Partida Rol por web

Tremens quitó la mano de la empuñadura de su espada y se cruzó de brazos tras un asentimiento hacia Uweya, por lo que a él respectaba, ella había cumplido con su palabra, y a juzgar por su estado físico, a un coste más alto que el precio material de los objetos.

Entonces Flame montó en cólera y saltó sobre ella, y el tiflin se entrometió. Lejos de involucrarse, dijo.

-Calmémonos, Flame, aguarda y deja que se explique. No hacen falta amenazas ni violencia... no por el momento. De momento ha demostrado ser merecedora de nuestra atención.

Mirando a la githzerai añadió.

-¿Nos puedes contar como fue la cosa, por favor?

La violencia estalló en estas débiles alianzas. Alice esquivó el tortazo de Onfale y Tybalt tiró de Flame hasta separarla de Uweya. El chorro de voz de una criatura tan alta como el tiflin, se elevó por encima de la media cuando llamó a Flame estúpida.

¡Parad de una vez!

GWOOOOOOOOOOORRRR...

Becky se tapó la boca con ambas manos. El sonido gutural se escuchaba en el exterior. Esto es un callejón, pero algunas de las casa-conchas dan con sus puertas a esta vía. No es difícil que los ciudadanos honrados devorahumanos de Li'Huriek pasen a unos treinta pies del basurero para entrar en sus hogares. Por un instante, el cobijo quedó en completo silencio. Unos se miraban a otros. En el exterior, se escuchó una puerta abrirse y volverse a cerrar de golpe. Quedaron callados unos minutos más.

Uweya, vulnerable como estaba, y bajo las amenazas de Flame, se colocó su capucha y se esfumó.

Oh, genial... mira lo que has conseguido, Flame. Ya se ha vuelto invisible otra vez.

El espacio reducido en el que estaban escondidos no permitía margen de maniobra. Aunque Uweya ya no estaba a la vista, seguro que no se pudo escurrir del área de cinco por cinco pies en la que estaba inscrita y arrinconada hace unos segundos. Flame podría volver a intentar apresarla, solo que ahora lo tendría un pelín más difícil.

Flame. Alice. Y tú, el nuevo. Resumen rápido: la mujer de la piel moteada viene de otro plano. Para volver a su hogar y llevarnos a nosotros de vuelta al nuestro, necesita el medallón que le cogieron-refrendó las palabras de Onfale-y que ahora está en algún lugar del Núcleo, el barrio de esta ciudad con los demonios más peligrosos. Y si no queremos ayudarla, da igual. Seguimos cada quién por nuestro camino. Somos libres de decidir.

Cuanto más gritaban y más violencia estallaba más metía Onfale el cuello, cual tortuga, esondiéndolo entre los hombros, como si así pudiera evitar lo inevitable. No podía abofetear a todas las mujeres allí presentes, necesitaría el látigo de 9 puntas con el que gobernaba el harén de su Creador. Sería lo siguiente que se comprara pues estaba claro que todas las mujeres necesitaban mano dura para no estar tirándose las una a las otras de los pelos. Afortunadamente quedaba Leiath, para no perder la fe en el sexo femenino.

- Y lo más importante, si me lo permites Becky.- Levantó el dedo índice para hacer un inciso.- Con ese medallón Uweya puede llevarnos a su plano, con su familia, donde podrían transportarnos al plano que se nos antoje, incluso al nuestro.- El mago , harto del escándalo, retiró todo lo que pudo de los demás.- Ahora, si me dejáis, voy a preparar unos pergaminos...por lo que pudiera pasar.- Se necesitaba paz y tranquilidad para ello. No pedía gran cosa. inutilizada su mente, sólo podía ejecutar sus conjuros a golpe de pergamino.

Aire, ante los gritos de unos y otros, se escondía tras Aristóteles. Una cosa es que ella gritara, y otra que los demás lo hicieran. Sus ojos se movían de un lado a otro, atemorizada por si alguien terminara por soltarla voces. Unos leves gemidos salían de su boca. Estaba incómoda.

