Partida Rol por web

Aire agradeció no tener que tocar a esos hombres, le daban verdadero asco, y cuando las rápidas manos de Becky hicieron su trabajo, se sintió satisfecha. No tuvo ningún problema en tomarles de la mano y guiarles al interior de la celda, mientras todas las demás se quedaban fuera. Eso sí, no bajaba la guardia. Si tenía que lanzar algún conjuro, lo lanzaría sin pensárselo.

Salió de la celda para reunirse con las demás. ¿Crees que tenemos tiempo para contactar con Onfale? No sabemos si otros guardias les han pedido algo, ni lo que les pueden estar haciendo Imaginar que otro par de guardias habían ido a los hombres del grupo a por favores sexuales... Le podría haber dado la risa.

O nos deshacemos de ellos o nos vamos.

De haber tenido a Ayash entre sus manos, Flame hubiera decapitado vivo al narrador de la historia, pues solo él tenía el valor de narrar aquellas barbaridades sobre la lagartona, pero como todo aquello era simple narración, no pudo darse cuenta de lo que decía así que se limitó a seguir a lo suyo.

Flame miró hacia la celda, y cuando observó como los dos guardias eran encerrados en la celda y desprovisto de todas sus posesiones,les dijo ¡quitádselo todo, el oro, el silbato, las armas, todo! ¡hasta la ropa si es posible, quizá nos sirva para disfrazarnos! Después tomó las llaves y al ver que aquellos dos ya no podrían hacer nada contra ellas, decidió ir probando una a una para ver si alguna encajaba en la cerradura de la puerta.
 

No voy a... no voy... en serio, no pienso desnudarles. No, señor.

Ahora salía Becky con sus remilgos. Pero no era la única: nadie mostró interés inicial en coger las cosas. Si esto seguía así, la ballesta y el silbato quedarían en el suelo del pasillo, y el dinero en los bolsillos de su legítimo propietario. Mientras Evea seguía cantando, Flame halló la llave correcta. Entreabrió la puerta. El pasillo estaba vacío. Había dos puertas reforzadas a izquierda y derecha, algo así como celdas individuales para prisioneros especialmente peligrosos, y al final el corredor desembocaba perpendicular a un nuevo pasillo, con ventanas enrejadas por uno de sus lados (su función era meramente de ventilación, ya que no había luz natural en el patio que se pudiese aprovechar, y con los ladrillos de luz a cada tramo tenían suficiente).

Según recordaban, tomando por la izquierda se llegaba a unas escaleras que subían al piso superior. Por la derecha pasaban por delante del archivo (la última vez, la puerta estaba abierta y pudieron ver a dos soldados sin armadura ordenando papeles). Tras el archivo, el pasadizo hacía esquina hacia la izquierda. Ahí estaba el meollo de la cuestión...

A mano izquierda, una ventana enrejada. A mano derecha, la puerta que guarda el equipo incautado. Más adelante, en mitad de ese pasillo, la salida queda a siniestra, y las escaleras de la diestra suben al piso superior. Ya al fondo, tras una nueva ventana a la izquierda y puerta a la derecha, el pasillo vuelve a torcer.

También recordaban que la salida daba a una plaza cuadrada en el que seis ballesteros vigilaban en sendos y pequeños balcones.

-Por Hala, que alguien coja sus pertenecias mientras yo me encargo de mandar un recado a Onfale y esperamos su respuesta.

Leiath lo haría ella misma, no tenía remilgos a la hora de meter mano a nadie ni nada - cosas de profesión- pero carecía de tiempo si quería contactar con el grupo de chicos.

Vamos a ver... qué les digo...- musitaba la bruja mientras se proponía a recitar el conjuro. El recado quedó así:

'Hemos conseguido liberarnos, teniente y guardia atrapados. Son malvados. Dónde estais? Nosotras tras el archivo, en pasillo izquierda.'

La maga se apropió del silbato y cogió la ballesta. Yo no soy especialmente hábil con ella, pero se usarla. Recordaba las múltiples ocasiones en las que había disparado por error a sus compañeros por la espalda. Creo que deberíamos amordazarlos y atarlos, podemos usar sus ropas para ello. Luego habría que recuperar el equipo.

