Partida Rol por web

Puede que aquel demonio tuviese algo de caparazón, lo suficiente como para soportar uno o dos impactos de bala de un calibre ligero, pero no para detener el Colmillo de Ragnarok. La idea de Adirael de usar aquella daga había sido muy acertada, almenos desde un punto de vista preventivo tratandose de la plaga, sin embargo no hizo falta. La espada de Geralt ensartó al bicho como si fuera de mantequilla y entonces algo increible sucedió, algo que iba a ser dificil que quienes no lo habían presenciado se lo creyeran.

Todos los demonios se congelaron al unisono, todo rastro de realidad simulada tanto en los demonios como en los edificios desapareció, la musica cesó y el estruendo del desfile se transformó en un silencio sobrecogedor.

Tras dos segundos todos los demonios de desplomaron como fichas de dominó, vivos, pero inconscientes. Un estado del que seguramente no tardarían en recuperarse. El cuerpo inerte de Belphegor tambien cayó de lo alto de su trono, al igual que el resto, había perdido el sentido, estaba vivo, pero parecía sumido ahora en un profundo coma. El demonio parásito aun estaba "clavado" en su nuca, sus grimosas patas aun agarraban la parte de atrás de la cabeza de la forma humana del cuarto general, pero sin duda alguna, el bicho estaba muerto.

No hizo falta que Traudel abriera paso para salir de allí, ahora mismo estaban rodeados de mas de un millar de demonios inconscientes, no habría problema alguno para salir de allí, no almenos hasta que despertaran.

Sin embargo aquella situación presentaba una oportunidad que los humanos jamas tendrían de nuevo una oportunidad que podían pagar muy caro si no la aprovechaban.

Traudel se acercó al cuerpo inmovil de Belphegor espada en mano y la alzó cual guillotina, con el dolor de millones de caídos en su rostro, con la fuerza de miles de soldados en sus manos que ahora empuñaban su espada.

Iba a decapitar y matar de forma definitiva al cuarto general, nunca se había presentado una oportunidad tan clara de acabar con uno de los cuatro generales. Hoy, en ese momento, en aquel lugar, podían dar un vuelco significativo a la guerra en favor de la humanidad.

 Podía sentir aquella libertad, la falta de necesidad de resistirse a aquella absurda llamada, aquel sometimiento de la voluntad que iba en contra de todo por lo que actualmente luchaba Adirael. Pocas veces había tenido alguien la oportunidad de encontrarse tan cerca de algo tan sorprendente, tan interesante. Para el psíquico aquella situación era una experiencia que mezclaba con acierto muchos sentimientos, pero cuando el odio, la ira, el ánimo de venganza, eran tan fuertes, lo realmente sorprendente era que sobre todos ellos estuviese el del respeto, la disciplina del orden.

 Adirael negó rápidamente ante las acciones de Traudel, seriamente decepcionado. Empezaba a pensar que Maggie tenía razón, que los humanos no estaban preparados para blandir la hoja que portaba su propio destino, y eso le dolía profundamente en su orgullo. ¿Estaba cegado por su enaltecimiento a los humanos? Personas como Traudel hacían de la humanidad un estercolero. Pero, ¿podía culparla?

  ¿Qué diantres se cree que está haciendo...?

 Se lo advertiría y se interpondría si llegaba a ser necesario, no sabía si sería lo suficientemente rápido, pero prefería hacerla entrar en razón antes que tener que envainar su espada a la fuerza.

 - No. - espeté, suficientemente autoritario, pero con ese matiz magistral que abogaba porque ella misma se diese cuenta de que aquello era un error. No impediría que se equivocase hasta el último momento, tomando sus riesgos con ello, porque confiaba en que basura como ella podía convertirse en algo mejor. A pesar de todo, no confiaba en que tuviese una conversión espiritual repentina, le ofrecería excusas sobre las que reflexionar.

 - Si no sobrevive otros como él sufrirán lo mismo, y Balban será un problema mayor. Aprenderán, y le supondrán un escollo en su camino. Él nos quiere muertos mucho antes que los generales.

 Les debemos muchas afrentas. - admitía que alguien quisiera acabar con todo aquello por venganza, era casi algo que podían aceptar como natural, algo que estaba lejos de lo que había predicado la orden templaria mucho antes de enfrentar demonios como estos. El perdón era un arma de doble filo, pero bien utilizado, era el arma más poderosa que tenían en ese momento.

 - Pero esto no es forma de arreglar nada. Sólo de empeorarlo. Sus iguales vendrán contra nosotros. Demostraremos de una vez por todas que estamos preparados para matarlos. Pero la verdad no es esa. No estamos preparados para luchar contra ellos, aunque nos falte poco.

 Que el árbol no nos impida ver el bosque.

 Hagámosle saber lo que ha pasado. 

 Un holograma será suficiente. - nisiquiera propueso quedarse allí para cuando todos despertasen. - que advierta a los suyos de lo que Balban pretende.

 Dejemos que se maten entre ellos y ganemos tiempo. Si no, en cualquier momento, justo después de que lo mates, tres generales tendrán un motivo de peso para destruir todo por lo que hemos luchado de un solo golpe.

 Era una oportunidad falsa. Una posibilidad que no podían aprovechar si pensaban en el futuro.

 - Somos mejores que ellos. - aunque con eso también quería decir algo que seguramente aún no compartiese con todos ellos, que no eran mejores, sólo parecidos, que el verdadero enemigo, no eran los generales, aunque llegado el momento tal vez fueran un obstáculo a abatir. Todo aquello iba más allá de lo que un humano podía haber imaginado, los generales tenían poder, pero era el poder de una marioneta.

 Estaba preparado para intervenir. No sabía que esperar de Geralt y el resto, pero suponía, quizás acertadamente, que pensarían de una forma similar a la suya.

Tras un leve lapso "en blanco" me levante del suelo o eso era lo que pensaba, estaba en el armadillo, no sabía en que momento había llegado allí, me dolía la cabeza y me sentía ligeramente adormecido, sin ningún tipo de información podía saber lo que me había pasado

- Joder...maldita seas Kaloth - replique mientras me reincorporaba, había secuelas de las que no podía defenderme, Eva ya me lo había confirmado pero esta era la primera vez que perdía una pelea sin siquiera poder enfrentarla, era una situación que se debía solucionar, pero no era el momento.

Al salir del armadillo observe el abrumador silencio, aún confuso creí observar un genocidio pero para mi sorpresa, todos los demonios que yacían en el suelo apenas estaban inconcientes - Esto es nuevo...- mencione mientras con la mirada y la jaqueca trataba de localizar a mis compañeros, lo cual no fue demasiado difícil.

Lo curioso fueron las circunstancias, Traudel con su espada alzada y Adirael confrontándola, no entendía porque hasta que pude observar al, cuando menos, mas extraño de los generales en el suelo, aunque no lograba comprender con la totalidad la situación, no podía negar que la cabeza de un general sería gratificante, y si bien las acciones de Adirael no eran las mas objetivas, su forma de expresarlas eran por lo que a mí respectaba, las correctas por lo que sin dar mas de un par de pasos del vehículo les comunique mediante la radio.