Pero volvió a la normalidad cuando Uweya se volvió invisible ¡Ala, otra vez! ya se le había olvidado que estaba enfadada con la mujer tatuada. Le hubiese gustado acercarse hasta donde había estado Uweya y darla con el dedo, a ver si la encontraba. ¿Sería su capa la que le volvía invisible? Ella quería una igual.

Flame no trató de hacer ningún daño a Uweya, tan solo quería evitar que ante tanta amenaza la mujer se escapase de allí. No sería el único enemigo que se les escapaba, y seguramente no sería el último. Pero al ver la reacción de sus compañeros, comprendió que fuera o no fuese una mentirosa Uweya, estaba claro que su vida y la de los demás dependía de ese medallón.

Cuanto antes salieran de ese plano, mucho mejor, y a ser posible sin morir de nuevo. Está bien, dijo mucho más relajada, para Flame la opinión de sus compañeros tenía cierto peso, y tras haber estado muerta se había perdido ciertas cosas que aún no comprendía. Pero que nadie olvide que nos ha engañado. ¡A todos! Y encima es una cobarde. Bueno, dijo sacudiendo la cabeza para borrar los sentimientos negativos hacia ella, da igual. Será mejor buscar ese medallón. Luego se puso a mirar por todas partes. ¡Vamos Uweya! ¡Seré buena, hazte visible otra vez y vamos a buscar eso que buscas! ¡Todos lo necesitamos!

Y finalmente, se giró hacia el tiflin, ah, y tú, bastardo la próxima vez que me llames estúpida te acordarás de mi, no lo olvides. Luego miró a Fosco, muchas veces aquel pequeño le recordaba a su archienemigo Ulmo o Babras, cuyo final había sido tan cruel como el que podría resultarle al tiflin.

Parecía que los ánimos se calmaban, un poco por lo menos, lo suficiente como para razonar.

-Uweya, ya ha pasado el mal entendido. No temas. Y perdona las reacciones precipitadas. Sin lugar a dudas el contacto reciente con la muerte nos ha alterado a todos un poco.

Tras una breve pausa por si aparecía añadió.

-Tenemos que adquirir más información. Estuvimos pensando en la forma de recabarla, pero creímos que con tu habilidad para volverte invisible, era más que seguro de que habrías adquirido esa información llegando a sitios que a nosotros nos costaría más. ¿Qué nos puedes contar de la... anfitriona de la fiesta?

Uweya dudó, pero con Tybalt de su parte no tenía nada que temer de Flame. Volvió a hacerse visible y extendió en el suelo unos pergaminos.

El baile de demonios se celebrará en la Aguja. La Aguja es la casa-concha más grande de Li'Huriek, y hogar de la autoproclamada Reina: Missantra. Está situada en el centro del Núcleo. Estos son los planos de la Aguja...

Planta 1

La primera planta está custodiada por cuatro mastines sombríos. Cada uno de ellos puede estar retozando fuera, o en sus casetas: al nordeste, noroeste, sudeste y suroeste. Sus ladridos son bastante escalofriantes, la mayoría de las veces me disuaden de entrar, y salgo corriendo. Su olfato solo me permite entrar invisible, en el centro de una comitiva de demonios numerosa. Si lo intentase sola, sus hocicos me olerían con mayor precisión y se abalanzarían sobre mí.

La puerta da al sur, subiendo unas escalinatas. Ahí deberíais encontrar a un Vroc, guardián del palacio, aunque podría abandonar su posición si la Reina le da una orden distinta, o si escucha ruidos dignos de investigación.

En la parte norte del salón, en una pequeña pirámide de escalones, se encuentra el trono de la Reina Missantra.

Al oeste hay una tarima que puede cumplir diversas funciones. Imagino que durante el baile será ocupado por alguna banda de músicos.

En el centro hay una gran trampilla. Se abre pulsando una palanca que hay junto al trono. La trampilla abierta da a un sótano en el que combaten diversos prisioneros y criaturas, que sirve de espectáculo a la Reina y sus invitados.

No hay ventanas. La iluminación de esta planta consiste en grandes algas luminiscentes que cuelgan del techo como lianas.

