Partida Rol por web

Iluminados por la espada de Kerri y ya más acostumbrados a la peste, os ponéis a buscar por la zona...pero poco hay....subís a la parte de arriba y encontráis un collar tirado en un lado de la habitación, hecho con una cuerda gruesa y cráneos de lo que parecen humanos....Aquí huele un poco mejor.....pero no demasiado mejor. El suelo es de piedra y las paredes igual, así como el techo. Aunque hay alguna que otra grieta, en conjunto la torre se mantiene bastante bien. También hay una puerta de madera, reforzada con bandas de hierro, por cuyos resquicios entra un poco de luz. Aunque intentáis abrirla, no podéis, pero estáis seguros que tiene que dar a la parte derruida de la muralla oeste que visteis desde el otro lado, por lo tanto, poco o nada de interés debe de haber allí. 

Bajáis de nuevo las escaleras, pensando en cómo habéis arriesgado vuestras vidas y lo que habéis encontrado...al fin y al cabo, todo se ha reducido a expulsar de las ruinas a una banda de Orcos que se habían posicionado allí, aterrorizando a los lugareños de los lugares cercanos....y por supuesto, cometiendo crímenes más horrendos bajo el mando de su líder, Tavik. 

Al llegar abajo, Groland y Faxlen reparan en que en un punto de la estancia, las alfombras tienen una extraña protuberancia, algo que sobresale un poco más de lo normal, apenas ligeramente más, que el resto del suelo de la sala. Reuniendo valor y haciendo de tripas corazón* Faxlen, Groland y Kerri se ponen a sacar alfombras al exterior, quitando capa tras capa de alfombras meadas, sucias y horriblemente pestilentes....de hecho podéis ver algún que otro bichito negro y pequeño saltando de un sitio a otro (probablemente a vuestros ropajes o pelo) en las alfombras....además de encontrar restos de comida, heces y....restos humanos entre los pliegues...

Nada más ver los primeros restos humanos, Groland retrocedió asqueado.

-¡Por todos los dioses de Faerûn...! -exclamó poniendo sus manos frente a su rostro para protegerse del horror.

Una parte de su cabeza ya sabía que iba a encontrar algo así, pero por esperado no era menos espeluznante y asqueroso. Sin embargo, estaba dispuesto a ver la magnitud de los crímenes, así que al momento volvió a la tarea y siguió apartando alfombras con el fin de revelar todo el "pastel". O debería decir 'lasaña'...

En cuánto entré, tuve que taparme de nuevo la boca y la nariz. Pero qué asquerosos podían llegar a ser los orcos. ¿Que no se lavaban? Vale. ¿Que mataban y comían como cerdos? Bueno. ¿Qué les gustaban los miembros humanos como decoración? Aún lo entendía. ¿Pero dormir en tus propias heces y demás inmundicias ya mencionadas, todo junto y revuelto, amontonado por a saber cuánto tiempo? ¿Cómo no morían ahogados en su propia mierda?

No tardé mucho en ir directamente a las escaleras, pensando que tal vez llevaban a un sitio más...¿decente? Sin embargo y aunque el hedor no era tan insoportable, no había nada. De ese modo, tal y cómo entramos, salí del lugar. Me fijé en com Faxlend, Groland y Kerri se dedicaban a retirar alfombras y puse cara de asco. No era una señoritinga, pero si podía evitar tocar mierda y "demases" de ogro, mejor. 

No sabía que querían encontrar ahí pero sabía que iban a encontrar una montaña enorme de heces y restos de otras cosas... Y no me equivocaba.

- ¿Qué buscáis? 

El olor era mareante. El chico intentaba apartar la vista de aquella alfombra que estaba trasladando. Algo en su estomago comenzó a responder a los estímulos externos. Notó como la comida más reciente iba ascendiendo poco a poco hacia su boca y como sus esfuerzos de tragar eran en vano. La comida fue expulsada tanto por boca como nariz, dejando al chico inmóvil, sin poder reaccionar. Intento frenar la salida, interponiendo su mano, pero solo consiguió manchar de vómito el guante izquierdo. Tras devolver unas cuantas veces, el chico decidió salir fuera del recinto y tomar algo de aire no viciado. Mantuvo, tras varios minutos, un sabor ácido en la boca y al intentar respirar.

