Partida Rol por web

[ELdG] Toque de muerte

Prologo Mochuelo: El caos en la ciudad

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26/03/2018, 19:25
Ulmira

Al entrar ese día e la posada notaste algo raro en el ambiente. No había gritos ni trifulcas, y eso que era más de media noche. ¿Qué estaba pasando? Al acercarte a la barra Ulmira te agarro la mano mientras te serbia y mientras te susurro al oído. Kendrik “malaspulgas” ha desaparecido, la cofradía ha quedado sin maestre. Ándate con ojo. Tu amigo Aurelius podría ser uno de los candidatos al cargo y la manera de hacerle daño seria acerté daño a ti. Tras las palabras a media voz de Ulmira, al mirar alrededor en la posada parecía que todas las miradas estaban fijas en ti.

Notas de juego

Puedes usar esta escena para completar más información sobre la historia de tu personaje, la relación con sus aliados/enemigos, como ha conseguido partes de su equipo, etc. Claramente todo ello médiate descripciones en el post.

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30/03/2018, 22:19
Mochuelo

Las palabras de Ulmira acaban en seco con la sed de Mochuelo. Son unas noticias terribles e inquietantes. Los ajustes de cuentas en el gremio son casi siempre algo muy sangriento. Mochuelo siente como la temperatura del local baja muchos grados de repente. Las sombras se hacen más espesas y las miradas de los parroquianos son saetas que se clavan en su espalda. No sabe qué decir. No sabe qué hacer a continuación. Su primer impulso es huir. Si Kendrik ha desaparecido, aquel lugar ya no es seguro. Todos saben la cercanía que hay entre el viejo maestro ladrón y Mochuelo, su alumno más aventajado. Con una mirada de desesperación se despide de Ulmira. Será mejor volver a la casa de Aurelius y pedirle consejo. Seguramente el viejo y poderoso alquimista sabrá que hacer. Mochuelo se palpa instintivamente el pecho y siente la reconfortante dureza de la camisa de Mithral, una magnífica prenda, regalo de su mentor y amigo kendrik, como premio por completar brillantemente su instrucción como "especialista" bajo su tutela. Aquella cota era un botín precioso, propiedad del viejo maestre ladrón que le acompañó y le trajo buena fortuna a lo largo de su dilatada carrera, primero como agente de la cofradía y luego como maestre instructor. kendrik se la había entregado diciéndole que esperaba que la camisa le sirviera a él desde entonces, ya que sus años de ladrón en activo habían tocado a su fin y estaba pensando en su próximo y merecido retiro.

Y ahora había desaparecido...

Sí... Lo mejor sería volver a la casa del alquimista y pedir consejo. Pero antes, debía recuperar el resto de su equipo. Lo tenía en su baúl personal. En una de las habitaciones en el subterráneo de la posada. Allí se dirigió amparándose en las sombras y con la mano en su daga, por si acaso...

 

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03/04/2018, 09:55
Director

Nadie había tocado tu baúl, tampoco nadie sabía dónde se encontraba este. Ya debidamente equipado saliste por una de las puertas secretas de la posada de Ulmira. La noche estaba silenciosa, demasiado silenciosa para tratarse de una ciudad tan bulliciosa como Athkatla. Normalmente las calles bullían con los gritos de los borrachos y sus trifulcas nocturnas, los gritos de los marineros descargado los barcos y los ladridos de los perros. Pero hoy, hasta los perros parecían haber enmudecido.

Avanzaste al cobijo de las sobras hasta llegar al gran palacio que constituía la casa de tu maestro. El edificio, una imponente mansión de tres pisos construida en mármol, se situaba en la zona alta de la ciudad. En multitud de ocasiones habías recorrido los pasillos de la morada de Aurelius. La planta baja era la zona pública dotada de un gran salón y habitaciones para la recepción de invitados, también en ella se encontraba la cocina y las habitaciones de los sirvientes. En la segunda planta se encontraba la residencia del mago, era donde tenía sus dormitorios y el guardarropas. Finalmente, la última planta constituía la parte más importante del edificio en ella se encontraba el observatorio, el laboratorio y la biblioteca. Eran las ventanas de esta última planta las únicas encendidas en esa silenciosa noche.

Notas de juego

Tirada de Observar y escuchar.

Opcionalmente si quieres ir en sigilo haz la tirada de Habilidad sigilo, lo mismo para ir oculto, etc

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03/04/2018, 19:18
Mochuelo
- Tiradas (3)

Motivo: Escuchar

Tirada: 1d20

Resultado: 16(+2)=18

Motivo: Buscar

Tirada: 1d20

Resultado: 12(+6)=18

Motivo: Moverse sigilosamente

Tirada: 1d20

Resultado: 15(+6)=21

Notas de juego

Ahí están las tiradas. 

Un saludo.

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04/04/2018, 22:07
Director

La casa se encontraba envuelta en un silencio sepulcral. En la primera planta no había rastro de los sirvientes ni de ningún invitado. Todo se encontraba perfectamente colocado y limpio, al igual que en la segunda planta.

Fue en las escaleras que daban acceso al laboratorio cuando comenzaste a escuchar la inconfundible voz de tu maestro, Aurelius.

… me estas traicionando. Grito airado tu maestro.

No existe traición cuando se sabe la mentira. Contesta una voz de mujer.

Subes los últimos peldaños y entras en el laboratorio. Rápidamente buscas cobijo en las sombras que proyecta una estantería. Desde el escondite alcanzas a ver a tu maestro dando pasos enérgicos por el laboratorio y enfrente de él una mujer totalmente vestida de negro y morado.

