Partida Rol por web

Antes de recibir una respuesta a mi pregunta escuché el inconfundible sonido de una espada siendo desenvainada. Al girarme vi la luz azulada de la espada ceremonial de Groland y fruncí el entrecejo. ¿Por qué brillaba? ¿Por qué ahora y no antes? Una sensación de peligro hizo que tensase mis músculos. Esa espada había brillado antes, en medio de la batalla contra los orcos. ¿Y si el brillo era algún tipo de defensa contra el mal? ¿O un aviso? ¿Quería decir eso que había orcos u otros enemigos cerca?

"Por todos los Dioses, no jodamos..."

Una vez con el acero extendido frente a él, percatándose del ceño fruncido de Arue y entendiendo* su significado, Groland tuvo una ocurrencia. ¿Y si...? Al momento, extendió el brazo que empuñaba el arma y, lentamente, comenzó a moverse en esta postura, apuntando en una y otra dirección: primero, moviendo la espada a su alrededor; luego, caminando despacio por la habitación, tanteando.

Al final había conseguido parte de lo que había pedido, tenían frascos de curación y de agua bendita, armas de extrema calidad o mágicas y lo mejor de todo, asegurar la vida a uno de ellos, pero la cosa no acabo hay, Groland cual mercenario ávido de dinero y objetos se lanzo a por la espada sin hablar lo sin más. ella podía manejar la espada, quizás no como el, pero quizás al ser cleriga podría tener algun beneficio extra, aunque no fuese creyente de Freya, no eran en absoluto enemigos sus dioses. Así que se dispuso a hablar con el, pero entonces Arue cogió el arco, la verdad que le viene perfecto, pensé, momento en el que Rash cogió todos los viales y aprovecho para hablar en privado con la sacerdotisa, a lo cual ella accedió a introducirle en su cámara privada, cosa que sorprendió a la elfa. Desde allí nos llego algun rumor de que levantaban las voces, pero al empezar a hablar Baran y Lauriel dejo de escucharse. Veía todo como una mera espectadora, como si estuviera leyendo mis libros en la biblioteca, mas esto era real y de esa ensoñación me saco Groland preguntándome por lo que sabia del vampiro, a lo que iba a contestar cuando de repente la espada se pone otra vez a refulgir y la saca Groland moviéndose de un lado para otro, como comprobando algo, Arue frunce el ceño y a mi todo esto me empieza a escamar por lo que digo:- Groland, luego hablaremos de los vampiros, si aquí hay alguna biblioteca, podría mirarse la historia del lugar y llegar a conclusiones, pero tendría que estar unos cuantos días buscando información, sobre lo que se de los vampiros te lo diré luego. Luego acercándome hacia donde iba Groland le pongo la mano en el hombro y a continuación digo:- Comprobemos que pasa si la coge otra persona, déjame la espada y veamos si ilumina mas por mi fe, o menos, o sigue igual. Extiendo la mano para que me dejara la espada

—¿Eh...?

La petición de Kerri pilló de sorpresa a Groland, que titubeó unos segundos antes de responder. ¿Qué te pasa, hombre?, se riñó sin dejar de mirar la hoja de la espada. No seas mezquino...

—Uh, sí... sí, claro... Toma. —Groland bajó la hoja de la espada y le ofreció el pomo a la clériga.— Buena idea...

Mientras Kerri comenzaba a manipular la espada, y sin perder ojo, Groland ayudó a Brand, a quien había dejado por su cuenta, a sentarse en uno de los bancos.

Con la espada en la mano me acerco hacia la piel por donde han desaparecido Shandril y Rash y miro fijamente la intensidad del la espada, si aumenta o disminuye desde que la he cogido.

Shandrill asintió sin dudarlo ni un segundo...."Por supuesto Rashaniel. No creo que haya ningún problema en darte éso que solicitas, aunque tienes mi palabra que sólo con decir que vas de mi parte, en muchos sitios ya te tendrán en consideración....pero es justo lo que pides. Lo comentaré con Arlen y os lo prepararemos, como muestra, una más, de agradecimiento de Fairhill....pero..." y ahí se permitió una pequeña sonrisa....."...permíteme si te digo que veo en vosotros un espítitu noble, pese a tus últimas palabras, y que aún tenéis más alegrías que repartir."

