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[ELdG] El Dilema sobre Malocchio Aderre

Día 4 - El Crisol

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17/01/2019, 10:07
Genann Gruadhsolus

Gritos, malas caras, rechazo o reticencia. Era lo que ocurría cuando un pueblo como el gitano se veía contaminado por aquellos que llamaban giorgios. No era algo que pudiera echarles en cara. Había visto como muchos trataban a los vistani. Pero en medio de todo aquello, su petición de ayuda para Alanis había sido respondida y una vieja pelleja de aparente mal carácter y con auténtico poder entre los suyos, se impuso a todo y se decidió a ayudarles.

-Perdone señora -dijo siguiendo a la anciana-. Soy Genann. Druida de oficio y vocación. Me gustaría acompañarla y si es posible, ayudar y aprender de lo que vaya a hacer para recuperar a Alanis.

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17/01/2019, 13:16
Quiora

-Aahhhh, una bruja!

La semiorca dio un respingo cuando la anciana alargó su huesuda garra para quitarle a Alanis de encima. Por supuesto se dejó hacer, no había nada peor que llevarle la contraria a una bruja. Maldición segura. Eso le recordó cierta cosilla...

- Anda, pues seguro que ella sabe lo de la maldición del tipejo ese... cómo se llamaba... no sé qué de 'Pinocho Aperrete'?

Las luces y música distraían demasiado a la mestiza, la cual no contaba con las neuronas suficientes para que su cerebro trabajara con eficiencia.

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17/01/2019, 20:42
Menon

La actitud recelosa del campamento fue rápidamente cortada por la anciana, sería esto un matriarcado? Sin duda la rápida sumisión de todos así lo probaba, echar un vistazo al ritual para curar que le iban a realizar sobre Alanis era tentador, pero el druida ya se había apuntado y no quería jugársela a ser mal recibido.

- Ya que esta noche será segura echaré un vistazo por si veo algo útil en la tienda.

Esta gente es nómada, lo mismo tienen algo bueno de sitios lejanos.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+4)=23

Notas de juego

Hago una tirada de avistar para ver bien el contenido de la tienda.

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19/01/2019, 15:37
Alarico Maldonado

El clérigo había asistido estupefacto a la caída de la bella Alanis y, ahora, se sentía a mitad perplejo, intrigado y preocupado. Por un lado, era evidente que Alanis, más allá de su belleza, no estaba siendo demasiado útil para el grupo. Pero bueno... era preciosa y eso siempre era algo que valorar. Había estado suficiente tiempo a un lado y a otro de la cadena, y del latigo, para valorar a alguien como ella en cada uno de los sentidos del término valorar. 

¿Pero eso? ¿esa especie de reacción de aquellas ramas marchitas? ¿cómo habían podido introducirse en la hechicera con tanta virulencia? Le intrigaba y sorprendía a partes iguales, y tanto lo hacía, que no acertó siquiera a responder a las cuitas y preocupaciones del bueno de Corvino.

No fue sino cuando ya habían llegado al campamento gitano cuando se acercó a Corvino.

- Corvino, mi buen amigo... no he querido en ese momento llevar más problemas a nuestros atribulados compañeros. Pero recuerdo tus palabras. Si es tu deseo, podemos retirarnos ahora, más tarde, y hablar sobre lo divino y sobre lo oculto y pernicioso que os preocupa. Pero ahora, calmad vuestras ansias y miedos, puesto que nada perjudicaría más que causaros mal. Mi Señor divino nos protege.

Ya, más tarde, el clérigo asintió a las palabras de Quiora sin embargo, nada dijo, ni corrigió. Primero que curaran a Alanis. Y luego ya hablarían de Malocchio Aderre.

- ¿Qué le ha pasado, señora de la caravana? - preguntó con respeto a la gitana- ¿qué le ocurrirá si no se le sana? ¿podéis hacerlo?

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21/01/2019, 09:43
Director

Todos los gitanos se giraron a la vez en dirección a Quiora, sacando de nuevo sus cimitarras.

-¿Ha dicho Malocchio Aderre? ¿Vienen de parte de ese sucio giorgio que nos está matando?