- Traudel, comprendo tus sentimientos con todo esto, pero esta no es la solución, no ahora, esto podría desencadenar agravantes que no podemos ni imaginar, cazador o templaria, somos parte de la humanidad y para preservarla debemos hacer las cosas de la manera que mas nos favorezca - espete - provocar una venganza de los generales no es algo que debamos hacer, asi que por favor, guarda tu espada, comprendo el dolor que sientes pero debes pensar en el dolor que podrías causar a mas gente si cometes ahora la decisión equivocada - una llamada a la razón, yo mismo había visto como buenas personas eran sacrificadas a manos de los generales y aún así debía preservar la razón para preservar a la humanidad, aquel acto solo sería, al final, una estupidez.

- Rápido, debemos salir de aquí antes de que todo el mundo despierte - apresure a lo que sin mas preámbulo me subí a la parte delantera del armadillo, aunque no fuera a conducir, me sentía mas cómodo estando allí.

Luego le comunique a el psiquico - Si puedes dejar una prueba de nuestra presencia con él, haría mucho mas facil que nos deba un favor, o que por lo menos, reconsidere nuestros actos...- despues de eso me dedicaría a masajearme las cienes, aún me molestaba la cabeza despues de aquella experiencia y con las secuelas que tenía, solo lo empeoraba.

Noté como la punta de la espada se clavaba en aquel pequeño demonio provocándole una gran herida, dado el tamaño de su cuerpo.

El demonio murió de forma rápida, me coloque en posición de ataque preparado para salir de aquel errático desfile, cuanto todos los demonios se desplomaron a mi alrededor. Mire a Adirael, aun de píe en el lugar del de me había pasado la daga. Vi como la puerta del armadillo se habría y Raven salia del interior. Vi como Traudel caminaba hacía el lugar en el que me encontraba y levantaba la espada para decapitar al general. 

El silencio solo era roto por las palabras de Adirael y de Raven. Parecía mentira que en aquel mismo lugar, hacia apenas unos instantes, cientos de demonios estuviesen desfilando. El sonido de la música y de sus pisadas había sido silenciado con la muerte de un único demonio parasitario y de pequeño tamaño.

Desde mi posición coloque la hoja de mi espada paralela al suelo, cortando la trayectoria de la espada de Traudel, sin mirarla a ella, sin mirar a nadie, con la vista perdida en el cielo. -Es cierto que la oportunidad de matar a un general debería ser aprovechada.- Si fuese el mismo Balban el que estuviera en el lugar de Belphegor ninguno de ellos podría detenerme, para ella debía de ser algo parecido. -Entiendo tu punto de visto Traudel, pero no estamos hablando de un demonio cualquiera.-

Gire la cabeza para mirar a Traudel. -Adirael tiene razón, matarlo solo ara que los demás generales centren sus esfuerzos en erradicar a la humanidad. Belphegor nos conoce, dejarle con vida y darle un mensaje podría sernos mas útil actualmente que acabar con él.- Dije con calma. -Además ya hemos perdido demasiado tiempo, larguémonos de aquí antes de que todos estos demonios decidan volver a la normalidad o un general sera el menor de nuestros problemas.-

Me quedaría allí plantado, con la espada interponiéndose en el camino de Traudel hasta que esta decidiera volver al vehículo, o hacer que nuestros aceros chocasen.

Traudel se detuvo, no tuvo problema en ello mas allá de la incredulidad ante el hecho de que ninguno de los presentes estaba deacuerdo en acabar con el general ahí mismo ahora que tenían la oportunidad.

Puede que fuera cierto que había una fuerte motivación emocional en la templaria para querer decapitar a Belphegor, pero ese no era, ni mucho menos, el motivo principal de sus acciones, sabía mantener sus emociones a raya, mas que muchos de los presentes incluso. Si tenía intenciones de hacerlo directamente era porque simplemente era lo mas sensato.

Traudel envainó la espada, mas templada que cuando la desenvainó. Su voz no parecía ni mucho menos alterada.

-Traudel- ¿No creeis que si el resto de generales les importara el estado de Belphegor lo mas minimo, podrían haber hecho lo que hemos hecho nosotros sin esfuerzo alguno?. Nunca se han mostrado colaborativos entre ellos ni demostrado vinculo alguno mas allá de su "deber".

Y era cierto que nunca lo habían demostrado, aunque eso no implicaba que no lo hubiera.

-Traudel- Pero ese no es el problema, si nos vamos ahora y le dejamos aqui inconsciente, nada impedirá que venga otro parasito de esos y tome el control de Belphegor una vez mas, con lo que todo lo que hemos hecho habrá sido en vano. Incluso puede que de igual que ese general se pasee desfilando sin control y sin rumbo, pero con una evacuación masiva de Elysium en curso, es muy peligroso, no es lo mismo contener a 4 personas que a 400, sería catastrófico.Y sin duda la plaga preferira eso a gastar efectivos atacando directamente nuestra evacuación, es mas, creo que ese es el plan original.

Eso sin contar el hecho de que un general jámas se dejaría controlar asi a menos que él mismo lo haya permitido, es decir, estaba en el estado que él quería estar, dudo mucho que Balban tenga el poder de forzar a un general a nada parecido. Asi que aunque despertara y de alguna manera supiera que le hemos liberado nosotros, puede que produzca el efecto contrario al que deseabais.

Advertido aquello, guardaría silencio, la decisión no era suya y no iba a discutir mas si el grupo decidía actuar por su cuenta, si querían montar en el armadillo e irse, obedecería.

Era obvio que venían mas refuerzos de la plaga al lugar, solo tenía que haber algun parasito semejante entre ellos para que la predicción de Traudel se hiciera realidad.

 Lo que Traudel decía era pura especulación, pero no podían reprocharselo, algunos de ellos también habían especulado cuando hablaban de que el general les debería un favor. Era sensato pensar que aquello era algo que el general no querría que se supiera si en verdad había caído contra su voluntad, por tanto, perseguiría a los que tenían su secreto. A Adirael le recordó que ya habían pasado por eso, cuando él huyo, cuando vio las reacciones de un general ante las acciones de Alexandra, consiguió un secreto, pero sólo era un humano, ¿qué podía hacer?

 Negué.

 No argumentaba nada sólido en contra de que matar a un general les presentaba como blancos perfectos para esa guerra, actualmente eran insectos que podían aplastar en cualquier momento, ese estado cambiaría, y sería mucho peor de ahí en adelante. Era jugársela demasiado. Habían sobrevivido a un Belphegor vivo, pero no sabían si sobrevivirían a un Belphegor asesinado por su propia mano. Eso sin obviar que había otras posibilidades que Traudel ni había considerado. Como que no pudiese matarlo tan fácilmente como creía.

 - Es cierto que la plaga puede volver. 

 le concedí, no muy de acuerdo con el resto de supuestos. O sabía algo que no había contado, o simplemente trataba de "engañarles" para hacerse con una victoria fácil. Fuese ego, prudencia o una lógica aplastante que no tenía en cuenta más variables que las que tenían allí, sin contar el futuro, Geralt y Raven parecían opinar como el psíquico. No había nada que discutir.

 - Custodiaré su cuerpo. - me ofrecí levantando la diestra para señalar el armadillo.

 Debían irse.

