- Voy a la locomotora a ver que ha pasado. ¿Alguien me acompaña?-Digo mientras bajo y comienzo a andar a paso ligero hacia la misma.
-Voy yo también. Y que nadie se mueva de aquí- dijo a los civiles antes de ponerse en marcha.
El teniente Senn y capitan Stein salen del vagón.
Wishendal asiente ante la orden del Capitán Stein y dice:
El teniente Wishendal se dirige al caballero y la dama italianos:
La verdad, no vi niente, signore! Los ojos de Romina se abren con miedo y se posan en la funda de la pistola... no quería ser la siguiente víctima sólo por no saber algo.
-Yo solo vi al maquinista tirado por ahí, pero podríamos ir descartando gente ¿no?. Digamos en el primer suceso la señorita Romina Lorena y yo estabamos en el vagón civil. Pero ahora estamos aquí mientras todo sucedia. En cuando al resto de los civiles me temo que no he tenido mucho trato salvo con el Conde- dijo en tono despectivo y continuo- Aluccio. Pero se encontraba con nosotros, no hizo anda raro. Saludo y fue a su habitación.-
Oh esto es una situación horrorosa.
No recuerdo la gente que estaba en el vagón-civil. Me podrías decir si mi personaje pudo ver a todos los civiles en ese vagón.
- Bien, es un comienzo para saber que diablos esta sucediendo aquí. Hace una breve pausa y se da cuenta de algo,…¡Quiero ver al acomodador y su esposa de inmediato! ¡Que alguien les hagan venir cuanto antes! – grita de forma alta y claramente enojado por aquella situación. El teniente Wishendal no puede evitar perder la calma, que hasta el momento había controlado tan bien, espera que se presenten de forma inmediata ante él.
En el vagón de los civiles viste en el salón al Conde Aluccio y a Sofia Mancini, y en algún momento, desde la puerta de sus cuartos, se asomaron para escucharte Francesco Alexandro y Lucio Gario.
Los Kassel se supone que están en su habitación situada al fondo del vagón restaurante, en el pasillo que lleva al vagón de los civiles italianos.
Al ver que no se presenta el matrimonio Kasser, el teniente Wishendal se dirige a su habitación y llama a la puerta golpeando persistentemente con los nudillos.
Fiodor Kassel sale visiblemente malhumorado de su habitación.
-"Se puede saber que ocurre ahora. No pueden dejarnos guardar luto por un amigo ni siquiera unos minutos. Mi mujer se encuentra muy afectada."
Detrás de él puede verse a Gunilla sentada en la cama y llorando, sin poder mirar apenas hacia la puerta.
El tono del teniente es serio y con determinación habla al acomodador:
Romina no cree que en verdad el soldado se crea su "lo siento mucho"...
Perdona, ¿qué me quieres decir con eso?
Que no me cae nada bien Wishendal... es personalidad del personaje máster, las mujeres siempre callan lo que no les gusta.
-"¿Extraño? Todo es extraño en este maldito viaje. Nunca, en mis más de 35 años de trabajo a cargo de un tren había visto esto. Han matado al maquinista y lo guardan en secreto. Para mi ustedes son los principales sospechosos. Y mire que hay algunos civiles que llevan escondidos en su habitación desde que partimos. Pero así todo no me resultan tan sospechosos como ustedes."
Se da media vuelta e intenta cerrar la puerta.
Al ver que el acomodador intenta cerrar la puerta, Wishendal lo impide con rapidez y le dice con autoridad:
Ante la amenaza a su esposa el rostro de Fiodor se enrojece iracundo. Lo poco que quedaba de su flema se desvanece como por arte de magia. Su puño se cierra con fuerza y, ante la sorpresa de todos los presentes, especialmente la del Teniente Whisendal, lo lanza velozmente contra su cara.
Los nudillos de Fiodor impactan con precisión en el rostro del teniente haciendole perder ligeramente el equilibrio y retroceder unos pasos.
-"no se atreva jamas repetir una amenaza contra mi esposa"
Cierra la puerta con un portazo y se oye de fondo una cerradura al correrse.
Wishendal no se esperaba el atrevimiento del acomodador, se queda unos segundos aturdido por el golpe. Cuando se recupera, se da cuenta de lo sucedido, se le acelera el corazón, la adrenalina corre por sus venas y dice: