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Cuaderno de bitácora - 15 de marzo del año 352:

Recuento: quedan con vida en este barco veintiún personas. Por parte de los polizones, siete

pequeños vistana de los que no preguntamos sus nombres, a cargo de Melinda. Total, ocho.

A mi cargo, mi fiel Viktor Das Vracken, Elbereth Blackwood, Erbrahke Pûtleky, Silverio, Flame,

Vaati y Hakim Aguas Oscuras. Total, ocho. A cargo del Capitán Jöel Fiendship, los marineros

Mofeta, Frankie, Mul el Viejo y... si contamos también a Wyrenvech, eso suman otros cinco

a la cuenta.

A continuación paso a relatar la situación acaecida al marinero semielfo Wyrenvech. Tras la

muerte de Cortapies, Wyrenvech tomó el cargo de vigía de cofa. La noche del catorce al

quince de marzo, al señor Wyrenvech...

¡¡¡SOCOOOORROOOO!!!

Se lo llevan. Como si fuera una damisela secuestrada, se lo llevan. Wyrenvech llevaba toda la noche vigilando en lo alto del palo mayor, pero no fue hasta poco antes de despuntar el alba que la situación le obligó a dar la alarma. Afortunadamente, Hakim no dormía. ¿Cómo podría conciliar el sueño después de conocer los actos de canibalismo que ocurrieron en el Miseria, y de los que fue partícipe? Oyó el grito y se ocupó de despertar a los demás en el camarote.

Han pasado dos minutos. Lo que les ha costado llegar a cubierta.

Se lo llevan.

Atado, pero no amordazado. ¿Para qué? ¿Quién en el barco sería capaz de pararles los pies? Uno de ellos sale al paso de los mercenarios, que se ven obligados a detenerse y ver a lo lejos como los otros dos cargan con Wyrenvech hasta la borda y se tiran con él al agua. Lagartos, son lagartos. Viles y escamosos. ¿Hombres lagarto? ¿Yuan-ti? ¿Sauriones? No, anatómicamente el reptil humanoide que tienen ante ellos no se parece a nada que hayan visto antes. Blande una cimitarra en uno de sus cortos brazos y luce un escudo pesado de madera en el otro.

¡Alto, ssssusssssiosss monossss! ¡No podéisss passsssar mássss allá de esssste punto! Hoy reclamamossss la cubierta del barco. Ahora esss nuesssstra. Ssssss. Volved a la bodega, con lassssss ratassssssss.

Desenfundo mi cimitarra y harto de todo digo " eso lo tendremos que ver sucio lagartujo marino " y me dispongo a pelear.

Silverio sube corriendo a ver que narices pasa ahora. Sin duda se trata de alguna otra criatura que se aprovecha de un barco perdido y sin rumbo para atacar. Efectivamente, los pequeños reptiles se llevan a un semielfo por la borda. 

- Me pregunto si yo estuviera en su pellejo se armaria por mi todo este revuelo. 

Con el estoque en ristre se posicionó al lado de Hakim. A primera vista el lagartucho no parecía muy fuerte, pero claro, Flame tampoco, y te suelta una que te da vueltas la cabeza un mes. Habría que andarse con ojo. 

- Atrás criatura infernal. Declina tu oscuro objetivo y retiraos de nuestro paso. Somos la tripulación del miseria, hemos derrotado al enviado de los señores de las estrellas, hemos comido corazones humanos, hemos luchado contra las criaturas del mar y llevamos a vistanas polizones ¿de verdad crees que una mierda lagarto como tu nos va a impedir el paso?- Se gira hacia sus compañeros.- Adelante mis camaradas, enviad a estas bestias al abismo del que proceden.- Y Silverio se lanza a por la que les ha hablado 

Erbrahke esperaba que hoy ya no hubiera más incidentes, que pudieran retomar su rumbo y por fin llegar a su destinación. Pobre iluso. Si no fueran suficientemente pocos los tripulantes y suficientemente demasiados los problemas, ambas cosas iban a escasear/aumentar si no hacían algo pronto.

El gnomo cargó su ballesta y disparó contra el ser reptiliano más cercano, al ver a demasiado distancia los otros, pero el tiro salió demasiado desviado. Las cosas no empezaban bien...

Cuando Silverio menciona lo del corazón, Elbereth tiene un momento de revulsión y se pone a vomitar sobre los escalones del castillo de popa. No tiene mucha suerte la elfa, entre Hakim, que está obsesionado con lo ocurrido y lo menciona amenudo, y Silverio, que es un bocazas con el don de la oportunidad.

Pero la estocada es limpia, y el florete de Silverio se hunde en la escamosa piel, haciendo brotar de la herida una sustancia viscosa de color morado.

Flame se ilumina con un aura amarilla y concentra su poder para clavar al sustituto de Ayash en el lagarto. La dura piel de escamas se quiebra y el bravucón cae al suelo. No era un tipo tan duro.

Los otros dos humanoides tiran a Wyrenvech por la borda y para luego arrojarse tras él.

Flame, valiente imbécil, no lo mates. Nos puede dar información y podemos cambiarlo por el semielfo. ¡Que alguien cure esas heridas!

Me muevo con rapidez hacia la borda, y lanzo una de mis dagas

Flame se arrodilló ante la criatura. No entiendo muy bien para que queréis hablar con esta criatura pues me parece que no nos va a servir de nada. Pero de pronto el brillo procedente de la escama amarillenta de la frente de Flame cambia de color y toma un color pálido casi blanco. El aura recubre a todos sus aliados y en este caso excepcional a la criatura que yace a sus pies.

