Partida Rol por web

El Teatro de los Muertos

Prólogo: Tercera Llamada

Cargando editor
08/05/2015, 18:49
Narración

Imagen original de JustCin

Southport, Reino Unido. Otoño de 2013

Salir de casa había sido fácil. Sus padres tenían el sueño pesado y aunque su confianza en ti había ido disminuyendo con el tiempo -y con tus inclinaciones hacia la actuación y al teatro-, poco podían hacer para mantenerse en vela toda la noche. Sin embargo, tuviste que esperar más de lo que habías presupuestado, por culpa de uno de esos especiales de crímenes que tanto le gustaban a tu madre.

Así que traías 15 minutos de retraso, y Edith te esperaba a un par de calles para ir juntas a algún bar en Liverpool. "Hay que celebrar el éxito de Angie" había propuesto Josh la noche anterior luego de haber terminado la pequeña función que con la ayuda de tus amigos habías organizado. Había sido inicialmente una idea original de Edith, tras un par de pintas, de usar el mismo sitio en donde tocaba la banda de Josh para darte el espacio a una pequeña sesión de teatro cada cierto tiempo y que te entrenaras para la universidad. Y aunque parecía una sugerencia en broma, al día siguiente ella y Josh lo habían programado todo.

Al principio habían asistido sólo ellos y un par de chicos más interesados por el alcohol que por la actuación. Tomaste algunos extractos de obras que habías leído en tus tiempos libres y diste lo mejor de ti. Y el resultado fue fantástico y descubriste que tenías un talento natural para el teatro. Todos estaban fascinados. Pronto, la voz se había corrido y ahora el público crecía. Ayer habías contado con un público de casi 30 personas, y a tus obras improvisadas se habían unidos algunos conocidos y amateurs con deseo de aprender de tus dotes naturales para la actuación. Por eso Josh había propuesto celebrarlo y de no ser por el estricto control de tus padres, lo habrían hecho ayer.

Era una noche tranquila y particularmente estrellada, ni una nube en el cielo, sólo una infinidad de motas plateadas sobre el negro lienzo del firmamento nocturno. Soplaba una brisa fría que susurró entre los árboles de la calle. La esencia salina del mar perfumó toda la calle durante un instante, antes de darle paso a un absoluto silencio. Una lechuza ulula desde alguna parte y sus ecos llegan por tu espalda. Tus pasos suenan levemente por el pavimento mientras te apresuras hacia el sitio de reunión. Una de las farolas de la calle, cerca a ti, parpadeó cuando pasas junto a ella. Al fondo, estaba Edith, recostada contra el auto de sus padres, fumando nerviosamente hasta que te vio aparecer. Luego su expresión cambió por una de alivio.

Cargando editor
08/05/2015, 19:01
Edith

Tu amiga casi salta sobre ti. -Angie, pensé que nunca llegarías- dice mientras te saluda con un beso en cada mejilla. -Pensé que te habrían pillado. Juro que si te impedían salir, iba yo mismo a decirles un par de cosas...- dice con alegría, para luego darle una chupada a su cigarillo.

-Josh me ha llamado hace nada. Suerte para ti, también se ha retrasado un poco. ¿Vamos?- dice, invitándote a entrar al auto.

Cargando editor
10/05/2015, 03:39
Angie Doyle

Si no fuera por mis padres mi vida estos últimos meses estaría siendo sencillamente perfecta. Desde que conocí a Josh todo parece haber ido encajando poco a poco en su lugar, hasta desembocar en la noche de hoy. Y cuanto más lo pienso, más cuenta me doy de que es él quien lo ha cambiado todo. Ahora tengo un motivo para no saltarme las clases -incluso cuando Luka insiste en que vaya con él al bar- y hasta mis notas han mejorado desde que gracias a él recordé que tenía un sueño por cumplir. 

Todavía me cuesta creer el éxito que están teniendo mis pequeñas sesiones de teatro, pero está claro que he nacido para esto. Recibir los aplausos tras cada función, escuchar los elogios de la gente... ¡Incluso gente desconocida! Me pregunto en qué momento de mi vida lo había olvidado. Pero mis padres no lo ven tan divertido como cuando era pequeña. De repente la interpretación ya no es una actividad aceptable y mucho menos una carrera en la que invertir tiempo y dinero para mi futuro. No entienden nada. Ni siquiera son capaces de ver todo el bien que me hace Josh, lo único en que se fijan es en que me saca unos cuantos años. Como si eso fuese tan importante.