Dicho esto, la sacerdotisa se sentó en la cama y con un tono de voz más suave te dijo...."si me lo permites Rashaniel....me gustaría descansar...hay muchas cosas que hacer, y vosotros también tenéis aspecto de estar maltrechos y necesitar un buen descanso. Id...cenad y dormid, recuperáos....aunque no sé si las gentes os lo permitirán...necesitaban una alegría, una luz de esperanza en éstos tiempos oscuros...y vosotros se la habéis dado. Por lo tanto, responderán adecuadamente."

Con una inclinación de cabeza y una enigmática sonrisa, se despidió de tí...."Que Freya te acompañe, amigo."

La elfa se giró hacia Arue cuando ésta le preguntó, mirándola con seriedad..."La verdad, no lo sé....ése arco lleva con Shandrill desde que yo la conozco. A veces se le ha visto salir de caza con él, y volver con piezas increíbles. Es un bello y poderoso arco, y Shandrill te lo ha confiado...así que, cuídalo..." y como si hubiera recordado algo en el último momento, añadió con un pequeño mohín..."por favor."

La mujer agachó la cabeza ligeramente sonrojada, carraspeando y mirando hacia otro lado....retornando a su conversación con Baran...."Ya te he dicho que llevo mucho tiempo pensándolo..."
 

Al sacar la espada, la reacción de Baran y de Lauriel fue tan simple como girar la cabeza y observar con cierta extrañeza a Groland, sobretodo cuando se puso a realizar movimientos por la sala, comprobando a saber qué. Ambos lo miraban mudos, pero con una fuerte interrogación en la mirada, inclusive, con el sempiterno ceño de la elfa fruncido, en tono de reproche.

Mas la espada no dejó de brillar, ni aumentó la intensidad, ni la disminuyó. Su luz ligeramente azulada se mantuvo brillando en todo momento, inclusive cuando pasó a manos de Kerri....

Al ir a coger la espada, te das cuenta que su empuñadura de cuerno de ciervo no parece demasiado apropiada para el combate, y la vaina de la misma es rústica, de cuero reforzado y sin adornos.

Sin embargo, te das cuenta de la exquisita hechura de la espada, en su peso, en su equilibrio. Es una obra de arte. Inclusive ves que la hoja está cubierta por runas de un diseño desconocido, fínamente grabadas.

Conforme la empuñas te da la impresión de percibir una condición etérea en la espada, pero no logras comprenderla. La empuñadura se adapta a tu mano como si el cuerno se moldeara para que el agarre sea perfecto, resultándote cómodo y eficaz a la vez, al segundo de cogerla, te da la impresión de haber luchado con ella muchas batallas, tal es la familiaridad.

El filo despide un brillo cálido y suave, intenso, de color azulado, que en un sitio oscuro es posible que ilumine a tu alrededor, permitiéndote ver en la oscuridad y a tus enemigos.

Poco a poco dejas de ver tu entorno, el templo, el altar, tus compañeros...todo desaparece, el crepitar de las llamas, el sonido de las voces, el murmullo tras la cortina.....todo, mientras es sustituido por una visión.......ves un cielo azul, limpio, sin mácula, nubes de algodón, un halcón que recorre el cielo majestuosamente mientras gira hacia donde tú estás, de pie, esperándolo. Estás en mitad de un prado de color verde, rodeado de cosechas de trigo hasta donde te llega la vista, con un olor a tierra y hierba que llena tus fosas nasales y que te hace sentir una punzada de dolor en tu corazón, inundando de nostalgia por el hogar tu alma. 

El halcón desciende hasta tí, dando vueltas y vueltas....lanzando un grito de alegría al viento proclamando su júbilo, para transformarse justo antes de tocar el suelo en un enorme lobo invernal de color blanco y ojos azules, que trota hasta tí con la lengua fuera....justo antes de llegar se transforma de nuevo en un dulce y pequeño ciervo...orejas enhiestas, cola blanca.....y los ojos más inteligentes que has visto jamás. 

