Partida Rol por web

Escucho con atención las palabras del eunuco, parecía que era el único con un poco de sentido común en el grupo. Creo que esa explicación de los druidas, aclara muchas cosas, pero dudo mucho que la niebla esta relacionada con los druidas. La niebla parece demasiado poderosa y “mágica”, recordad que a muchos de nosotros nos ha trasladado de sitio, es un poder demasiado diferente al que utilizan los druidas, no dudo que los druidas puedan convocar niebla…. pero dudo mucho que esa niebla pudiera hacer mucho más que aparecer.  Dijo encogiéndose de hombros.

Bajando la voz se acerco a su grupo de compañeros. Me parece correcto lo que dices en cuanto a los barones, pero quien es el que los baja del carro. Por su deber y su honor deberían estar ayudando al pueblo, pero ya has visto como huyeron primero de él hacia el campamento del bosque y ahora quieren volver a huir de él. No comprendo que intenciones tienen, tampoco comprendo las intenciones de Victor, pero tampoco comprendo que hago yo metida en todo este embrollo.

Leiath se quedó mirando llena de dudas al mediano mientras cogía el cinturón mágico. ¿Realmente era la solución para la transformación en lobo? Lo dudaba. Pero el hecho de que el travieso Fosco se lo confiase a ella demostraba que tenía fé. Una vez más se sintió avergonzada de su pesimismo y su actitud egoista.

-Muchas gracias Maese Fosco. Lo guardaré y usaré si puedo hasta que vos lo reclameis de vuelta.

Se lo ató a la cintura. ¿Necesitaría un nuevo Identificar para descubrir cómo y si podía usar el objeto, o bién Onfale ya habría averigüado su funcionamiento?

De nuevo el inteligente mago parecía estar cargado de razón. Pero ella no iba a ser la que empujase a los nobles a quedarse. En esos momentos desearía no tener la sombra de su madre en la conciencia y poder decir a quellos nobles cobardes unas cuantas verdades.

Se quedó estudiando el cinturón y ajustandoselo para que la quedase mejor con su vestido, mientras esperaba que algún compañero con menos escrúpulos tomase la iniciativa sobre los nobles.

- No Leiath, esto no solucionará tu problema. Su duración es únicamente de 7 minutos. Fosco te dirá la palabra para activarlo.- El perfumista se dirigió a la maga.- ¿Pero de dónde salió el hombre murciélago que nos atacó en el campamento? No descartaría la relación tan rápidamente entre las brumas y los druidas. Después de todo Nightshade me dijo que venía a investigarlas.

Flame miró extrañada al grupo cuando nadie recordaba sus particulares habilidades. No hay ninguna necesidad de dejar a nadie en tierra, mientras vosotros vais subidos en el carrito y vais tranquilamente cómodos sin despeinaros, yo podría ir pegada a un lateral, al techo, o incluso ir bajo él. Para mi no supone ningún esfuerzo y así cabríamos todos. ¡No tengo necesidad de ir sentada como otros! Dijo tratando de llamar un poco la atención para que no se preocupasen de las plazas del carromato.

¡Así que, vamos! ¡Espabilad y subid todos al carro! Concluyó dando un salto y pegándose a un lateral como si fuese una lagartija.

Viendo que Leiath, Azaron y Onfale no tenían intención de montar en el carro, el viejo enano soltó un bufido, negó con la cabeza y saltó a tierra de nuevo. Sin duda, quedarse con una mano delante y la otra detrás en aquel pueblo asediado por la niebla y dominado por los lobos era un auténtico suicidio. Pero salir corriendo con aquellos estúpidos nobles tampoco iba a salvarles la vida. Así pues, el veterano luchador decidió jugársela de nuevo.

-Mejor morir luchando con quien uno quiere que discutiendo con quien uno no quiere--sentenció con desánimo.

