Partida Rol por web

Tras todas aquellas horas de viaje por el camino de Refulgir, una clarísima senda se aleja de la carretera y avanza directamente hacia el norte. Con poco más que una serie de parches secos que se internan en el pantano, esta es la única ruta clara que han visto hasta ahora que se aleje del camino.

Ese debe ser el camino del que habló el orco que fue capturado.

Atara se desperto habiendo dormido placidamente, se estiro, bostezo, quito a Fenrir de sus piernas y se levanto para estirarlas. 

Vio a Jairee haciendo la tercera guardia (porque supongo que hizo el la tercera xD) y al resto del grupo aun durmiendo.

-Buenos dias Jairee, veo que los demas aun duermen, ¿que te parece si les despertamos dulcemente?-, le pregunto a su compañero con una sonrisa, y acto seguido saco su silbato de señales y dio un ligero soplido.

-PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIFFFFF.

-Levantad gandules, aun queda un largo camino. Les vocifero a sus recien levantados amigos, -Las huellas son claras, se dirigen al norte a traves del pantano, preparaos para lo que pueda acontecernos.

Despues rezo para obtener el hechizo "Huellas vitales" y salgo con Fenrir a dar una vuelta mientras se preparan para ver si puedo cazar o recolectar algo de desayuno

Como ya te comenté, siempre que este fuera de una ciudad me nutro de la naturaleza para comer, si he sacado una tirada muy alta puedo haber encontrado comida para varios días y si es muy baja no habré encontrado nada o solo para medio día... como tu veas ;)

Ah, y recojo los abrojos que esparcí por la noche

 Sonriendo le pareció una gran idea, cogiendo aire y sacando su instrumento empezó a gritar.

¡Vaaaamos holgazanes, ya habéis oído a la negrera!.

Ya tenía la mayoría de sus cosas empaquetadas, así que solo quedaba comer un poco y salir en busca de esa pista.

Khalam se levanto apurado juntando su hacha y escudo, pues la forma en que lo hicieron le hizo pensar que estaban bajo ataque. Una vez que observa a su alrededor y se da cuenta de que solamente era la forma de levantarlos se tranquilizo, dejo sus armas en el suelo y se dispuso a estirarse un poco para despabilarse. La noche se le había hecho corta y todavía estaba un poco cansado de la jornada del día anterior.
- La próxima vez sean mas tranquilos para despertar. Les dice a sus compañeros.
Luego junto su equipo, examino que estuviese todo allí y se dispuso a colocarse la armadura para seguir la pista que con su conjuro Atara hizo que permanecieran en buen estado para poder seguirlas al día siguiente.
Una vez que junto todo su equipo, tomo un poco de agua y comió otro poco se golpeo un poco la cara y dijo.
- Listo para seguir. Cuando quieran podemos partir.

Lezard se encontraba a uno de los lados terminando de leer su libro y retorno una vez que culmino de preparar sus hechizos del día.

Bueno marchemos dijo a todos mientras terminaba de recoger sus cosas.

Era bueno no estar solo en esta misión y contar con compañeros tan alegres y vivos en todo momento.

Los ruidos quedos del campamento al despertarse hicieron que Xanaphia se despertase pero se quedó tumbada, gozando de la paz del alba en la naturaleza, las ciudades estaban bien pero ella prefería dormir al raso y sentir el aire fresco en sus pulmones. Las palabras de la mujer hicieron que decidiese levantarse para ver a qué se refería pero el agudo sonido del silbato penetró en sus finos oídos antes de poder hacer ningún gesto. A eso se le sumaron los gritos del rubio y los sonidos de las armas, la semielfa abrió los ojos en dirección a los ruidos y vió a Khalam con las manos ocupadas con su hacha y su escudo. Un bufido escapó de sus labios apoyando las palabras del hombre y cuando se enderezó lo hizo con el ceño fruncido.

-Sí, hay quien no ha dormido tanto como otros. -no lo dijo con acritud, simplemente constató un hecho pues cada uno tenía distintas necesidades. -Y si hay orcos mejor no avisarlos que estamos aquí.

Dijo la última frase con una sonrisa de cazadora mientras se levantaba, recogió sus pertenencias poniendo cada artículo en su sitio, se marchó un momento y cuando volvió se puso la mochila a la espalda, luego se apoyó en el árbol junto al que había hecho la guardia y comió un poco mientras todos se ponían en marcha*.

Tras varias horas de marcha constante el grupo se detuvo, una senda salía de la carretera. Xan dejó caer el peso de su cuerpo en la lanza apoyada en el suelo, comió un poco mas mirando en todas direcciones, y esperó a que los rastreadores del grupo decidieran el camino a seguir.