Por eso tengo que salir de casa a escondidas y por eso esta noche estaba tan frustrada cuando se quedaron levantados viendo uno de esos programas sobre crímenes que tanto le gustan a mi madre. Con la puerta de mi cuarto entreabierta esperaba a que se fueran a dormir. Ya estaba vestida y maquillada para la fiesta, con el cobertor por encima escondiendo mis pantalones pitillo negros y mi camiseta gris con un estampado de Joy Division, uno de los grupos favoritos de Josh. 

Mi pecho se llenó de alivio cuando por fin apagaron la luz de su cuarto, pero aún tuve que esperar hasta que escuché los primeros ronquidos de mi padre. Una sonrisa apareció en mis labios entonces mientras con todo el cuidado me deslizaba fuera de la cama. Cogí una americana azul, mis botines y mi sombrero, segura de que mi aspecto sería impecable. Aunque me aseguré de meter algo de maquillaje en el bolso, probablemente necesitaría retocarme en el espejo del coche de Edith. 

Pisar el suelo de la calle es como recibir una bocanada de libertad después del encierro al que me someten en mi propia casa. Nada podría empañar mi sonrisa mientras cierro la puerta con cuidado para no hacer ningún ruido y me pongo los botines antes de empezar a caminar. Llego tarde y me molesta, pero al menos, he conseguido escaparme una vez más. Camino a buen paso, dejando que la suave brisa me impulse y el olor del mar me hace sonreír. Casi me dan ganas de gritar de pura felicidad.

Al ver a Edith todavía esperándome mi sonrisa se amplía y me abrazo a ella. - Joder. Pensé que no se iban a dormir nunca. - Digo, poniendo los ojos en blanco. - Mi madre estaba viendo una mierda de programa de criminales. 

Con naturalidad le cojo el cigarro para dar una calada larga y después devolvérselo. Una sonrisa de medio lado empieza a aparecer en mis labios al recordar la marihuana que tengo en el bolso para la fiesta. - Adivina lo que he comprado después de clase... ¡Va a ser una pasada de noche! - Exclamo riendo mientras el humo escapa de entre mis labios.

Entro en el coche ante su invitación, pero no me pongo el cinturón todavía. En lugar de eso bajo el parasol y me contemplo en el espejo, analizando si tengo que retocar mi maquillaje. - ¿Qué le ha pasado a Josh? - Pregunto entonces, subiendo el parasol y girándome un poco en el asiento para poder charlar cómodamente con mi amiga.

Cargando editor
10/05/2015, 19:16
Edith

-Tu madre es una pesada- responde Edith con un mohín de disgusto -No sé como te la soportas. Todo el tiempo dándote lata, si es que es una idiota. Si fuese más independiente no andaría coartando tu libertad. ¿Me entiendes?- comenta ella con su muletilla habitual. Arranca el auto de sus padres, que ronronea un poco antes de que un cambio brusco y una sacudida anuncie que se han puesto en marcha.

Edith te sonríe cómplice -Guay. Hoy es tu noche de celebración Angie, así que nos la pasaremos en grande... - dice mirando hacia tu bolso, sabiendo lo que había allí. -...definitivamente. Ayer fue una pasada también... ¿Cómo era esa línea que dijiste...? Estabas seria y concentrada, pensé que estabas nerviosa... ¿Cómo era?...- dijo haciendo una mueca de estar pensando durante unos instantes.

-Lo que deberías hacer es usar tu teatro para hacer crítica social. Lo hacían en Francia ¿Me entiendes?- dice mientras la velocidad aumenta -Aunque con marionetas. Montaban pequeños teatros en la calle para criticar al gobierno del rey... y mira, se cargaron eventualmente al rey- sonríe con ese espíritu rebelde que la caracteriza.

-Está mirando un sitio nuevo que le propusieron para tocar con la banda. En Liverpool- dice ella volteando para verte y sonreírte. En ese instante, una silueta revelada por las farolas del auto en la calle las alerta a ambas. El reflejo de Edith es pisar con fuerza el freno y presionar el pito en el volante, haciendo que las llantas del auto chillen con fuerza y el vehículo desacelere violentamente reduciendo distancia entre éste y la persona frente al auto, al tiempo que la inercia te lanza a ti y a tu amiga hacia adelante, quienes se sostienen torpemente de lo que encuentran. El coche se detiene por completo, silencioso, con el motor encendido y gruñendo. Las luces iluminan a una chica de aspecto punk que tiene los ojos bien abiertos y palidece. Le toma unos segundos reaccionar antes de moverse a un lado del camino, aún bastante sorprendida.

