Partida Rol por web

El secreto de la Isla de los Manantiales

2. - Las ruinas de los elfos

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20/09/2021, 11:24
Ylsa

El grupo se despidió de Jack y su banda y deshicieron el camino empleado para regresar al barco junto al capitán Alistair. Las ruinas estaban tranquilas, aunque encontraron por el camino la cabeza gigante de un elfo tallado en coral. Ylsa se detuvo frente a la estatua y leyó el libro.

-Mmm, mirad, parece que en su día fue una casa -explicó, mostrando una ilustración de una vivienda construida con la forma de una cabeza gigante, con su puerta, sus ventanas y todo lo demás.

El grupo observó el edificio. Los contornos estaban redondeados por el viento marino, la cabeza tenía una grieta en el cráneo por el que salía la vegetación, bajando por la mejilla hasta echar raíces en el cuello. Era algo realmente perturbador. La entrada, como todas las puertas en esas ruinas, estaba abierta, y la vegetación se había adueñado de casi todo.

-¿Entramos? -sugirió la sunita-. ¿O vamos directamente al barco para comprobar... lo que ya sabéis?

- Tiradas (3)

Notas de juego

Encuentro aleatorio.

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20/09/2021, 11:52
Chuck Masticarrocas

Chuck miró de arriba a abajo la extraña vivienda. Sólo a un elfo se le ocurriría poner su cara en una casa. Luego escupió.

- ¡Ptufffff!... No había visto algo tan ridículo en mucho tiempo. Seguro que este tipo era tan pagado de sí mismo que guardaba sus tesoros en su cabeza. Pero esas plantas no me dan confianza, acordaros de la tienda. ¿Entramos o pasamos? -

El Enano estaba dispuesto a ambos cursos de acción, dado el caso.

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20/09/2021, 12:11
Marianne Stevens

Teniendo en cuenta lo que hemos visto de los elfos de esta isla lo que me extraña es que guarde sus tesoros en una cabeza y no en una polla gigante de piedra —comentó Marianne al respecto, antes de dirigirse hacia Ylsa—. Yo también acabé un poco harta de plantas. ¿Puedes mirar en la Guía a ver si esas plantas son de las que atacan o de las que se están quietecitas? Porque si son de las que pegan paso de entrar ahí.

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20/09/2021, 12:14
Keytus Raincaller

- No sé si tenéis mucha prisa o no, pero yo al menos confirmaría que ningún pirata haya usado eso como escondite temporal... o lo esté usando todavía. - Sugirió Keytus. Aunque era el recién llegado al grupo y suponía que se tomarían sus sugerencias con cautela... al menos hasta que comprobaran sus credenciales.

Quizá no hacía falta dedicarle mucho rato a explorar esa especie de vivienda, ni a buscar posibles botines o algo que saquear... pero sí al menos asegurarse de que no había sido usado como refugio hacía relativamente poco tiempo. Porque en caso de que sí fuera el caso, quizá todavía podrían encontrar rastros cerca que les llevaran hasta alguno de los piratas.

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20/09/2021, 12:57
Patrice Lefebre

- Hay muchas viviendas y esta es la más fea... - Argumentó el marinero. - Supongo que un estúpido pirata podría querer meterse allí dentro a hacer... - Hizo una breve pausa. - ...cosas de piratas. - Se acercó a la entrada y echó un vistazo hacia dentro. - Podríamos mirar dento a ver qué se nos ofrece... - Comentó esperando confirmación por parte de sus compañeros.

- Tiradas (3)
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21/09/2021, 18:14
Ylsa

Ylsa revisó el cuaderno, se acercó a estudiar las plantas, se llevó una de las hojas a la boca y la escupió.

-Puaj, está muy salada -protestó-. Sabe como a algas. Según esto, esta planta se llama... vaya, por Sune, se llama enredadera salada -explicó riéndose a carcajadas-. Por lo visto, esta planta es muy apreciada porque sirve para absorber el agua y la humedad, incluso de las cosas vivas.

- Tiradas (1)
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21/09/2021, 18:23
Narrador

El interior del cráneo gigante fue, en algún momento de su más primigenia existencia, una librería o una biblioteca. Los estantes, tallados en la roca de coral, estaban ahora vacíos. La enredadera salada había tomado posesión de todas las paredes, allí dentro hasta el aire estaba reseco.

