Partida Rol por web

Elysium Rebuild

Anexo 3:Judicator

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07/03/2014, 22:47
Marco

Al lado del huerto había una mesa de barbacóa de madera carcomida, pero almenos valía para sentarse poner algo ahí. El templario sacó una sandía del huerto y la puso encima de la mesa, tenía buen aspecto todo sea dicho. Entonces desenfundó la enorme espada que llevaba cuya aura era azul y la usó para cortar la sandía, primero en dos medios y luego cada medio en dos cuartos, él cojió un cuerto y le tendió el otro a Levistus.

-Mmmm, tal y como pensaba, en esta tierra sí se puede cultivar...

Dijo tras pegarle un buen bocado. Luego miró el simbolo que había "dibujado Levistus".

-Pues... he visto sellos a menudo, suelen pertenecer a demonios mas poderosos que la media, se ven sobretodo en la grandes ciudades. No sabría decirte si he visto ese concretamente pero si es lo que estas buscando, entonces debes ir a Nueva York, es una ciudad muy grande y te aseguro que allí se ve de todo, es un buen sitio para buscar algo asi.

De todas formas, está a 800 kilómetros de aqui mas o menos, a menos que puedas usar uno de esos portales tuyos o volar, necesitarás un medio de transporte si no quieres que el viaje te lleve meses a pie.

Eso supondría un problema, porque Levistus solo podía ir con sus portales a donde ya había estado antes y en su estado actual no podía volar.

Apenas había terminado de hablar cuando el eco de gruñidos procedentes de los bosques de alrededor retumbaron en las paredes de la iglesia, era como un sistema de alarma natural.

-Ups... vaya hacía tiempo que mis feligreses no venían a visitarme jajajajaja... ¿no te lo había dicho? soy el párroco del pueblo, debo aceptar en confesión a mis peludos amigos jajajajaja.

Se colocó la espada a la espalda y se preparó para recibir a todo aquello que entrara en el pueblo.

-Puedes quedarte disfrutando de la sandía o venir conmigo, un poco de diversión tampoco viene mal.

Estaba claro que Marco estaba dispuesto a recibir las visitas con su espada, un trato muy diferente al que le había dado a Levistus.

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09/03/2014, 03:04
Director

Notas de juego

Continuamos en la escena "Psiquico".

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27/05/2014, 20:19
Athatriel

Reino: Pandemonium ; Localización: Llanura de Agathion, palacio de Athatriel "el historiador".

La guardia había aumentado despues del ultimo ataque, incluso fuera de la fortaleza, podían vese patrullas de dos, las guardianas de Athatriel aumentaban la seguridad y tambien habían aumentado en numero.

En cuanto Levistus apareció ante las puertas, una de esas guardianas abrió las puertas sin hacer preguntas y se dispuso a acompañarle hasta la istancia donde se encontraba el señor de Agathion. Estaba en la gran sala donde se almacenaban gran parte de las reliquias conservadas por Athatriel, incluida la armadura de hueso que había cedido a Levistus.

Apenas levantó la mirada del tomo en el que escribía y dibujaba, registrando en tomos imperecederos el conocimiento acumulado a lo largo de su vida y el devenir del universo, sin duda su trabajo estaba infravalorado, aunque no por los mas sabios.

-Las bendiciones de Jubileus percibo en ti, hijo mio, puede que tu visita a la reina de los siete rostros no fuese tan en vano como pensé. De todos los arcangeles, ella fue siempre la mas... razonable.

Bienvenido de nuevo a mi casa, tiempos aciagos son estos si hasta un Judicator precisa de visitar a su padre.

En realidad mostraba su preocupación, los Judicatores cortaban todo vinculo con el bando que le vió nacer e incluso con sus creadores con el proposito de ser siempre imparciales a la hora de la verdad. Que un Judicator acudiera a su creador, era poco frecuente. Otra muestra mas de que eran tiempos dificiles para todos.

-Estoy ansioso por conocer tus observaciones para con los humanos, mas entiendo que sean otros asuntos los que te han traido ante mi de nuevo, ¿no es asi?.