Beth abre la ventana -¡¡Hija de puta!!- grita mostrándole la V con el envés de la mano1 y arranca el coche de nuevo, acelerando para alejarse del sitio. -Lo siento...- se excusa contigo y cierra la ventana. -¿Me decías?

Notas de juego

1"Flicking the V" es el equivalente al mostrarle el dedo a alguien en el Reino Unido. Es bastante grosero y consiste en eso, le muestras el envés de la mano con la forma de la V de Victoria.

Modo conversación ON.

Cargando editor
14/05/2015, 21:34
Angie Doyle

No pude menos que asentir con firmeza a la opinión de mi amiga sobre mi madre. Tenía toda la razón del mundo. Si no estuviera tan aburrida con su propia vida dejaría de meterse en la mía de una maldita vez. Y mi padre... Bueno, él siempre le va a dar la razón a ella, así que es un caso perdido.

Mis labios se estiraron en una sonrisa confiada con sus elogios y mi mente empezó a darle vueltas a la actuación de ayer, buscando cuál podía ser esa línea a la que se refería. Asentí con la cabeza, pensativa, a su propuesta sobre el teatro político. No estaría mal, podría hacerme famosa como una de esas performers tan indies y alternativas. En ese mismo momento decidí investigar sobre el tema, porque desde luego paso de vomitar pintura de colores, o automutilarme y esas mierdas. Pero igualmente seguro que encuentro algo interesante que hacer. Quizá con cuerdas rojas. En las performances siempre hay muchas cosas rojas, por algo será. 

Y así me encontraba distraída con esos planes cuando el frenazo me sacude y me lanza hacia delante. Me sujeto como puedo apoyándome en el salpicadero y miro a mi alrededor con los ojos muy abiertos, sobresaltada. Sin embargo, sentir la adrenalina galopando de repente por mis venas hace que una sonora carcajada brote de mi garganta.

- ¡Me cago en la puta! - exclamo, todavía riendo- ¡¿Pero qué mierda se cree esa puta pirada que hace?! Joder, es que la gente no mira por donde va. - Me recoloco en el asiento, pero ni siquiera se me pasa por la cabeza la idea de ponerme el cinturón después del susto. El corazón me va a cien por hora, pero ese chisme es un puto engorro y Edith conduce muy bien. Cuando no se le tiran punkies locas y kamikazes encima del coche, pero eso no es culpa suya.

Durante algunos segundos sigo riendo, divertida por lo que me parece más una aventura que haber estado en peligro de verdad y entonces rebusco mi bolso, que se ha ido hacia delante. 

- ¿Quieres que vaya liando un peta? Si abrimos las ventanillas no se quedará el olor en el coche, ¿sabes? - ofrezco a mi amiga, colocando el bolso sobre mi regazo a la espera de su aprobación.

Entonces me vienen a la mente unos versos de La Tempestad, que había elegido la noche anterior y que tal vez sean a los que Edith se refería. Cierro los ojos un instante, dándome un segundo para entrar en situación, y al abrirlos empiezo a recitar directamente, con una media sonrisa en los labios y mirando de reojo a Edith para ver su reacción.

- "Alégrese, señor. Nuestros festejos terminaron ahora. Estos actores, como predije, eran todos espíritus y se han disuelto en el aire. Y como la sustancia indefinida de esta visión, las altas torres coronadas de nubes, los regios palacios, los templos solemnes, incluso el gran globo. Sí, todos los que lo habiten, se disolverán y, como este espectáculo desvanecido, no dejarán rastro tras de sí. Somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada por un sueño."

Cargando editor
16/05/2015, 20:34
Edith

Después de sonreír al recibir tu respaldo ante el frenazo y lanzar un "idiota" a la punk, continúa tratando de sintonizar algo de música cuando debe parar por un semáforo en el camino. Asiente ante tu idea.

-Vale. No me importa lo que diga mi padre. Él también lo hacía aunque se avergüence de decirlo en frente a mi madre. Es un cagón- dice riéndose. -Enciéndelo, enciéndelo- dice finalmente -Hay un zippo en la guantera. Creo que es de mi padre cuando mi madre le rompe los huevos. Se queda fumando en el carro- dice señalando hacia el salpicadero.

