Partida Rol por web

Cabizbajo, Rashaniel salió tras la sacerdotisa, haciendo repiquetear el bastón contra el inmaculado suelo. Miró a sus compañeros, como comprobando algo, y siguió a Shandrill hacia el exterior, haciéndoles un gesto con la cabeza para que le siguieran.

Sales y te arrodillas nada más salir del Templo, a escasos pasos de la entrada, un poco a la derecha. A tu alrededor, la sensación de paz es intensa, el sonido de las pequeñas criaturas nocturnas te rodea.....

Das un vistazo a tu alrededor y contemplas la oscuridad que rodea el pueblo, pero apenas distingues los árboles que están a unas decenas de metros a tu izquierda o derecha, en mitad del brezales y campos de hierbas salvajes. A tu alrededor hay, dispuestas en semicírculo, cuatro pequeñas edificaciones, además del templo.

Tres de ellas son pequeñas capillas cubiertas, que tienen pequeñas estatuas de otros dioses del bien, como Lathander, San Cuthbert, Helm, Tempus o Yondalla. En estas capillas puedes observar alrededor de cuatro personas rezando o realizando ofrendas, y en la capilla de Yondalla, reconoces una pequeña mediana con ropas de sacerdotisa que está realizando un pequeño oficio religioso ante otras dos personas. Una de las capillas, algo más grande, parece estar consagrada a Waukin y Tymora, y ves que allí hay cinco personas realizando sus ofrendas religiosas y orando. Otra edificación, una sencilla casa de madera con techo a dos aguas, pero algo más grande que las demás, está en el extremo izquierdo del semicírculo. Tus ojos dirigen su mirada hacia adelante, a las primeras casas que hay en un camino recto, las luces que surgen de las ventanas y pequeños faroles colgados en las puertas, te dejan ver figuras...personas que deambulan, hablan....y algunas observan hacia donde tú estás, con lo que dirías cierta curiosidad...pero están lo suficientemente lejos como para no sentirte cohibida. 

Cierras los ojos y te concentras en tu rezo.....

A tu memoria acude un recuerdo que tienes, algo atesorado en lo más profundo de tu mente....tu madre, enferma en la cama, tosiendo y sudando, mientras fuera caía la nieve sin parar, tu mano cogiendo la suya cuando los temblores arreciaban y su mirada, su última mirada, justo antes de expirar...viste un agradecimiento infinito en sus ojos, una lágrima caer por su mejilla antes de cerrarlos...antes de dejar de verte....tú fuiste lo último que ella pudo ver en su vida. Un fogonazo te lleva a una pequeña tumba con su nombre, donde depositaste un pequeño ramo de flores silvestres, antes de que otro fogonazo de memoria te lleve a ver los comedores y clases del Templo de Tyr y de Lathander, donde te educaron siendo una cría. No dejas de recordar con orgullo y alegría como creciste y te invistieron sacerdotisa, dándote cada vez mayor responsabilidad, las horas que pasabas ordenando la biblioteca, clasificando los diferentes escritos y discutiendo con otros como tú, mayores y jóvenes, acerca de la conveniencia de insertar alguna nota o aclaración en algún manuscrito, antes de poneros a debatir en qué sección de la cada vez más poblada biblioteca debería ser guardado aquel pedazo de saber. Recuerdas como, tras adquirir cada vez más y más responsabilidad, incluso tras tener bajo tus órdenes a otros jóvenes escribas y voluntarios, te aburrías haciendo día tras día lo mismo...y los mismos escritos e historias que habías estado leyendo, corrigiendo y clasificando, estimularon tus deseos de recorrer mundo, de aprender todo aquello, no a través de los libros...si no en tu propia persona.....y así, con permiso de tus superiores, abandonaste tus orígenes y saliste a ver mundo, a aprender, a experimentar....recuerdas como sin pensarlo mucho debido a las ganas, a la excitación, te equipaste con todo lo que había en tu habitación que aún te pertenecía y saliste de allí, con la sensación de haber dejado un gran peso que te agobiaba en tus espaldas detrás...y con un nuevo horizonte delante de tí....

Oyes un piar...y sin poder evitarlo...abres un ojo y ves un pajarillo, con la barriga de color rojizo y pequeño pico, se posa delante de tí, piando unas pocas veces más, mientras te observa girando la cabeza de una forma algo inverosímil...pero que te resulta divertida. Cierras el ojo de nuevo, tratando de concentrarte en tu rezo...y lo único que te viene a tu mente es un largo camino en el cual viste dos intersecciones y tuviste que elegir...sin saber cual sería tu destino final....