Su morro toca tu mano, la cual alzas temblorosa por la situación, pues estás totalmente sorprendida, y en el intervalo de tiempo que dura un parpadeo, te encuentras cogiendo la empuñadura de una espada que te tiende una doncella guerrera, vestida en reluciente armadura plateada, rubia, trenzas largas y rubias, formas exuberantes y ojos azules, límpidos y hermosos, con un aura plateada a su alrededor. Sonríe y asiente mientras te la da y alcanzas a oir una dulce y poderosa voz ...."Lucha por mí, clériga...únete a mí...sé de los míos........haz la Guerra a mis enemigos....y el amor a mis hombres. Te invito a pertenecer a mi congregación, a dar un paso más allá y unirte a mi causa. Represento el ciclo de la muerte y el renacimiento....la fertilidad en todas su formas. Como congregación de Valquirias, mis representantes luchan contra todo aquel que amenaza cualquiera de las cosas que nosotras amamos....la cosecha...la sexualidad...la procreación.  Dime....¿te unirías a mí? Si lo deseas....arrodillate, y serás una Valquiria. Podrás amar, reir, plantar y cosechar,  copular y procrear...y si alguien amenaza esa forma de vida, vengarte en mi nombre....dime.....¿Te unes a mí?"

Lo que me ofrecía la diosa era muy interesante. por fin lucharía contra el mal del mundo, no con inteligencia y sabiduría, sino ahora tambien con la fuerza de la espada, pero en casi todo había un pero, debía dejar a mis amados Dioses, y aunque dentro de la congregación del grandioso panteón no tenia ninguna importancia, era una perdida, y no sabia como se lo tomarían, quizás alguno le diera igual, o comprendiera la motivación, pero y los demás?, en fin una oportunidad como esta no se ofrecía todos los días,la dificultad era si en algun momento tendría que combatir contra seres del bien, eso podría ser un conflicto interno y dar por finalizado su relación con la diosa, pues en su naturaleza estaba el defender al hombre de bien y destruir todo lo maligno y perverso. Pero en esta nueva era la fertilidad y el renacer y no veía hasta que punto eso iría con mi naturaleza, por lo que la digo mentalmente:
- Mi Diosa Freya, Soy una Assimar, en cuya naturaleza esta el bien y el ayudar a los demás, mi deseo es castigar todo mal que se produzca en el mundo, vengando las afrentas a los débiles y gente de bien. Soy cleriga del panteón Faeurico de Tyr, Torm, ilmaster y Lazhander.
Si crees que seré una buena sierva en tu gran propósito aquí me tienes, mas antes de que me consagres quisiera despedirme de mis actuales dioses.

Kerri se relaja y bajando la espada, pero sin soltarla mira sin ver a todos y cada uno de los presentes.

En cuanto Groland hubo acomodado a Brand, no perdió un segundo en volver su atención a Kerri. Vamos a ver si entendemos qué es esa luz... Pero para cuando volvió los ojos hacia su compañera, la aasimar ya no prestaba atención a la espada, cuya luz no había variado en absoluto, sino que ahora parecía ensimismada por algún motivo. ¿Pero qué le...? ¡No! ¡A ella también le ha pasado! El primer impulso del guerrero fue saltar a por la espada, pero logró contenerse. En cambio, se acercó a Kerri como quien se preocupa por alguien que está actuando raro y trató de cogerle discretamente la espada de las manos.

—¿Está bien, hermana...? ¿Un mareo...?

Asentí a Lauriel tras sus palabras, aunque en ese momento la mayor parte de mi atención recaía en la espada y su extraña luz. Intentaba discernir qué era exactamente lo que significaba esa luz, pero no conseguía sacar aguas claras. Si mi primer instinto era el cierto, ¿porqué la luz no variaba en intensidad? Si era una especie de aviso, debería ser más intenso si apuntabas al peligro, ¿no? Al estar más cerca... Pero no lo hacía. Y tampoco parecía ser más potente en manos de una clériga. ¿Qué era entonces esa maldita luz?

Sin embargo noté algo raro en la Assimar y me puse en tensión. Tal vez la luz sólo era una distracción, o un efecto secundario. Tal vez el portador de la espada notaba algo distinto que el que la llevaba.

Observé desde la distancia como el grandullón se acercaba a la mujer y le intentaba coger la espada, aparentemente preocupado. Algo me decía que iba a haber un encontronazo de palabras, como poco, sobretodo teniendo en cuenta como había actuado la mujer durante el resto del día. Pero no dije nada. Esperé.

De repente me percate otra vez de la realidad y como Groland me decía unas palabras a las que respondí:- Eh?, que?, no, estoy bien, perfectamente, solo necesito salir fuera un momento y rezar, dejarme sola un momento. Por favor. Dicho esto salgo fuera lentamente con la espada en la mano. al salir del templo me paro y poniéndome a un lado me pongo de rodillas, dejando la espada en el suelo delante de mi,(sin tocarla) y empiezo a rezar.