Escucha atentamente, intercalando miradas hacia ti y hacia la ruta. Cuando acabas sonríe con emoción y sientes el torrente de admiración de tu amiga. -Eres una jodida genio. Como el mismo Shakespeare cuando comenzó... ¿Era él el que actuaba no? pues eso tía, como el mismísimo bardo mortal- dice sin darse cuenta de su error. -A que te sale mejor cuando te fumas un porro- reta ella esperando a que comiences la fiesta.

Cargando editor
20/05/2015, 00:51
Angie Doyle

Una amplia sonrisa se instala en mis labios con sus elogios. Me hacen sentir segura de mí misma, capaz de cualquier cosa. Después suelto una carcajada, sin llegar a corregir su error y saco la bolsita de hierba y el librillo de papel de fumar de mi bolso para ponerlo en mi regazo y empezar a liar el porro con dedos ágiles.

-Con un porro todo sale mejor -respondo, con una nueva carcajada-. Tía, yo no sé qué mierda le pasa a las madres últimamente -comento, negando con la cabeza -. Parece que se estén volviendo todas locas, ¿sabes? -Voy charlando mientras mezclo la marihuana con el tabaco, pero en determinado momento levanto la mirada. -Beth dice que la suya está con la menopausia y por eso está insoportable. A lo mejor a las nuestras les pasa lo mismo, ¿sabes? -valoro, ladeando la cabeza pensativa durante un instante. Conozco a la madre de Beth, pero no sé cuántos años debe tener. Y seguro que mi madre enloquece aún más si le pregunto en medio de una discusión si tiene la menopausia. Una sonrisa maliciosa va surgiendo en mis labios poco a poco mientras decido que lo haré la siguiente vez que se porte como una imbécil.

Termino de liar el porro y lo acerco a mis labios para pasar la lengua por la zona adhesiva, sujeto por el extremo contrario al filtro y tras agitarlo un par de veces me inclino para buscar el zippo en la guantera. 

-Marchando el cigarrito de la alegría... -digo, de un humor inmejorable. Enciendo el zippo y prendo la punta del porro con una calada larga y profunda, directa a los pulmones. Entonces levanto la mano en la que lo sujeto a modo de brindis y mientras el humo sale por mi boca exclamo -¡Que de comienzo una noche memorable!

 

Cargando editor
20/05/2015, 20:00
Edith

-Amén a eso, hermana- dice en voz alta Edith disfrutando de tu comentario. -A la mierda nuestras madres. No las necesitamos para nada- dice acelerando un poco, mientras están entrando a Liverpool.

Edith te mira de reojo mientras finalizas de armar porro. Espera a que des una calada del porro y extiende la mano para que lo compartas. -¡Una noche memorable! No vas a olvidar esto en toda tu vida- dice ella tomando ahora el cigarillo y poniéndolo en sus labios. Da una larga calada, saboreando y bota el humo hacia el exterior a través de la ventana que acaba de abrir.

-Ah... me hacía falta uno de estos. Son bálsamo para el alma...- dice con voz suave, alegre, disfrutando la sensación al tiempo que espera a que el semáforo cambie a verde de nuevo para continuar avanzando.

En ese momento tu celular vibra y la foto de Josh aparece en la pantalla. Una llamada entrante de él que te apresuras a contestar.

Cargando editor
20/05/2015, 20:09
Josh

-Hola, hermosa- dice la voz al contestar. Casi te lo puedes imaginar sonriendo del otro lado del teléfono. -¿Ya estás con Edith? Nosotros ya vamos en camino...- dice mientras se oye de fondo el saludo enérgico de "Luka".

-Luka dice hola- añade Josh. -...Adivina de dónde acabamos de salir...- termina diciendo.

Cargando editor
22/05/2015, 21:09
Angie Doyle

Extiendo la mano para acercarle el porro a Edith y asiento convencida a sus palabras. Con el sabor del humo del porro todavía en la garganta todo parece mejor. La noche es nuestra y esa sensación hace que me sienta grande, importante, como si realmente aquella noche fuese a ser memorable. Me gustaría ver la cara de mi madre si nos viese ahora, volando por el asfalto. Me viene a la mente aquella frase mítica de la peli de Titanic -"¡¡Soy el rey del mundo!!"- y me río al pensar en que le hemos quitado el trono a Jack. 

