién serán? ¿Cómo serán? ¿Qué sabrán hacer? ¿Qué aportarán? Muchas preguntas se agolpaban en mi mente aunque, ahora mismo no podía conseguir las respuestas.

Lo único que había en mi control era el atuendo que, para esta ocasión, había elegido algo discreto que no llamara demasiado la atención, como soy yo.

De manera que nos acercamos a la puerta mientras sigo escuchando a Kyle.

Por fin el día había llegado,  estaba ansioso por empezar y ser un verdadero neo-humano, a partir de aquí era todo decisivo, tendría que especializarme en algo y empezar a matar bestias. El solo hecho de pensar en estar en un campo de batalla, rebanando las cabezas de esos bichos, me alegraba. Cada vez quedaba menos para ver mi venganza cumplida.

Había dormido poco esa noche, un poco por los nervios por empezar. Pero a la hora de levantarme, había saltado puntual de la cama, y había sacado a la fuerza a prima de la suya.

Como siempre, me había duchado, y después hecho el desayuno para los dos; mucho mejor que no cocinara ella. Y después de meterle prisa mil veces porque llegábamos tarde, habíamos salido con tiempo suficiente como para llegar de los primeros, tal y como me gustaba.

Jade también estaba nerviosa a su manera. Me reía y me quejaba por igual cuando me despeinaba. Le cogí las manos. Las manos quietas dónde las pueda ver. La reñí en broma, riendo.  Estaba de buen humor, para mí era un muy buen día. Y tú serás una de esas heroínas que todos admiran o bueno....al menos los viejecitos. Bromeé. Con suerte hasta encuentras novio y tengo que dejar de encargarme de ti; cocinarte, levantarte, insistirte para no llegar tarde….Mi tono era de broma, ella ya sabía que le decía esas cosas para picarla, pero que en el fondo no me importaba. A quién hay que rezarle para que pase eso? Pregunté, alzando la cabeza y mirando al cielo. Tenía una personalidad bastante fuerte, y aunque era toda una romántica, ligar no era lo suyo.

Al llegar nos cruzamos con más chicos que parecían de nuestra edad. Serían esos nuestros compañeros?  Esperaba que no, menuda pinta tenían.

¡¡Entrarían a la zona norte!! ¡Aquel día iban a pasar a la mejor zona de todas! Lo cierto es que Nataly no había podido dormir bien aquella noche debido a la emoción que sentía. Había estado esperando aquel momento durante años. Se había levantado super temprano aquella mañana y tras arreglarse con sus ropas anchas y zapatillas en diez minutos o menos, no había cesado de moverse de un lado para otro sin poder evitarlo.

Ahora caminaba junto a su mejor amiga, al tiempo que le decía por centésima vez aquella mañana:

- ¡Te he dicho que no!- no estaba enfadada. Aquella conversación la tenían cada dos por tres e incluso algunas veces Sandra conseguía convencerla. ¡Pero no aquel día! ¡Se negaba! Cuando llegaron a la zona de entrada observó a sus compañeros. Sin duda algunos eran especialmente atractivos.- Jo, ¡cómo está el patio este año!- le dijo en un susurro a su amiga.- Creo que nos vamos a divertir.- y exhibió una sonrisa traviesa que nada bueno auguraba.

Con un paso algo rígido y torpe, llegó Irania con su mejor amigo Damian. A diferencia de los demás, Irani y él tenían un rostro poco alegre emocionalmente; todos derrochaban cara de felicidad y entusiasmo menos ellos. Su cara era más de obligación y deber. Nadie podía negar lo poco emocionados que parecían estos dos. Y, por lo visto, tampoco mostraban interés en fingir alegría. Por lo menos se tenían el uno al otro, cosa que, sin dudar, se notaba que les alegraba. 

Por lo bajo iban comentando cada una de la apariencia de la gente de clase y se reían con ciertos comentarios que se decían entre ellos. No se burlaban de nadie, o eso parecía. Sin embargo, era una obviedad que los comentarios que hacían no los dirían en voz alta. Realmente, lo único que hacían era ponerles nota a las personas que estaban allí, físicamente hablando. Irani se preguntaba de quién se enamoraría su mejor amigo este año, pues, por muy siniestro que parecía, Damian era muy enamoradizo. Aprovechando la ocasión comenzó a picarse con él. 