Si los ojos de Aire hubiesen sido normales, los hubiese puesto en blanco al ver el remilgo de Becky. Pero como eran negros como los gallumbos de los guardias, simplemente miró hacia arriba y volvió a acercarse a ellos. Metió las manos en sus bolsillos y cogió las monedas y todo lo que sus compañeras hubiesen dejado.

Es una pobre recompensa susurró, volviendo a salir de la celda. Esperó a que todas las demás salieran también y cerró la puerta. Flame, localiza la llave y encierrales Aire se puso a meditar. Si querían salir de allí sin tener ningún tipo de problema, deberían deshacerse de esos hombres, modificarles la memoria... Pero no les dejarían salir así porque sí, sin guardias que las acompañasen.

Diez minutos es el tiempo que se tarda en lanzar el conjuro, pero por fortuna la respuesta no tardó tanto. Una voz femenina neutra anunció la respuesta...

Tiene UN mensaje nuevo.

El rostro de Onfale se materializó en el aire, y poco después empezó a hablar.

 Venid a buscarnos. Tras la puerta metálica, celda más alejada. Traed nuestras cosas. Si podéis al niño también, corre peligro.

El conjuro expiró su magia, y la imagen de Onfale se disipó. Tendrían que buscar una puerta metálica en alguno de los pasillos, Onfale no dió más detalles.

Aprendiendo de la iniciativa de Aire para meterle mano a los dos soldados y coger la situación por los huevos, Becky también se llenó de valor.

Oh, está bien... yo me ocupo.

Quitó el juego de llaves a Flame y se ocupó de cerrar la celda de Cassis y su subalterno. Después pasó de largo de las dos celdas individuales de máxima seguridad por el único motivo de que ninguna de sus compañeras dijo nada sobre abrirlas y Becky no lee la mente. Algún día lo hará, si consigue vivir lo suficiente como para aprender un conjuro tan complicado, pero de momento solo le valen las palabras.

Al llegar a la esquina, asomó la cabeza a izquierda y derecha, e hizo una señal con la mano para que las demás avanzasen. En la retaguardia, Evea dejó de cantar. Inmediatamente, los dos violadores montaron en cólera, y se pusieron a bramar en absoluto silencio encerrados en la celda.

Flame se acercó a Becky moviéndose todo lo sigilisamente posible. Creo que deberíamos trazar un plan. Dijo la lagartona a sus compañeras. Tenemos varias opciones, o bien nos separamos para tratar de abarcar todo en la mayor brevedad posible, con los peligros que eso supone, o bien tratamos de organizarnos para ir a por lo más importante primero.

Yo diría, obviamente para Flame lo primero de todo eran sus Mellizos, de ir primero al almacén, una vez recuperadas nuestras armas podríamos ir a por Onfale y el tiflin, y luego ya lo que digais. Podemos ir en busca del niño, a ver si sabe algo de donde encontrar al otro ladronzuelo o dejarle allí y que reciba su merecido. Muy pocos sabían que tras pasar tanto tiempo entre las brumas, el corazón de Flame se había ido oscureciendo poco a poco, y la vida de un niño que tantos problemas le estaba dando a ella y a su grupo, no iba a ser nada por lo que la mujer se despeinase. Ella acompañaría al grupo, como había hecho siempre, pero sin duda no saldría de ella rescatarle, por mucho que Onfale avisase de que estuviera en peligro.

Es que era ella la única que se daba cuenta que estaban dentro de un edificio lleno de soldados (vamos gente preparada para el combate, armadas)? Flame hablaba de pasearse por el dificio como si éste fuera un mercadillo. Además estaba lo del muchacho, si también le buscaban, no deberían haber revisado las celdas que habían dejado atrás?

Estaría bien antes coger sus pertenecias y luego seguir explorando el lugar, pero... sería tán fácil?

Leiath rememoró aquel tiempo, que ahora parecía tan lejano, en el que, por el mal hacer del grupo, habían conseguido destruir una ciudad entera llena de gente inocente. Esto pintaba igual y no estaba muy segura que esta vez Hala le diese la oportunidad de expiar su culpa, y menos cuando aún estaban por terminar la misión para limpiar sus pecados anteriores. No, no le gustaba nada como pintaba todo aquello.

Eso de separarse, ni hablar- sentenció la bruja entre susurros.

Ella hubiese preferido ir antes a liberar a sus amigos, pero el problema era que, pese al mensaje de Onfale, no tenía ni idea de dónde podrían estar.