En cuanto siento algo vibrar junto a mi pie me apresuro a sacar el móvil del bolso. - ¡Es Josh! - Exclamo, mirando a Edith de reojo con una enorme sonrisa mientras descuelgo. - Lo único que faltaba para que todo fuese perfecto.

- Hola, nene. - saludo, haciéndome un poco la dura medio en broma. Sin embargo, esa actitud me dura poco. Su voz, conocida y familiar, me hace sonreír aún más y asiento con la cabeza a pesar de que no puede verme. - Sí, estamos entrando en Liverpool ahora -explico, alzando la voz para que me escuche a pesar del ruido de la ventana abierta-.¡Hola Luka! -grito entonces, sin saber si llegará a oírme, pero sin que me importe demasiado-. Me ha dicho Edith que habéis ido a ver un posible local para tocar... - Hago una pequeña pausa. - ¿Está guay o qué?

Cargando editor
25/05/2015, 19:01
Josh

Edith te dedica sonrisas, aún intercalando miradas entre la vía y tu cara sonriente. La voz de Josh de nuevo absorbe toda tu atención -No un local cualquiera. ¡Un teatro abandonado! Ha sido idea de John...- John Porter era el "representante" de Josh y su banda. Un tío más cercano a ser sanguijuela que asociado, había respaldado siempre a los muchachos y a pesar de su poca discreción para ocultar sus intereses monetarios, se había portado bien con sus clientes. -... para tocar en Halloween. ¿Eh?

La voz de Luka dijo algo desde el otro lado y Josh respondió con un gruñido de aceptación -Vale, vale. Un cinema abandonado para ser exactos... pero he pensado en ti. Mola mucho para presentarnos... o quizás después para que montes una obra en un un teatro de verdad- dice con aire alegre.

-¡Pero en ese sitio asustan tío!- se oye a Luka protestar en voz alta. Josh ríe ante el comentario sin ir más lejos. -Vaya cobarde estás hecho... - se oye a tu amor responder desde lejos. -¿Cómo te suena? Tienes que venir a verlo con nosotros un día...-

Notas de juego

No sé como imagines que Josh le dirá a Angie de cariño (¿nena?¿bebé?¿Angie?, pero creo que éste es el momento para que lo decidas :P

Cargando editor
30/05/2015, 02:15
Angie Doyle

Aunque mi nariz se arruga levemente al escuchar el nombre de John, el resto de las palabras de Josh capturan mi atención por completo. Porque vale, es verdad que ese tipo se ha portado bien con el grupo de Josh, pero no deja de ser un pesetero y un interesado. Aunque mientras siga consiguiendo bolos para el grupo supongo que tendremos que perdonárselo.

Pero yendo a lo importante... ¡Un teatro abandonado! Mi imaginación despega al imaginarlo. Bueno, teatro o cinema o lo que sea. Seguro que tiene una lámpara de araña. Y butacas. Antiguas butacas de terciopelo rojo... Y si lleva un tiempo abandonado seguro que es un sitio perfecto para hacer esa performance en la que estaba pensando. Una sonrisa enorme se instala en mis labios. ¿No estaba buscando algo rojo? Pues apuesto algo a que las butacas de ese teatro son de ese color. TIENEN que serlo porque ya me lo he imaginado perfectamente en mi mente.

- ¡Joder! - exclamo, completamente entusiasmada- ¡Suena genial! Y Edith me ha dado una pasada de idea, luego te cuento... - Me detengo para escuchar a Luka a lo lejos y no tardo en contagiarme automáticamente de la risa de Josh y soltar una carcajada yo también. - Bah, dile que no sea gallina. 

Me giro entonces un poco hacia Edith y enarco ambas cejas con los ojos muy abiertos. - Han encontrado un teatro abandonado para tocar, ¿sabes? -explico, para que al menos vaya siguiendo el hilo de mi conversación con Josh-. Y para que yo haga algo antes o después, podrías ayudarme con eso del teatro social... Y a Luka el sitio le da canguelo -termino, riendo de nuevo-. Tenemos que ir a verlo un día.

Vuelvo entonces a Josh para afirmar con rotundidad. - Claro que quiero ir a verlo. - Me muerdo el labio inferior, con la cabeza completamente llena de ideas de repente, aunque las ganas que tengo de ver a Josh de una vez toman protagonismo entre ellas. - ¿Os falta mucho para llegar?