¡Tened cuidado! No tardará mucho en que sus heridas se cierren y despierte.

Mientras el aura de Flame estabiliza al herido, Silverio pronuncia unas palabras mágicas y una de la cuerda de cubierta se desliza por la borda. Hakim contempla impotente cómo los dos lagartos se hunden en la oscuridad del agua del océano. La cuerda se tensa desde el amarre y les da la oportunidad a los mercenarios de izar a Wyrenvech.

Como un cocodrilo, uno de los lagartos asoma en el agua, muerde la cuerda rompiéndola y vuelve a hundirse en el mar, desparaciendo de la vista.

Por lo menos tienen a un prisionero como resultado de la refriega, aunque a estas alturas lo de perder a otro marinero supone un duro golpe. Pronto no quedará nadie para gobernar el barco.

Elbereth ata al lagarto al palo mayor, y poco a poco la presencia de Flame va cicatrizando sus heridas. Pronto volverá a la consciencia y se le podrá preguntar.

En ese momento se escucha la voz de una niña vistani... por supuesto, invisible.

Me manda mi tía Melinda. A ella le lleguió una niueva visión. El fiutiurrio se ha viueltio

más clarrio y también la violiuntad de las Briumas. Siolio hay en este barquio un ser que

lios Pioderres Osquiurrios nio dejarrán ir. Basta quion matarle parra que el Miserria criuse

las Briumas. El niombre de quién biuscáis es Keha-Varr. Está bajio el barquio.

Tendréis que nadar...

Con los brazos en jarras cuando termino de escuchar a la niña invisible , escupo al suelo " Si hombre, lo que faltaba , nadar en aguas desconocidas , llenas de criaturas desconocidas, vamos, despues de esto solo falta que me digan que como soy marinero salte al agua primero, pero ¿ habeis conocido alguna vez semejante barbaridad ? , es que ¿ vamos a hacer siempre lo que la gitana nos diga ? "

Supongo que intentar hacer subir al Keha-Varr este será tanto o más difícil que acabar con él, ¿no? - decía con un tono malhumorado el gnomo. Bastante le había costado habituarse a este ataud de madera, ahora no iba a lanzarse a las profundidades de las aguas a matar vete a saber que. Aunque si era la única forma de librarse de una vez de las brumas y llegar a su destino en tierra firme... mierda.

- Hacerlo subir, bajar a por él, como si me dices que encallemos el barco. ¿De que manera podemos acceder al casco sin tener que nadar? Y no me vale como respuesta agujerear el casco, que si nos vamos a pique de poco nos va a servir. ¿No será Keha-Vaar amigo de Xoz verdad?

Ssssoltadm... ¡Ssssoltadme! ¡Sssoltadme!

El prisionero despierta. Patalea atado al mástil como un niño mal criado.

Ya basta. Te hemos capturado, así que va a ser mejor que nos respondas a algunas preguntas...

¡No diré nada, ssssabandijassss! Keha-varr vendrá a patearossss el trasssero. Desssatadme ahora y Keha-varr ossss matará ssssin dolor. Sssss.

Nunca había visto a nadie como tú. ¿De qué raza eres?

Sssoy un orgulosssso ofidio. Antesss de Keha-varr, yo essstaba al sservicio de los yuan-ti. Pero nuessstro barco de guerra intentó cruzar la niebla y naufragamosss.

El ofidio tiene incontinencia verbal. Aunque juró y juró que no diría nada, en cuanto se le da un poco de conversación lo suelta todo.

¿Naufragasteis? ¿Hay por aquí cerca escollos? ¿Alguna isla?

Tonto. No naufragamosss a tierra. Nosssotross naufragamosss a agua. Una tormenta hundió nuessstro barco. Losss yuan-ti glugluglú. Ssssolo sse mantuvieron nadando unassss horasss. Lossss ofidiosss nadamossss mejor que losssss yuan-ti. Nosss hundimosss para comer y dormimosss flotando ssssobre nuesssstra panza. Asssí muchosss díassss. Luego, Keha-varr nosss encontró y noss lideró.

- ¿Que o quien es ese tal Keha-Varr? ¿Y de cuantos ofidios se compone tu grupo?

Silverio estaba más intrigado que otra cosa, cuando terminaran aquel viaje (cosa que dudaba) comprondía una oda sobre todo aquello. 

Escucho con atención, mientras juego con una de mis dagas para que se de cuenta que esto va en serio, como no conteste a todo me lo cargo.

Keha-varr esss el Ssseñor del Océano, el Azote de los Maresss, el Campeón...

Silverio se refiere a cómo sabremos que estamos ante Keha-varr cuando lo veamos, a qué raza pertenece, qué color tiene...

Ehm... uhm... bueno, esss... esss másssss o menosssss de tu misssma altura-dice a Elbereth-, pálido. Ssssu raza essss... esssssss... Keha-varr ess un No-Escamossssso, como vosssotrosss.

Pregúntale a un ofidio de mil y una razas reptilianas. Las conoce a todas y seguramente les ha servido antes. Lo que se salga de ahí, se sale de sus conocimientos.

Oh, no tenemos nada que hacer contra Keha-varr y su poderoso ejército de...-guiña un ojo a los demás mercenarios-¿cuántos ofidios decíais que sois?

Nuesstro poderosssso ejército de... ahm... ¿Cual essss el número que va despuésss del uno? Ah, sssí... el dosss. Nuessssstro poderosssso ejército de mássss de dossss ofidiossss.

Pídele a un ofidio que te haga una división y te partirá en dos con su cimitarra. Pídele que cuente hasta diez, y te mandará a la porra. No parece que sea una civilización con grandes conocimientos matemáticos.