Siguiendo el ejemplo de Traudel, envaine la espada. -Puede que Balban no tenga poder para hacerle nada a un general, al menos no de forma directa. Pero tiene la astucia para hacer que otros hagan esos trabajos.- Ya me había usado a mi una vez, ahora controlaba un ejercito de demonios que podrían hacer casi cualquier cosa, como acabábamos de ver, e incluso tenia control sobre Maria.

La idea de Adirael de custodiar el cuerpo de Belphegor me parecía un disparate, aquello era prácticamente un suicidio, pero también parecía la única opción, él podría hablar con el general a un nivel al que ni Raven ni yo seriamos capaces y salir vivo.

Le mire a los ojos, saque del cinturón la daga que me había prestado y la lancé para que la cogiera, igual que él había hecho momentos antes. -Se que nada te ara cambiar de idea.- Mire alrededor. -Sera mejor que le metas en algún edificio antes de que todos estos se despierten.- Dije mientras comenzaba a caminar hacia el armadillo.

-Mas te vale volver con vida psíquico.-

Tal vez si el cuerpo de Belphegor no estuviera en medio de una legion entera de demonios y probablemente con otra en camino, la propuesta de Adirael no habría sonado a disparate. Incluso aunque tuviera algun as en la manga que le permitiera sobrevivir y escapar a todos aquellos demonios cuando despertaban y a los que venían, nada podría hacer para que la plaga se hiciese con Belphegor de nuevo.

Traudel no sabía por donde empezar, sabía cuantos demonios había allí, a pesar de ser ciega. Sin embargo, fue Alicia la que intevino por radio con una alternativa.

-Alicia- Adirael, tal vez sea mas prudente trasladar a Belphegor a la camara de contención de Elysium, no para encerrarle, él puede salir de ahi en cualquier comento con un portal, sino para asegurar que la plaga no llega hasta él mientras está inconsciente.

En una situación normal esta opción no sería viable por el daño colateral que puede causar...

Estaba hablando de meter un general en Elysium, todos se opondrían y por una muy buena razón.

-Alicia-... sin embargo, Elysium estará vacía en pocas horas y la plaga tardaría dias en penetrar en el bloque de contención subterraneo. Ademas de que, si tu intención es custodiar su cuerpo, será mucho mas fácil allí, que ... aqui y en estas circustancias.

-Traudel- ¿Y si Belphegor despierta antes de que Elysium sea evacuada?.

-Alicia- Sin Maggie, nada impide a Belphegor entrar o salir de Elysium en cualquier momento y circustancia, si su intención es herir a los ciudadanos de Elysium, tiene las mismas opciones estando dentro o fuera de Elysium.

Lo que Alicia proponía era usar la camara de contención no para encerrar a alquien e impedir que salga, sino para que lo que haya fuera no entre.

-Traudel- En eso... tienes razón.

La decisión era de Adirael, si aun asi quería seguir con su plan original, Alicia se encargaría de sacarles de allí.

 Aquello parecía precisamente lo que Balban podía pretender, si es que hubiese calculado que ellos no se detendrían ante aquel ejercito, si había previsto que ayudarían a un demonio que podía aniquilarlos. Aquella previsión escaparía con creces a cualquier plan de un demonio, de cualquier entidad, nadie tenía tanta información, porque nadie controlaba su libre albedrio. Por eso habían enfrentado sus ideas Traudiel y el resto, porque todos tenían su forma de pensar y, en cierto modo, eran imprevisibles.

 Guardé silencio durante unos segundos, después, asentí convencido.

 - Es un buen punto, Alicia. Creo que podemos arriesgarnos sin problemas. - aquella clase de contribuciones era precisamente lo que Adirael deseaba entre su gente, no le importaba que fuese de parte de Alicia, IAs o IA, para el psíquico ya era una amiga, una parte importante de la humanidad a la altura de cualquier humano, era una igual. Solía demostrar estar por encima de muchas tensiones y pasiones, y generalmente actuaba mejor que los propios humanos. Su naturaleza más lógica le ayudaba bastante, y a veces la deshumanizaba, pero aprendía deprisa. Podrían decir que Alicia le recordaba un poco a Eva, al menos a la Eva de antes, la de antes de perder el control.

 Miró al resto.

 - Si os parece bien, pongámonos en marcha. Es nuestro primer general, seguro que el resto va sobre ruedas - Bromeó, a pesar de que no tuviesen intención de aniquilarlo.

 Para Alicia hubo una pequeña petición.

 - Aunque estemos preparados para contenerlo y salvar vidas, deberíamos tratarlo como a un refugiado político. - eso hacía confluir por una parte el confinamiento hasta que se demostrasen sus intenciones o se asegurasen las vidas de Elysium, pero también le brindaría la opción de marcharse sin oposición. Adirael recordó algo - no la clase de refugiado que se le aplicó a MAGGIE por favor. - era importante matizar.

 - Seguramente los invocadores quieran estar preparados, si él despierta puede que sus invocaciones no sean tan leales. - algo que no estaríoa tan mal, después de todo. Entre sus planes había quedado patente que no existiera ninguna clase de esclavitud.

 - Y quien sabe, igual hasta podemos aprender algo.

 No sería el único en reconocer una oportunidad única como la que tenían delante.

Detuve mi avance en seco cuando escuche la propuesta de Alicia, y me gire lentamente mientras seguían con la conversación. 

-Tenéis que estar de broma.- No negaría que era mas seguro que dejar allí a Adirael con Belphegor y todos los demonios que había, pero ¿meter a un general en el geofrente por voluntad propia? Por mucho que estuviéramos en mitad de una evacuación y dentro de poco aquello fuera un lugar desierto.

Puede que Adirael ahora fuera un miembro del consejo, pero aquello iba a ser difícil de explicar. Si la existencia de Maggie causo todo aquel alboroto. ¿Que pasaría cuando la gente viera a Belphegor?

Desanduve el poco camino que ya llevaba y me cargué al general sobre el hombro. -Esto es una mala idea.- Pero aun así no pensaba quedarme allí discutiendo, demasiado tiempo se había perdido ya. Metía al general en la parte trasera del armadillo y me senté en uno de los asientos observando al general, esperando que no nos matara a todos en cuanto se despertara.

Estaba hecho. Una vez todos a bordo, incluido el inconsciente general, el armadillo se pudo en marcha a toda velocidad para alejarse de aquella horda durmiente. Justo a tiempo cabía añadir, si miraban atras algunos demonios estaban empezando a moverse, no cabía esperar lo mismo de Belphegor, todavía tenía una enorme garrapata muerta con las patas incrustadas en su cabeza. El daño físico segurmante no resultase un problema, el problema era que había dañado una mente ya de por si muy dañada.

-Traudel- He contactado con Inma, nos esperará en el hangar junto a un equipo médico, de momento este asunto solo lo sabe el alto mando y personal específico. No van a cambiar los planes, la evacuación se llevará a cabo segun lo previsto, tambien tienen la camara de contención preparada.

La doctora Elisabeth se ha ofrecido voluntaria para examinarle, tambien me han informado de que Lyra ha regresado, tambien nos estará esperando en el hangar.