-No, no... Ha dicho Pinocho Aperrete, tranquilos todos.

Las espadas fueron envainadas, y la música volvió a fluir. Mientras, Sapo examinó a Bigotes. El mustélido también había inhalado polen de rama marchita, y estaba algo atolondrado y torpe, pero consciente. El bichejo era más resistente que esa flor delicada llamada Alanis, pero tarde o temprano también sucumbiría al veneno. Era como si las vidas de Ama y Mascota estuviesen ligadas de alguna manera.

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21/01/2019, 09:55
Vicenzo

Vicenzo miró con desprecio a la despampanante norteña.

No voy a tocarte ni con un palo, giorgia. El único modo de comprarnos una espada es con dinero, y dudo que encuentres algo tan aparatoso y tan poco manejable como un mandoble. Ve a la tienda.

El Capitán señaló a la manta extendida en la que Menon ya estaba examinando los productos:

-Una cimitarra por doce insípidos.

-Una cimitarra grande, o alfanjón, por cincuenta y siete insípidos.

-Dos navajas* por dos insípidos cada uno.

-Dos arcos cortos por veintitrés insípidos cada uno, con diez flechas de regalo por la compra.

-Una flecha mágica por treinta y cinco insípidos.

-Tres cuerdas de seda por ocho insípidos cada una.

-Un frasco de agua bendita por diecinueve insípidos.

-Una ahumadera por quince insípidos.

-Una piedra de trueno por veintitrés insípidos.

-Varios instrumentos musicales por cuatro insípidos cada uno.

-Ropa estrafalaria de artista por tres insípidos.

-Dos pociones de curar heridas leves por treinta y ocho insípidos cada una.

-Dos pociones de protección contra el mal por treinta y ocho insípidos cada una.

-Un aceite de arma mágica por treinta y ocho insípidos.

-Tres vendajes sagrados** por ocho insípidos cada uno.

-Disolvente universal por treinta y ocho insípidos el tubo.

-Cristales de fragmento de habilidad*** de distintos tamaños y formas por treinta y ocho insípidos cada uno.

Los precios estaban muy bien, con un descuento de hasta el 25% en las cosas más caras y un precio normal en las más baratas.

Notas de juego

*La navaja viene en el Libro de Reglas Básico de Ravenloft, pág. 56: 2 po, 1d4 al daño, crítico x3, daño cortante, peso media libra.

**Los vendajes sagrados vienen en el compendio de objetos mágicos: estabilizan automáticamente a un personaje moribundo (con puntos de vida negativos). Un solo uso.

***Los fragmentos de habilidad vienen en el compendio de objetos mágicos. Por ejemplo, un fragmento de habilidad de inutilizar mecanismo lo activas antes de ponerte a desactivar una trampa y te da un +2 de capacidad a la tirada. Un solo uso.

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21/01/2019, 10:37
Eva

En estos momentos, vuestra amiga es una vaina, una portadora de semillas. Cuando la vaina se abra y muera, los nuevos frutos brotarán de su cadáver. Voy a vaciar sus pulmones antes de que la semilla anide, pero no me la habéis traído a tiempo. Puede que ya sea demasiado tarde para ella...

Algunos recordaron al viejo Corvino, lloriqueando por su miedo a la magia, y el tiempo malgastado en razonar con él y calmarlo. ¿Habría sido suficiente con ese minuto de charla para salvar a Alanis o moriría por su culpa?

Voy a darte tres motivos por los que no deberías acompañarme, druida...

Primero, voy a desnudar a esta mujer para poder tratarla, si es que tienes algún reparo con la desnudez.

Segundo, voy a usar métodos que puedes cuestionar o que pueden ir más allá de tu comprensión, y que pueden inducirte a pararme poniendo en peligro la vida de vuestra amiga.

Tercero, Fifí-Eva señaló hacia los escalones de la parte trasera de su carromato, donde había un perrete diminuto-. Es un espacio muy estrecho, y como molestes a mi pequeña Fifí dejaré de atender a la paciente para meterte un palo de escoba por el culo.

Grrrr....

A pesar de todo, Genann se enfrentó a sus demonios y entró en el carromato con Eva, Alanis y Fifí. Pasaron las horas. La espera era insoportable.