Mi querido Aurelius. Dice con voz melosa la mujer. ¿Cómo alguien con tu inteligencia no alcanzo a ver esto?

Aurelios agita la cabeza preocupado. No, no se Maharet… murmura entre dientes mientras Jabberwocky, la rata familiar del mago, sale de uno de los bolsillos de su túnica y comienza a corretear por los hombros de Aurelios.

Yo te lo diré mi querido Aurelios. Tienes tan metida la nariz entre los libros que no alcanzas a ver la realidad que te rodea. Con un rápido gesto la mujer levanta su palida mano de uñas negras y varios proyectiles mágicos salen disparados contra la cabeza de Aurelios. En el acto, Jabberwocky cae fulminada al suelo.

¡¿Qué has hecho?! Grita Aurelios.

Las mujer se encoge de hombros y simplemente agrega. Nunca me gustaron las ratas.

Notas de juego

Una observación: cuando te pida una tirada no te limites solo a hacer la tirada de dados, rolea un poco el resultado (basta con un par de frases, no es necesario una descripción de media hoja). De este modo la aventura se hace mucho más amena. ;)

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05/04/2018, 18:06
Mochuelo

¡Jabberwocky! ¡No! 

Desde su escondite en las sombras, Mochuelo se muerde los labios para no gritar. Aun no puede creer lo que acaba de ver. ¡Esa mujer ha matado al familiar de Aurelius y se ha quedado tan ancha! Es el mayor insulto que alguien ha hecho nunca a su mentor... ¡Y en su propia casa!

La reacción instintiva de Mochuelo es echar mano de su arco y hacerle a la bruja exactamente lo mismo que ella ha hecho con el pobre Jabberwocky... Pero un helado torrente de miedo puro detiene su mano mucho antes de que inicie cualquier movimiento. ¿Si el poderoso mago Aurelius permite que asesinen a su familiar en su propia casa, sin, al parecer reducir a cenizas a la agresora, qué podría lograr el desgraciado de Mochuelo enfrentándose a la mujer que con tal descaro ha actuado? Está claro que ha de ser una hechicera de enorme poder. Esa es la única explicación a lo que acaba de contemplar...

El miedo se extiende por su cuerpo, paralizándole, como si fuese un ratón contemplando los hipnóticos ojos de una cobra. No puede hacer otra cosa que seguir escondido y escuchar...

Y rezar al dios de los ladrones, aunque nunca lo haya hecho antes...

 

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09/04/2018, 20:24
Director

Tras reponerse del shock inicial, Aurelios agarro con fuerza su cayado. Hubo un momento en que te quise, pero  ahora pagaras por esto. ¡Este agravio será limpiado con sangre!

¡Oh! Por fin esto se pone interesante. Contesto Maharet con indiferencia pero adoptando una postura defensiva. Una cosa era burlarse de Aurelios y otra muy distinta pecar de ingenua.

Los diferentes conjuros empezaron a volar por la sala. Los rayos revotaban contra los escudos de magia, las bolas de fuego eran contrarestadas con conos de frio, y los entes convocados eran rápidamente expulsados. Nunca antes habías visto un despliegue de magia tan asombroso. Toda la habitación vibraba con la energía arcana que se acumulaba.

No pensé que fueras tan duro. Comento Maharet en uno de los recesos del combate. La maga estaba sudando y respiraba con dificulta, pero Aurelios también estaba visiblemente cansado. Maharet comenzó a entonar un nuevo hechizo y una puerta dimensional comenzó a abrirse en mitad del laboratorio. Al mismo tiempo Aurelios comenzó a invocar otro portar dimensional. Los vordes de ambas puertas se tocaron y un gran estallido lleno la sala.

Luego….

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09/04/2018, 20:29
Director

Luego solo había blancura. Todo estaba cubierto de niebla, no podías ver más allá de tu mano. La pared y el armario que te habían servido de escondite habían desaparecido. También el suelo había cambiado, ahora era de arena suelta y fina, no de duras losas de piedra.

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09/04/2018, 21:12
Mochuelo

¿Qué...? ¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy...?

El miedo y la confusión se adueñan a partes iguales del pobre Mochuelo, que se agarra con la mano izquierda a su preciado macuto (todas las cosas y todo el dinero que ha logrado reunir en su vida) y con la derecha palpa y tantea a su alrededor, intentado discernir las dimensiones y características del lugar en el que está. Todos sus sentidos están concentrados en averiguar datos sobre su misterioso paradero actual, y sobre el de Aurelius, su maestro y su poderosa enemiga.

Esta maldita niebla no me deja ver un pimiento...

¿Y de dónde ha salido?

 

 

- Tiradas (3)

Motivo: Avistar

Tirada: 1d20

Resultado: 14(+2)=16

Motivo: Buscar

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+6)=17

Motivo: Escuchar

Tirada: 1d20

Resultado: 7(+2)=9

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12/04/2018, 19:26
Director

Empiezas a caminar buscando algún índico o referencia en el terreno que permita situarte. Pero andas y andas sin encontrar nada. La blancura de la niebla te ciega y la ausencia de referencias te impide calcular cuánto tiempo llevas andado ¿Unos minutos, unas horas o puede que un día entero? Empiezas a sentir las piernas cansadas justo cuando…

Notas de juego

Fin de escena.

Mochuelo continua en: Capitulo uno: Las brumas