- Creo que hemos encontrado algo debajo de la alfombra...

Viendo que estaban ocupados con las asquerosas alfombras y que yo no podía ayudar (ni me apetecía, si era sincera, retirar esas cosas) salí del lugar para ir a buscar a los dos elfos. Si de verdad había algo ellos también deberían estar presente. O al menos Rash. Brand tal vez era mejor que se mantuviese a una distancia considerable de Groland hasta que se...¿calmasen los ánimos? Si es que eso era posible.

- Ahora vuelvo. - fue lo único que dije antes de dejarles con el trabajo sucio, nunca mejor dicho.

Kerri ilumino la estancia, pero casi era mejor sin ver realmente que escondía la oscuridad, el efecto fue instantáneo, el estomago se le revolvió e intento pugnar hacia arriba, pero consiguió mantenerlo a ralla, hasta que al volver a bajar, encontraron que algo estaba tapado por las alfombras y empezaron a quitarlas, no tardo mucho en reproducirse lo de antes y esta vez el torrente salio sin que nada lo parase, directamente en medio de la alfombra que llevaba uniéndose a la mezcla general sin desentonar en absoluto.
Kerri acabo arrastrándose fuera y apoyándose en una pared mientras aspiraba aire como si fuera el ultimo aliento que daba.

Termináis de hablar y Rash se dirije con gesto decidido hacia la torre, cuando veis salir a Groland, Faxlen y Kerri cargando alfombras entre los tres, alfombras de diferentes tamaños, formas y diseños. Al salir, los tres parecen tener mala cara.....os fijáis que Faxlen sale con algo de babilla colgando de su barbilla y en cuanto suelta una de las alfombras en el suelo fuera de la torre, se apoya en sus rodillas, intentando coger aire y una arcada le hace tirar lo poco que le queda dentro, vomitando pero en poca cantidad, como si ya hubiera vomitado antes. Levanta su semblante y os dice con débil voz:

- Creo que hemos encontrado algo debajo de las alfombras...

Kerri sale tambaleandose, dejando caer otra alfombra y arrodillándose en el suelo, vomitando largamente y manchando tanto la alfombra como el suelo, sus manos y parte de la pared.....donde se apoya y respira con pesadez.

Groland sale con mala cara y semblante adusto, pero deja caer la alfombra y entra de nuevo en la torre....de donde sale Arue, tapándose la cara con su capa. Ella se separa de la entrada y se dirige hacia vosotros.

Salís fuera, donde ambos elfos os contemplan desde cierta distancia, Rashaniel más cercano, pues se dirige hacia la torre, donde estáis vosotros.

Tras soltar las primeras alfombras, seguís sacando una tras otra, hasta que liberáis una gran parte de suelo, justo donde estaba el bulto que habéis notado.

En el suelo, bastante bien disimulada, hay una trampilla, fabricada con las mismas losas del suelo. De hecho, la manilla redonda de hierro que la levanta tiene una hendidura donde encaja bastante bien, pero no del todo. Gracias a la aguda vista de Faxlen y a un paso afortunado de Groland, habéis podido encontrar lo que a todas luces parece ser una trampilla secreta....

Aún os cuesta respirar dentro de la estancia, pero el aire está menos viciado...aunque las alfombras siguen estando tan mugrientas y asquerosas como al principio.*
 

Mientras estás terminando de sacar alfombras, te fijas que, aunque la mayoría están inservibles incluso como material de hoguera, hay tres que, con mucho estómago* y limpiándolas con mucho, mucho esmero, se podrían llegar a vender por unos 210 dragones

Rashaniel se detiene en seco cuando os ve aparecer, haciendo un exagerado gesto de cubrirse cuando le llega el olor que emana de aquellas alfombras. Luego, una mirada de comprensión aparece en su rostro, y una ligera sonrisa, como pensado que quizás ha tenido buena suerte de salir justo antes de que aquella peste lo inundara todo. Antes de que entréis de nuevo, se acerca a Groland y le tira de la manga, haciendo que se acerque hacia Brand, que está cargando la mula con parte del botín.