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21/01/2019, 10:59
Eva

Los detalles de la operación fueron más o menos como cabría esperar: truculentos. Alanis fue desnudada. Con una daga, abrió quirúrgicamente a la bella durmiente, por el esternón. Eva, con una fuerza impropia para una mujer de su edad, tiró de cada grupo de costillas hacia afuera, como una puerta en pleno pecho, mientras se escuchaba el crujir de los huesos partíendose para poder formar semejante figura.

Contra todo pronóstico, eso no fue suficiente para matar a Alanis. Genann vió con sus propios ojos que a pecho abierto el corazón de la muchacha seguía latiendo. Eva siguió trabajando a un lado, sobre un fular extendido, en el que escupió, soltó un mechón de pelo de Fifí y derramó la sangre de un corte que se hizo en la palma de la mano, mientras pronunciaba palabras ignotas de las que Genann no sabía si pertenecían al patterna o a lo arcano.

El fular fue puesto sobre las dos hileras de costillas abiertas, de modo que algún pelo y alguna gota cayó sobre los órganos vitales de Alanis, pero la mayoría había formado un pegote en la tela que la gravedad no lograba romper.

Tápate la nariz y la boca, por si algo sale mal y te tragas el polen que ella expulsa.

Eva metió la daga bajó el fular, y hundió la punta en uno de los pulmones. Fue como pinchar un globo. Un chorro de sangre y gas transportó las esporas al exterior, haciendo que el fular se abovedase por el aire que soplaba desde los órganos de la paciente. Levantó el vuelo, y Eva soltó la daga para envolver el fular en torno a la nube de esporas.

Aún queda liberar al otro pulmón, pero primero debo coser el tajo de mi daga...-explicó.

El corazón seguía latiendo. Buena señal. Pero los órganos internos estaban llenos de sangre. Era algo más estético que otra cosa, ya que la única herida había sido cosida y estaba bajo control. Luego, Eva sacó otro fular para el segundo pulmón. Esta vez no salió aire, ni sangre, ni polen, así que la vistani retiró la tela para ver mejor. Varias ramas salieron del corte de la daga, doblándose como patas de araña hasta aferrar el pulmón. El corazón empezó a latir más despacio.

¡No podemos dejar que salgan!

La gitana cogió una vela, y derramó cera hirviendo en el agujero del que surgieron las ramas. Algo protestó desde dentro del órgano, una sucesión de gemidos, mientras un humo a quemado salió de la herida. Los gemidos cesaron al mismo tiempo que el corazón dejó de latir. Alanis había muerto.

Coseré el torso y la volveré a vestir para que podáis darle entierro.

- Tiradas (1)

Motivo: Genann voluntad vs. Horror

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 20(+7)=27 (Exito)

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21/01/2019, 11:27
Eva

En el regazo de Sapo, Bigotes murió. Unos minutos después, el carromato se abrió. Genann estaba muy entero teniendo en cuenta que había estado encerrado en un espacio reducido con un perro, y que había visto morir a Alanis de manera horrible. Eva bajó justo después, y miró a los demás negando con la cabeza para hacerles saber que la paciente no había sobrevivido.

Ya es tarde. Pronto el sol se ocultará. Podéis pasar la noche aquí, pero habéis venido acompañados por la muerte y eso es mal augurio. Mañana deberéis marchar lejos de mi campamento para no volver.

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21/01/2019, 12:38
Genann Gruadhsolus

Genann bajó los peldaños del carromato con la cabeza alta, pensativo. Su cara tenía un matiz pálido y su mirada, cuando se cruzó con las de sus compañeros, era particualrmente seria. Nunca olvidaría lo que había visto, el cuerpo abierto de Alanis, su corazón deteniéndose, a madame Eva luchando por su vida.

Cuando puso un pie en el suelo, se hizo a un lado dejando a la gitana espacio quien amén de señalar la suerte vivida por la hechicera, sentenció la brevedad de su estancia en el campamento. Realmente, el suyo parecía un grupo maldito. Ya habían perdido a dos compañeros, carecían de las armas necesarias y sentía que no tenían las cosas claras, unos objetivos precisos. Negó con la cabeza para alejar la funesta sensación que amenazaba con embargarlo y miró a la vistana.