Por último, al este hay una gran rampa que lleva al piso superior. Sería posible saltar de la rampa a las algas como un mono, aunque eso no creo que sirva de mucho para nuestros planes.

Uweya hace una pausa para que los demás compartan sus objeciones y propuestas antes de seguir con el plano de la segunda planta.

La maga esquivo sin problemas la bofetada del eunuco,  pero no hizo falta que el golpe la alcanzara para que la maga  reaccionara. ¿Cómo puede atreverse a pegarme, este medio hombre? La sangre le empezó a hervir, hacía mucho tiempo que no le pegaban así, el golpe le recordó sus tiempos de “alumna” bajo la tutela de su maestro. Alice se levanto con intención de devolverle el tortazo pero entonces se dio cuenta de que la que había estado actuando como una niña malcriada era ella, se había puesto ha llorar en vede tratar de solucionar lo ocurrido. Ella no acataba así, siempre luchaba por salir de los problemas.

 Miro al extraño mago perfumista y su libro de conjuros, ya sabía casi todos los hechizos del libro, no eran de los mejores y ni los que más le gustaban a la maga pelirroja pero trataría de adaptares. Si  queréis que lance conjuros voy a necesitar una bolsa de componente mágicos. Dijo enjuagándose las lagrimas y alisándose la túnica blanca cubierta de mugre.

- Anotado.- Contestó a Alice, sin una muesca de arrepentimiento en su rostro,  mientras garabateaba sobre un pergamino. Hacía cuentas con lo que aún les quedaba para ver si podían hacerse con algo de equipo para Flame. Alice era mucho más sencillo. Con tapar sus vergüenzas y una bolsita de componentes iba lista.

Leiath por fín soltó el brazo de Flame. No creía que la guerrera lo hubiese ni notado...

Cuando Uweya hubo expuesto los primeros pasos por donde tendrían que ir, a la bruja le empezó a dar un intenso dolor de cabeza. Parecía que tendrían que ser discretos, y ese grupo era, de todo menos discreto.

Se pellizcó el puente de la nariz para intentar disipar el dolor y aclarar la mente.

Lo veo muy complicado. Si vamos todos los perros nos olerán. Sobre crear una distracción para que el guarda se mueva lo veo más sencillo pues alguien ágil y escurririzo - echó un reojo al pequeño Fosco- podría hacer ruido y luego escabullirse con nosotros. Pero lo que veo imposible es que todos pasemos desapercibidos entre tantos demonios.

Es acaso común que haya humanos en esas recepciones?

Uweya negó con la cabeza.

No. Ni humanos, ni manes. Los humanos son muy infrecuentes. Los manes se suelen servir en trozos: algún brazo a la pepitoria... alguna cabeza rellena... En fin, continuemos...

Desplegó el segundo plano sobre el que acababan de ver.

Planta 2

Nada más subir la rampa hay que cruzar una sauna. Aquí, en la zona norte del edificio. Las piedras incandescentes queman demasiado para tocarlas, pero proporcionan luz a la habitación. Los vapores son bastante nocivos para criaturas de nuestro tamaño, no debemos estar escondidos dentro demasiado tiempo. Existe un mecanismo, marcado con un rombo en el mapa, que controla la temperatura, los gases y las dos puertas de la sauna.

En el lado contrario hay un pequeño huerto, marcado por estos círculos. No hay luz en el pasillo, así que imagino que solo podrán plantar algunos hongos. No lo sé. La vez que logré llegar hasta aquí no curioseé por esa esquina.

Existen tres habitaciones en el centro de la planta. Dormitorios. Básicamente son estanques para humedecer la piel durante el sueño. Hay una plataforma que ocupa los dos séptimos superiores de cada habitación, pero se puede bucear también por debajo de esta plataforma.

El dormitorio central es un poco distinto. Tiene puerta de doble hoja, y la habitación se divide en dos con una pared de roca que desciende del techo hasta la superficie del agua, obligando a bucear para llegar al otro lado. La pared sur de este cuarto funciona al revés, de abajo hasta media altura, para guardar el agua. Pasando por encima volvemos a seco. Aquí tenemos la rampa que nos lleva al tercer piso. En esta zona vuelve a haber claridad, pero no son algas colgantes, sino una especie de costras, percebes que emiten luz, en lo alto del techo.

