Partida Rol por web

-Paz de tormenta-respondió Wildra con una ligera inclinación de cabeza-. No traigo malas intenciones, sólo un cuerpo cansado y mojado que buscaba un refugio en esta noche de tormenta. 

La enana echó un vistazo rápido a los presentes. A todas luces vestían como aventureros, quizá llegados aquí con intenciones de saquear la tumba, o simplemente buscando refugio, como ella. Sea como fuere, dejaron claro que no iban a perder la oportunidad de explorar el túmulo. Wildra lo entendía, y en verdad lo compartía, pues tenía curiosidad por saber más sobre los misterios de aquel lugar.

-Mi nombre es Wildra Estruendo, servidora de Berronar, la luz de plata que ilumina nuestros pasos-hizo un gesto sacro con la mano-. ¿Vosotros también habéis llegado aquí de casualidad? Quizá los dioses nos han reunido, aunque solo sea para disfrutar de buena compañía durante la noche.

Arthur pareció absorto por unos instantes hasta que al fin contestó a los recién llegados.

- Mi nombre es Arthur de Nastivan, al igual que ha vosotros me temo que la tormenta ha trastocado nuestro rumbo.  Este lugar parece abandonado desde hace mucho y poco queda de lo que un día pareció ser.

El hombre portaba una antorcha con la que daba luz a las tras que colgaban de la pared a fin de dar algo más de visibilidad a la estancia.

- Será mejor que busquemos algo para hacer un fuego y poder secarnos.

-No te preocupes, no hay de qué avergonzarse. A todos les pasa alguna vez. Por lo que he oído.-Consoló Elti a Alupo.

Y el caballero parecía que había decidido participar en la conversación. Y con una sugerencia de lo más sensata. Elti recogió sus botas, aunque dejó sus calcetines donde estaban, y se acercó al centro de la estancia, sentándose de nuevo en el suelo.

-No creo que encontremos mucha leña aquí dentro. Y no creo que salir a recogerla ahí fuera sea muy buena idea.-Dijo, moviendo el polvo y la arena del suelo con sus manos, haciendo un montoncito con ellos.-Así que tendremos que hacer algo de trampa.

Cogió su vara entre las manos, murmuró entre dientes y el montón de polvo se encendió con un agradable calor y llamas anaranjadas. Puso sus botas cerca del fuego para secarlas y les hizo un gesto a los demás con el brazo para que se acercaran.

-Entonces, recapitulando para los recién llegados.-Señaló a Alupo.-Alupo Peluso, bardo. Y por lo que parece, conocedor de algunas habilidades interesantes referentes a abrir cerraduras que no voy a especular donde consiguió.-Se señaló a si misma-Eltaeda Morgana. Podeis llamarme "Elti". Maga. Historiadora. Autora.-Miró al hombre de la armadura.-Del señor ya sabemos el nombre, aunque no la profesión. Pero con esa armadura, me atrevo a afirmar que se dedica a algo de lo más respetable, como caballero o soldado de rango, o algo de lo más temible, como caballero oscuro o mercenario de algún señor del mal. Aunque por la falta de pinchos y dibujos de calaveras en la armadura, voy a suponer que más lo primero que lo segundo. ¿Me equivoco? Espero que no-Terminó con una risita.

- Gracias Elti pero yo me secaré un poquito después. Voy a ver si la puerta de la derecha quiere abrirse. 

Me dirijo hacia la puerta, cantando. Abreme la puerta que te traigo un regalito...

Wildra sonrió. Parecían buena gente.

-Estoy de acuerdo con que intentemos calentarnos y secar nuestras vestiduras. Tengo algunas antorchas. Puedo encender una y colocarla en el suelo como una pequeña hoguera improvisada. Es lo único que se me ocurre, a falta de leña. Mejor eso que nada.

Alupo, un tipo curioso en todos los sentidos, no ceja en su empeño de abrir alguna de aquellas puertas, que se le siguen resistiendo. Parece que los artífices de esas cerraduras sabían lo que se hacían.

- El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. 

Me dirijo a la puerta que me queda. 

- Ni uno y lo otro, respondió Arthur a Elti, soy un paladín de Tyr por lo que podéis estar tranquilos de mi espada.

El paladín sentía curiosidad por la maga pues sin duda los de su condición no eran tan abundantes como otras profesiones y sus habilidades no pasaban desapercibidas.

Arthur se acercó a la puerta que trataba de abrir Alupo sin demasiado éxito, la pequeña hoguera que Elti había conseguido prender pronto consumiría la antorcha de la enana. 

- Dejame que lo intente a mi manera

Con su fuerte puño probó que la cerradura estaba atascada, quizá la puerta se había hinchado con la humedad y se encontraba bloqueada, tras tantearla momentaneamente el paladín en un movimiento seco se abalanzó golpeando la puerta con su hombro con gran fuerza.

Al acercarte a la puerta, escuchas como pequeños arañazos al otro lado de la puerta, y agudos chillidos de pequeñas criaturas. Con el golpe que le propinas a la puerta, parece como si lo que hubiera al otro lado se pusiera nervioso y aumentara en intensidad su actividad

La puerta pareció temblar al golpeó del paladín quien se quedó por un instante parado junto a la puerta para después desistir en abrir la puerta.

Será mejor dejarlo estar, hay algo ahí detrás y no creo que nos convenga averiguar que es.

-Oh, qué lástima.-Dijo Elti, que había estado mirando con interés el intento de Arthur, decepcionada.

Sacó de su mochila el texto que la había llevado allí, repasando algunos de sus pasajes más interesantes, y las notas que había puesto en los márgenes. Tras un rato, lo volvió a dejar en la mochila con un suspiro.

-La verdad es que yo, como Alupo, también me dirigía a Oakhurst, porque está en los alrededores de lo que se conoce como la Ciudadela Sombría. Hace un tiempo me encontré con un texto sobre la ruina de Neverwinter, y cómo fue tragada tras la erupción del monte Hotenow y yace ahora en el fondo de una grieta. ¿Podeis imaginar lo interesante que sería ver esas ruinas? ¿La cantidad de diarios, documentos y escenas del día a día que podrían encontrarse? Y supongo que también artefactos mágicos, joyas y esas cosas-Dijo en un tono que dejaba claro que raros y valiosos artefactos mágicos no podían competir en interés con recuperar el diario de algún alfarero de Neverwinter.-Confiaba en encontrar aventureros que estuvieran interesados en acompañarme, pero supongo que por muchos restos de interés histórico en la zona, quizás la gente esté algo preocupada por participar en una expedición que pueda ser un poquitín peligrosa. ¿Vosotros conoceis a la gente de por aquí?¿Sabeis si hay alguien que pudiera estar interesado en algo así?