Brand, aturdido y desorientado como estaba, no tenia la lucidez suficiente como para terminar de entender lo que estaba pasando a su alrededor. No obstante podía seguir instrucciones simples, y el gesto de su compañero Rash sirvió para que empezara a seguirlo fuera.

Shandrill, mientras salía, contempló a Brand con un ligero parpadeo de ojos, como sopesándolo...."Mis sacerdotisas os sanarán...antes de que os vayáis, para que podáis dormir y recuperar fuerzas..." Dio un par de palmadas y las dos sacerdotisas que habían desaparecido disimuladamente del templo por algún sitio que no llegasteis a contemplar, reaparecieron ahora y se acercaron solícitas a Brand y al resto...."Atendedles sus heridas..."

Tras esas palabras, salió al exterior.....

Las dos jóvenes muchachas, apenas salidas de la pubertad, fueron hacia el grupo y posaron sus suaves y delicadas manos en el rostro y cuerpo de Brand, así como en cualquier otro que estuviera herido, emitiendo pequeños rezos por sus pequeñas y dulces bocas.......cuando terminaron, cada una le dedicó unas sonrisas y miradas, poco inocentes, a Groland y a Rashaniel, conforme se alejaban...había algún tipo de promesa en sus ojos....y un ardor que era difícil de ocultar....con unas risas complices, desaparecieron de nuevo en el fondo del templo...en algún cuarto posterior....

No se si lo había comprendido, pero me daban carta blanca para que tomara mi decisión y esta me llevaría a algun lugar aun velado para mi.
Así que se levanto y dirigiéndose a Shandrill la digo:- Sacerdotisa Shandrill, tenga la espada, guárdela un momento y ve preparando una investidura, para que yo Sacerdotisa del Panteón Faeurico sea aceptada por la Diosa Freya en su seno.
Mientras lo preparas, he de visitar por ultima vez un templo de mi actual panteón.

Dicho eso le entrego la espada y me dirijo a el templo de Lathander

Me dirijo al templo de Lathander, donde entro y acercándome al altar me arrodillo como tantas veces he echo y rezo, todos y cada uno de las oraciones aprendidas, tardando mas de media hora en el proceso, dando gracias por todo lo vivido entre cada oración, pidiendo perdón por no poder ir a cada uno de los templos del panteón y despedirse como se merecen los que han sido sus guía durante toda su vida.
AL terminar se quita el amuleto que tantas veces a tocado y mirado, y dándole un beso como una hija que abandona el hogar lo deja encima del altar.
Después con la cabeza gacha se va hasta salir del templo pidiendo disculpas pues me siento culpable de abandonarles, pero creo que podría hacer mas por las gentes de bien con Freya en estos momentos.
Sale del templo y vuelve a al Freya

Me estaba perdiendo algo y no sabía el qué. Había algo que no entendía en lo que estaba ocurriendo. Mientras las jovencitas (demasiado) sacerdotisas curaban a mis compañeros, pues a mí la poción me había curado por completo*, observé todo con ojos de cazador, intentado entender qué ocurría y a dónde se dirigía la situación. Sin embargo, no lo conseguía. Tenía algo que ver con dioses y yo no entendía ni jota sobre eso.

- Me he perdido. ¿Alguien me explica que le pasa a nuestra amiga bibliotecaria con mala leche? - pregunté a mis compañeros mientras la Assimar se alejaba con aparente prisa.

Visiblemente incómodo ante las excesivas atenciones que le dedicó una de las sacerdotisas -no era un chico muy experimentado, pero pensó que el tiempo que los finos dedos de la joven pasaron sobre su bajo vientre era más de lo habitual- Rashaniel se relajó cuando se alejaron, no sin mostrar algo de vergüenza ante las miradas que les dedicaron a él y a Groland. El humano era alto, fuerte y musculado, y comprendía que se hubieran mostrado interesadas en él. ¿Pero en un semielfo flacucho?

- Freya ha hablado a Kerri, Arue - dijo, acercándose a la joven - Supongo que al usar la espada sagrada, y tener una conexión divina, ha resultado más fácil que si lo hubiéramos hecho cualquiera de nosotros. Según parece va a vestir los hábitos de este templo y servir a un nuevo dios.

Enarqué una ceja meintras dejaba escapar un "aaaah" largo y  poco entusiasta. Asíque una diosa le hablaba y se decidía a cambiarse de deidad. Pues vaya. ¿Funcionan así las cosas con los Dioses?