- Tenemos que hablar - dice, con tono neutro.

Al ver a Rash acercándose di un par de zancadas hacia él, pero me aparté al ver que iba en dirección a Groland. Si mi intuición no era mala, creía que Rash estaba actuando de mediador entre el oso y la mula para que se reconciliasen. 

Me encogí de hombros entonces y volví a la torre, dónde vi la trampilla que habían liberado a costa de varios vómitos. 

- ¿Queréis bajar? - pregunté a Kerri y Faxlen - Aunque supongo que tenemos que esperar a - que el matrimonio haga las paces - que Groland, Rash y Brand terminen de hablar. Tal vez deberíais aprovechar para beber un poco de agua y respirar un poco de aire, tenéis una pinta horrible. - dije con total sinceridad.

Tras retirar la última de las alfombras y descubrir el acceso oculto en el suelo de la torre (cosa que le produjo a Groland un subidón que no fue capaz de disimular del todo y que suavizó su humor), el guerrero salió del apestoso interior del edificio para tomar aire fresco y discutir con los demás qué hacer a continuación. Había tenido que terminar el trabajo sólo, pero no le importó: al fin y al cabo, si era el único con estómago para hacerlo, era su deber con el grupo. Cuando cruzó el umbral, Rash le tiró de la manga en un gesto que el guerrero ya conocía bien. Decidió atenderle antes que nada.

—Un momento, elfa —indicó a Arue, y acompañó al mago a un lado.

—Un momento, elfa —dijo Groland indicando a Rash que se alejaran un poco del grupo.

Cuando estuvieron a una distancia prudencial, Groland le puso una mano en el hombro y le preguntó en voz baja:

—¿Qué sucede, mago?

Era obvio que el guerrero, fuera lo que fuera lo que había pasado dentro de la torre, ahora no estaba tan cabreado como antes de entrar. Por lo demás, Rash pudo notar que su compañero daba importancia a lo que él tuviera que decirle, pero también cierta impaciencia. De vez en cuando el cormyriense lanzaba a una mirada hacia Brand, lo que parecía estar empeorando su humor por momentos.

Después de vomitar y tranquilizarme, veo como Rash habla con Groland. les sigo con la mirada sentada en el suelo, pero la visión es ocultada por Arue que poniéndose delante nos pregunta a Faxlen y a mi si vamos a entrar a lo que le respondo:- Si esta oculta, es por que guarda algo, que eso sea un tesoro o un vampiro, nadie lo sabe, pero tanto los magos como yo hemos gastado hechizos y enfrentarnos a un vampiro así como así, no es saludable, y menos dos veces en un día. Yo antes de intentar abrirla descansaría.

- Me llamo Rashaniel - dice, mirándole de forma severa, como un padre mirase a un hijo. Le llevó hasta Brand, y le puso lo más cerca que pudo - Ya que sois los dos tan cabezotas como dos mulas... voy a tener que hacer algo al respecto.

Si bien parecía intentar ser duro e inflexible, la voz le temblaba ligeramente. Estaba claro que no estaba acostumbrado a intentar imponer su voluntad sobre los demás, y la situación le costaba.

- Groland, quiero que te disculpes con Brand por la forma tan dura en la que le hablaste en la batalla - dijo, alzando la mano para impedir cualquier réplica - Luego, Brand, quiero que te disculpes con Groland por ese hechizo... tan peculiar. Y luego, quiero que Groland se disculpe nuevamente por ese puñetazo. Sois los dos buena gente, pero sois como dos jabalíes... y no quiero que todo esto se rompa por pura bravuconería.

-No pienso hacer nada por el estilo, Rash -contesta el elfo fríamente- por mi parte mis acciones estaban completamente justificadas. Y ademas, aunque el humano se disculpara no cambia lo que hizo, acusarme y girarse a mi cuando fue atacado verbalmente... por otra persona distinta. Esa no es una actitud que quiera tener en un compañero en el que vaya a depender mi vida.

-No obstante -continua Brand mas suavemente dirigiéndose al mago- visto que tu, al contrario que otros, parece apreciar mi presencia, estoy dispuesto a quedarme con el grupo hasta que acabemos con todos los cabos sueltos en el pueblo. Pero si se me vuelve a insultar de esa forma... no volveréis a verme por aquí.