Es muy probable que esta fuera la primera y ultima vz que los presentes tenían la oportunidad de estar en presencia de un general sin estar al borde de un ataque de terror o ansiedad, Belphegor no tenía el aura de Astaroth, "parecía" mucho mas inofensivo, mas en su forma humana, tenía el aspecto y constitución de un vagabundo enclenque. Solo Adirael podría quedar sobrecogido si usaba su visión del aura, su aura roja brillaba mil veces mas que la de cualquier demonio, signo de un poder dificil de imaginar.

-Alicia- Destroyer, Lilith y Spartan han llegado sanos y salvos a Elysium, han perdido la consciencia pero se encuentran físicamente bien, la doctora Elisabeth cree que despertarán antes de la evacuación. Aiedail tambien permanece en el hangar... está... importunando a los técnicos de mantenimiento.

El viaje concluyó sin mas sobresaltos, el tren delantero del aramdillo hacía algun ruido extraño pero aguantaría hasta llegar, aquellos vehiculos estaban hechos para durar.

---

Elysium Hangar 7, 12 horas antes de la evacuación.

Tiempo estimado hasta la entrada de la plaga: 20 horas.

El comité de bienvenida era bastante numeroso, pero no había una horda de militares nerviosos por el nuevo invitado, finalmente parecía que le estaban dejando hacer a Adirael y el grupo que le acompañaba, todo el mundo estaba centrado en la evacuación, en la operación mas importante y arriesgada que Elysium había realizado en su corta historia.

Al abrirse la puerta trasera del armadillo, Inma estaba esperando tranquila apoyada en unas cajas y junto a ella había alguien comletamente inesperado, alguien que se supone no debería estar allí, al igual que Belphegor. Aun conservaba su camisa hawaiana, sus malas formas, aspecto desaliñado y... la espada mas poderosa forjada por el hombre a su espalda. Era Marco D´Angelo el viejo maestro de Inma, tambien su padre adoptivo, hace mucho tiempo. Era un ya un anciano cada vez mas deteriorado físicamente, pero ese hecho pasaría desapercivido para los menos observadores.

-Marco- Hey Adirael, ¿te lo puedes creer? me decido a volver y resulta que se marchan todos, jajajaja.

El equipo médico junto con Elisabeth y Lyra procedieron a poner a Belphegor en una camilla y llevarlo al escaner del centro médico para examinarle.

-Marco- Vaya... me recuerda a Bob.

Al bajar, Traudel reconoció la voz de Marco y claramente sorprendida, incó una rodilla ante él con profundo respeto.

-Traudel- Traudel Gottschalk, mi señor. Hija de Trude Gottschalk... es... un alivio y un honor verle con vida y de vuelta.

-Marco- Hey levantate, nada de formalidades de esas aqui, Inma me ha hablado de ti, me ha dicho que eres una digna Sororita, como tu madre. Ella murió luchando al lado de Alexander tal y como había jurado, el honor es mio.

Hechos los saludos Traudel se retiraría a pesar de querer hablar con alguien a quien respetaba tanto, había mucho que hacer.

-Lyra- Adirael, estaré en el centro médico con la doctora Elisabeth, ayudaré con el chequeo. Lilith, Destroyer y Spartan tambien estan en el centro médico, aunque aun no han despertado.

Entendía que tenían cosas importantes de que hablar, pero la llegada de Belphegor era igualmente algo extremadamente importante. Podían hablar allí cuando estuvieran listos, las siguientes horas iban a ser frenéticas, un refrigerio y una ducha a tiempo podía quitar muchos males.

Aiedail estaba tumbada en el hangar, esperando alguna orden mas de su invocador, se había entretenido hasta entonces viendo a los humanos pulular por allí apresurados de un lado a otro.

-Inma- No voy a cuestionar el motivo por el que está aqui Belphegor (como seguramente el 90% de Elysium desea hacer), pero... ¿cual es el plan?.

-Marco- Bueno un loco mas en esta jaula de grillos no creo que vaya a ser un problema tan grande jajajaja.

-Inma- Sigue asi y te voy a golpear... muy fuerte... "papá".

Por fin habíamos llegado a Elysium, aunque no sabía como tomarme actualmente lo del general, tampoco le di mayor importancia, o por lo menos, no en aquel momento, confiaba en que Adirael supiera lo que estaba haciendo por lo que ya después de aquel viaje y de la experiencia de que corrompieran mi mente de nuevo me dispuse a acompañar a el psíquico para así saber que tenía planeado hacer.

Mientras tanto corto y conciso avise mediante mi fiel compañera - Nova, avisa a Kesner de que hemos llegado, si hace falta algo solo tiene que llamarme - después de todo era el mártir que había impuesto la difícil decisión de abandonar la ciudad y el máximo responsable de ello, no abandonaría dicha responsabilidad que había jurado proteger.

Luego me quede cerca de Adirael mientras me quitaba el casco, instándole con un breve comentario - como ya habrás notado mis problemas con "la mente" solo pueden ser solucionados contigo o Eva, así que estaré acompañándote un rato, capitán - le mencione mientras con una sonrisa afable le mostraba complicidad, tratando de quitarle espinas al asunto, ya había tratado mis problemas con la ciencia y no habían funcionado, solo me quedaba esperar que ellos, los psíquicos pudieran hacer algo al respecto.

Luego con una mirada mas sería y formal observe a el anciano que estaba con Inma, su relación no me llamaba especialmente la atención, ya había visto niñas crecer de un día para otro, tanto de una como de otra forma, sorprenderme por su forma de hablar del anciano iba a ser ya algo complicado, ya demasiadas sorpresas me había llevado antes, sorprenderme a estas alturas iba a ser difícil.

Con un gesto noble, lleve la diestra al pecho e incline levemente la cabeza para saludarle - Señor, formalidades o no, siempre hay que tener respeto, incluso por aquellos a los que aún no conocemos - no era especial partidario de reconocer a todo el mundo y mucho menos a los templarios ni sus consecuentes pero si conocía a Adirael, debería de mostrar mis respetos.

Después de eso me limitaría a escuchar y observa, consecuentemente a responder si era necesario aunque en aquella conversación prefería medir mis palabras y ser paciente, si hubiera algo en lo que fuera necesario, me lo preguntarían y allí era algo que dudaba, dadas las circunstancias era Adirael el que debía de dar explicaciones y tendría mi total atención al respecto.

Al bajar del armadillo recorrí con la mirada a los allí presentes, deteniéndome un momento en el rostro de la persona que estaba junto a Inma e incline levemente la cabeza a modo de saludo. Mire durante un par de segundos la espada que llevaba a la espalda y luego me dirigí hacia el lugar donde Aiedail estaba tumbada.

Pase una mano por su escamosa piel. -Bien hecho pequeña.- Era la primera vez que dejaba que uno de mis dragones se alejara tanto de mi, ya que nunca antes había surgido tal necesidad, y aunque de Aiedail y alguno más podía fiarme de que se comportara, sabía que era algo que no podría hacer con todos ellos.

Hice que la dragona se volviera mas pequeña para dejar sitio libre en el hangar antes de acercarme de nuevo a los demás. Me quedaría un rato mas con ellos para saber que planes tenia pensados Adirael a mayores de los que ya sabíamos. -¿Viste algo inusual o que llamara la atención de camino hacía aquí?- Le pregunte a la dragona de fuego. Desde el cielo tenia una vista mas amplia de la ciudad, y como demonio podía ser que se fijara en algo que incluso a Alicia se le podía pasar por alto. 