Fosco se bajó del carro, no quiso subir de primeras, pero ahora que todos bajaban el también lo hacía. No quitaba ojo a la bruja de Hala deseaba que se transformara en algo. Mi palabra me ata a Onfale concluye el pequeñín como si entendiese que significase lo que decía. Aunque no estaba dispuesto a abandonar a sus colegas tampoco quería dejar a Fortich. Le había cogido cariño a ese viejo cascarrabias Eh, viejo. ¿De verdad vas a dejar que un mediano salve a tu pueblo? * dice refiriéndose a Fortich De la capitana me lo esperaba, que prefiere disparar que ayudar. Pero de ti... un barón del valle. ¡Sin duda ese Andaas era más valeroso... al menos el murió en combate! dice un poco decepcionado con Fortich Además si querías huir por que viniste de primeras? Creía que eras un gran guerrero que le gustaba matar lobos... Deberías dar esa hacha al enano, al menos el sabría darle buen uso añade para hacer un poco más de sangre. Sus palabras parecían no tener maldad, las decía con igual sencillez que un niño que se ríe de un compañero de clase.

Flame se bajó también del carromato. No le costó mucho esfuerzo, tan solo dejarse resbalar y cuando estuvo en el suelo se apoyó contra él, se cruzó de brazos y miró a su grupo. No seré yo la que vaya con ellos, pero si queréis me parece que cabemos todos perfectamente...

El Barón Roko Fortich alza el brazo como si le fuese a pegar a Fosco, pero en el último instante se contiene.

Lárgate de aquí, lombriz, si no quieres que te cruce la cara. ¿Qué te crees? ¿Que no me gustaría quedarme a luchar? Pero el plan es el plan: yo solo no puedo con tanto lobo, hay que pedir refuerzos. Y no delegaré esa misión en ninguno de vosotros porque no puedo confiar en ninguno de vosotros. Sí, habéis demostrado tener agallas, pero en la guerra vi a hombres con agallas traicionar mi confianza. ¿Qué os importa a vosotros Vor Ziyden? ¿Cómo puedo saber que entregaréis el mensaje a las autoridades? Hasta Lord Watcher tiene intereses que no tienen nada que ver con salvar este pueblo. ¡¡¡YA ESTÁ BIEN!!! ¡¡¡ABRE LA PUERTA, VANATOR!!! ¡¡¡NOS VAMOS!!!

Mira Vanator, la Capitana, tira de la puerta y la luz de la mañana deslumbra los ojos de la gente del granero. La arquera ya se posiciona para abrir la otra hoja del portón compuesto, pero Fortich no espera, y azuza a los dos caballos con las riendas para que avancen. ¡Qué se jodan esos desagradecidos! ¡Tuvieron la oportunidad de irse y se bajaron todos del carro!

Al instante el carro se pone en movimiento. El estúpido Rufus apoya su cabeza en el lateral, con la lengua fuera, viendo como su amo se queda en tierra y él se va a vivir grandes aventuras persiguiendo mariposas-vampiro y ardillas-liche, y revolcándose en el barro heroicamente.

¿A eso ha quedado reducido el honor de un varón? ¿A un simple mensajero? ¡Vergüenza debería DE DARLE! ¡VÁYASE DE AQUÍ Y NO VUELVA! ¡Yo una lombriz y usted UN COBARDE! Si de verdad le importara este maldtio pueblo se bajaría y lucharía hasta que no el quedase aliento. Mande a Vanator de mensajera, sóla correrá más. Sólo necesita un caballo. ¿Cree que lo conseguirá con un carro a ese ritmo? ¡Es usted ImBÉcil! Fosco estaba realmente cabreado con la actitud de Roko. Llamarle gusano no había sido plato de buen gusto. Anda Rufus, baja de ese carro no quiero que se te pegue la valentía de un héroe dice refiriéndose a Roko Fortich.

Onfale ve como su compañero de fatigas, Fosco, se agarra como una lapa al carro  en cuanto éste prende la marcha. Por instinto él hace lo mismo. No es la primera vez que el perfumista da muestras de una gracia felina que nada tiene que ver con la artifiacialidad del conjuro realizado con anterioridad por Alice.  Cuando ve que pasa a su lado se agarró fírmemente a él y trepó por la estructura hasta el pescante donde estaba el Barón.

- ¡Pare el puto carro o me cargo alguien!.- Ya en la cubierta del carro Onfale hace ademán de tomar la daga que pende de su cinto. Ya tenía ganas de usarla sobre cualquiera de ellos. Su mirada era gélida como un témpano de hielo.- No querrás que la niña presencie de nuevo como muere uno de sus padres.-Le dijo a Wachter.  Onfale sabía que Wachter y Fortich estaban malheridos y él era rápido con los cuchillos. El Barón era un temible guerrero pero debía tomar las riendas si no quería que aquello se desbocara.