Cuando Rash comenzó a caminar hacia Brand, Groland entendió de qué iba el tema.

—Oye, mag... Rashaniel... Rash... escucha...

No sirvió de nada: el semielfo estaba tan decidido a hacerles que estaba siendo capaz de superar su timidez. Lo que Groland no se esperaba fue lo que Rash le dijo: ¿¡Pedirle disculpas a ese descerebrado!?, pensó el guerrero. ¡Se merece todos los insultos y algunos puñetazos más! No escuchó lo que el semielfo dijo después: ya estaba poniendo en marcha una respuesta bastante antipática. Cuando Brand contestó. Groland apenas pudo obligar a su cerebro a contener la respuesta y atender a lo que el hechicero decía. Claramente, necesita otro puñetazo... Sus nudillos estaban preparados. Por suerte, se mantuvo suficientemente ensimismado como para no captar la arrogancia de la respuesta del elfo y al mismo tiempo suficientemente atento como para escuchar las palabras-clave: "cabos sueltos". Pensó en el hallazgo de la torre. Pensó en el orco fugitivo. Pensó en la mantícora. Y en el vampiro. Y en la hija de Nosequién, el herrero. Y en la pobre gente de Fairhill. Maldición, gordo estúpido: ¿vas a permitir que tu falta de autocontrol cueste la vida a tanta gente? ¿No estarías haciendo precisamente lo que estás condenando? ¿Qué diría el tío Ostrich? ¿Qué diría tu padre?

—Si has apostado por que me disculparé, Rash, ya puedes ir pagando —murmuró antes de girarse hacia Brand señalándole con un dedo acusador—. No me disculparé de nada, hechicero, descuida. —Se irguió de nuevo—. No obstante, no soy tan necio como para mandar todo al traste por mis odios personales, así que puedes estar tranquilo, elfo: no más insultos. —Y dándose la vuelta, añadió:— Ahora, hagamos de una vez nuestro trabajo.

Dicho esto, se largo por donde había venido.

- Ah, no, lo retiro - dijo, con una mirada de reproche, metiendo las manos en las mangas de la túnica - Sois peores que jabalíes... sois bebes cabezotas...

Dejó que Groland se marchara, negando para sí. Al menos, se dijo, seguirían juntos por ahora.

Rashaniel habló unos minutos con Groland y Brand, y finalmente el guerrero se marchó hacia el grupo. El joven semielfo miró a ambos, elfo y humano, con una expresión de reproche, y luego se unió a los demás.

- Bueno, ¿qué es eso que habéis encontrado bajo esas... asquerosas alfombras?

Tras un breve pero tenso intercambio de palabras con Brand bajo la atenta mirada de Rash, el guerrero había vuelto con Kerri, Arue y Faxlen. (Lo único que todos habían podido oir de la conversación fue lo último que dijo Groland, ya de vuelta: "Ahora, hagamos de una vez nuestro trabajo".) Groland explicó a Rash lo que habían encontrado bajo las alfombras de la torre (una pila de cadáveres tapando una trampilla, que nadie había abierto) y se puso al corriente de lo que estaban hablando los demás.

—Yo voto por explorar lo que sea que haya bajo la torre, Flowright* —opinó Groland de pie, con los brajos en jarras—, pero concuerdo con la hermana aquí presente en que no podemos bajar en estas condiciones. Además, hay algo más urgente que sí podemos hacer: dar caza al chamán. Es un peligro real y podemos con él. —Esta afirmación fue acompañada de un gesto con la cabeza hacia Kerri, un gesto con el que Groland pretendía cerrar el frente abierto con la mujer: el guerrero reconocía así su error al no ir tras el orco. En su oficio, obcecarse en un berrinche incrementaba las probabilidades de muerte tarde o temprano.— Dejemos todos esos cadáveres de orcos desvalijados sobre la trampilla para que nada pueda salir de allí, demos caza al chamán* y volvamos al pueblo. —Escupió a un lado.— Si hay algo ahí abajo, no parece haber salido en mucho tiempo, no creo que vaya a salir ahora y nosotros necesitamos recuperar fuerzas, ¿no?