-¿Seguimos la carretera o es por ahí?

Venga, venga, no es para tanto. Hace falta alegría cuando acabamos de salir, ya tendremos tiempo de poner mala cara cuando nos duelan partes del cuerpo de las que no conozcamos el nombre.

Dando una palmada a Xanaphia en la espalda, se presentó finalmente.

Me llamo Jairee, un nombre un poco raro, lo sé.

Lezard no puede evitar mostrar una leve risa ante el comentario de Jairee...

No es que su nombre fuera más común pero bueno...

Zhar era un terreno abrupto y peligroso, pero Atara era una increíble exploradora y fue capaz de encontrar algo de comida para aquel día para todos. Al menos por hoy no tendrían que gastar sus raciones de comida, pero es que ese día había tenido mucha suerte.

Una vez estuvieron todos listos para partir, Fenrir continuó olisqueando el rastro que les había guiado hasta allí. Gracias al conjuro de su dueña aún estaba fresco y pudo guiarles sin perderse.

Atara descubrió que el rastro pertenecía a seis caballos que dejaban el camino y se dirigían dirección norte por otra ruta. A medida que van avanzando por la senda que conduce hasta el pantano, las ocasionales crestas se van haciendo más comunes. Algunas de ellas son pilares naturales de roca sólida que surgen del suelo, mientras que otras son pilas de enormes rocas que alcanzan los cinco metros de altura, y todas ellas están cubiertas por líquenes de los pantanos y árboles achaparrados. El hedor de vegetación en descomposición y un ligero olor sulfuroso llenan el aire.

Y el camino se mantuvo tranquilo hasta que el sol estaba en el punto más alto del cielo, justo en ese momento, un grupo formado por cuatro orcos les impidió el paso.

Dieron un grito en orco, y después os hablaron en un común un tanto bárbaro, pero el mensaje estaba claro, o les dabais todas vuestras pertenencias, u os matarían.

Sin dar tiempo al orco a acabar de hablar, Jairee desenfundó su latigo daga y lanzó un golpe de arriba abajo, dejando su cuerpo un poco expuesto, pero confiaba en el apoyo de sus compañeros y la distancia que le otorgaba su arma.

-Solo cuatro orcos, esto huele a emboscada- Pensó Atara

-¡Dejad a uno con vida y vigilad que no haya mas!- les gritó a sus compañeros mientras echaba una ojeada a los alrededores. Después tenso su arco y apunto al pobre desdichado que estaba mas cerca, no había nada en el mundo que le gustase a Atara mas que matar orcos, y sonriendo soltó la flecha.

Fenrir se quedo junto a su dueña olisqueando el aire para ver si detectaba a mas orcos!

Después de un viaje relativamente tranquilo y una buena comida Lezard se sentía un poco más repuesto, ya había preparado sus conjuros del día y solo hacía falta algún enemigo sobre los cuales poder usarlos, afortunadamente estos no se hicieron esperar pues 4 orcos hicieron presencia frente a nuestro equipo, Jairee y Atara no perdieron tiempo en atacar y Lezard no se quedaría atrás.

Saco inmediatamente su varita de proyectiles y señalando al que Jairee había atacado realiza la activación para que 2 puños de energía golpeen sin fallo a ese orco.

Tras esto dice a su murciélago, Kross ve si hay enemigos detrás de nosotros, con esto el murciélago salió volando y empezó a sondear la zona detrás del grupo.

La pericia de Atara para conseguir algo de comida en un sitio como en el que estaban decía mucho a favor de sus dotes, Xanaphia sonrió y le dió las gracias cuando recibió su parte, si en todo era tan buena había tenido mucha suerte de encontrarlos antes de salir de la ciudad. Después de asegurarse de hacia dónde iba el rastro que seguían, la mujer les informó que eran seis los caballos que avanzaban en dirección norte a través del pantano.

Una escueta conversación con sus compañeros* informó a la guerrera de los nombres de cinco desaparecidos y mentalmente empezó a hacer sus cábalas -Oral Nanzher por el que hemos sido contratados, hace cinco días que no se sabe nada de él. Kara Calodra, es una semielfa hija de Andros Calodra, son una casa menor. Argens Bruíl, el nieto bastardo de Vanzh Bruil, que desaparece cada mes durante tres días. Kalman Leiyraghón, cuya familia no quiere ayuda para buscarlo. Y Elaint Marsk, su casa no es de las tres mas importantes pero pertenece al Consejo. ¿Quién montará el sexto caballo?-.