 

Notas de juego

Pues... Creo que en inglés lo que más le pegaría sería algo desenfadado como "deary" o "love", pero no termino de ver cómo traducirlo al español XD. Quizá algo como "cielo" o "gatita", suena cariñoso pero no demasiado empalagoso. Otra opción es que así en juego la llame como algún personaje de teatro. Alguno que ella haya interpretado y a él le guste especialmente como Ariel (este tiene la pega de que recuerda a La Sirenita XD) o Puck (de Shakespeare los dos), que ambos son duendecillos que encantan a la gente con sus cantos. O Nina (de Chéjov), que era una aspirante a actriz con muchas ilusiones, aunque esta termina fatal. 

Mmmmm, no séeeee, que la llame como quieras, lo dejo en tus manos XD.

Cargando editor
31/05/2015, 15:56
Josh

-Ya, ya, se lo he dicho cariño. Se ha asustado por alguna vieja tubería haciendo ruidos. Que esos sitios son así- dice él con un aire burlón y la protesta en voz alta de Luka no se deja esperar. No se oye muy bien pero Josh no duda en responder. -Que ha sido tu imaginación la que vio sombras y demás. No prestes atención. Cuando iluminemos el sitio y pongamos los altavoces, ya se irán todos los fantasmas de allí...- añade y puedes imaginar la sonrisa en su cara.

-¿Eh una idea?... ya sé que estás pensando. Pues mira que el nombre quizás le quede bien, mi querida Nina. Se llama The Futurist. Creo que no podría ser un mejor lugar, ¿no crees?- añade con el mismo optimismo e ilusión que has sentido te han transmitido tus amigos. Quizás tu los hayas impresionado a ellos, pero ellos parecen llenarte de la energía necesaria para seguir tus propios sueños...

Cargando editor
31/05/2015, 16:31
Edith

-¿Un teatro abandonado? Vaya... como mola... estará con el cielo abierto? quizás se parezca a una acrópolis romana. Eso molaría. Te paras en el centro y todo el mundo te mira desde arriba y te oye sin usar micrófonos ni esas mierdas. Lo hacían los griegos ¿sabes? claro que lo sabes...- dice ella razonando con emoción, quizás algo de euforia. Beth siempre era la que más rápido se veía afectada por los porros, o por el alcohol. Siempre su pasión se permeaba por arrebatos de emociones amplificadas que terminaban marcando su forma de ser, aún con su consciencia alterada.

-En 5 minutos estaremos llegando- dice ella con una sonrisa en el rostro y lanzando un grito de alegría de la nada. -¡¡Vamos a tu fiesta!!

Cargando editor
31/05/2015, 16:43
Josh
Sólo para el director

-Llegaremos en unos 10 minutos cariño- responde Josh. -Ya escucho que habéis comenzado a celebrar. Eh, tened cuidado conduciendo...- dice -...y guardadme un poco. Y a Luka- añade él.

-Ale, nos vemos en unos minutos cariño. Un abrazo- dice y tras escuchar tu respuesta, cuelga.

Edith toma un giro hasta un parking cercano, para frente a la barra y toma el tiquete. Te sonríe y te pasa el porro mientras abre la puerta por estar un poco lejos de la máquina.

Cargando editor
07/06/2015, 15:11
Angie Doyle

Voy tratando de escuchar a los dos al mismo tiempo y asiento con la cabeza en dirección a Edith mientras me río con el comentario de Josh.

-En cuanto toques la primera cuerda los espantarás a todos. - Una nueva carcajada y otro asentimiento más hacia mi amiga. - Oye, que dice Edith que si el cielo está abierto como las cosas esas de los griegos o tiene techo. Y oye, ¿tiene butacas rojas?

Mi expresión se suaviza con la dulzura que Josh me provoca al llamarme así y asiento esta vez hacia él, aunque no puede verme. - Joder. The Futurist. Suena genial, qué pasada. 

La pasión que Edith le imprime a sus palabras me saca una sonrisa de medio lado y mis ojos la recorren con curiosidad hasta detenerse en el porro. Con la emoción de hablar con Josh se me había olvidado y la muy bruta se lo está fumando sola.

-Tía, pásame el peta, no te lo acabes todo. - pido, estirando la mano derecha y dando un golpe en la puerta con la izquierda. - ¡Josh, ya estamos llegando! -exclamo, contagiada con el entusiasmo de mi amiga-. ¡En cinco minutos estamos ahí!

Joder, por fin. La euforia de estar fuera de casa y rodeada por mis amigos, celebrando mi éxito provoca calidez en mi pecho. Estoy deseando estar en la fiesta con la música a tope y bailando sin parar. 