 La humanidad estaba llena de personas que se habían sacrificado, para el psíquico aquella tendencia a morir para arreglar las cosas le resultaba insuficiente. Fue otra época, debían ser respetuosos con ello, pero sólo se alzaban en los hombros de gigantes, ahora era cuando debían demostrar que no era suficiente con lanzarse al suicidio. Un pensamiento que podría ser contradictorio en apariencia con las últimas decisiones tomadas por su equipo, ¿llevar allí a Belphegor no era una forma de suicidio? No lo era, al menos, de una forma heroica e individualista. No despreciaría lo que Elena había hecho, ni lo que había logrado la orden templaria, pero las palabras de Mateo le resultaban indiferentes. Por otro lado, era una forma práctica de motivar e inspirar a la tropa, puede que Traudel tuviese habilidades excepcionales, pero no era una persona excepcional.

 - Este es Jason, un "segador", conocido como Raven. Era mi segundo al mando. - ya que Raven se había molestado por ser educado y respetuoso Adirael lo presentó. Ahora él estaba al mando, aunque Adirael siguiese teniendo un peso considerable en las decisiones y el conjunto. Presentaría a Lilith y a cualquier otro de su equipo original, incluida Alicia. Tenía muy claro quien pertenecía a aquel exclusivo grupo, como si fueran un ariete dispuesto a destrozar las puertas de la realidad.

 - ¿Te has aburrido de recorrer el mundo? - le tendí la mano, por los viejos tiempos. Habían pasado...¿años?

 Adirael intuía que su presencia allí no era una casualidad, o tenía información delicada o había una amenaza fuera que el solo no podía evadir. Las otras variables, prefería no considerarlas de momento.

- Bob ha muerto. - espetó, como si fuera algo natural, sin tristeza, ni solemnidad. Todo está preparado para que regrese.

 Bajo la seguridad de que tenía atados unos cuantos cabos, no le dio más importancia - y sí, creo que son de la misma especie. O algo así.

 De modo que, cuidado con la camisa.

 Adirael se permitió bromear con él recordando un acontecimiento que podrían denominar gracioso, parecía ayer cuando "Bob" se limpiaba el jugo de la fruta de sus manos con el hombro de Marco.

 Hablando de locos.

 Estudié el semblante de Inma, sería interesante comprobar como se sentía con respecto a Marco. En seguida, atendería sus preocupaciones.

 - Belphegor es un enemigo indiscutible de la humanidad. - declaré - pero no debemos considerarlo un objetivo. - como para un ratón el águila es el enemigo, el ratón, no tiene porqué perseguir a su depredador. - Creemos que ha sido controlado por Balban - miré a Lyra, esperando que le compartiese información por un método que el resto no podría llegar a captar, la información era poder y más cuando vas contrarreloj. 

 - La plaga evoluciona y se adapta a todo tipo de fines. Está siendo un verdadero quebradero de cabeza para otras especies como las súcubos, y no tardará en serlo para nosotros, como ya sabéis. - la plaga no carecía de todo sentido. Adirael pretendía entender y empatizar con Balban. La plaga era un comienzo, no sólo un final. El remodelado del universo tal y como lo conocían. Podría incluso traerles grandes ventajas. Pero el precio del bienestar era el de la individualidad, el de parte del sentido de la humanidad, del albedrío, del altruísmo voluntario. Ser Uno podía acabar con todo, pero brindarle un futuro. balban, en ocasiones, no se antojaba como un verdadero villano en aquella historia. Sino como un antihéroe incomprendido con ciertos fines egoístas.

 - Belphegor puede llegar a ser el más peligroso de todos los generales. Y Balban lo necesita si quiere culminar rápido su plan. Plan, recuerdo, al que por el momento no hemos tenido acceso en su totalidad. - por si alguno cometía el error de figurarse que Adirael poseía esa información.

 - Si estamos entre fuego cruzado tenemos que asegurarnos de que podemos tener bajo control al bando ganador - expuso de forma práctica, aunque se alejase un poco de lo que constituía su verdadera opinión. Allí no se trataba de opiniones, sólo de decisiones en base a los hechos.

 - Tenemos que custodiar su cuerpo hasta que recupere la conciencia. No hay que esperar agradecimiento alguno por eso. Es sólo una cuestión de estrategia para el futuro, un riesgo asumible si queremos que ahí fuera la plaga no lo consuma todo.

 Las tareas pendientes deben ser un análisis detallado de como funciona la nueva subespecie. - se refirió al parásito - intentar aprovecharlo en nuestro beneficio - si lograban saber que hacía que pudiesen anular la mente de un general debían hacerse con esa tecnología - y centrarnos en la evacuación.

 En cuanto todo esté rodando tendremos que discutir otros cursos de acción.

 Aún así, el futuro es variable. - miró a Marco, aunque bien podría haber mirado a Lyra también. Si sabían algo, si tenían información, era el momento de compartirla.

 - Escoltaré a Belphegor, si me quisiera muerto ya lo habría hecho - nadie lo sabía, pero Adirael ya se había cruzado a solas con él, ¿por qué iba a ser diferente ahora? - deberíamos asegurarnos de que no es un caballo de troya.

 Llevó su vista a Lyra.

 - trata de interrumpir cualquier conexión siempre que haya una reunión importante o se revele información delicada, sólo por precaución. - posiblemente, no sirviese de nada, pero debían intentarlo.

 - Marco, ¿nos acompañas y nos pones al día?

 Finalmente, le dedicaría una mirada desde lejos a Geralt, si correspondía, asentiría para agradecerle el trabajo que había realizado. Eran más libres que nunca, habían aprendido a no seguir órdenes y, sin embargo, luchaban por el bien común. Eran los héroes de aquel momento histórico y aún no habían dado sus vidas, ni habían vendido sus almas a un consejo.

Aiedail pareció cómoda con el reconocimiento de su invocador, era orgullosa y dado que a lo maximo que podía aspirar como exito era cumplir con rigor las ordenes de su invocador, ese reconocimiento bastaba para alimentar ese orgullo.

-Saben que vais a salir, Dragonborn. Os estan esperando, estan preparados, su edor se esparce alrededor de esta madriguera, estan ocultos en las ruinas, a la vuelta de cada esquina y tras cada piedra. Cuando salgais os enfrentareis a toda la furia de la plaga.

No teneis poder para detenerlos, no almenos aqui.

La dragona de la casta de fuego miró entonces fijamente a su invocador.

-Se escuchan los susurros de Ragnarok en el viento muerto del reino gris. Algunos de nosotros, los condenados a la esclavitud, le hemos oido. Ha despertado y susurra desde las sombras, anunciando su despertar.

Aun en su forma mas pequeña estiró su cuello hasta acercar su hocico a la cara de Geralt.

-Y yo se cómo encontrarle.

Le anunció sin importar quien escuchara, no es que nadie pudiera hacer nada al respecto.

La razón por la que Aiedail estaba anunciando aquello era evidente, los humanos iban a luchar contra Balban y su plaga, tal vez en la única circustancia en la que podrían sacar partido del enemigo de un enemigo.