- Y bien... ¿Quién será la afortunada que llegará a tu corazón este año? -Le susurró traviesamente y comenzó a señalar con el dedo a las chicas que se encontraban en la entrada, pero sin que se notara demasiado. -¡Aja!, una pelirroja, una pelo platino, una rubia... ¿Quién gana de momento?- Si no fuera porque se conocían bien el chico podría haber pensado tranquilamente que Irania derrochaba celos por doquier. Menos mal que este no era el caso, ya que eran uña y carne. 

Dicho esto, Irania se puso a observar de soslayo a la gente. Damian sabía muy bien que hacía; estaba intentando localizar una cresta en la sala. Lamentablemente, no se dio el caso y la chica puso cara de decepción. - Vaya por dios. Que mala suerte. 

El primer día había llegado por fin. Estaba nervioso y ansioso a partes iguales así que me desperté con tiempo: no aguantaba más en la cama. Preparé el desayuno para ambos y me vestí con calma tras una buena ducha. Desayuné junto a mi mejor amigo y bromeé con él respecto a la nueva etapa que se abría ante nosotros. 

-Venga Marcel... seguro que hay alguna chica guapa que se pirre por un bombón de chocolate como tu... -le piqué. Lo veía nervioso y no me gustaba. Quería que estuviera más relajado.

Tras una visita a Jeremy para decirle que se portara bien nos encaminamos hacia la zona universitaria, al fin. Miré a los presentes sin dejar de sonreír y alcé una mano a modo de saludo. 

-¡Buenas! ¿Qué tal? -saludé en general. 

El tiempo pasó y dieron las nueve, y a pesar de que aún no habían llegado todos el profesor Lyan Zetch, el cual se encontraba allí hablando con Lis, se colocó frente a la puerta de entrada y comenzó a hablar en alto.

- ¡Atención! ¡Por favor! ¡Acercaos a mí!

Exclamó lo más alto que pudo, para que todos pudiesen escucharle. Tras eso, esperó unos segundos a que se colocasen más cerca y todos pudiesen escucharle sin necesidad de hablar demasiado alto.

- Hoy es un día importante para todos aquí, será vuestro primer día en la zona norte, pero ya tendréis tiempo para hacerlo cuando acabe la presentación. Por ahora, seguidme.

Tras eso, se abrieron las puertas y comenzó a andar hacia su interior, con los estudiantes y poco después se cerró la puerta, aquellos que llegaban tarde tendrían que esperar a que acabase la presentación para poder entrar, aunque a partir de ese momento podrían entrar y salir sin problemas.

Tras eso, se abrieron las puertas y comenzó a andar hacia su interior, con los estudiantes y poco después se cerró la puerta, aquellos que llegaban tarde tendrían que esperar a que acabase la presentación para poder entrar, aunque a partir de ese momento podrían entrar y salir sin problemas.

Al entrar todo el lugar era más tranquilo de lo esperado, por otro lado los edificios llamaban la atención pues parecían cada uno hechos por un arquitecto distinto y todos se veían realmente nuevos.

Mientras andaban por las calles caminando en dirección al edificio donde se encontraría su aula principal, se cruzaron con algunas personas pintorescas, entre ellos a Amanda Tryp, la cual se encontraba apoyada en una pared y los veía pasar mirándolos de uno en uno examinándolos a fondo y cuando sus ojos pasaron por encima de Irania le lanzó un mordisco al aire y se fue tranquilamente andando de allí.

No tardaron mucho en llegar al edificio, pero no es que su aula se encontrase allí… si no que el propio edificio seria el aula de todo el curso, pues usarían una u otra parte de este en función de instalaciones necesitasen. La primera parada la realizaron en el salón de actor donde ya había un joven con chaqueta esperando en el micrófono que comenzó a hablar cuando todos se sentaron.

- ¡Bienvenidos! A partir de ahora sois oficialmente héroes. -tragó saliva, se puso algo serio y continuó hablando - No voy a mentiros, es una vida dura, y aunque no pueda compensarlo, tendréis una cantidad de créditos mayor a la que podeis imaginar, solo hoy es probable que obtengáis mas de los que habéis ganado hoy, cinco millones y podréis comprar cualquier cosa que queráis aparte de preparaos para ser héroes.

Paró otros segundos, y continuó hablando algo más alto.

- Algunos estaréis ilusionados por esto y a otros os parecerá una putada que os haya tocado luchar por toda la humanidad… pero solo nosotros los neo-humanos podemos hacerlo, hemos nacido con ese objetivo y si no fuésemos a la batalla, la batalla vendría a nosotros… y eso seria peor, les veríamos masacrar a nuestros amigos y seres queridos… si es que no es algo que ya habéis vivido en el pasado, hay que acabar con todos ellos y liberar al mundo de ellos, si lo logramos ¡Podremos disfrutar de una vida tranquila el resto de nuestras vidas! Rodeados de la gente que queremos y sabiendo que están seguros gracias a nuestro esfuerzo.