-Gracias por cuanto ha hecho, señora Eva. Aunque no haya conseguido salvarla, lo ha intentado incluso a sabiendas de que posiblemente ya fuera tarde. Así que le agradezco su esfuerzo y si puedo hacer algo por usted, no dude en pedirlo.

Miró en derredor. Estaban en el bosque y encontrar madera no iba a ser un problema. Y debían dar a Alanis un adecuado adiós, además de borrar cualquier amenaza que aún residiera en sus pulmones.

-Deberíamos hacer una pira e incinerar a la hechicera y su mascota. Y mejor hacerlo cuanto antes, porque mañana deberemos ponernos en marcha lo más temprano posible.

Dirigió su mirada a la anciana una vez más.

-Señora Eva, Niko nos dijo que había salido en busca de su madre. Me temo que quizá vuelva a intentarlo -aquel no era el druida habitualmente dicharachero y tontorrón que todos conocían. La muerte de Alanis sin duda le había afectado-. ¿Qué le ocurrió a su mamá?

 

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21/01/2019, 18:19
Menon

Terribles fueron las horas pasadas mientras esperaban la salida de la vieja mujer, para finalmente tener el peor desenlace, la muerte del animal ya les puso alerta, pero no hizo más fácil aceptar la muerte de la hechicera, en la flor de la vida y sin haber podido demostrar sus poderes...

- No podemos dejar que su muerte haya sido en vano, tenemos que seguir vivos y estar más atentos que nunca, cualquiera hubiera podido caer ante esas ramas.

Mientras los demás expresaban su pesar, se acerco discretamente a la "tienda" para comprar dos vendas especiales, ya que casi siempre estaba al borde de la muerte, le diría a los demás que las llevaba encima por si le pasaba algo.

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22/01/2019, 20:31
Sapo

¡Argggh!- Aquella vieja era harto desagradable y su enigmática forma de hablar hacía que Sapo la rehuyera. ¿Alanis una vaina? No entendía nada. Cuidaría de bigotes pues acariciar su pelo era tranquilizador y le evadía del mundanal ruido.

- Se ha quedado dormidito.- Le dijo a Fedora cuando el mustélido dejó de moverse. Tan relajadito estaba que no se podía discernir ni su respiración. Sapo le preparó una cama de hojas y le dejó enroscado sobre ella. Justo entonces salían la anciana y Gennan del carromato. Traían malas noticias. La mujer había muerto. Por un momento el rostro de Sapo se ilumino ante la posibilidad de poder quedarse con Bigotes para siempre, pero entonces echó la cabeza atrás para ver el cuerpo peludo y blanco aún inmóvil y sumo dos más dos. Dos lágrimas derramaron sus ojos, una por la mascota y otra por la joven humana. El mundo era cruel y así lo demostraba la vistana que, aunque los dejaba pasar allí la noche, los obligaba a marchar al amanecer.

- La muerte no la trajimos nosotros. No puede cogerse, ni se pega como un moco, ni es un ente inmaterial, como un fantasma, que nos aceche. La muerte nos llega a todos, no tiene nada de misterio. La culpa no es de nadie más que de las esporas de la ramas marchitas.- Y de la incompetencia de la sanadora. Sapo había escuchado cómo los vistani se enfurecían al escuchar el nombre de su cliente y pro lo tanto pensaba que tenían un móvil claro para maldecirlo. Aquella mujer, tenía muchas probabilidades de tener algo que ver. Seguro que era adivina y había podido ver en una bola de cristal que ellos venían de parte de Malochio Aderre. Se los quería quitar de encima.- Malochio Aderre ha perdido la memoria. No tenéis de qué preocuparos, por ahora.- Soltó como si nada.- Pero eso ya lo sabe, ¿verdad?

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23/01/2019, 16:29
Alarico Maldonado

Alarico lo lamentó. No era verdad que amara a Alanis, pero era muy bonita, y distinguida. Hubiera sido una buena aliada, o una buena sierva, o una buena esclava. Cualquiera de las tres cosas. Ahora, solamente era polvo.