No podía ser. Por SU culpa sus compañeros se habían bajado del carro, la única salida rápida de aquel nido de lobos. Ahora no sólo iban a morir todos sino que sería por una mala decisión suya.

La furia se apoderó de la jóven bruja viendo como aquel viejo cobarde abandonaba a aquellos que sólo le habian estado ayudando. Si estaba en sus manos, no se iba a escapar de rositas.

¡ALTO AHÍ, ESCORIA CON TÍTULO! - gritó a Fortich mientras avanzaba y pedía ayuda a su diosa para detener el carromato.

Sacó un pequeño silbato que siempre llevaba con ella y lo sopló con todas sus fuerzas. El sonido que salió de él fue cacofónico y ensordecedor. Su objetivo: los caballos del carromato.

Azaron no tenía ninguna posibilidad de llegar al carro, por lo que no puede hacer otra cosa que ver como inicia su marcha. Sin embargo, sorprende la rapidez con la que se mueve Onfale que en un abrir y cerrar de ojos ha logrado trepar sin muchas dificultades a la caravana. Tras esto, Leiath saca un pergamino y lanza un conjuro contra ellos.

El guerrero desenvaina su espada y se coloca al lado de la clériga, esperando pacientemente sobre el resultado de todas aquellas acciones. 

Los acontencimientos y reacciones se precipitan sin que sepa reaccionar. Las provocaciones de Fosco no hacen más que enervar al Barón Fortich que decide salir de allí cuanto antes y cueste lo que cueste y para colmo Onfale y Leiath parece que tratan de detener la comitiva plantando cara a los nobles. 

Flame rugió con furia, se sintió estúpida bajando y subiendo del carro una y otra vez, así que en cuanto vio como el carromato arrancaba y se marchaba alzó el brazo para poder volverse a pegar a él. Pero no pudo hacerlo lo suficientemente rápido por lo que simplemente se quedó adherida a la parte trasera de éste.

Aquello empezaba a tener buena pinta, la verdad que todos aquellos supuestos nuevos compañeros le caían bastante mal a la mujer. Así que, ayudar a Onfale a cumplir una supuesta amenaza que acababa de lanzarles sería un plato de buen gusto para Flame.

La explosión del sonido, ejecutada en lo alto para no dañar a Mira y Roko, exalta a los caballos que aceleran su carrera en estampida. Demasiado desbocados para que el Barón Fortich los pueda manejar, pero a pesar de todo trata de frenarlos con las riendas. Casi se llevan por delante a la Capitana, pero con gracia y agilidad evita que la arrollen. Solo Rufus, obedeciendo siempre los deseos de Fosco, salta del carro antes de que salga disparado por la puerta del almacén.

¡No puedo controlarlo! ¡NO PUEDO CONTROLARLOOOOO!

La puerta del almacén está orientada al este, es muy probable que la gente del carro abandone el pueblo en esa dirección. Por otra parte, el estruendo del conjuro de la Bruja de Hala ha sobrecogido a los lobos. Asustados, los animales se esconden y se acurrucan, o simplemente salen huyendo. Esta es una buena oportunidad para abandonar el almacén, puede que hasta para abandonar el pueblo en dirección oeste... porque solo a lomos de Trompicón alcanzarán ya a ese carro.

Fosco que habíá subido a hablar con Fortich y a por su perrito ve como la cosa se descontrola. Los caballos se desbocan, Onfale saca una daga y quiere rajar algo....y para colmo Rufus obedece a la primera sin escuchar "por favor" y baja del carro. Habrá que ayudar a frenar el carro... Así que a ello va. Se coloca junto a Fortich y dice Soooo! con una voz relajante como haría su hermano Posco. No le salió idéntico, pero bien parecido, si! Y luego hizo un gesto con la boca intentando imitar otro sonido relajante. 

La explosión de sonido hizo que Onfale se encogiera como cuando se aplasta a una araña con la mano.  Los caballos salieron desbocados llevándose con ellos todo lo que estaba unido a ellos, es decir, el carro y sus ocupantes. Mantuvo el equilibrio como pudo mientras trataba de coger las riendas y tirar de ellas.

-¡Tire de las riendas jodido inepto!