Partida Rol por web

Robert sonrió ante el comentario de Walter. Al fin y al cabo era un poli y no se sentía muy bien sin su pistola.

Dejó el revólver en el bolsillo y apagó la linterna. El conducto llevaba al río y, aunque estaba algo oscuro, el fuego del exterior contribuía a ofrecer algo de luz.

Miró al ladronzuelo con el pedrusco: cansado y torpe. Tendría que ser fácil. Corrió hacia él y lo placó, haciéndole caer al suelo y soltando la piedra.

AL ver la maniobra de Robert voy con intencion de ayudarle a inmovilizarlo pero anes me fijo si lleva algun posible arma para quitarsela y separo la piedra a un lado para fijarme en ella.

En efecto, no costó mucho hacer que la figura encapuchada perdiera el equilibrio. El esfuerzo de llevar la pesada piedra le obligaba a llevar una postura con el centro de gravedad desplazado, así que cuando Robert placó a la encapuchada figura, la piedra salió despedida hacia un lado, la figura se precipitó al suelo y Robert sobre el. 

Los dos cayeron sobre las sucias aguas que corrían bajo sus pies. 

Viendo que Steve se encarga de la piedra, Walter echa una mano a Robert para asegurarse que la misteriosa figura encorvada no escape antes de responder algunas preguntas.

Como, por ejemplo, quién es la mujer griega, de dónde ha salido el otro griego, quién es él, qué es aquel monstruo de dos cabezas...

Más que "algunas" preguntas, el tipo tendría que responder a "un montón".

Al acercarte a la piedra puedo comprobar que la misma  despedía un resplandor rojizo.entonces empezó a  sentirse algo mareado.

 La figura encapuchada forcejeaba sin rendirse, pero era inútil, la tenían bien sujeta. Durante el forcejeo se le cayó la capucha dejando al descubierto el bello rostro de una chica, que luchaba para librarse de ellos, mientras murmuraba extrañas palabras en un idioma desconocido para vosotros

Ante el estado en que empiezo a encontrarme al mirar la piedra y todos los acontecimientos acaecidos cojo la piedra y la lanzo con toda la fuerza que pueda contra la pared para intentar romperla

Walter no entiende nada de lo que dice aquella mujer, pero viendo que los anteriores parecían griegos y que todo esto de Caribdis y Escila le suena a mitología clásica, trata de hablar con ella en latín, una lengua que aprendió en la universidad.

Mi latín está algo oxidado, pero quizás pueda hacerme entender. Con un poco de buena voluntad...

Cálmate, no queremos hacerte daño. No tienes nada que temer.

Steve cogió la piedra, y al hacerlo el mundo pareció desdibujarse ante sus ojos, pero no dejo que eso le impidiera hacer lo que quería, alzo la piedra con ambas manos y la arrojó con fuerza contra contra la pared, al chocar contra ella se hizo pedazos.

Al instante se sintió mejor, más ligero.

!!!Nooooooooo!!!- La chica empezó a llorar desconsolada.

Ahora no podré volver a casa.- Te contesta en un perfecto latin

Robert ya no sabía si estaba bajo el efecto de alguna droga alucinógena o todo era un sueño y se despertaría con dolor de cabeza...

Había pensado que se encontraría con el cómplice de Van Schaen o con algún idiota que robaba en el lugar equivocado en el momento inadecuado pero eso escapaba a su entendimiento: una chica vestida a la griega como la anterior. ¿Qué narices estaba pasando?

Se sintió aliviado al ver a Steve destruyendo la piedra. ¡Bien hecho!

Miraba alternativamente a Walter y a la mujer, que ahora hablaban en latín. Robert sólo sabía de latín lo que recitaba su abuela de las misas y nunca le prestó la más mínima atención.

Walter, pregúntale quien es y que hace aquí.  Y quizá deberíamos llevarla fuera con la otra chica y el griego.

Suéltala y ayudémosla a levantarse, Robert. No creo que sea un peligro para nosotros ni que vaya a escapar. Además, quizás así empecemos a ganarnos su confianza.

Además, escapar... ¿A dónde? Si lo que me imagino es cierto, su casa está más allá de su alcance para siempre.

No queremos hacerte daño, solo queremos ayudarte. Quién eres? ¿Cuál es tu nombre? Le he pedido a mi compañero que te suelte, pero no trates de huir, ¿de acuerdo? Solamente queremos respuestas...

Con su voz más persuasiva, Walter va sacándole brillo a su oxidado latín. Esto es como ir en bicicleta.

Robert asintió y le soltó su brazo. Se alzó e inclinándose, ofreció su mano a la joven griega.

Mi nombre es Caribdis- Contestó. Su voz estaba cargada de tensión y aún podíais observar lo nerviosa que estaba. Sus dedos jugueteaban con la tela que la cubría

Copper había arrastrado hasta el interior del coche el cuerpo maltrecho de Stoker, y se disponía a seguir a sus compañeros. Viendo que poco podía hacer en el exterior, no podía hablar con la pareja de griegos y por Stoker poco podía hacer, decidió encaminarse por el túnel.

Ya hacia más de 2 min que sus compañeros habían salido corriendo detrás de algo, y había oído un par de gritos, unos parecían de mujer. ¿Qué estará pasando hay? Se pregunto el forense.  Corrió todo lo que pudo, intentando no tropezar con los resbaladizos suelos.

Se encontró con sus compañeros y una mujer, llego a tiempo de oír las ultimas palabras de esta.  De forma automática realizo la pregunta, ¿Qué..que esta..ta panadooo? ¿Qué..que era esooo?

El forense reparo en algo, el nombre de Caribdis le resultaba extrañamente familiar, ya lo había oído o leído.

Ver que la mujer respondía y no parecía querer huir hizo que Walter se relajara un poco.

Bien, Caribdis... estás entre amigos.

Un millón de preguntas se acumulaban en la mente de Walter. Algunas eran importantes, pero otras eran urgentes. Como, por ejemplo...

¿Qué era aquel monstruo que nos ha atacado antes? ¿Es posible que vuelva?

¿Monstruo? ¿de que monstruo hablas?

¿Si sois amigos entonces por que habéis roto la piedra roja? Con ella podíamos volver a casa...

La chica no parecía saber nada del monstruo que les había atacado, y estaba demasiado preocupada y furiosa para mentir.

La piedra roja era un talismán para llegar a vuestro mundo... pero también podía traer otras cosas, cosas horribles. Ven, veamos si podemos ayudarte, a ti y a tu compañero.

Walter ayudó a la chica a levantarse y la acompañó hacia fuera, a buscar al hombre de la túnica quien, posiblemente y si recordaba correctamente sus lecciones de mitología griega, se llamaría Escila, o algo parecido.

Ante la situacion y al ver que no podia hacer más decidi recoger los trozos e la piedra y seguir a Walter

Cuando llegáis a fuera veis que la chica esta cogida de la mano del "griego loco". Cuando las dos chicas se ven corren a abrazarse y veis como intercambian algunas palabras, de forma muy rápida y nerviosa. Las lágrimas corren por sus mejillas, al cabo de unos segundos, veis que Escila(La primera chica, la que visteis como se transformaba) presenta al chico, al griego loco a Caribdis.

 -Αυτό είναι telemaco. Έχετε ψάξει για μένα και είπε ότι θα μπορούσε να μας οδηγήσει πίσω στο σπίτι

-Este es telemaco. Ha estado buscandome y dice que puede llevarnos de vuelta a casa