Los dibujos que hacía eran sencillos pero a la vez grandiosos, asi como su escritura en el dialecto mas primordial de la lengua demoníaca.

Notas de juego

Obtienes 10 px y tira Inteligencia + Ocultismo dif 6 los exitos seran runas obtenidas.

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28/05/2014, 21:39
Levistus

Cada vez que viajaba a otros mundos, cada vez que abandonaba la Tierra de los hombres, le albergaba una extraña sensación, como la de un extranjero que inmerso en su prolongado y agotador viaje, se olvida de su lugar de origen...

Las azotadas arenas de la llanura de Agathion, la calidez que encontraba rodeado por aquellos muros, raras veces había sido tan valorado por Levistus durante sus días pasados.

Ahora le ayudaban a recordar su identidad y a añorar lo que cruelmente había sido arrebatado.

-Me alegra comprobar que continuáis con vuestra noble responsabilidad incluso en estos tiempos inciertos donde la amenaza se cierne sobre nuestras cabezas. – Parecía que su creador se había tomado molestias en lo relativo a su seguridad, pero no por ello debían olvidar que por el mero hecho de poseer aquella existente relación entre ellos, tenían innumerables enemigos.

-Así tendré algo que leer cuando todo esto acabe. - Tan solo envidiaba los tiempos en los que disponía de tiempo suficiente como para dedicarlo a la lectura de aquella biblioteca por mero entretenimiento y no por obligación.

También añoraba escribir, aun tratando de no pensar demasiado en ello era algo de lo que no podía desprenderse...

Pero toda novela, toda historia, todo escrito, necesitaba de un periodo de investigación y documentación por parte de su autor y era ese el papel que ahora le tocaba desempeñar quisiera o no...

-En efecto, he hallado muchas cosas en mi breve ausencia... – Lamentablemente no habían sido los humanos la fuente más destacable de ninguno de ellos y tampoco era algo que había buscado, confiaba en encontrar el momento oportuno para ello y no se lamentó en ningún momento.

Parecía que su condición seguía siendo un gran inconveniente cuando trataba con ellos.

-Sin embargo hay otras que puedo descubrir sin necesidad de abandonar nuevamente este lugar. – Las respuestas acostumbraban a acecharnos desde una distancia mucho más cercana a la que solíamos sospechar.

¿Pero cómo saberlo hasta que no es demasiado tarde?

-He vuelto a vos en busca de consejo y tutela... – Y eso era algo que no podría eludir durante más tiempo. No reprochaba que no le hubiera revelado todos los detalles de su creación durante todo ese tiempo, pero ahora era diferente, se trataba de una pregunta directa.

-Pero antes dejadme contaros como dio comienzo una de mis más interesantes aventuras en aquel recóndito mundo... – Tomó asiento sin necesidad de consentimiento o permiso, sin duda dispuesto a revelar todo lo necesario para encontrar su propia verdad.

Se centraría en su encuentro con las súcubos y sus promesas, tenía la sensación de que su admiración por esos seres era un reflejo de los sentimientos de su creador y no era su deseo repetir los posibles pecados y errores de su padre.

No se ahorró ninguna descripción y eso hizo que su relato se prolongara más de lo esperado, pero finalmente concluyó.

-Y así fue como logré que esa antigua conocida vuestra me debiera un favor... – Sus ojos color esmeralda no se apartaron en ningún momento, buscaban curiosos todos los detalles que se mostraran a su alcance.

Este tipo de situaciones no se presentaban muy a menudo, así que no perdería detalle.

-Por todos es sabido que las súcubos Yecum son especialistas en la forja de runas así que lo más indicado era que me pagase con una cantidad aceptable de ellas y, sin duda, era lo que ella misma esperaba. – pero eso era propio de un simple mercenario, un Judicator debía velar por algo mucho más importante y, como tal, estaba por encima de eso. - No obstante, he pensado en algo mucho más conveniente...

-Mi deseo es aprender su arte, mas solo ellas disponen de una energía adaptada que les permite una producción mucho más sencilla y con resultados de calidad superior a la media... – Y eso era una gran distinción para ellas, al fin y al cabo las runas eran muy valoradas por todos los demonios como moneda de cambio.