El paisaje que les rodeaba llamó la atención de la semielfa**, llevaba un rato oliendo el ambiente y, a pesar del tufillo a descomposición propio de un pantano, no acababa de desagradarle por lo que continuó siguiendo al grupo, alerta pero confiando en las habilidades de todos. Justo cuando el sol estaba en lo mas alto del firmamento oyó un grito y una voz gutural les amenazó. Xanaphia se fijó en que solo eran cuatro orcos y las cuentas no le salieron, era por todos bien sabido que esos seres no atacaban nunca en inferioridad, por lo que con un leve destello verdoso en sus ojos*** aferró la lanza fuertemente y la lanzó hacia el mas cercano, acto seguido desenfundó sus armas cuerpo a cuerpo**** y esperó el ataque mas que previsible de alguno mas por retaguardia.

Khalam se alegro de que Atara les consiguiera las provisiones del día en el bosque, pues todos ellos se habían olvidado de pedir un par extra por si tenían que salir.
El camino se estaba haciendo pesado, se hacía difícil poder seguir el paso a Fenrir y Atara, pues ellos se movían con soltura en esos terrenos.
Mientras pasaban por unas extrañas formaciones rocosas, a las cuales el chaman no les presto demasiada atención, escuchan escucho un fuerte grito y después un intento de amenaza, por lo que saco su escudo y su hacha manteniendose a la expectativa del movimiento de sus adversarios y compañeros, pues no sabía de lo que eran capaces de hacer ellos en combate. 
Preparado para cualquier movimiento que sus rivales hiciesen, Khalam tenía lista su arma para dar el primer golpe al primero que se le acercase.

Ni siquiera les dejaron reaccionar a los orcos. Lo que pensaban que había sido una especie de emboscada, se convirtió en una trampa mortal para los orcos. Uno tras otro fueron liquidándoles y acabando con todos ellos. El resultado fue una carnicería y cuatro cadáveres de orcos allí tirados. Además, no parecía que nadie les estuviera protegiendo, y si lo hubiera, había huido al verles.

Parecía que como equipo trabajaban bien, aunque quizá simplemente hubiera sido cuestión de suerte. El caso es que ya no quedaba nadie que interrumpiera el paso, y podrían seguir sin problemas.

El ataque que Xanaphia esperaba no llegó, un vistazo a su alrededor le dijo que los orcos yacían muertos y que nadie mas se acercaba, abandonó la posición de defensa y se dirigió hacia el caído que tenía su lanza clavada. Mientras se acercaba guardó la maza en la sujeción de la cadera y ancló el escudo a su espalda, al llegar puso ambas manos en el ástil y tiró fuerte para arrancarlo del cuerpo, cuando lo tuvo fuera se acercó la punta a los ojos y comprobó que estaba bien.

-Primer obstáculo salvado -comentó con humor.

Habían tenido mucha suerte, o al menos eso pensaba la guerrera, pero no dedicó mayor pensamiento a ese hecho si no que hizo un registro del cuerpo en busca de algo inusual, y de cosas útiles por supuesto. Buscaba algo que pudiese decirles si había mas orcos y éstos formaban parte de un grupo organizado, o si los cuatro tenían un propósito, o si simplemente se estaban 'ganando la vida como cualquier orco que se precie'.

Viendo como Xanaphia miraba el estado de su arma, él hizo lo mismo, aunque realmente poco importaba, sabía que tendría que afilarla más tarde, su escuela de combate estaba pensada para ser usada con armas contundentes, según su profesor, era un milagro que funcionaran con un látigo.

Bueno, la afilaré después. Con un suspiro guardó el látigo, asegurándose que estaba en posición para ser desenvainado sin liarse y cuando estuvo satisfecho, empezó a mirar los cadáveres en busca de pistas, comida o algo útil.

¿Creéis que esos nobles fueron asaltados también?

La flecha voló rauda venciendo rápidamente la distancia que la separaba de su objetivo, el corazón del desdichado orco que cayo muerto al instante.

No podía dar crédito a lo sucedido, ¿solo cuatro orcos? debían de ser lo mas estúpidos de su clan, ahora solo faltaba saber si tenían algo de valor, alguna nota, cualquier cosa que les ayudase a saber que hacían aquí. Se acerco al orco que mató y busco en su cadáver, después saco el puñal y le arranco un colmillo.

-No creo que cayesen en una emboscada planeada por estos inútiles- le contesto a Jairee mientras acababa de arrancarle el colmillo y limpiaba el puñal en los harapos del orco. -Pero es posible que cayesen en otro planeada por algunos orcos mas listos y que estos probasen suerte ha hacer lo mismo con nosotros.

Después busco huellas de los orcos para saber de donde habían venido, quizás las huellas les condujesen a su campamento donde encontrar mas orcos que matar.