Me agacho de rodillas y dejo la espada apoyada en el suelo delante de mi a la par que empiezo a rezar a todos mis Dioses, mis pensamientos van lanzados junto con los rezos aprendidos durante años, no se si recibire respuesta pero tengo que intentarlo. Mis Dioses, he recibido una propuesta de la Diosa Freya, en ellas me insta a que me una a ella y sea la espada vengadora y justiciera en este mundo maltratado por los dioses malignos, si acepto me dará una espada consagrada por ella con la que me habla, pero no quisiera abandonar este servicio durante todos estos años sin que me deis una señal de que hago lo adecuado, hasta ahora he estado en la biblioteca, en la ciudad propagando vuestra palabra, pero al salir he descubierto que mi verdadera vocación es defender al débil y ayudar al ser de bien, acabando con todo lo maléfico, indicarme si estáis de acuerdo o no con que mi servicio pase a la Diosa Freya con la cual podre ayudaros en acabar con el mal que asola esta tierra.
Me callo y espero algun tipo de señal mientras miro la espada apoyada en el suelo delante de mi.

Al no poder recuperar la espada, Groland soltó un imperceptible bufido y dejo que la clériga saliera del edificio. Sumido en sus pensamientos, sin saber qué hacer a continuación, el guerrero paseó su mirada por entre los presentes: Lauriel, el caballero Baran, Arue, el semiinconsciente Brand... Incluso miró brevemente hacia las pieles por las que habían desaparecido Rash y Shandril. ¿Y ahora qué hago?, se dijo para sus adentros. No le pasó desapercibida la atención que había prestado la drow a sus movimientos. Maldita Flowright... No se le escapa ni una.

- Mi Diosa Freya, Soy una Assimar, en cuya naturaleza esta el bien y el ayudar a los demás, mi deseo es castigar todo mal que se produzca en el mundo, vengando las afrentas a los débiles y gente de bien. Soy cleriga del panteón Faeurico de Tyr, Torm, ilmaster y Lazhander.
Si crees que seré una buena sierva en tu gran propósito aquí me tienes, mas antes de que me consagres quisiera despedirme de mis actuales dioses.

 A tu contestación mental, oyes una risa cantarina que surge de la nada y se pierde en el horizonte, como si un espíritu hubiera volado a través de tí.......al poco, sientes una calidez que surge de la espada y recorre tu brazo suavemente, infundiendo tu cuerpo del sabor del verano, de la tierra recién mojada, del olor a hierba cortada...y por unos momentos, hueles a sudor de hombre....pero aunque instintivamente arrugas la nariz, no dejas de notar que es un olor que te resulta altamente estimulante.....

Tanto Lauriel como Baran habían enmudecido en cuanto Kerry se quedó "en blanco", observándola con intensidad...incluso Lauriel se llevó en ése momento su mano a los labios y musitó un quedo..."no puede ser.....", antes de acudir, con paso presto, hasta las pieles que cubrían la habitación de Shandrill.... 

Baran cedió el paso a Kerri, apartando la sencilla cortina que hacía las veces de puerta en el templo de Freya al verla venir hacia él con paso decidido. 

En cuanto Kerri salió, Baran observó al resto, con una mirada indescifrable....

Detrás de la piel se escuchó la voz dura y seca de Lauriel...."Shandrill....¿puedo pasar?", a lo que la sacerdotisa contestó con un suave "Adelante...". La piel de la entrada de la pieza donde estabas se abrió y Lauriel asomó la cabeza, para decir en voz baja..."Creo que Freya se ha manifestado a la Aasimar....al menos, actúa de forma extraña justo después de coger la espada..."....su ceja izquierda subió en su frente, con un gesto de interrogación implícito en él.

Shandril se levantó de la cama y sonrió abiertamente...."Eso es bueno, Lauriel...tengo que hablar con ella. Disculpa Rash." 

Dicho ésto, salió de la habitación mientras Lauriel sostenía la piel con un brazo. La elfa enfundada en su armadura te miró parpadeando algo sorprendida, pero se recuperó rápido y te dijo "creo que será mejor que la acompañemos...", mientras sostenía la piel para que salieras....

Lauriel se asomó a la habitación, susurrando algo, y unos segundos después, salió Shandrill, que, cruzando la sala con una amplia sonrisa de oreja a oreja, se dirigió hacia la puerta, tras el gesto que le dedicó Baran con la cabeza desde la puerta...ése gesto era para indicar que había alguien fuera....y era indudable a quién se referían.