Partida Rol por web

Al mago le importaba un comino ya seguir o no seguir. Le gustaba hacer grandes planes para luego seguir sus impulsos, sabiendo que dejaba de hacer algo genial. Así que qué más daba ya.

Camaradas..., vosotros mismos. Pero no sigamos en este patio manchado de sangre.

¿Y si retrocedemos el camino un poco, más o menos por allí? dije estirando mi fino dedo señalando el camino que habíamos hecho.

Yo no me meto en ese cucurucho nuevamente mientras ponía el dedo pulgar de mi mano en la otra dirección

Además que si nos escondemos por allí tendremos más posibilidades de defendernos ante un ataque por una mayor movilidad y una mayor probabilidad de ganar el enfrentamiento ¿no? dije mirando a los entendidos en estos temas

Atraido por la idea de Aelin, di un pequeño paso al frente y explique la situacion, antes de que siguieramos alli deliberando hasta el amanecer. - Montare un pequeño puesto de observacion en algun lugar elevado, o por lo menos que no llame la atencion, haremos guardias para acechar a cualquiera que abandone o entre en la barbacana, y pasaremos la noche.  Un poco enfurruñado por la espera, añadi. - Si amanece sin novedad, podremos entrar no ? 

Sin mas dilacion y sin esperar aprobacion alguna me dirigi hacia el que observe un lugar intermedio entre el camino que tomamos y la barbacana, un lugar ideal para observar tanto a los que entraban como a los que salian. Tenia que explorar aquel lugar un poco mas.

Shafir cabeceó afirmativamente. Sí, señor. Además, tengo que recuperar mi poder.

Al mago le encantaba emplear esa excusa para no tener que hacer guardias, las cuales, si no, realizaba su gatita Nera, pues tenía mejor vista que él y era noctámbula. Sin más, siguió a su amigo Magnus con un pequeño bostezo.

Arghhhhhz!

Sin mayor demora y ante la pasividad del grupo lleve a cabo mi cometido. Continue hasta la arboleda la cual decidi era el mejor lugar para el avistamiento, un arbol de media altura, del cual esperaba no caerme. Una vez arriba arrime las ramas, ocultando el puesto y acomodandolo para el que estuviera de guardia. 2 horas alli sentado debian ser al menos acogedoras.

Termine de bajar del arbol de un salto y hable con mis compañeros. - Empezare yo, dormir si quereis, en un par de horas llamare al siguiente para que me suplante, ya sabeis como va esto...

Luego me dirigi a Fenrir, que por supuesto ya estaba vigilando la parte baja del arbol que sabia que ibamos a custodiar, como un buen guardian, iba a ser mis ojos a ras de suelo. - No juegues con los bichos nocturnos que te conozco ... Con una mirada de lastima como si hubieran roto su juguete favorito el joven lobo me miraba.

Termine pues en la copa de un arbol, como años atras, cuando vigilabamos las incursiones drows, observando en el horizonte y con la luz de la luna como unica compañera.

Llegados dónde los animales, uUn sencillo "Avisame el siguiente" le había indicado al elfo antes de aprovechar el petate y la manta todo lo que pudiera, ya que la ausencia de fuego anunciaba una noche fría e incómoda. En contrapartida, el no detectar rastro de ningún dragón en los alrededores resultaba tranquilizador, así que podríamos entrar en la antigua fortaleza al alba si todo iba tranquilo esta noche, pero no por ello iba a separarme de mi equipo porque estábamos en territorio hostil.

Shafir acompañó a sus colegas pensando en una manera con la que entrar al día siguiente con seguridad. Si eran sectarios, gente que vivía en el fanatismo y la paranoia, era de esperar cualquier tipo de trampa. Para ello tenían a Aelin, lo cual le daba seguridad. Pero también cabía esperar un grupo organizado y subyugado al mal, unas personas que perdían su humanidad a cambio de un sentido a sus vidas. Quizá morir no les importaba en absoluto. Luchar contra fanáticos era peligroso.

Compañeros, yo puedo hacer guardia también, pero agradecería ser el último si no hay inconveniente. Una pequeña sonrisa se le escapó, pues siempre decía más o menos lo mismo y siempre tenía la esperanza de que no hiciera falta esa última guardia. El grupo sabía que para un mago, el descanso era fundamental, pero como había un segundo lanzador de conjuros solía haber sus más y sus menos, eso sí, de manera muy sutil y respetuosa.

Vi desaparecer por entre los árboles a los compañeros que harían guardia y al lobo mirar desilusionado el suelo después de que su compañero le hubiese puesto condiciones.