Hizo una nueva pausa mientras desplegaba el plano de la tercera planta.

- A ver, a ver, espera un poco.- Dijo el perfumista a Uweya visiblemente sobrepasado por la cantidad de información, como demostraba que se apretase las sienes con las manos. Hasta le costaba tragar viendo la cantidad de peligros que tendrían que sobrepasar y aún no habían llegado ni a la tercera planta.- Nada de manes.- Era una pena pues en lo primero que había pensado Onfale era en disfrazarse de uno de ellos. Era lo más sencillo, pero no quería que se lo comieran. Ya lo había experimentado en las fauces de aquella oruga invocada y no quería repetir.- ¿Qué quieres decir con "muy infrecuentes"?- Quería saber antes de planificar nada si alguno podría ir sin necesidad de disfrazarse, como habían hecho al llegar a la ciudad submarina, como esclavos de algún demonio.- La primera planta me preocupa, la verdad. Estará llena de demonios, además de guardia Vroc y los mastines. Cualquier error allí nos costará la vida.- También suponía que en la segunda planta su vida pendería de un hilo, pero no era cuestión de desmoralizar a todos así de primeras.- Queda totalmente descartado un enfrentamiento directo por lo que la misión consistirá en crear una distracción e infiltrarse. Habrá que enterarse bien de qué espectáculo va a tener lugar en esa tarima. Puede que esa pueda ser nuestra forma de entrar. También lo que ocurrirá en la arena. Si allí va a haber un combate, puede que la distracción ya la tengamos asegurada. La gente estará pendiente del espectáculo sangriento lo que nos permitirá subir por la rampa. Por lo tanto podremos centrar nuestra maniobra de distracción en los mastines y en  el guardia Vroc. ¿Se os ocurre alguna cosa?- Tendrían que preparar pergaminos de disfraz para ocultar a todos los que pudieran usarlos. Uweya por supuesto iría invisible. Se fiaba de sí mismo, de Tremens y de Fosco, pero dudaba de la capacidad para infiltrarse de todos los demás. ¿Cómo iba a hacerlo? El segundo piso, dentro de lo malo, le parecía algo más sencillo si conseguían pasar desapercibidos.  Protegerse contra las piedras caliente y los vapores podía hacerse con magia y, si hacía falta, el podría manipular el mecanismo para que los demás pasaran sin problema. Pero la ausencia de guardias en la información que Uweya les daba sobre el segundo piso le parecía, cuanto menos, sospechoso.  El dormitorio que daba acceso a la tercera planta obligaba a sumergirse. ¡Quién sabe que podría albergar ese agua!

Infrecuentes... No sois de este plano. Sois los primeros humanos que veo aquí en cuatro años. Lo que se dice infrecuente por definición.

Incluso con el plan de representar el papel de esclavos de Becky en forma de Márilith, se tuvieron que tapar las cabezas con capucha para que Borlon "Asesinarrufus" pensase que eran simples Manes. Y si ni los Manes tenían cabida en aquel lugar, como humanos llamarían demasiado la atención.

No os déis por vencidos aún. A las dos siguientes plantas se puede acceder desde el aire. Estos son los planos de la tercera planta...

Planta 3

Es el zoo privado de la Reina Missantra. Los especímenes le son llevados por el aire hasta la compuerta oeste, sin pasar por la planta dos. Lo malo es que la compuerta se abre desde el interior-recordaron las contraventanas de Suministros Cuacko, cuando Flame las reventó haciendo palanca-. Junto a este acceso hay un aparador con utensilios para el cuidado de los animales y un par de pértigas terminadas en ganchos para cerrar la compuerta una vez que sus láminas quedan demasiado lejos del balcón sin varandilla.