Cargando editor
09/06/2015, 13:23
Narración

-Tiene techo todavía, cariño- responde Josh antes de colgar el teléfono y despedirse*. En unos minutos se verían. Edith sonríe a tu petición -tranquila, tranquila, aún queda suficiente- dice ella  mientras su rostro muestra una sonrisa lenta y un excesivo buen humor.

La chica conduce el auto por un par de niveles subterráneos antes de aparcar, no sin antes intentarlo repetidamente. Al principio da reversa sin medir bien y debe avanzar, girar y retroceder varias veces, intercalando risas solitarias como si recordara un chiste, y luego intentarlo de nuevo. -Que esto no está funcionando oye... seguro mi padre le ha hecho algo al volante, eh?- y luego continúa. Tras algunos minutos Edith logra aparcar dejando el carro aún algo torcido. Se encoge de hombros y sale contigo del vehículo.

Desde allí, camina junto a ti por las escaleras de la zona peatonal para llegar a la salida. El lugar es un parking público que aunque bien cuidado, está algo sucio. Y sin embargo existe cierto aire relajante en el mismo, los vidrios parecen ser más flexibles y difractar la luz de una manera que normalmente no se podía detectar a simple vista. Las luces parecen bailar con ciertas intensidades y el aire está cargado de tonadas musicales lentas, que hacen que la realidad fluya como escurriéndose entre tus dedos, con lentitud, con parsimonia, con calma, como una gotera que impregna todos tus sentidos.

Edith te mira y sonríe, no dice nada, pero está feliz, más feliz que hace un rato, y le toma unos instantes poder decir algo.

Notas de juego

*Asume que dijo esto y luego se despidió xD.

Cargando editor
09/06/2015, 13:38
Edith

-¿Sabes? Creo que es fantástico todo eso. Estoy tan feliz de que Josh te quiera tanto... ¿lo sabes no?... joder, te ha comprado un teatro- dice con una risita infantil. A pesar de que las palabras sean un poco producto de su estado mental, sabes que en fondo lo dice sinceramente.

Al salir del parking, la fría noche parece diluir todas las sensaciones y una brisa templada se arremolina a tu alrededor. Sonidos indistinguibles surgen de las lejanías, como estruendos abstractos que cambian de lugar. La calle parece vacía salvo por algunos coches ocasionales y las luces proyectan sombras de edificios de aire moderno en un tejido homogéneo con construcciones de algunos años.

Una agradable zona del centro de Liverpool, en donde la gente transita a la caza de algún bar cercano, esperando encontrar un lugar con buena música y buena cerveza. Los colores incandescentes de letreros se alternan con parpadeos distractores, los zumbidos y golpeteos de pasos y conversaciones levitan sobre tu cabeza, mientras la imagen de Josh caminando hacia ti con un aire guapo aparece en tu imaginación de la nada un par de veces.

-¡Vamos amiga! ¡Vamos!- dice Edith, mientras se mueve con un leve trote retador señalando del otro lado de la calle. -¡Vamos! ¡Lleguemos antes que Josh, y le damos la sorpresa! ¡Y a Luka!- dice ella sin esperar tu respuesta.

Cargando editor
10/06/2015, 13:36
Angie Doyle

Tras despedirme de Josh y recuperar el porro me dediqué tranquilamente a fumármelo mientras contemplaba cómo Edith trataba de aparcar. En ese momento no se me ocurría nada más divertido que ver cómo mi amiga era incapaz de meter el coche en una plaza. 

- Oye, yo creo que esta plaza está mal hecha. ¿Y si pruebas con una que no esté torcida? - Iba apoyando a Edith con comentarios del estilo que se salpicaban con pequeñas risitas que sacudían mi pecho con sus intentos. Para cuando lo consiguió del peta apenas quedaba la colilla, así que di una última calada, aspirando con fruición y sintiendo cómo el calor se acercaba a la punta de mis dedos. Al bajar del coche la tiré al suelo cerca de alguna columna, pero no la pisé, así los restos de humo le darían buen olor al parking. Me reí con esa idea y me apoyé en el coche durante un instante para colgarme el bolso del hombro y colocarme bien el sombrero en la cabeza.

