Partida Rol por web

La mujer asiente con una sonrisa y se levanta de la silla. Rodea la mesa y se acerca a vosotros.  - Por supuesto. Hagan el favor de seguirme. Por aquí. - Señala con una mano y se coloca al frente de vosotros.

La chica os lleva por unos largos pasillos que se os hacen más cortos al poder observar como se cononea a cada paso que da.

Por fin llegáis a una gran habitación llena de periodicos atrasados. - Aquí están. Al menos un ejemplar de cada uno de los que han salido desde el primer día. - Os anuncia con una sonrisa.

-¡Vaya por dios! -Bufó una vez tuvo todos los documentos ordenados, ni una pista de una investigación inusual ni nada que pudiera ayudarle a conjeturar por dónde empezar. -Eso me pasa por ir de detective pero debería quedarme en la obra de Conan Doyle si tengo ganas de investigar esto. 

-Bueno, vamos a hacer lo que hemos venido a hacer y cojo el primer tren de vuelta a casa. -Tras esa resolución el profesor Hammond empezó a recoger todos aquellos enseres que podían tener un especial valor para recordar la figura de su colega desaparecido.

- Muchísimas gracias Señorita, es usted muy amable. - Respondió el parapsicólogo con una sincera sonrisa.

Contento por tener algo por dónde empezar a investigar – y por la agradable visión del andar de la secretaria. –  Matt comenzó a ojear los documentos más nuevos, buscando cualquier cosa relacionada con desapariciones, sucesos extraños en Silver City, por supuesto los nombres de los desaparecidos, Villeira-Pereira, Lane y Gofrey.

Después de no encontrar ningún documento que aportase algún dato sobre la desaparición del doctor Gofrey abriste el cajón del escritorio y encontraste un revólver del 38. A continuación encontraste un billete de tren para Silver City. Por último,  tras los libros del pequeño estante que está detrás del escritorio,  hallas un ejemplar del Nameless Cults (edicion de Goldel Golblin Press).

Tras un rato revisando los periódicos atrasado das con unos artículos que son bastante inquietantes. Realmente no hay nada que hable de lo que estáis investigando pero si de otras desapariciones que sucedieron en los últimos treinta años. Se trata de desapariciones de niños de la zona. Al principio se creyó que la fuente del problema podrían ser los aún no pacificados Apaches cercanos, pero paulatinamente las desapariciones quedaron catalogadas como un misterio. 

En otro artículo se habla de la desaparición de un hombre de un pueblo llamado Castronegro que visitaba Alburquerque en 1892, un caso similar al de Joaquín Villeira-Pereira. Hay otros articulos que datan de los años 1890, 1898, 1902 y 1918. En el de 1898 se menciona que a un habitante de Castronegro llamado Bernardo Díaz como principal sospechoso, pero no existe información alguna de si llegó a ser arrestado. 

Matt estaba concentrado en la revisión de artículos sin prestar atención al avance de las manecillas del reloj. De vez en cuando anotaba en una pequeña libreta algún dato que le parecía relevante y luego continuaba enfrascado en la lectura.

- Mmmm interesante. A parte de algunas desapariciones aquí hay un artículo que puede estar relacionado con el caso.

En otro artículo se habla de la desaparición de un hombre de un pueblo llamado Castronegro que visitaba Alburquerque en 1892, un caso similar al de Joaquín Villeira-Pereira. Hay otros articulos que datan de los años 1890, 1898, 1902 y 1918. En el de 1898 se menciona que a un habitante de Castronegro llamado Bernardo Díaz como principal sospechoso, pero no existe información alguna de si llegó a ser arrestado. 

- ¿Encuentra usted algo de interés?

-¿Un arma? ¿Por qué necesitaría un investigador un arma? ¿Qué estabas haciendo? -Las preguntas se sucedieron mientras que los misterios no pararon de seguir aumentando. 

-Silver City. -Musitó pensativo como si saborease las palabras esperando encontrar de un momento a otro significado. Todo ello lo hacía mientras tomaba el ejemplar recién encontrado. A continuación empezó a ojearle esperando encontrar algo más.

Coges el ejemplar con las manos y lo zarandeas con la esperanza de que algún papel se caiga o alguna de sus hojas se desprendan. Pero no sucede nada. Sin embargo, al cerrarlo reparas en una etiqueta de la contraportada. Pone: "La tumba. 10 $".

Vuelves a echar una ojeada rápida a la estancia y confirmas que no hay nada más de interés.

Allan Buscaba y buscaba entre aquel tremendo montón de libros, dossieres y articulos antiguops pero no lograba encontrar nada que pudiese ser de utilidad en la investigación que estaban llevando a cabo.

- No señor. No encuentro nada que merezca la pena entre todo esto. - Contestó Allan con cierta frustación.

-La tumba... -Dijo en voz alta mientras leía el ticket. -No sé si tendrá algo que ver pero no pasaría nada por acercarme a una librería. Puede que tenga algo que ver con Silver City. -Resolvió para sus adentros el profesor. 

Volvió a dedicar un último vistazo al lugar y tras decidir que no había mucho más que hacer, recogió todo, agradeció a la señora Baines su ayuda y se encaminó a la librería más cercana.

Das el alto al primero que te cruzas y le preguntas por la librería más cercana. Tras unas instructivas indicaciones das las gracias al transeúnte y pones rumbo a la dirección que te dijo.

Unas estridentes campanillas anuncian tu entrada en la librería y, de entre un par de estanterías que van del suelo casi hasta el techo, asoma una cabeza que te mira. Tras ella aparece el resto del cuerpo. - Un segundo. Ahora estoy con usted.- Te dice para volver a desaparecer. 

Te acercas al mostrador y al momento llega el dependiente. -Bienvenido. ¿Qué libro está buscando? - Te pregunta con una sonrisa.

-Verá... Un buen colega mío perdió un ejemplar de un libro del que nada sé. Únicamente sé que se llama... -En ese momento extrajo el papelito como si quisiera comprobar el nombre dado el título tétrico que poseía. - ¿La tumba? ¿Le suena?- Le preguntó al tiempo que le tendía el papel como si quisiera que corroborase la información. -Quería regalárselo sabe.

El librero recoge el papel que le entregas y lo comienza a examinar. Poco a poco su sonrisa se convierte en una mueca de seriedad y tras mirarlo detenidamente alza la vista hacia ti.

- Señor. Esto que me enseña no corresponde a ningún libro… – vuelve a dedicarle una mirada al papel y continua  - o al menos no pone que libro es. Es un tique de compra de una tienda que está en Castronegro.

Extiende la mano para devolverte el tique.

-Muchas gracias -Le dijo al tiempo que recogía el ticket, tras dedicarle un breve vistazo volvió a insistir:

-Pero no le he entendido... Discúlpeme... ¿Castronegro? -Se aventuró sin estar muy seguro del nombre del lugar.