La planta tenía flores, o frutos, una especie de bolsas de color lechoso que, en realidad, contenían sal marina, resultado de la absorción de agua de mar. Ylsa rompió uno de los frutos para corroborar su teoría y anotó el descubrimiento en el libro de notas.

Por su parte, Patrice rebuscó y dio con un par de libros. Uno era grueso, con cubiertas rojas de cuero, filigranas de oro, y por título "Lorem ipsun". Dentro, estaba completamente en blanco. El otro libro era un cuaderno, más bien, escrito a mano, titulado "Treven, el viajero". Contenía una única historia, a pesar de que en su índice, se mostraban al menos cicuenta. Ambos libros estaban secos, libres de humedad, bajo una pila de algas de aquella enredadera salada.

Pero lo más significativo, en realidad, fue encontrar un pequeño charco de agua en el suelo. La enredadera no había llegado a tocarlo todavía, pero el charquito de agua se había hecho más pequeño en la última hora, a juzgar por el borde que se veía en el suelo. En el centro del charquito había una esfera blaca, como una perla del tamaño de una ciruela, de superficie lisa y pulida.

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21/09/2021, 22:00
Marianne Stevens

Las metafóricas ruedecitas de la cabeza de Marianne se pusieron a girar.

¿Y pone cuánto tiempo tardan en absorber la humedad de un ser vivo? —le preguntó a la poetisa—. Como la droga que encontramos en la playa: si estas plantas funcionan lo suficientemente rápido las podemos utilizar como arma. Si no, aunque sea podemos llevarnos una rama por si hace falta secar algo completamente, ¿no?

Marianne dio un paso adelante cuando vio la perla.

¡Oh, qué bonita!

Se detuvo, recordando las palabras de la Señorita del Sombrero Aplastado: todo en aquella isla tenía la intención de matarte.

Un momento. No será peligrosa, ¿verdad? —le dijo a Ylsa—. ¿Menciona la entrada de la guía sobre la enredadera salada algo sobre unas esferas de color blanco?

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22/09/2021, 11:52
Keytus Raincaller

Keytus entró en la vivienda y observó con atención todo el interior de aquel cráneo. Sus ojos pusieron especial interés en aquella esfera que reposaba en medio del charquito. Extraño.

- Esperad un momento. - Avisó a los demás mientras musitaba unas palabras arcanas1 y centraba su visión primero en la esfera para luego recorrer la estancia con calma, deteniéndose también en ambos libros.

- Estoy buscando indicios de magia. - Explicó por si no se habían imaginado ya lo que hacía. - No vaya a ser que haya alguna trampa no mundana por aquí. -

Notas de juego

1Lanzo un Detectar Magia y reviso primero la perla y luego toda la sala (libros incluidos).

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22/09/2021, 15:26
Patrice Lefebre

Si, mejor será no tocar nada antes de comprobar que no hay trampas. - Comentó. - Aunque creo que de no ser una trampa arcana, con el tiempo que ha pasado, el mecanismo debería estar ya desactivado. - Se encogió de hombros.

Acto seguido el marinero se agachó junto a aquella extraña perla y comenzó a examinarla en busca de posibles trampas.

Notas de juego

Elijo 20 para 31 en buscar.

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23/09/2021, 09:31
Chuck Masticarrocas

Chuck enseguida se desanimó al ver que aquello era una maldita librería. No le gustaban mucho los libros, a pesar de que tenía esperanzas de encontrar alguna vez unos libros mágicos de los que había oído hablar, unos que te imbuían de fuerza o robustez al leerlos. Que hubiera un libro en blanco olía a magia y la historia del otro sería para que la leyeran aquellos que tuvieran paciencia para ello.

Luego estaba el tema de la bonita esfera, la cual parecía una perla de buen tamaño. El Enano no creía que hubiera trampas físicas, pero algo olía mal en toda aquella escena.

- ¿Trampa dices? Eso es un reclamo. Lo que sea que es parte de esa perla tan bonita la usa para atraer su comida. Eso me parece, grmblfhghhh... -

Chuck se mantuvo en el umbral de la cabeza, preparado para tomar el curso de acción que fuera necesario.

