Son vagones metálicos y enganches metálicos. Tal vez el fuego no llegue hasta aquí. Sin embargo... El tren no se ha detenido y hemos oido un disparo de fusil y dos de pistola. Senn, ¿Aún tienes la granada de mano?
Esto es lo que haremos. Iremos todos al vagón italiano excepto uno que deberá permanecer aquí y lanzar la granada contra el enganche del vagón de carbón y el de equipajes. Eso debería bastar para permitirnos desengancharnos, y si no es así, debilitará el enganche lo suficiente como para que podamos hacer palanca con algo.
Una vez hecho esto, el tren deberá tender a frenarse, si aún estuvieramos subiendo y el tren empezara a desplazarse hacia atrás, ese será el momento oportuno para saltar del tren.
¡Adelante! ¡No perdamos más tiempo!
Me... me parece arriesgado pero lo mas logico... vamos ... resguardaos que hare los "honores".
Ha sido un placer conocerles... espero que salgamos de esta.
Tras cargar rapidamente todo el equipaje en el Vagon Italiano asegurandose de la seguridad de los demas pasajeros, Senn tira la granada...
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Sin haberme recuperado aún de la impresión cuando Alexandro me ayudó a cubrirme con las maletas, ahogo un grito cuando veo a Senn tirar la granada....
- Noooooooo
Mientras los civiles se colocan en el otro extremo del tren piensas en cómo vas a hacerlo, el traqueteo del tren puede hacer que la granada se caiga a las vías, decides asegurarla con servilletas de los útiles de cocina, eso amortiguará el traqueteo, cuando consideras que ya ha pasado bastante tiempo, y dos ráfagas más de plomo aéreo, tiras de la anilla y te alejas de la zona, escuchas la explosión. No pasa nada pero sonidos metálicos llegan desde la zona que te interesa, son como crujidos metálicos, el vagón en el que estás y todos los que están detrás reciben una sacudida y a través de la puerta delantera puedes ver que os habéis "alejado" del incendiado vagón del carbón.
Senn ignora a la señorita Maccini, que es casi, o sin el casi, obligada a alejarse de ahí. Cruzáis el vagón alemán y llegáis al comedor, la señora Kassel yace sobre su esposo, con un enorme agujero en la espalda. Este sitio es peligroso, el techo no está blindado y docenas de agujeros se ven en él. Podéis oir los aviones volver.
Corréis hacia el vagón italiano, los aviones pasan sobre él y disparan una vez más, no resultáis heridos; os acomodáis en el vagón italiano. Escucháis una explosión en la parte delantera, la granada de Senn y notáis como, por un instante, vuestro vagón se "retrasa" para luego seguir su camino, estáis con la incógnita cuando algo de repente os llama la atención, a algunos les turba y a otros les resulta fastidioso. Los aviones viran en redondo y se alejan, podéis ver carteles en la vía en un idioma que no entendéis. Desde luego no estáis en Alemania, pero tampoco en Italia, así que, ¿dónde estáis?
Puede que queden pocos post, a estas alturas sólo hay dos finales disponibles: el clase Gario, o el clase Stein.
¿Qué sucedera?
Este mensaje es privado para el director, no lo hagas público.
Me voy a ausentar durante los próximos 10 días (¡en menudo momento!) porque tengo mis vacaciones, así que te pido que PNJotices a mi personaje.
Lo que pretende mi personaje es esperar a que todo esté en calma y la situación haya parecido decidirse y el vagón se detenga. Calculo que en algún momento los dos hombres armados (Gario y Senn) se dispararán. No sacaré mi pistola y dispararé al vencedor por la espalda hasta que ese enfrentamiento tenga lugar. Utilizaré, para ello, la pistola que ha robado sin que nadie lo haya descubierto aún y matar a todos menos a la señorita Sofía.
A Sofía le voy a ofrecer robar el oro del vagón de equipajes y huir a Suiza o América ricos y libres de toda esa pesadilla de guerras. Si acepta no la dispararé. Si rechaza mi propuesta sí.