Despertadme cuando sea necesario, me quedaré... humm dije mientras miraba el camino apoyada en aquel árbol de allí mientras me encaminaba al árbol para dejar mis cosas cerca

Quizá mis ojos y mis oidos sirvan para defendernos de algo monstruosamente pequeño haciendo un gesto de media risa.

Pasé al lado de Shafir mientras me dirigía al árbol A propósito Shafir, ¿dónde está Nera? me encantaría dormir con ella si se deja dije examinándo al mago en busca de algún bulto negro

Nera, uhmm, pues... hace rato que no sé nada de ella. Quizá esté entre mis ropas. Empezó a palparse la túnica. Me ha parecido notar algo por aquí... no, no era ella... o por acá... tampoco era nada... ayúdame, por favor, creo que se está moviendo la condenada y por eso no la atrapo. Dijo el mago entre risas. Busca tú por abajo y yo por arriba... Ay, me ha arañado, la muy...

Nera estaba dormida en algún pliegue de la túnica de su amo. Era alguien muy tranquilo, por lo que la gata podía estar mucho tiempo sin despertarse normalmente. Pero de repente el tronco del mago empezó a retorcerse y algo estaba dando golpecitos cerca de la gata. Miró con sorpresa y se puso en estado de alerta inmediatamente. Con la pata intentó dar a aquello que golpeara el cuerpo de su amo. Pero provenían de fuera de las ropas, con lo que era difícil darle. Optó enseguida por moverse de allí. Reptando como un reptil, se situó a la espalda del mago. Pero los golpecitos la perseguían. Comprendió que era un juego divertido, así que empezó, muy excitada, a recorrer todo el cuerpo de su amo. Sus orejas hacia atrás y sus ojos pícaros denotaban su enorme concentración. Cuando se divertía tanto, se le olvidaba esconder sus afiladas garras y...

Ay, me ha arañado, la muy... Era la voz de Shafir quejándose de dolor. Sería parte del juego? No, percibía el enfado de su amo con ella gracias a su vínculo. El juego se había convertido en algo serio. Sabía que había hecho mal, pero había sido involuntario. No se dejaría atrapar, pues no le gustaba nada, nada, nada, que la gritasen.

Así eran los felinos.

A mi despertadme cuando veais, soy rapido en levantarme. De mientras, me pondre a pedirle fuerzas a Kord para mañana arrasar con el mal...si es que de verdad mora en estas ruinas.

El clérigo sacó un medallón de debajo de su armadura y comezó a rezar en voz queda para no molestar a nadie.

Me puse de cuclillas delante de Shafir, ya que él me había dicho que buscase por debajo.

Nera dije sin llegar a tocar las piernas del mago, ¿dónde estás pequeña? mientras hacía esto, demostraba mi equilibrio pues no me tambaleé ni una sola vez en aquella posición buscando a la gatita

Nera joo, que quiero dormir contigo dije mientras mi dedo índice hacía pequeños circulos en el suelo

La hermosa elfa se acuclilló delante del mago en una postura un tanto indecorosa para una señorita. Su inocencia era casi tan grande como su belleza. Shafir temió por la reacción de los otros hombres del grupo, hombres al fin y al cabo, por mucha devoción que procesaran. No quería que se burlaran de ella o le hicieran un comentario soez, así que se tiró al suelo junto a ella. No había pensado en ningún momento lo que estaba haciendo, simplemente su cuerpo saltó y giró en el aire. La gravedad hizo el resto. De sus faldones salió corriendo la gata Nera, la cual se había llevado un susto de muerte.

Nera corrió con las orejas echadas hacia atrás hasta el árbol más cercano. Luego se paró en seco, giró la cabeza y elevó las orejas. Con ojos como platos contempló a su amo tumbado en el suelo con rostro de confuso y avergonzado. No entendía nada.

A-a-aelin, querida, ya... ya tienes a tu gata, sólo has de llamarla y te hará compañía. No creo que quiera tenerme cerca en un buen rato.

Disimuló el mago.

- Exceso de caridad, o gran inexperiencia...  pensaba una y otra vez mientras con sutiles evasivas mis compañeros me iban cediendo el primer turno de la guardia, en los cuales los que estuvieran en las guardias intermedias descansarian peor esta noche, solo Shafir aprovecharia bien esta noche ademas de mi. En cualquiera de los casos iba a aprovecharme de ello, pues sentia la necesidad de permanecer un rato mas acechando ese tetrico lugar, aunque con la fortunia que ultimamente me sonreia los peligros de aquella tetrica formacion rocosa nos asaltarian en mitad de los ronrroneos de alguna gata y de Nera.

- Muy bien yo comenzare, despertare al que mas rabia me de, pues... Me movi a la carrera, con Fenrir a mi lado, pues habia minutos de guardia desperdiciados en parloteos y no pretendia dejar la zona descuidada.