Bane, atrapa su alma si te es posible y disfruta de ella, y tenla preparada para tus siervos dignos, fieles y leales. Rezó el sacerdote mentalmente, tras mirar con pena cierta el carromato donde la hermosa mujer había dejado de vivir. Qué desperdicio. Pensó una última vez.

En todo caso no había tiempo para perder en lamentaciones, y estaba el clérigo pensando como abordar el asunto de Aderre, y meditando qué engaño podía resultar más provechoso, cuando Sapo se le adelantó. Ahora, por supuesto, todo iba a ser más complicado aunque, al menos, no había reconocido que iban en nombre del noble. En todo caso, era culpa suya, por supuesto. No tiene más éxito siempre el mejor, sino a veces el que es más rápido. La frase tantas veces repetida por el sacerdote que lo había comprado de crío se había marcado en su mente, como tantas otras cosas, a sangre y fuego. Y era verdad. Sapo había empezado y, ahora, había que seguir por ese camino.

- Mi buen compañero Heian tiene razón. Señora de los carros, Eva, os agradecemos que intentárais salvar a nuestra amiga, aunque no es la muerte lo que hemos traído, sino la vida- dijo señalando al crío- Por el contrario, no es la vida, a pesar de vuestros esfuerzos, sino la muerte, lo que hemos encontrado en estos carros. Por favor, devolvednos el cadáver de Alanis y sus posesiones, a fin que podamos despedirnos de ella, dar a sus bienes el destino adecuado, e incinerar sus restos. En cuanto a lo indicado por Sapo, es cierto, sabemos que el perverso Malocchio Aderre ha estado matando a vuestra gente. Afortunadamente hemos escuchado que ha perdido la memoria. Quizás fuera un buen momento para llegar a un acuerdo con él para regresar sin peligro a sus tierras, y evitar la muerte de tanta de vuestra gente.

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23/01/2019, 17:03
Quiora

Quiora reaccionó con instinto guerrero al ver como las espadas fueron desenvainadas y agarró su maza con las dos manos preparada para cualquier cosa.

Sí, qué pasa? Ese mismo- estuvo a punto de responder desafiante, pero todo ocurrió con tal rapidez que la vuelta de la música le hizo olvidar lo que iba a decir y volvió a recoger el arma para tener las manos libres para aplaudir.

Ni el tenderete le interesaba (no podría haber pagado los usureros precios que se pedían), ni la muerte de la desafortunada Alanis. Tampoco se enteró del ultimátum de la vieja vistani ni de la actitud desafiante del gnomo. No, Quiora estaba totalmente embelesada. Se empapó del campamento e intentó incorporarse como si fuera uno más. Rogaba por allí y por allá, a cualquiera que la hiciera un mínimo de caso, que la contaran historias y ella contaba otras a cambio.

Pues sabíais que hay un vampiro que vive cerca de aquí? En un castillo, al otro lado del río- la mestiza puso el mejor tono sombrío que pudo para que su historia de terror acaparase el máximo de espectadores posible, como haría un buen bardo-. Dicen que por las noches va en busca de sus víctimas. Mujeres jóvenes de generosos pechos y con la magia recorriendo sus venas. Parece que busca a la bruja que le maldijo, pero como es la bestia quien lo controla, no puede recordar su rostro y las caza a todas por igual...

Qué suerte que vuestra bruja sea tan vieja y fea, eh?! Así se libra, JA,JA,JA!- dijo cambiando el tono de voz a uno más alegre, en plan chascarrillo y soltando una buena carcajada.

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23/01/2019, 19:04
Fedora "Tres Bastardas"

La norteña había estado sopesando el hacerse con una de esas pequeñas cimitarras para poder defenderse, dado que ahora no llevaba a sus filos gemelos encima. Con todo y con eso, pensó que podría hacer el mismo daño, más o menos, con el bastón que le había dado la hechicera pija, así que se lo quedó para ella como defensa o hasta que encontrase sus armas predilectas.

- Sentirrr, no muchio dinerrro parrra comprrrarrrr, como desirrrr antes. - Dió por terminada su inspección de objetos para la compra, esperando que aquel bastón le viniese bien por el momento.