Sentía la mente flotando en una nube de felicidad mientras nos dirigíamos a las escaleras y mirar a mi alrededor, con todas esas luces suaves tan sólo colaboraba a que mi mareíllo aumentase. Le devolví la sonrisa fácil a Edith, yo también me sentía absolutamente feliz. Y no era sólo por el porro, eh. Todo estaba saliendo genial y una noche maravillosa nos esperaba. Estiré la mano para meterla en el bolso y asegurarme de que la bolsita con la hierba seguía dentro antes de salir a la calle.

- Josh es genial -dije, por enésima vez con un ligero brillo soñador en los ojos-. Ojalá tú también encuentres alguien así... -Me quedé pensativa un instante y miré a mi amiga mientras una sonrisa maliciosa se empezaba a dibujar en mis labios. Cuando abrí la boca lo hice dispuesta a tomarle el pelo a mi amiga. -Y si no, siempre puedes liarte con Luka. Está cañón.

La verdad es que sí que lo está, pero... Es Luka, nunca lo he mirado de esa forma. Y siempre he dado por hecho que Edith y Beth tampoco. Es sencillamente como el hermano mayor que nunca tuve. Aunque sería genial que Edith y él se liasen, me daría miedo que eso me hiciera perderlos a los dos o que se fueran por su cuenta. Y además... Si luego lo dejasen, ¿qué? Ya no querrían seguir yendo juntos y eso sí que sería una putada. Disolvería nuestro pequeño grupo. Fatal. Mejor ni considerarlo y dejarlo como una broma recurrente sin más.

El aire frío de la calle me despeja un poco y parpadeo, mirando a mi alrededor. Sin embargo, no es suficiente para apartar esa sensación de tranquila felicidad de mi pecho y me parece que camino con más facilidad, como si pesara menos y el aire me ayudase a sostenerme. 

La exclamación de Edith me saca de mis pensamientos y busco con la mirada el lugar hacia el que señala. Con una carcajada respondo a su desafío y tras un instante para tomar aire empiezo a correr hacia el otro lado de la calle. -¡Vamos! -exclamo, dedicándole una mirada divertida. -¡No te quedes atrás!

Cargando editor
11/06/2015, 00:30
Narración

-No te niego que no le he pensado eh... es que hay días en que he tenido ganas de liarme con él, pero no es mi tipo- dice Beth intercalando la seriedad con una sonrisa pícara. -Aunque quizás tenga buen equipo, ¿eh? lo sabrás tú...- dice riendo y mirando a su alrededor con el aire de quien está un poco mareado.

Las luces bailan y danzan y el tiempo se sincroniza con tus pasos, mientras avanza al mismo ritmo de tus pies. Pronto hay una brisa en tu rostro y la calle serpentea caprichosamente, mientras al contacto de tus pies con el pavimento la realidad parece contraerse y dilatarse hasta alcanzar un estado de equilibrio. En tu mente hay felicidad, hay alegría e incluso los pensamientos oscuros parecen disiparse, desplazados por una corriente de euforia que impregna todo a tu alrededor. No existía más que tus amigos y los incesantes motivos de celebración.

Fue entonces cuando la algarabía que sentías tomó forma, solidificándose en un estruendo repetitivo que rompía la burbuja en la que estabas. las abstracciones se convierten en certezas y los parpadeos se intensifican en una constante: Hay una luz que rompe tu realidad para descubrirte en medio de la calle, para percibir el sonido urgente de la bocina de un auto que se acerca a gran velocidad hacia ti.

Y en ese instante, las milésimas antes de que el bólido te impactara a gran velocidad, puedes jurar que escuchas su voz, puedes jurar que ves el rostro de Josh horrorizado en alguna parte, puedes sentirlo cerca de ti, tratando de alcanzarte mientras un grito desgarrador, el grito de Edith, llena tus oídos... la secuencia se desordena en tu mente y lo siguiente que sientes es que el aire te atraviesa con gran fuerza, el mundo gira vertiginosamente, los neumáticos de un auto chirrean al frenar con fuerza y de nuevo Josh, unas milésimas antes de que el pavimento revelara su ubicuidad y un dolor constante se manifestara por todo tu cuerpo.

Tu respiración se oye fatigosa, tus sentidos se desvanecen y un frío sobrecogedor empieza a recorrer tus extremidades. La vida se escapa a cada respiración y poco a poco la realidad no es más que una ilusión lejana, una ilusión dolorosa entumecida más y más. Las luces dan paso a una oscuridad que devora todo y en medio de aquella implosión de oscuras sensaciones, de nuevo sientes su presencia...