Aquel variopinto grupo se trasladó entonces a la sala de onservaciones del centro médico para recibir los resultados de los escanaers de primera mano. En la sala del escaner, en contacto directo con Belphegor estaban la doctora Elisabeth, el doctor Smith y la propia Lyra. Había comunicación directa con ellos desde la sala de observación, podían hablar sin restricción alguna mientras llevaban a cabo el proceso.

Era una oportunidad única para obtener información acerca de un demonio de ese calibre. Mientras tanto Marco compartiría lo que sabía, no era mucho, su labor no había sido de investigación sino de huida, nadie mas hubiese sido capaz de mantener a Keter "la corona" a salvo de los generales.

-Marco- ¿Cansado? mucho, he venido a por mi jubilación, aunque mis espectativas se estan yendo a pique a toda leche.

Una lastima lo de Bob... me caía bien, ademas me hubiese gustado conocer a su amiga.

He tenido algun que otro percance con el resto de mandamases, concretamente con Lucifer, nuestro querido angel caído, por lo visto es un caso en el que nuestra mitología acierta, aunque solo sea por casualidad. En efecto fue un ser del orden en su momento, uno muy poderoso, tan poderoso que se creyó que podría desafiar al "Führer" del caos. Como castigo le convirtieron en lo que es ahora, una criatura llena de ira con especial odio hacia el orden, no es ni una milesima parte de lo que fue, pero todos sabemos lo que puede hacer igualmente.

No le he visto en otra forma que no sea la de angel negro. Tampoco he visto nada capaz de atravesar la armadura negra que le recubre como segunda piel, nada, salvo Keter. Aunque estoy seguro que tiene truco, como todos.

Astaroth me preocupa mas si cabe, es bastante mas inteligente y cauto que Lucifer, tiene visión de batalla, es sin duda un perro viejo, el mas viejo de los tres me atrevo a especular. Ante la posibilidad de una batalla a gran escala, sin duda Astaroth sería su principal estratega. En cuanto a su poder individual... bueno, él solo venció a Alexander y a todos los synphogear y templarios que le hicieron frente en la camara principal de la fortaleza del Vaticano, a todos a la vez. Aunque una cosa sí debo añadir, no salió indemne. Es mortal, como el resto.

Puede parecer que la plaga a acabado con las legiones aqui, pero lo único con lo que han acabado esos bichos son con los demonios que se han quedado para ganar tiempo para que la mayoría de legiones se retiren a través de hellgates. Los generales no han perdido nada practicamente, estan guardando sus legiones para nosotros seguramente, no parece importarles demasiado que Balban actue a sus anchas.

En cuanto a los otros dos generales no tengo ni idea, no se dejan ver tanto como Astaroth y Lucifer...bueno, hasta ahora.

Mientras Marco hablaba, en la sala de escaneado conseguían información realmente interesante.

-Elisabeth- Vaya esto es... fascinante. Belphegor no tiene organos internos, su tejido es biológico pero muestra muchas similitudes con el biometal, es decir, es adapatativo y se puede recontruir instantaneamente mientras dicho tejido no se separe del resto. Eso podría explicar cómo puden cambiar su aspecto hasta parecer humanos o mostrarse como demonios de varios metros de altura.

Las lecturas de energía se salen todas de las tablas, genera mas de cien veces la energía de los generadores magnéticos "Galaxy" que alimentan el Geofrente. Y sin sobrecalentarse, su temperatura corporal es de 45 grados centígrados estables.

Las lecturas muestran la presencia de un sistema nervioso, mucho menos ramificado pero distribuido por todo su cuerpo de manera uniforme salvo en la cabeza donde parece estar su centro nervioso "un cerebro", o almenos algo que cumple esa función. De nuevo es similar al nucleo de Maggie, como su centro de procesamiento. Definitivamente su cabeza es su punto debil, almenos en esta forma.

El parasito no tiene muestras de especial agilidad ni un caparazón grueso, el 70% de su masa corporal es cerebro. Puede que no tenga individualidad ni conciencia propia, pero desde luego puede ser un ente capaz de procesar información de manera mucho mas eficiente incluso que el cerebro humano.

En la parte delantera, su aparato bucal es de tipo chupador-picador.

Utilizó la forma de clasificar a los insectos para entenderlo de manera rapida.

-Elisabeth- Este aparato es el que ha usado para establecer una conexión entre el cerebro de Belphegor y él. No me atrevo a especular bajo que circustancias ha sucedido pero sí puedo decir que este parásito es lento y poco agil y el proceso para conectar con el cerebro de Belphegor, contando con la dureza del cuerpo del general, no ha sido rápido ni indoloro, si es que sienten dolor.

La conexión de ambos o lo que es mas probable, la desconexión abrupta, parece haber dañado el centro nervioso de Belphegor, el daño ha sido reparado pero me parece una causa mas que razonable para el actual estado del general. Lo que no hace sino confirmar que el centro nervioso es sin duda el punto debil.

Almenos en eso, Maggie, Belphegor y cualquier humano eran bastante similares.

-Marco- De nuevo la idea de decaptiarle se vuelve mas tentadora jajajaja.

-Lyra- Por el momento no tiene actividad psiquica externa, mas bien parece estar soñando, incluso podría ser mas especifica, creo que sueña con algo... muy alegre.

Si los presentes querían hacer alguna pregunta o que dentro de la sala hicieran algun tipo de prueba, ese era el momento. Tambien debían decidir donde llevarle una vez hechas las pruebas, la proposición de Alicia de llevarle a la camara de contención seguía disponible.

En ese momento entró Avner en la sala, acompañado de Yehudith, venía algo apresurado.

-Avner- Lamento el retraso, he ido a ver como estaba Lilith, por lo visto se recuperará pronto. Yehudith, ¿neceitas entrar en la sala del escaner?.

-Yehudith- No, puedo ver todo lo necesario desde aqui...

De pronto clavó su mirada en Marco y afiló la sonrisa.

-Yehudith- ... todo... todo... todo.

-Marco- Genial... llegó la sucubo, ahora podremos empezar la orgía. ¡Avner! viejo zorro, veo que esta reina del sado te tiene bien cuidado jajajaja.

El maestro invocador se limitó a una sonrisa de resignación.

-Avner- Me alegra que haya vuelto con nosotros, D´Angelo. Tambien de que la Corona esté a salvo.

Respondió, tranquilo y diplomático.

Inma había guardado silencio todo el tiempo, algo bastante impropio, se la notaba bastante incómoda en presencia de Marco, seguramente ya hubiesen tenido una charla mientras Adirael y su equipo estaban fuera, pero la inquietud de Inma era algo nuevo, no era inquietud por una amenaza o por una sospecha, era algo mas intimo, algo que tenía que ver con su relación, tanto familiar como profesional.

Mientras el resto hablaba, Lyra se comunicó por telepatía. La forma de disimular y realizar tareas bastante complejas mientras hablaba por telepatía estaba la altura de los mejores psiquicos, un signo de una adaptación eficaz y rapida a aquel cuerpo.

-Lyra- Adirael, tengo la hubicación de Balban, si la dirección proporcionada por Vulgrim es correcta, solo nos falta un portal que nos permita usar los caminos de las estrellas para llegar allí.