Me encarome al lugar que habia ocultado ya con las hojas recolocadas y preparado para la ocasion, aun mantenia la cara manchada lista para ocultarme mejor y evitar los brillos de mi palida piel en la noche y me tome un tiempo para acomodarme para las proximas horas en lo que seria mi asiento de primera fila a una noche prometedora. Coloque mi arco y una flecha junto a mi mientras buscaba un dragon imaginario como hacia Brannagh, lo dibujaba surcando entre las nubes imaginando que nos atacaria en cualquier momento, lo que me mantuvo alerta.

Entre asombrado, aliviado y decepcionado, todo junto, la guardia termina sin mayores agravios. Recojo mi arco y bajo rapidamente del arbol que habia cobijado mi presencia por el momento. Bostezaba por el camino mientras desperezaba a Fenrir, quien mas sabiamente habia optado por empezar su guardia antes que nadie.

Camine no obstante suavemente para no delatar nuestra nueva posicion, dando un pequeño rodeo evitando el seguimiento en la lejania, toda precaucion digna de un superviviente, que en situacion de minimo peligro repara en cualquier detalle.

Llegue al campamento temporal donde mis compañeros aguardaban, Fenrir elegia el tocon mas cercano cuya cobertura era idonea para el, mientras elegia el siguiente en el cual pondria la responsabilidad de nuestra vigilia. Samuel era el mas cercano al lugar donde me encontraba, pues su pierna a punto me hizo tropezar, asi que lo levante silenciosamente, esperando que no desenvainara del susto...

- Eey... venga.... te toca .... vamos grandullon.... susurraba a la vez que lo empujaba. Por ahora mi guardia terminaba, tenia ganas de bostezar y tirarme al suelo como cayera, pero a la vez, de dormir con un ojo abierto...

Samuel se levantó. No habia dormido nada pues habia estado rezando. Las sombras de la noche parecian impenetrables, asi que debia confiar en su nada afinado oido para tratar de detectar cualquier posible emboscada. La maza descansaba a su lado, y el espadón, cruzado sobre sus piernas. De poco en poco echaba un traguito de vino, para rebajar la sed de la garganta y observaba, embelesado, las estrellas, en las cuales, si sabias donde mirar, podias ver la morada de los dioses.

Nada de nada, una noche tranquila.

Samuel se estiró, haciendo chirriar su armadura. Le dolían los hombros y el cuello y se había ganado un descanso. Se la quitó tan silenciosamente como pudo, la embadurnó con aceite y la refregó con el cepillo de púas. No habia nada como el oxido para reventar una armadura. Cuando acabó de realizar la conservación de la misma, calculó que seria la hora de despertar al siguiente, asi que se aprestó a ello.

Bran, hora de vigilar algo mas que los sueños. Te toca evitar que mientras durmamos nos reunamos con tu dios.

Tardo un poco en desperezarme, pero el camisote de mallas que porto no requiere tanto mantenimiento como la armadura del fiel de Kord, así que podré vigilar la barbacana con el suficiente detalle como para descubrir cualquier cosa que pudiera ocurrir en su interior.

- Por el momento no nos quiere en su presencia.

Le respondo tras levantarme y estirar los músculos aún dormidos.

Había una tranquilidad absoluta en la antigua fortaleza, aunque no sabría discernir si eso era algo bueno o malo. Afortunadamente ese dilema se solucionaría al alba, lo que me recordaba que debía despertar a la elfa para el último tramo de guardias. Me acerco hasta ella y tras agacharme le sujeto del hombro y la zarandeo un poco, lo suficiente para que despierte si es que aún está dormida.

- Aelín, te toca.

Después de un rato mirando a la gata, se acercó hacia mi y con ella fui caminando despacio hasta el árbol que había elegido como mi "futura cama"

Me tumbé a sus pies, con las manos debajo de la cabeza para no clavarme nada y encogí las piernas para no ocupar mucho espacio, como habitualmente hacía.

Cerré los ojos y me concentré en escuchar las pisadas de la gatita que rondaba cerca de mi hasta que se aposentó entre mis brazos y mis piernas.

Al sentir como me zarandeaban intenté alzar las manos, pero reconocí la figura de Brannagh y me rasqué los ojos.

Desperezándome me levanté y miré hacia los árboles.

Que descanses lo que quede de tiempo.

Y dicho esto me di la vuelta y como si de un felino se tratase, trepé por el mismo árbol que me había acogido como respaldo.

En una de las ramas más sobresalientes, me tumbé tranquilamente con los codos apoyados y balanceando un poco las piernas.

Avistar y Escuchar