- ¿Y su otro Dios no se enfadará con ella y la castigará, o algo así, por traicionarle? ¿No tiene que ser fiel o algo? - ¿Y si le hubiese hablado el dios del sacerdote orco, se habría ido corriendo con él a convertirse? 

No entendía de cosas de fe pero creía que aquellos que creían como Kerri tenían una fe fuerte e inquebrantable. ¿Que un dios te hablase a través de una espada te hacía cambiarte de religión así, sin más? ¿Y cómo sabía que de verdad era la diosa Freya? ¿Y si era un conjuro de Shandrill? 

- ¿Tenemos que quedarnos nosotros también? Por que yo preferiría irme a dormir, siendo sinceros.

El semielfo se encogió de hombros, también estaba algo cansado.

- Supongo que por eso va al templo de Lathander, para despedirse - dijo, sin mucha convicción - Yo tampoco soy alguien muy espiritual, así que no sé hasta qué punto es de íntima la conexión de Kerri con su dios. Espero que no le suponga ningún problema.

Se acercó a la sacerdotisa y le habló sin mirarle a los ojos.

- Shandrill, ¿la ceremonia de investidura es privada? ¿O debemos asistir? Mis compañeros y yo mismo estamos agotados y nos vendría bien darnos un baño y descansar.

—Ha tenido una visión de la diosa Freya —interrumpió un vozarrón lleno de convicción.

Era Groland, que había salido con los demás presentes al atrio del templo, y sus palabras, lejos de parecer una pregunta, eran toda una afirmación. Una vez hubo obtenido la atención de sus compañeros, gruñó y continuó, como para aclarar dudas:

—Yo también la vi. En el patio del castillo.

Su cara sombría era un poema. Tenía una mano apoyada en la cabeza de la maza que llevaba colgada de sus correajes, al cinto, y la otra sostenía al hombro la bolsa donde llevaba todas sus pertenencias desde que había perdido la mochila. No había hecho ni caso a las insinuaciones de las adeptas del templo: su cabeza no estaba en esas cosas.

—¿Por qué? —Su pregunta dolida iba dirigida a la sacerdotisa, pero no la miraba, quizás por temor pío: Groland no era un devoto, pero no quería despertar la ira de los dioses.— ¿Por qué se nos aparece? ¿Lo hace con todo el que blanda la espada o...?

No acabó la pregunta. El malestar del guerrero era evidente, aunque el motivo no lo fuera: la experiencia mística del campo de batalla le había hecho sentir especial, un elegido de la diosa, escogido entre todos los mortales para servirla a Ella. La decepción al ver que otra persona también había obtenido esa atención era la reacción normal en alguien como él, sencillo, que no ha visto un dios de cerca en su puta vida y no conocía el tipo de caprichos a los que las voluntades divinas estaban perfectamente acostumbradas.

Shandrill, que en ése momento estaba apartando la cortina de la entrada, se paró y te observó con aire misterioso, asintiendo ante tus palabras..."No te preocupes...la guardaré hasta tu regreso....prepararé lo necesario y luego hablaremos, largo y tendido...". Un nuevo asentimiento fue la despedida que te dirigió, antes de dar la vuelta e intentar meterse de nuevo dentro...cuando surgieron las preguntas de Rashaniel y Groland..

- Shandrill, ¿la ceremonia de investidura es privada? ¿O debemos asistir? Mis compañeros y yo mismo estamos agotados y nos vendría bien darnos un baño y descansar.

"No...es una cuestión privada, os agradecería si nos disculpáis y nos permitís tener privacidad, pues es un momento importante, tanto para Kerry como para mí....y realmente pienso que os habéis ganado un descanso."

La revelación de Groland hizo que Shandrill lo mirara y sonriera...."Sí...lo noté en tí....el toque de la Diosa..." pero las preguntas posteriores, la recriminación velada que hizo Groland, no pareció gustarle a la suma sacerdotisa, cuyos ojos, cálidos en esos momentos, no "sonrieron" demasiado al oir las quejas casi infantiles del hombre..."Groland..." casi susurró...como cansada de ciertas actitudes....."Freya es una diosa caprichosa, como todas las diosas....pero te aseguro que no elige a "cualquiera" para transmitirle su amor o su predilección...." le explicó con la misma paciencia que emplearía con un niño...y a decir verdad, era casi lo que estaba haciendo, pues Groland era un niño comparado con ella...."Eres especial...de hecho, en mi humilde opinión, y si tenéis a bien tenerla en cuenta, todos vosotros sois especiales, pues habéis sido atraidos hasta aquí...y te puedo asegurar, Groland, que hace mucho tiempo que nadie había tenido una visión de la diosa."