Eran grades noticias sin duda, pero Lyra había estado ocupada, había obtenido mucho mas que un mero pergamino, no era de las que desaprovechaba las oportunidades. Su actitud libre de prejuicios hacia los demonios le había sido de gran ayudaen esta ocasión.

-Lyra- Sin embargo hay algunas cuestiones que me preocupan. Hablé con Vulgrim tanto como él estuvo dispuesto, es un demonio que pone precio a todo, todo tiene un valor que puede ser usado en un intercambio, incluida la información, "sobretodo" la información.

Decidí informarme sobre el precio de muchas cuestiones, le dejé alardear de su capacidad para tasar incluso la pregunta mas simple, sin embargo, hubo una pregunta, cuya respuesta no tasó en ningun momento, la unica cuestión que negó sin dar opción a llegar a un trato.

"¿Cómo sabes dónde se encuentra el cuerpo real de Balban?".

Esa es la única información que descubrí que no vendía. Lo cual me lleva a pensar que Vulgrim oculta algo, algo lo suficientemente importante como para que esté por encima de su "labor de comerciante".

El trato era la ubicación de Balban a cambio de mirar en mi cabeza y encontrar lo que buscaba, al parecer lo encontró, pero no mencionó nada mas acerca de Balban, el lugar o las circustancias. Me temo que si cruzamos ese portal... vamos completamente a ciegas.

Adirael podía ver enseguida que a Lyra le escamaba aventurarse a algo asi con semejante falta de información.

 Asentí a Lyra. Había elegido bien, y además, había profundizado en algo que no era propiamente una tarea, había accedido voluntariamente a dar todo a cambio de todo, incluso si era una trampa, habría merecido la pena. El caos de la situación no mejoraba con las palabras de Aiedail, cuando el psíquico no sabía algo, optaba por preguntar. Aprovecharía que Marco y avner se reencontraban, mientras el resto analizaba a Belphegor, lo cierto es que su idea no era tanto el análisis profundo del general como el del parásito, pero les dejaría aprender, era arriesgado sumergirse en la locura, sobretodo si intentas racionalizarla.

 Miré a Geralt y me aproximé a él.

 - ¿Ragnarok? - buscó más piezas de aquel rompecabezas. No pasaría por alto las otras advertencias.

 - Raven, asegúrate de que tenemos algo contra bichos de la plaga que vuelen, ya he visto de esos, y no son cosa fácil. Así mismo que hagan hincapié en posibles exospectores. Tal vez...utilizando la máquina... - hacía mucho que había solicitado la creación del amplificador neural, un sofisticado complejo para aumentar sus poderes. Eso le daría una visión del campo de batalla.

 - No podemos estar aquí de brazos cruzados.

 Golpeó el hombro de Jason con confianza.

 - ¿Puedes reunir a los mandos militares y organizarlos? Tú sabes a que nos enfrentamos. Deben poder resisitir el comienzo del viaje, será el choque frontal más duro. Tal vez podamos tener una estrategia para salvaguardar el mayor número de personas posible. El resto, tendremos que asegurarlo nosotros. - el psíquico pensaba que una vez superado el primer enfrentamiento, su equipo, y algunos más, asegurarían que la plaga no fuera un problema de ahí en adelante. - Habla con Gólgota, a ver que tal siguen las cosas, y veamos que ayuda puede ofrecernos sin volverse excesivamente vulnerable. De todos modos, una ciudad vacía les serviría de poco - volvió a golpearle con camaradería, sin ánimo de que se fuese inmediatamente, podía escuchar lo que Geralt tuviese que compartir.

 - Reuniremos la información que podamos y nos pondremos en marcha, de modo que, no os pongáis cómodos si no queréis perder el sitio.

 Miró a Lyra un instante, lo suficiente como para que estuviesen hablando a pesar de que el resto no oyese nada.

 Gracias. Te has ganado todo el derecho a venir. Creo que es nuestra única oportunidad. En realidad, ya cuento con que sea una trampa. Y no. No tengo ningún plan. Sólo tengo esperanza y una fe ciega en la gente que sé que vendrá conmigo.

 Bajó el mentón. Suicida...pero ¿eficaz? Se jugaban las vidas de muchos, allí, defendiendolos, morirían. Lo sabía. No podían erradicar la plaga. Incluso la plaga podría volverlos los unos contra los otros. ¿Cuánto aguantarían? Quedarse era un suicidio.

 Ahora la plaga parecía gozar de omnisciencia. La omnisciencia de saber que se iban a marchar. Aquello no tenía ningún puto sentido. No era lógico, a pesar de que la plaga siempre había sido tremendamente lógica al actuar. Un fallo de guión, o un efecto secundario de controlar a Belphegor. Adirael se veía forzado a actuar sin un plan, lanzandose a una aventura que podía salirles demasiado caro. Es fácil equivocarse cuando se toman decisiones, si alguien tenía un mejor plan, que no fuese una propia de una niña soldado con ganas de venganza, o un recién nacido con aspiraciones, estaría encantado de escucharla.

 Finalmente miró a los ojos de Geralt.

 - Puede cambiar todo tal y como creo que deberíamos actuar. De modo que...

 le permitió contribuir, Aiedail tenía un profundo respeto por parte de Adirael, como la mayoría de criaturas invocadas por el dragonborn, sobretodo, porque sabía que eran enemigos de Balban. Del mismo modo, podía confiar en las súcubo en esa empresa, el enemigo de mi enemigo...

 Geralt y Raven ya debían de figurarselo, Adirael iba a ir a por el deathmaster, e iba a liberar a la plaga, o al menos, iba a intentarlo. Si era así, el resto estaba claro. Tenía su ubicación, y podían ir a patearle el culo.

Seguí a los demás hasta el centro medico mientras pensaba en las palabras de la dragona. -Ragnarok puede marcar la diferencia en la batalla contra Balban, pero para eso hace falta que se ponga de nuestro lado, algo que en principio no debería ser complicado.- Pero para eso primero debíamos conseguir salir del lugar en el que nos encontrábamos, lo que si que podía suponer un problema por las palabras de la dragona. 

Antes de que me diera cuenta ya estaba en el centro medico y Marco D´Angelo estaba contando lo que le había pasado mientras estaba fuera.

Escuche las palabras de Elisabeth mientras observaba lo que sucedía al otro lado del cristal, era cierto que sentía curiosidad por lo que podríamos aprender del general en ese estado, pero no me esperaba nada de lo que la doctora diría sobre Belphegor. -Disculpe mi atrevimiento Doctora Sunders, ¿pero insinúa que ese general tiene mas en común con Maggie que con el resto de demonios?- Si la había entendido bien y eso era lo que significaban sus palabras, parecía ser que Maggie podía ser controlada de una forma mucho mas sencilla de la que se esperaba, y aunque aquellos demonios parásitos fueran lentos y fáciles de matar, si uno solo conseguía control sobre el cuerpo de Maggie podría ser una gran problema.

La conversación fue avanzando hasta que Avner y Yehudith entraron también en el lugar en el que estábamos.