Hay tres antorchas siempreardientes, en amarillo en el mapa, iluminando la sala. Uno está tras las dos jaulas más pequeñas. Desconozco qué razas tiene atrapadas en su jaula en estos momentos. La vez pasada llegué a ver a una bestia desplazadora muy mal cuidada muriéndose de asco entre los barrotes. Pero no nos desviemos del tema... Aquí está la cuarta planta...

Planta 4

Originariamente este sitio era un "palomar". El padre de la Reina Missantra tenía una camada de diablillos amaestrados. Los muros aquí son más gruesos, pero hay respiraderos estrechos por los que alguien pequeño puede colarse. Son los mismos respiraderos por los que salían y entraban volando los diablillos invisibles con todo lo que habían espiado ese día para su señor. Hoy en día ya no hay diablillos, solo esos dos golems de nieve que custodian el medallón y que tan complicado me lo pusieron la última vez.

La Reina reconvirtió el palomar en sala de trofeos. Hay tres pedestales con sus exiguas medallas. Los he marcado con letras. La C marca el lugar del colgante que me arrebató. La F es la peana sobre la que reposa el falo demoniaco. Un antiguo amor que salió mal, supongo. La S marca el lugar de un Símbolo Sacrílego. No entiendo de religiones, así que no sé porqué lo considera tan relevante como para ponerlo en un pedestal.

Estos dos grandes octógonos concéntricos son una plataforma de dos escalones. Ahí subido, los brazos alcanzan la puerta acorazada de la caja fuerte del techo. El plano de la planta cinco tenía las especificaciones de la caja fuerte y cómo abrirla, pero suponía un plus que no podía permitirme-el brazo le volvió a temblar inconscientemente-, y el medallón para salir de aquí es lo que a mí me importa, no las riquezas.

Aire se emocionó al ver los mapas. Se buscó por todo el cuerpo, intentando localizar algo para poder pintar... Pero no lo encontró. Con lo bien que se le daba dibujar flores y animalitos...

Pero no le quedó otro remedio que atender. Puso cara de interesante, como si se enterara de todo... Pero se aburría. Si hubiese escuchado a Aristóteles, le hubiese dicho que en esos mapas estaba marcados los símbolos de la muerte, que era una misión suicida, y encima habían perdido a su guía en aquella oscura ciudad... Pero no, no había escuchado nada.

¿Alguien sabe volar? Porque yo no se... ¡Pero aprendo rápido!

Tybalt creyó todo perdido cuando la Githzerai desapareció delante de sus ojos. Una oportunidad perdida... Pero finalmente la situación se calmó lo suficiente y Uweya se hizo nuevamente visible para continuar con el plan que tenían. Plan que el tiflin desconocía. Por lo que restó importancia a la vacía amenaza de Flame con un bufido y una mirada de desprecio y se centró en escuchar las indicaciones sobre el lugar donde se encontraba el medallón que le conseguiría la libertad.

Uweya les describía el palacio de Missandra con toda clase de detalles. También escuchaba los aportes de Leiath y el otro hombre sensato sobre las posibilidades para entrar en aquel lugar. -Si necesitamos magia para llegar hasta el tercer piso, conozco algunos lugares donde poder adquirla. Aunque también sería interesante averiguar algo más sobre ese sistema que utiliza la reina para llevar sus bestias a su zoo personal.- Comentó Tybalt para colaborar en aquella búsqueda en la que se había embarcado casi de improviso.

Yo no necesito volar, dijo mirando a Uweya. ¿Crees que sería posible subir trepando? Dijo algo confusa ante la misión. Se había perdido la explicación de la razón de todo aquello, seguramente por estar muerta. Pero había comprendido que el medallón que les sacaría de allí podría estar en lo alto de aquel edificio, lo que significaba enfrentarse a un innumerable grupo de enemigos, y salir sanos y salvos. Algo que, desde luego, era imposible, a menos que lograran trazar un plan desde el principio, y por supuesto, cumplirlo.

Pese al dolor que le estaba dando tanta información y planificación a su poca entrenada cabecita, escuchó con atención.

Qué fácil sería si pudiesen contar con más recursos mágicos: había oido hablar de un conjuro bastante poderoso que podía convertir al grupo en niebla. Volar hasta ahí y colarse sería tarea fácil.