Entrando dentro del templo, mantuvo con una mano la cortina subida unos momentos..."Si lo deseáis...mañana por la mañana, acudid aquí y podemos hablar más. Si no venís, lo entenderé....pero eso no quiere decir que os vayáis a librar de mí tan fácilmente...." dice la mujer, con una enigmática sonrisa....

El semielfo asintió ante las palabras de la sacerdotisa y se dirigió hacia la exploradora, que también estaba interesada en descansar. También a Brand le vendría bien dormir, ya que tenía los mismos problemas que el mago para recordar sus conjuros al final del día.

- Gracias por todo, Shandrill, mañana al despuntar el día vendremos a buscar a Kerri y decidir qué hacemos - dijo, retirándose un mechón de cabello - Hay mucho que hacer.

Y diciendo esto, pasó junto a Groland, palmeando su hombro de forma comprensiva, y salió a la noche estrellada.

"Al fin." - pensé mientras todo mi cuerpo parecía decir lo mismo.

- Pues buenas noches, y que vaya bien la...investidura. - o no. No me importaba.

Vi la mirada que me lanzaba Rash y asentí. Agarrando con fuerza mis cosas y el nuevo arco de Shandrill, salí tras él. Yo, por otra parte, no toqué a Groland. Si había comprendido bien sus palabras estaba celoso de Kerri, aunque no creía que a él le interesase ser un paladín cuándo despertase mañana y viese las cosas de otro modo. Y sobretodo no creía que apreciase un par de palmaditas de mi parte. Por ello, pasé por su lado y salí tras el semielfo, deseando por fin poder descansar. Qué duro era esto de ir en grupo...

-Como han dicho mis compañeros mañana volveremos y decidiremos que hacer, pues ahora mismo no estamos en condiciones para decidir nada -dice un lucido pero todavía exhausto Brand-. Y ahora si me disculpan...

Tras sus palabras el hechicero se dirigió a donde se encontraba Rash y Aure alcanzándolos con facilidad y pasandoles a ambos un brazo por los hombros los dirigió a la posada.

-Que os parece una buena cena antes de ir a descansar? Y de paso me podéis explicar lo que ha pasado mientras estaba... digamos que distraído.

Kerri dice a todos, Debo quedarme, vosotros ir a descansar, yo debo atender la llamada y las nuevas obligaciones, disculparme.
Y dicho esto miro a Shandrill esperando a que me indique donde debemos ir.

Shandrill se despidió de todos con leves inclinaciones de cabeza, a la vez que tenues sonrisas. Se la notaba en cierta medida agotada, pero una luz interior en sus ojos decía que tenía energía para más...mucho más.

Una vez todos hubieron salido, Shandrill se giró a Kerry.....

Shandrill se acerca a tí y te pide que la acompañes a su cuarto, donde te pide que te desnudes completamente.

Una vez lo has hecho, te pasa una simple túnica por encima de la cabeza y juntas, rezáis durante buena parte de la noche delante del altar, arrodilladas y orando una y otra vez. De vez en cuando, Shandrill se detiene, te ofrece un vaso de agua y te cuenta alguna "parabola" o historia, donde vas adquiriendo los nuevos conocimientos sobre la Diosa Freya que necesitarás en un futuro....También realiza ciertos rituales, donde te abandonas por completo a la nueva fe, sintiendo como la presencia de Freya te llena y te inunda de comprensión, sabiduría y nuevos conocimientos. En el proceso, tus antiguos conocimientos se difuminan en tu memoria....

Cuando te quieres dar cuenta, estás profundamente dormida, apoyada en uno de los pocos bancos del lugar, arropada por una ligera manta que Shandrill ha echado por encima de tus hombros. Y la noche pasa.....

- De acuerdo. Vayamos a cenar. Pero algo sencillo, lo que más quiero ahora es coger la cama...

Groland recibió las palabras de la sacerdotisa con un suspiro y un escueto y neutro gruñido, y su despedida de Kerri y Shandrill fue un quedo “stamañana”. Mientras las dos mujeres desaparecían en el templo, el cormyriense agarró su capa, se envolvió toscamente los hombros con ella y se encaminó tras los tres elfos, que ya avanzaban calle abajo.