- No deberíamos mirar antes en las celdas a ver si está el pequeño dentro?

La maga suspiro, la bruja llevaba mucho tiempo interesada en las otras celdas y nadie le hacía caso. Vale, miras las celdas, pero rápido. Dijo con desgana, no sabía que podía haber de interesante en las celdas.

Pienso igual que Leiath, no habría que separarse. Flame eres la única que es hábil cuerpo a cuerpo. Solo esperaba que sus palabras no fueran mal interpretadas.

Becky asintió a la propuesta de Leiath. Se puso enfrente de una de las celdas y probó las llaves... no, no, casi pero no... clickclick. Al contrario que las celdas comunes, esta no contaba con ladrillo luminoso. Si había algún preso en las sombras de esa celda, lo mantenían en la más completa privación sensorial.

Algo salió de la celda y tocó el tobillo de Becky.

Iiiiiiiiih... ¡UNA RATA!

La rata se marchó en dirección a las celdas comunes para hacer compañía a Cassis. La Becky histérica se marchó corriendo por la derecha, llevándose el único juego de llaves, y pasando delante del archivo.

¡¡¡UNA RAAAAAAATAAAAA!!! ¡UNA RATA! ¡¡¡UNA RATA!!! ¡¡¡UNA RATAAAAA!!!

Una voz de varón se escuchó en los pasillos por los que corría Becky:

¡Eh, tú! ¡¿Qué estás haciendo?!

Aire levantó las cejas, impresionadas de la estupidez de la rubia. Lo que no entendía es cómo seguían permitiendo que hiciera cosas. ¿No hubiese sido mejor dejarla encerrada en la celda? Bueno, después de dar una lección a esos dos soldados de pacotilla y haberles cercenado sus partes.

Pero el daño ya estaba hecho. Si la hubiesen dejado encargarse de esos guardias, ahora irían más tranquilas. Pero no, ahora tendrían que ir matando a cada uno de los miembros de la policía local, para salir de la cárcel y enfrentarse a todo el pueblo... Pues sí que la habían liado bien.

Yo creo que es mayorcita, sabrá cuidarse sola susurró ante la escapada de Becky

Pues no había sido buena idea eso de abrir celdas. Hala no se lo había premiado, sin ninguna duda.

- Rápido, hay que silenciar a los guardias del archivo. Evea puedes encantarlos como hiciste con los otros guardias? Asi podemos al menos quitarles las armas e intentar atarles.

La maga se arremango las mangas de su túnica nueva, no quería ensuciarla con su primer conjuro, se trató de esconder en las sombras y espero a ver como se desarrollaban los acontecimientos.

Maldita Becky simple liándola, cuando bebió de las aguas del rio Estigia podía haber olvidado su fobia a los ratones. Lo cruel de la situación era pe podían morir por culpa de un mísero ratón cuando se habían enfrentado a licántropos y criaturas peores.

La poco femenina Flame tampoco mostró inquietud con la rata. Evea simplemente se apartó de un saltito para salirse de la trayectoria del maldito roedor, pero en cuanto Leiath lo sugirió, la Gata asintió y salió corriendo para doblar la esquina. Becky ya había pasado su segunda esquina, así que ya no estaba visible.

Cuando estaba a punto de llegar al umbral de la puerta del archivo, y tener visión completa del interior para afectar a todos los individuos que hubiese dentro, casi se estrella en el pasillo con un guardia chupatintas que había salido a por Becky.

Eh... ah...

¿A dónde vas tan deprisa?

Quédate aquí quietecito...

Yo canto; a ti te da la risa...

Nosequé, nosecuánto, p...

Me estoy poniendo nerviosa y no me sale la rima...

El segundo soldado salió al pasillo también, y este no estaba presente cuando Evea empezó a cantar, así que no había caído presa de sus encantos musicales. Con un rápido movimiento, Evea esquivó el tajo de la espada del recién llegado.

Flame se había quedado maldiciendo a Becky por ser tan estúpida. Pero en el fondo le había ayudado muchas veces, así que por eso decidió reprimir su instinto asesino y acabar con ella. Y cuando quiso darse cuenta, algo escuchaba más adelante, parecían sonidos de lucha, y tras ellos salió corriendo para poder ayudar, pero parecía que llegaría en pleno combate empezado.