Después, uniéndose al grupo y a la conversación. Asintió pasmada cuando recordó que el tal Malochio Aderre había perdido la memoria, cosa que había olvidado por completo, insimismada como estaba en salir en busca de sus espadas bastardas.

- ¿Negosiarrrr? - Pensó en voz alta, cuando escuchó las palabras de Sapo y Alarico.

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24/01/2019, 11:02
Eva

No hay lugar para las negociaciones con ese hijo de uorocalaccia-terminó usando una palabra patterna-. Ni me molestaré en consultar los astros y los posos del té: sea verdad o mentira el rumor que decís, el poder son hebras entretejidas. No basta con un hombre para cambiar las cosas. Sin Malocchio, seguirán sus políticas de la mano de la Garra y de los cortesanos que le aconsejan. Del mismo modo, si yo faltase, los vistani seguiríamos regidos por las costumbres, que el Capitán Vicenzo haría cumplir hasta que una sucesora se convirtiese en la nueva Raunie.

La petición de las posesiones de Alanis contrarió a Eva. La anciana había dado por hecho que se quedaría con su mochila. Si ella no se podía quedar con las cosas, nadie lo haría.

Los objetos de la difunta arderán con ella-sentenció-, he dicho.

El último tema por el que se le preguntó fue por la madre del niño.

A la persona que debéis preguntar por el niño y su madre, es al padre y marido-señaló a Raúl.

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24/01/2019, 11:27
Raúl

Niko, vete a jugar con los otros niños...

Una vez que alejó a su hijo de la conversación, habló con los viajeros sobre Leyla.

La ley de Malocchio nos obligaba a dejar la ciudad de Karina. Teníamos los bártulos ya preparados para irnos, pero uno de los soldados falkovnianos que nos iba a acompañar hasta la frontera se puso nervioso. Consideró que Leyla le miró demasiado intensamente, y creyó por error que mi esposa le estaba maldiciendo. Leyla fue detenida y arrastrada en otra dirección, prometiendo a Niko que todo estaba bien, y que volvería a verle en breve, pero no era verdad. Yo sabía que iban a colgarla, por superchería y necedad, pero debía cuidar de nuestro hijo y me lo llevé a la frontera.

No terminaron las penurias ahí. Los soldados que nos escoltaban decidieron que era más fácil matarnos y quedarnos con nuestro dinero que hacer todo el camino hasta la frontera. Nos atacaron a las afueras de Karina, pero sus pesadas armaduras nos permitieron salir corriendo, dejándoles atrás. Después de muchos viajes, terminamos en el Crisol encontrando a otros como nosotros.

En cuanto a Quiora, empezó siendo eludida por los miembros de la trouppe, pero a lo largo de la tarde ya se había ganado su confianza. Le contaron varias historias. Una de ellas era sobre el vampiro brucolaco, un tipo de vampiro que no puede entrar en las habitaciones limpias y ordenadas, y que tenía pinta de ser un cuento para que los niños vistani recogiesen sus juguetes. Pero la mayoría de historias hablaban de maldiciones gitanas, y que solo la vistana que lanzó la maldición podía romperla. Cuando Quiora llamó vieja fea a Eva, los vistani torcieron el gesto y volvieron a evitarla. En la costumbre está dictado que a las personas mayores se le debe tener respeto reverencial, y la actitud de la semiorca no gustó nada.

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24/01/2019, 11:47
Marcella

El resto del día estuvieron muy ocupados. Madame Eva ordenó a los suyos que sacasen el cadáver del carromato, y la mochila se mantuvo a la vista todo el tiempo junto a Alanis y Bigotes. Desde entonces, Madame Eva se encerró en su vardo y no volvió a salir. Los vistani no ayudaron a recoger madera ni preparar la pira, ya que la costumbre dictaba que esa era tarea de los familiares de un difunto o, en este caso, de sus amigos más allegados. Eso mantuvo ocupados a los viajeros, que llevaron a cabo todo el trabajo. Cuando prendieron fuego a los cadáveres y a la mochila, el resto de vistanis se acercaron al corrillo mientras uno de ellos hacía sonar una flauta con una música triste y respetuosa.