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24/09/2021, 12:36
Ylsa

-Dice que tarda aproximadamente veinticuatro horas en dejar seco a un humano... Uh, no sé quién ha comprobado eso de primera mano, pero no quiero saberlo. Dice que se puede cultivar en una maceta, supongo que podemos llevarnos una rama, la cuestión sería cómo hacerlo sin que nos drene agua o algo así.

La sunita volvió a hacer uso del libro para intentar averiguar qué era.

-No, la verdad es que no pone nada sobre perlas gigantes. No dice que sea fruto de esa planta salada. ¿Es blandito?

Ylsa se acercó a tocar la esferza. Era a todas luces una perla, pero de un tamaño cinco veces superior a lo normal.

-Pues yo diría que es una perla y las perlas son marinas. No he oído muchas historias sobre perlas gigantes. Como no la pongamos dentro de una ostra a ver qué pasa...

- Tiradas (1)
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24/09/2021, 12:46
Narrador

Lefebre no dio con ninguna trampa y Keytuos echó un vistazo para comprobar la magia. La perla gigante no lo era, bien podía ser una piedra, bien podía servir de adorno para alguna lámpara, bien podía usarla el capitán del barco como pisapapeles.

Los libros eran otra historia. Ambos erán mágicos. Uno estaba en blanco, pero no consiguió hacerlo funcionar, si es que tenía algun tipo de funcionamiento. El otro libro contenía un índice con un puñado de títulos dispares como "Lo que encontré en casa de una Sirena" o "Quisiera ser pirata, no por el oro ni la plata...". Cuando Keytus empezó a leer el relato del libro, Keytus descubrió que estaba escrito por el Treven en cuestión y, bueno, la historia titulada "Quisiera ser la rama en la que se posa tu pajarito" no era precisamente un tratado sobre naturaleza.

Treven detallaba un encuentro amoroso en la jungla con su amante, una elfa, con todo tipo de detalles lujuriosos y bastante explícitos, que combinaba el uso de una droga llamada sipopa y las lianas de los árboles.

Notas de juego

No magia en la perla. Los libros son mágicos.

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24/09/2021, 13:34
Keytus Raincaller

- Ambos libros son mágicos. - Dijo avisando a los demás. Y tras examinarlos un rato les explicó el contenido lujurioso de las historias de Treven, y el hecho de que en el otro libro detectara magia pero no consiguiera hacerlo funcionar. Además que estuviera en blanco le daba pocas pistas, algunas buenas, otras malas, pero en cualquier caso era algo inusual.

- Lo mejor sería guardarlos y llevárselos a alguien con más experiencia en lo arcano, antes de arriesgarnos a jugar con ellos. - Sugirió. Volvió a centrar su atención en los alrededores.

- ¿Creéis que el tal Treven estuvo aquí? Puede que usase esto como refugio temporal... ¿Hace cuánto que no habrá vivido alguien aquí? - Preguntó mientras examinaba todo el lugar, ahora sin la visión mágica.

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24/09/2021, 13:58
Chuck Masticarrocas

Chuck escupió al suelo de fuera de la casa tras darse la vuelta y salir de ella hacha en mano. Volvió tras unos segundos, con unas cuántas hojas y ramas apretujadas en su enorme manaza. También llevaba algunos guijarros.

- Voy a mover ese agua, ácido o lo que quiera que sea. Atentos a lo que cae. -

Dio apenas un paso en el el interior de la casa/cabeza y arrojó el contenido de su mano al "agua". Si se producía alguna reacción, estaría listo.

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24/09/2021, 16:48
Patrice Lefebre

No parece ser una trampa y si no hay magia en la perla puede que... - Se encogió de hombros. - Puede que sólo sea una perla. - Concluyó.

Le resultaba extraño que una perla se encontrara allí suelta, sobre el suelo de aquella extraña biblioteca en el interior de una cabeza de elfo y bañada por un charco de agua que se estaba evaporando, pero si el experimento de Chuck surtía efecto y determinaba que el agua sólo era agua, cogería aquella piedra y la guardaría para venderla a su regreso a la civilización.