Continuó con su discurso motivador durante unas una hora, y tras ello, tuvieron un pequeño descanso hasta su primera clase.

La chica pelirroja pasa del comentario del buscador de amistad* y sigue al profesor en silencio.

- ¡Llevo uno! Bueno... Una.- Le comenta a Damian dándole un codazo y señalando a la chica pintoresca, sin importarle que esta la vea.- ¿Quién iba a decirlo? ¡Te voy ganando y han pasado unos escasos minutos solamente! Da igual que sea chica, cuenta igual.- Argumenta antes de que su amigo replique y comienza a pincharle con el dedo en el costado.

Ante el discurso del director se mantiene en silencio evitando poner los ojos en blanco y, de vez en cuando, le lanza comentarios irónicos a su amigo por lo bajini. Cuando llega la hora del breve descanso, no sabe que hacer y se limita a observar. Suponía que Damian iba a tantear el terreno buscando próximas esposas de modo que coge un trozo de papel y un boli que lleva en la mochila y comienza a dibujar un árbol invernal, con una sola hoja.

Y vaya grupo, que pintas tenían todos, madre mía. Con esto no teníamos nada que hacer. Esperaba que luego me sorprendieran y que no estuvieran todos allí para hacer amigos y ligar.

Al entrar, no me pasó desapercibido aquel extraño ser, tratando de ligarse a una pelirroja tetona. Puuuuffff solté.  Suerte que le gustasen las mujeres. Seguramente  sólo trataba de aprovecharse de algún novato despistado o en este caso novata despistada. Porque bien despistado tenías que estar para que te gustara.

Por fin se abrieron las puertas, y nos llevaron a todos al salón de actos, para la típica presentación. Sois héroes….bla bla bla…vuestro deber es proteger…bla bla bla…. Soy un tío muy aburrido que no tiene nada mejor que hacer….bla bla bla. Empecemos ya de una vez!

Nos dejaron un descanso antes de empezar las clases. Suponía que Jade se presentaría a la gente, ella era así. Pero yo pasaba del punto, me aparté lo suficiente del gentío como para dar a entender que no tenía intenciones de hablar con nadie, saqué un libro y me puse a repasar unas cosas.

¡Por fin habían abierto las puertas! Ante la emoción, Nataly le dio varios golpes rápidos a Sandra en el brazo, evitando dar saltitos porque los pantalones le quedaban un poco grandes. Entonces cogió a su amiga de la mano y tiró de ella para avanzar hacia el interior.

- ¡ Vamos, vamos! No me seas lenta.

El interior era absolutamente increíble. Todo nuevo, distinto e interesante. Tan interesante como las personas que al parecer habitaban en su interior. Nataly se quedó mirando a la chica rara de negro que acababa de dedicarle un gesto algo ambiguo a una de sus compañeras, pelirroja como ella. 

Solo espero que le guste esa pelirroja y no todas...

Finalmente alcazaron el lugar donde el director les dedicó unas estudiadas palabras. Héroes... ¡qué bien sonaba esa palabra! Miró a Sandra y le dedicó una expresión de emoción absoluta acompañada por un "¡Oh, sí!" solamente vocalizado.

Sobraba decir que se encontraba realmente emocionada por aquello. Nataly era una persona que tenía ganas siempre de hacer cosas y más si ese tipo de acciones formaba parte de convertirse en una heroína que salvara a la humanidad. ¡La universidad iba a ser el mejor periodo para la chica!

Eso sí, el discurso fue tan largo que acabó siendo un tanto soporífero. Si antes había comenzado a escuchar atentamente, había acabado escurrida en su asiento, moviendo la pierna sin cesar, intranquila e impaciente. 

Qué largo es esto...  si ya no sé ni lo que nos está diciendo...

Hasta que, ¡por fin! el discurso acabó y de regalo... ¡tiempo libre! Nataly saltó como un resorte de su silla. ¿Por dónde empezar? ¡Quería verlo todo!

- ¿A dónde vamos?- le preguntó entonces a Sandra. 

Antes de poder empezar a hablar y conocer a los que serían mis nuevos compañeros nos llevaron a dentro. ¡Por fin! Llevaba demasiado tiempo deseando esto. Era mi momento y quería disfrutarlo.