Llegó la noche.

Llegaron los gritos que les despertaron.

Resonaron en la cabeza de todos las palabras de Sapo durante la tarde: "La muerte no la trajimos nosotros. No puede cogerse, ni se pega como un moco, ni es un ente inmaterial, como un fantasma, que nos aceche".

Allí, en el centro del campamento, el fantasma de una mujer flotaba en el aire, espeluznante. Alarico la vió aparecerse de la nada, al estar preparándose para rezar a Bane durante la media noche. Maldijo haber vendido los cristales de Valetta que eran capaces de capturar a los Odem, pero este fantasma parecía más poderoso y más capaz de resistirse a las órdenes de un sacerdote para entrar en el interior del cristal.

¡Por aquí!-llamó la joven adivina Marcella desde la otra punta del campamento-¡Puedo conjurar un único hechizo que dará a una única arma la capacidad de dañar al fantasma!

También recordaron la flecha mágica del tenderete, pero esos objetos estaban recogidos y guardados en alguna parte. Alguien debería buscarla, para poder usarla como una daga. También había un aceite de arma mágica guardada junto a la flecha. Otros deberían llamar a Madame Eva, pero estaba encerrada en su carromato: la puerta estaba cerrada con llave, y no atendía a los gritos que se lanzaban desde el exterior.

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25/01/2019, 15:16
Sapo

Sapo se despertó de mal humor pensando que eran aquellos insufribles y ruidosos vistani quienes lo despertaban. A punto estuvo de agradecer a Malochio Aderre que los exterminase. Sin embargo, él no era así. Cuando logró situarse comprobó que era la materialización de un fantasma de mujer quién provocaba semejante  estruendo. Una de las rarezas de Sapo, esta de las buenas, es que tenía una memoria prodigiosa. Recordaba perfectamente los objetos puestos a la venta en el mercadillo del día anterior: su distribución, sus precios y características. Casi podía verlos delante y, si hubiera querido, podría haberlos reproducidos en masa etérea para que los demás pensaran que estaban ahí de nuevo. Hubiera sido gracioso si es que el cerebro de Sapo comprendiera lo que era el humor. Afortunadament eno, así que se limitó a buscarlos.

- Quiero comprar ahora.- Enunció como si los demás pudieran entender lo que quería expresar.

 

-Una flecha mágica por treinta y cinco insípidos.

-Un frasco de agua bendita por diecinueve insípidos.

-Dos pociones de protección contra el mal por treinta y ocho insípidos cada una.

-Un aceite de arma mágica por treinta y ocho insípidos.

Repetía una y otra vez, precios y artículos.

- Los precios están muy bien, pero no tengo suficientes insípidos. Ahora ns vendría muy bien todo eso. ¿Donde está?- Miraba por todos lados buscando el capazo donde habrían metido todos esos bártulos los vendedores.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Buscar

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+6)=14

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25/01/2019, 15:57
Quiora

Ella no se había levantado tampoco pletórica. No le había sentado muy bien que no hubieran pillado su 'chascarrillo'. La bárbara con complejo de bardo, se sentía algo ofendida por lo ocurrido.

Por un momento pensó que los gritos eran la forma que tenían aquellos vistosos individuos de empezar la jarana y el humor volvió a ella, esperanzada por una nueva oportunidad de demostrar su valía contando historias, pero no fue así. Se trataba de alguna especie de espíritu,y de eso ya había tenido bastante. Se mantuvo alejada pero sin perderlo de vista por si tocase salir corriendo.

Ni por un momento se le pasó por la cabeza hacerle caso a esa vistani que les llamaba y ponerse a dar de ostias al fantasma, por numerosas razones; primera, que no le había hecho nada, y segunda, porque no le debía nada a esa gente desagradecida (le habían traído al macaco carterista perdido del bosque y nos les habían pagado ni una moneda, ni siquiera les habían proporcionado la información que buscaban). Ya tenían ellos mucha gente con cimitarras para dar de palos al ente si así lo querían.

Quiora dejó escapar una sonora flatulencia, fruto de la relajación de músculos y de alguna cosa con muchas especias que probablemente había comido durante la noche de fiesta.