Mire a Adirael y antes de contestarle apoye la mano sobre la empuñadura de la espada que llevaba a la cintura, una espada en cuyo nombre figuraba la palabra Ragnarok. -Ragnarok fue el primero de su raza, el primer dragón que existió.- Cruce los brazos sobre el pecho. -Aunque me da que no puedo decirte mucho mas, solo se que es uno de los demonios mas poderosos que existe y que su ayuda podría permitirnos derrotar a Balban, Aiedail puede contarte mas si quieres.- Así yo también sabría algo más.

Luego me dirigí a la dragona. -Aiedail, si los condenados podéis escuchar los susurros de Ragnarok puede que Balban se haya enterado también de su despertar. ¿Crees que él puede encontrarlo y hacerle algo como lo que le hizo a Belphegor?- Si era así debíamos alejarlo de las garras de Balban antes de que le controlara también, y aunque era algo que dudaba, con Balban nunca se sabia.

Mientras escuchaba la conversación de la sala y la del quirófano varias ideas venían a mi cabeza una tras otra, incluso a estas alturas no pretendía ser un líder ni un ariete hacia la revolución, solo la falange que se necesitara para que la humanidad pudiera seguir adelante, ese era la manera en la que pensaba y obraba, las palabras de Adirael retumbaron con confianza en mis pensamientos, agradecía su forma de apoyar y sus consejos ante las complicaciones que se formulaban, sin embargo, aunque no imposible era improbable conseguir una estrategia perfecta contra organismos que podían evolucionar de manera tan rápida como la plaga, sin embargo mientras escuchaba el análisis del insecto una idea vino de forma sobrecogedora, si su fisionomía funcionaba de la manera que creía también la física podría ayudarnos contra ellos, o por lo menos a generar una contra medida.

- ¿70% de su masa corporal es cerebro? - le pregunte a la doctora con curiosidad - podría simular un experimento con aquel insecto aplicándole vibraciones ultrasónicas - si mi suposición era correcta ningún tipo de materia blanda se vería inalterada por una onda ultrasónica lo cual podría resolver el problema de los parásitos, licuar desde dentro un material gelatinoso como el de esos parásitos para evitar posesiones mientras que a un humano común serían imperceptibles, su carente grosor de caparazón sería una ventaja que la plaga no habría desarrollado todavía.

Ese era mi principal interés, combatir la plaga y dadas las circunstancias era probable que fuera más que necesario, luego observé a Adirael calmado mientras racionalizaba sus actos, actos que cobraban forma más y más por lo que, preocupado, le advertí con referencia a mis experiencias.

- Balban debe ser destruido eso es un hecho, pero, no pienses que puedes liberar a la plaga cuando ellos nunca fueron esclavos, la plaga no es ni un medio ni un fin, es una extensión de su creador, una extensión sin propósito más cual cumplir el de su creador - le explique calmado mientras trataba de racionalizarle lo que había experimentado

- Su voluntad es la misma que la de balban, no son invocaciones ni esclavos, son lo mismo que lo que queremos derrotar, recuerda eso, podría salvarte la vida - le expresé respetuosamente, su idea de un mundo libre era algo nuevo, casi una locura, pero no era imposible, pero lo que quería lograr con la plaga, era inamovible, incluso si sus sentimientos eran enfrentados, la realidad era cruel e implacable.

Luego y quitándole peso al asunto continúe con la charla - con toda la movilización que vamos a tener sería improbable que no fuéramos detectados por lo menos por una legión o dos, por suerte no saben que ruta usaremos así que estarán dispersos y eso verá su poder menguado - incluso si eran miles, era mejor que pelear con cientos de miles o millones de demonios a la vez con una movilización tan complicada

- por los exospectores no te preocupes, la mayor cantidad de vehículos aéreos que tenemos tienen plena capacidad de fuego y esas cosas no son precisamente ágiles, aunque no mentiré que plaga voladora no es algo que allá visto es más probable que trate de acabar con los vehículos aéreos primero, sin embargo si mantenemos un perímetro de seguridad con los vehículos terrestres no debería de ser un problema - Era como querer mirar a la izquierda y a la derecha a la vez, la plaga debía de compensar de una u otra forma, esa era nuestra ventaja, aunque solo era suposiciones tácticas, era probable de que no fuera el único con esas ideas.

Luego con algo de duda me frote el mentón mientras pensaba en Gólgota, si bien era acertada su afirmación, no tenían la obligación o mejor dicho la programación de asistirnos - Recuerda lo que dijo aquel androide, no sacarán vehículos de aquella fortaleza hasta que no sea para su funcionalidad final, el combate - le recordé al psíquico las palabras del androide de la ciudad - pero no perdemos nada por intentarlo - mencione resignado mientras dejaba escapar un leve suspiro.

- Nova, puedes contactar con Gólgota y solicitar cualquier tipo de apoyo del que podamos disponer para nuestra movilización - era lo único que podía hacer sobre aquel tema, dicho aquello solo me quedaba organizarme con los mandos militares, lo cual era algo más complicado, las cosas habían cambiado no hace mucho y podrían estar algo revueltas al respecto por suerte, aunque no me había ganado el favor por lo menos no sería una voz desechada en el olvido, observe nuevamente a Adirael mientras formulaba la mejor situación posible, el mejor curso de acción era desgraciadamente, dar palos de ciego, algo que detestaba.

- Los mandos militares...tal vez Kesner pueda ayudarnos actualmente con esa reunión - planteé - y si quieres usar cualquier tipo de máquina, también deberíamos de poder pensar como desplazarla - aunque esa afirmación era ambigua, no sabía que maquina quería ni como quería usarla, pero si la quería usar debería de gestionar primero su ubicación en aquella macro movilización.

- En cualquier caso, reunir y organizar a los mandos militares, es algo que haría un general o un presidente, alguien con la influencia suficiente como para que le sigan - mencione con preocupación a su petición - a los ojos de la ciudad soy o un soldado o un anarquista, pedirme que los organice suena...- apreté entre dientes - solo soy un hombre...- ciertamente comparado con Geralt o Adirael, no con aquel equipo era...el mas común - veré que puedo hacer - concluí tratando de corresponder a sus expectativas

- Nova, solicita una reunión con Kesner y dale los datos de lo mencionado aquí - tal vez eso podría dar explicaciones a preguntas innecesarias - y respecto al resto de mandos militares...- mencione pensando por un instante en Nathalya, las cosas se habían complicado demasiado y no sabía el desenlace de su situación en la escuela de cazadores - Supongo que primero tendré que hablar con Kesner de todos modos...- era cuando menos un tema complicado.

Luego observé a Geralt sin ánimo de indagar demasiado en su conversación con la dragona, ya tenía mis propios problemas como para complicarme más - ¿Ragnarok? ya bastante tenemos con demonios e insectos, no involucres mitología nórdica en esto por favor - le dije a modo de broma, ya pocas cosas podían sorprenderme, eso era un hecho, pero cada vez que Geralt estaba involucrado parecía que tenían un nuevo mito preparado para explotarnos en la cara.

Me frote los parpados con los dedos mientras asimilaba la situación y esperaba una respuesta de la doctora y algún tipo de confirmación de Nova o conversación en la sala, luego y si se me permitía iría a ver a Kesner, estaba cansado y con tarea que hacer, cada vez más pensaba con más ganas poder tomarme una cerveza tranquilamente, pero parecía que eso no iba a ser más que un sueño lejano.