Aquella estrafalaria chica parecía interesada en la pelirroja y no me extrañaba, aunque para mi gusto era demasiado descarada. Pero no era el momento de fijarme en chicas, quería empezar ya. La charla, a pesar de que me motivó aún más, se me hizo larga; estaba deseando que toda la parafernalia acabara para que empezara lo bueno.

Al acabar miré a Marcel. -¿Vamos a explorar esto? 

Por el camino, Irania presumió de ir ganando.

- Bueno, aunque sea una chica, no cuenta pues puede que eso aquí signifique otra cosa - acabó replicando igualmente mientras obviaba los pinchazos en el costado de su compañera.

El discurso se hizo algo aburrido, aunque estar realizando comentarios con Irania lo hizo más ameno y tras eso, les dieron pequeño descanso.

Irania se puso a dibujar y el chico, que tenía en mente dar un paseo por el lugar, antes habló con su amiga.

- Ten cuidado, que como te despistes mucho ahí dibujando, te perderás la primera clase o incluso tengo que venir a buscarte a la hora de comer. Es necesario que sepamos donde será la próxima clase donde tendremos que escuchar probablemente otro largo discurso que de seguro no querrás perderte.  

Escucha a su amigo sin alzar la vista del dibujo, pero aligerando la traza para acabar rápido. 

- Esta bien. Vamos juntos.- Dice poniéndose en pie y guardando las cosas. Finalmente, ambos se van a explorar el lugar.

Kyle se disponía a relajarse mientras su prima ya parecía haber empezado a socializar con alguien pero unos minutos después una pequeña colleja le sacó de su estado de concentración.

- ¿Leyendo un libro tu solo el primer día? - le dijo una voz que le resultaba muy familiar el cual resultó ser su primo.

- Eso te va a servir de poco hombre, durante los primeros años es necesario que desarrolles el trabajo en equipo y no siempre podrás ir Jade… - Miró a Jade, que estaba hablando con Elisa y otra chica en esos momentos - ¿Ves? Ella lo está haciendo mejor que tú.

Se rió contento antes de ponerse serio y continuar hablando.

- Además, tus profesores serán héroes todos ellos ahora, es más, en la siguiente clase yo seré el profesor - le miró serio unos segundos, y volvió a reír - Vale, eso ha sido broma, pero ya he visto en el edificio central que como es costumbre se nos está ofreciendo trabajos de vigilancia para vuestras primeras incursiones… ¡así que están más cerca de lo que crees!

Se encontraba igual de emocionada que su amiga, ambas fueron de la mano a escuchar el discurso que resultó que fue dado por el mismísimo director. Que parecía interesante y acabó… tornándose aburrido. Finalmente acabó y tenían algo de tiempo libre hasta la próxima clase.

No lo pensó mucho - ¡Vamos a ver qué cosas necesitamos para ser heroínas! ¡Tenemos cinco millones! - dijo eufórica, ahora que de pronto eran millonarias.

¿Qué se compraría? Quizá algunos super-poderes chulos… aunque aún no sabía cómo se usarían. Por otro lado las tecno-armaduras también se veían chulas… era una decisión difícil pero con ese dinero ¡Podían comprar lo que quisieran!

La charla aunque interesante, había sido larga, pero finalmente había acabado y ahora su amigo Nick le proponía ir a explorar.

- Claro, podemos aprovechar y ver qué tipo de aulas hay por aquí. Aunque vayamos con cuidado de no perdernos, este edificio es algo grande.

Se levantó y ambos salieron del lugar.

Y comenzaron a investigar por el lugar, viendo que estaba completamente equipado: Tenían para practicar el tiro, para practicar el combate desarmado o con distintas armas, tenían piscinas, tenían un comedor, había muchísimas cosas que hacer, aunque algunas puertas estaban cerradas y parecía que aún estaban colocando cosas pues, había unas cajas metálicas por algunos sitios.

Irania y Damian salieron del lugar y comenzaron a explorar el lugar, viendo que estaba completamente equipado: Tenían para practicar el tiro, para practicar el combate desarmado o con distintas armas, tenían piscinas, tenían un comedor, había muchísimas cosas que hacer, aunque algunas puertas estaban cerradas.

Se cruzaron con otros estudiantes que iban haciendo lo mismo que ellos, conociendo el lugar, aunque lo que llamó su atención fue en principio que parecía que aún estaban colocando cosas pues, había unas cajas metálicas por algunos sitios. Viendo una más ce cerca, vieron que tenían un nombre escrito, una pequeña pantalla y un lector de huellas, siendo el nombre que tenía escrito "Irania Barrie".