Partida Rol por web

Al parecer aquel lugar podía haber sido saqueado varias veces al descubrir que carecía de cualquier tipo de mobiliario.  Arthur prendió las antorchas que pudo dislumbrar en las desnudas paredes, no les darían calor pero al menos iluminarían algo el lugar.

La tenue luz pronto se hizo paso a través de las sombras dejando ver algunas puertas, nada más se hizo la luz alguien o algo pareció moverse en la puerta principal como ellos hubieran hecho anteriormente, una voz femenina se hizo eco en la estancia pidiendo refugio.

- Adelante, otra cosa no habrá pero sitio hay de sobras.

- Buenas noches, bella dama. Aquí el pequeño Alupo Peluso y un gran hombre con armadura le dan la bienvenida. Acompaño el saludo con una cómica reverencia. 

Al parecer a todos nos ha sorprendido la tormenta. Hemos tenido suerte de encontrar este Tor abierto. En la puerta vi trozos de una piedra que seguramente había estado sellando la entrada durante mucho tiempo y que algún rayo ha debido hacer estallar. 

-Con permiso entonces.-Una jovencita flacucha y pelirroja, vestida con ropa práctica para viajar, entró sacándose la capa empapada y se sentó en el suelo, no muy lejos de ellos. Al sacarse la capa, pudieron ver al cuervo posado en su hombro, que empezó a sacudirse las plumas, intentando secarlas.

La chica se sacó las botas y las puso boca abajo, sacudiéndolas, para intentar quitar toda el agua que hubiera dentro. Y luego empezó a despegarse los calcetines mojados de los pies.

-OoooOOooh. Aaaaaah.-Dijo con alivio, meneando los dedos de los pies, ya libres de la tela.-No hay nada peor que los calcetines mojados. Bueno, supongo que lo hay, pero ahora mismo, los calcetines mojados están muy arriba en mi lista de cosas que no quiero aguantar otra vez esta noche.-Una vez solucionados los problemas más inmediatos, miró a sus nuevos compañeros para ese día y les dedicó una sonrisa- Eltaeda Morgana, para servirles. Pero pueden llamarme Elti. Maga itinerante, historiadora y autora de renombre. Dedicaron tres líneas y media a mi libro en la sección de crítica literaria de la gaceta de la región hace un par de meses, quizás las hayais leído. ¿Y con quién tengo el gusto? ¿Estaban de viaje como yo o algo cuando les pilló la tormenta?¿Lugareños que estaban atendiendo a las cabras?¿Salteadores de camino?

- Me dirigía a la aldea de Oakhurst, a probar su famoso vino, cuando la tormenta me sorprendió en el camino. Soy un aprendiz de bardo y me interesan mucho las historias mágicas que me podáis contar. Pero quizás más adelante porque me gustaría ver más de cerca las tres puertas que tenemos en esta habitación. 

Wildra abrió el portón con cuidado y se introdujo en el interior. A pesar de que lo hizo despacio, se podía escuchar el tintineo de su cota de malla.

De momento, no utilizaría ningún medio para generar luz, pues confiaba en su vista de enana para desenvolverse en la oscuridad. Así, miró a un lado y a otro de la entrada, ahora con más tranquilidad al resguardo de la lluvia. Mientras lo hacía, agitó su capa para descargarla del agua empapada.

Cuando entra Wildra se encuentra que ya hay tres personas: un humano con una imponente armadura, un mediano  y una joven con un cuervo al hombro, en una amplia sala iluminada por antorchas en las paredes.

-¡Hola!¡Paz de tormenta!-Gritó Elti desde donde estaba sentada en el suelo, saludando a la recién llegada con la mano donde aún tenía agarrados sus calcetines mojados- Pasa, seas quien seas, mientras no traigas malas intenciones. Nosotros estábamos empezando a conocernos. Porque con la tormenta como está, parece que vamos a pasar aquí la noche juntos.

Se puso de pie, cogió sus botas en la mano y, caminando sobre sus talones, se acercó a una de las puertas que se veían en las paredes, la de la izquierda. Y a la antorcha. Colgó los calcetines mojados sobre el soporte, a ver si se secaban algo, y puso las botas cerca de la pared bajo la antorcha. Esas probablemente no iban a secarse mucho, pero no es como si tuvieran una hoguera o una chimenea a mano para ponerlas.

-¿Que creeis que habrá detrás?¿Sabeis que hace años unos ladrones cavaron un pozo desde lo alto para llegar a las tumbas? Pero ninguno salió vivo. Imagino que sus huesos aún estarán ahí, si no se los han comido las ratas y ratones.

-¡Hola! Una enana guapa entre nosotros. Me alegro de que hayas encontrado refugio con la que está cayendo ahí fuera. Bueno amigos ¿intentamos abrir una de estas puertas? Si esos ladrones no se llevaron lo que venían a buscar, puede ser que este ahí esperándonos a nosotros o a lo mejor nos están esperando las ratas y ratones. 

Me acerco a la puerta de la izquierda e intento abrirla. 

Saco mis herramientas de ladrón pero se ve que están un poco oxidadas. 

-No lo entiendo es la primera vez que me pasa. 

Tanto el mediano como la joven maga, no escuchan nada al otro lado de la puerta. 

Mientras, el aprendiz de bardo con maneras de ladrón intenta abrir la puerta sin éxito.