Te escribo esto porque te pido que, ya que tiene pinta que el desenlace tendrá lugar mientras estoy fuera, lleves a cabo tú estas acciones con Francesco en mi nombre.
¡Bien! Espero que se pudra en el infierno ese traidor susurra Senn mientras avanza a cojetadas hacia el vagon con los civiles. Revisa que todas las cajas esten en orden y les sonrie mientras dice.
¿¿Estan todos bien?? ¡Debemos prepararnos! No sabemos cuanto tardara el tren en frenarse... pero solo tendremos una oportunidad...
Edita los destinatarios si quieres ohh Master.
DIRECTOR: No se ha soltado el vagón, algo lo mantiene aún unido...
No parece que el tren haya terminado de desengancharse. ¿Alguien sabe donde estamos?
Ya de vuelta
Aún aturdida veo que Francesco tiene razón, y en voz poco más alta que un murmullo acierto a decir:
- Es hidraulico. Eso me ha dicho la cocinera, que el enganche es hidraulico, que no se puede soltar tan fácil. No sé cómo se puede hacer.
¿Señores? ¿se les ocurre que hacer? El tren va demasiado rapido para saltar...
Saltar seria un suicidio, y si nos quedamos aqui los aviones nos haran pedazos. La unica solucion seria soltar el vagon, sea como sea.
Estoy sin más ideas. He agotado todo lo que se me ocurría. - Comento muy cercano al pánico
Tomo la mano de Francesco, también asustada.
- No sé, yo no entiendo de estas cosas. Sólo sé lo que ha dicho la cocinera.
Señor Gario, ¿vendria conmigo a tratar de soltar el enganche? Tal vez entre los dos podamos lograrlo.
A los demas, tengan cuidado. La ultima pasada de los aviones casi nos acribilla...
Tendremos cuidado, que Dios vaya con ustedes.
Senn- me quedo un rato pensativo. Si, ire con usted. Me viene a la mente el cuchillo que le quite a Berguer. No es mucho, pero es mejor que nada. Tal vez nos ayude a sacar el enganche. Si nos quedamos aqui seguramente moriremos, si intentamos soltar el enganche tendremos una oportunidad.
Senn y Gario se acercan a la zona de la explosión mientras el resto permanece en el vagón restaurante, observando por las ventanas como los mortíferos aviones se han convertido en lejanos puntos en el cielo de Italia. El tren prosigue su ascenso, ahora menos pronunciado hacia las montañas de alrededor, los Alpes.
Aun en la mente está la reciente visión de ese cartel en un idioma parecido al alemán, así que usando poco al cabeza podéis deducir que el tren está atravesando territorio suizo, que si bien es filogermano, no deja de ser un país neutral al que acaba de llegar un tren militar alemán con varios cadavéres en su interior. Esto, sin lugar a dudas, va a causar un incidente diplomático, suponiendo claro está, que el tren llegue a algún sitio, pues la vía está, en opinión de muchos, demasiado cerca del acantilado.
Hein Senn y Lucio Gario, dos hombres totalmente distintos, oficial militar uno, hijo de político otro, héroe de guerra el primero, joven impulsivo el segundo. Sin embargo la situación les ha obligado a trabajar juntos, para sobrevivir. Tras la carnicería del vagón restaurante ha habido poco tiempo para pensar, entre tanto tiroteo y bombardeo aéreo. A pesar todo siguen vivos y en razonable estado de salud cuando llegan junto al enganche, la explosión de la granada ha ennegrecido un poco el lugar y ha roto el enganche, ahora sólo dos débiles cables sujetan el tren, un simple objeto afilado podría cortarlos.
Gario mira el cuchillo de Berger, no servirá, apenas tiene filo. Los fusiles de lacaja no tenían bayonetas así que para poder separar eltren por completo de la locomotora, será necesario el uso de un objeto cortante, tal vez un cuchillo de cocina...
Si quieres matar a Senn, creo que este es el momento.
¿Seria capaz de matarlo con mi cuchillo?
¿O tengo otra arma? Es que ya no recuerdo que tengo
DIRECTOR: Tenías un rifle, aunque es bastante ruidoso.