- ¿Quema? - Le preguntó al enano.

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26/09/2021, 13:15
Marianne Stevens

Marianne echó un vistazo por encima del hombro de Keytus. Cuando vio de lo que trataba el libro, se lo arrebató prácticamente de las manos. La hechicera lo cogió y, sin respeto alguno por la magia que Keytus había detectado en él o por el aviso del enano se puso a leerlo, empezando por la escena más tórrida que pudo encontrar.

Lo leyó en voz alta, por supuesto, interpretando todos y cada uno de los jadeos y gruñidos que se narraran en sus páginas.

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26/09/2021, 18:21
Ylsa

Chuck dejó caer el amasijo de ramas, hojas y guijarros sobre el charco de agua mientras Marianne leía en voz alta el relato de las aventuras eróticas del tal Treven. Los hombres estaban más pendientes del montón de agua que de la historia, tanto Ylsa como la maga leyeron soltando risitas cuando el escritor mencionaba palabras como "mástil", "verga" o "miembro" cada vez que se refería a un pene. Al final, las carcajadas de ambas resonaron por toda la casa-cabeza. Más la magia de ese libro no era lo que la hechicera pensaba y a pesar de que la lectura fue tremendamente tórrida, el libro en sí mismo no le hizo nada. No hubo penes ni vergas mágicas que la hicieran gozar como a la doncella elfa del relato.

-Vaya chusta de libro -comentó la sunita sin dejar de reír-. Este Treven no es muy brillante escribiendo, la verdad, hasta yo lo habría hecho mejor. Escribir, me refiero -comentó, secándose las lágrimas de la risa. Carraspeó para ponerse seria y miró al resto de sus compañeros.

El experimento de Chuck no había resultado en nada tampoco. El agua era un charco de agua salada que no quemaba, ni era ácida, ni se trataba de un elemental de agua pocho.

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26/09/2021, 19:03
Archibald Alistair

De modo que el grupo abandonó las ruinas con los libros y la gran perla, rumbo al lugar en el que la Compañía había montado el campamento. No se encontraron con Arvas ni con nada que les saltase encima, tampoco vieron elfos o monstruos. Sí que vieron a Stowney a lo lejos, haciendo una columna con piedrecitas redondas de la playa, mientras las gaviotas paseaban por su lado. El elemental de tierra no los vio, pero Marianne les advirtió que hablaba mucho y que luego se pasarían a saludarle.

Cuando llegaron a la playa, el campamento había tomado forma. Una gran tienda se había levantado a la sombra de unas rocas, mientras que media docena más pequeñas se encontraban formando un semicírculo. Los marineros habían pescado algunas piezas y las habían colocado sobre una hoguera para asarlas y comer, el resto seguía descargando cosas y montaba empalizadas alrededor.

El capitán estaba en el pabellón principal, tomando un refrigerio. El grupo se presentó ante Alistair lleno de agua, salitre y sangre, pero todavía de una pieza. El capitán miró al cielo, como si quisiera comprobar el estado del sol, y después a Lefebre.

-¿Ya han vuelto? No ha pasado ni medio día. ¿Qué pasa? ¿Quién es usted? -preguntó mirando a Kleytus.

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26/09/2021, 20:45
Chuck Masticarrocas

Chuck miró al sol en respuesta a la mirada del Capitán al mismo, y decidió algo a mayores: era la hora del almuerzo. Se acercó al refrigerio del Capitán y tomó lo que le pareció más apetitoso y grasiento, además de una jarra de cerveza o copa de vino, y se llevó ambas al coleto en menos que parpadeas. Luego habló con la boca llena.

- Pueff, creddo que de intedeza lo que hemozz vizzto hazzta ahorra. Gluppp... - (sonido de tragar y beber algo más) - La profesional tiene cosas apuntadas en el libro, pero hay dos razones principales. Este mochuelo del montante nos cuenta que tiene un contrato con su Compañía, y queríamos comprobarlo. Además hemos encontrado unos tipos que quieren salir de la isla, pero eso te lo explicará alguien con menos hambre, Capitán. -

Luego el Enano arrampla algo más de comida y bebida, lo cual le tiene callado un rato.