Nos podríamos hacer con el conjuro 'Caminar como el viento'? - la pregunta iba dirigida a Uweya, la única que podría conseguirlo o saber cómo.

Sinceramente no pensaba contar con ello asi que sin esperar respuesta su acalorada mente siguió pensando en las demás opciones.

Seguro que ir desde la primera planta era un suicidio, eran muchos y llamarían la atención aunque consiguieran evitar a los perros y el guardia, necesitarían disfrazarse todos ellos, para eso Becky necesitaba recursos y tiempo. Entrar con lo animales por la tercera planta? Quizás, pero tendrían que averigüar qué animales le iban a llevar y conseguir camuflarse entre ellos. Muy complicado y necesitarían mucho tiempo para planearlo.

De nuevo volvía a pensar en la magia que no tenían; si pudiesen ir volando e invisibles... Pero tambien carecían del poder de volar y de la invisibilidad, cosa que les había arrastrado a aquella odiosa ciudad.

Y qué hay sobre los gólems, son enemigos formidables? Bueno eso ya lo pensaría si conseguían dar con un plan viable de entrada.

- Entiendo.- Contestó a Uweya. Efectivamente había otras opciones más rápidas y que salvaban las problemáticas primera y segunda planta. Pero también intuía que más caras.- A ver qué os parece. Aún tenemos algo de dinero con el que equipar a Flame y Alice.  La maga roja es más sencillo. Una bolsita de componentes y un libro de conjuros vacío para que copie los de mi libro. Con lo que nos sobre de equipar a Flame...- El mago daba a entender que sería necesario apretarse el cinturón si querían cumplir la misión.-... tendríamos que hacernos con pergaminos o pociones.- Miró a Leiath, la que había propuesto el hechizo.- Todo depende del dinero que tengamos para comprar. Así a primeras se me ocurre pergaminos o pociones de invisibilidad. Flame puede trepar por la pared invisible, cargando a un Fosco invisible también. Creo que no sería complicado para mi trepar con ellos a través de una cuerda que me una a ella.- No conocía cómo funcionaba la habilidad de Flame, pero si podía con una armadura pesada, seguro que podía con él mismo, pues apenas llegaba a los 60kg de peso.- También invisible por supuesto. Fosco podría colarse por los respiraderos del cuarto piso.- Estaba seguro de que la avaricia del mediano le quitaría todos los miedos a adentrarse en algo tan peligroso. Uweya hablaba de una caja fuerte y varios trofesos. Hasta a Onfale se le hacía la boca agua, aunque trataba de disimularlo.- Descender sigiloso e invisible hasta la tercera planta donde abriría las compuertas para que los demás pasasemos. Para ello los demás tendrían que estar invisibles y...no sé, quizá levitando. O lanzar cabos para que trepen. También con pociones o pergaminos que alteren nuestro tamaño podríamos colarnos por los respiraderos si conseguimos llegar a ellos. - Ahora el mago volvió a dirigirse a Uweya.-Dime, en ese zoo del que hablas, ¿qué guardianes hay? Por supuesto quedaría planear bien cómo salir de allí. ¿Nada más tengas el medallón podrás usarlo para sacarnos de allí a todos? También hay que planear si nos descubren, pro ejemplo abriendo las compuertas de la tercera planta, cómo detener el avance de los demonios el tiempo suficiente para llegar hasta el medallón.

Alice presto atención a la descripción de la fortaleza, era casi imposible, pero de peores había salido. La maga suspiro, en mi libro de conjuros estaba el hechizo de levitar y tenía preparado un pergamino con el mismo hechizo…. Pero ahora no lo tengo. Podríamos compara un hechizo de levitar, inscribirlo en un libro y así poder lanzarlo varias veces. También podríamos masacrar a los avestruces y recuperar lo que es nuestro. Pero entonces Onfale comenzó a hablar, parecía que el eunuco había cogido fuerza y ante la falta de poder se había auto nombrado líder del grupo. La maga roja se resigno, en otra ocasión podría haber discutido algo con el pero se encontraba desilusionad y las ideas del eunuco no eran malas.