Representaban la riqueza material más que cualquier otra cosa. Algo que la nueva Orden también necesitaría.

-No resulta un arte sencillo para el resto de los seres y no deseo que mi recompensa se vea reducida a la nada por mi incapacidad para llevar a cabo sus enseñanzas. - Para Yecum sería fácil aceptar un precio tan bajo como ese, enseñar algo a sabiendas de que sería imposible para el iniciado ajeno a su línea de sangre avanzar con su doctrina.

Pero Levistus no estaba dispuesto a desperdiciar un favor y por ello había tomado todas las precauciones posibles. Esta era la última de ellas.

Por eso nunca pediría tal cosa sin estar completamente seguro de que la esencia de una Yecum se encuentra en la mía propia.

No tenía tiempo para dedicarse completamente a eso, por eso era imprescindible que ese capricho del destino hiciera que todo le resultara más fácil y rápido. En definitiva, que hiciera posible poder utilizar ese conocimiento que a simple vista se encontraba restringido.

-Así que decidme Padre, ¿cuál es exactamente mi relación con Harinac Is-Dahut Halrunesias Yecum? Era una pregunta directa y sin vacilación que había nacido desde el mismo momento en el que decidió acudir a este lugar.

La pasada noche habían sido reveladas muchas cosas, además, dado que ya había compartido su experiencia con él, no había lugar para demasiadas alternativas.

Guardó silencio a la espera de sus palabras, pero a pesar de su experiencia y disciplina, no podía evitar sentirse inquieto. Todo esto podía representar un gran descubrimiento para él y aún no era consciente de todas las consecuencias que ello podía acarrearle.

También esperaba una opinión personal de todo lo ocurrido, ¿podía fiarse de Yecum y de sus promesas? ¿Debía desconfiar del encargo que Hefestus estaba llevando a cabo para ella? ¿Qué supondría la vuelta de Yehudith para el Equilibrio?

- Tiradas (1)
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29/05/2014, 22:04
Athatriel

Las palabras y relatos de Levistus, hicieron que finalmente Athatriel dejara su escritura, aplazandola para mas tarde, pues no eran pocas las demandas de Levistus. Athatriel alzó la mano e invocó tres tomos de la biblioteca que se colocaron ante él.

-Para entender el presente, debes primero entender el pasado. Antes de tu nacimiento, la guerra universal era llevada a cabo de manera diferente, mas salvaje y mas brutal. En parte fuisteis tu y Justitia los que lograsteis que la vida se respetase un poco mas, incluso en medio de un mar de muerte.

El primer tomo se abrió, mostrando textos y dibujos.

-El rey demonio, consciente del gran poder de los doce arcangeles que comandaban las fuerzas del orden, quiso crear nuevos hijos, numerosos y poderosos como para hacerles frente y mantener el equilibrio. Entre sus intentos mas destacados, los primeros fueron los saerbas, maestros de la hechicería y la nigromancia. Estos marcharon a hacer frente a las huestes celestiales... y vencieron, vencieron en innumerables ocasiones. Sus bestias y abobinaciones se alzaban una y otra vez, la corrupción apagaba la luz de los seres del orden y los transformaba en titeres que se unían a los vasallos de los saerbas. Hasta que la tercera arcangel, Celestia, comandó las pocas fuerzas restantes del orden, escoltada por el cuarto y la septima, Metatrón y Jubileus.

-Entonces cantó, la melodía que entonó Celestia llenó las mentes de los no-muertos impidiendo escuchar incluso la voz de los saerbas. Las legiones de titeres y no-muertos, detuvieron su imparable marcha y sin la protección de sus vasallos, los saerbas cayeron ante el poder de Metatrón y Jubileus. Debido al gran esfuerzo, Celestia se sumió en un sueño que se antoja eterno y descansa en las entrañas del monte que lleva su nombre y da nombre a todo un reino entero del orden: Monte Celestia.

Los saerbas, incapaces de admitir su derrota, se culparon los unos a los otros y se sumieron en una guerra interna, en la que uno en especial salió ganando: Balban. Un tercera generación que logró engañar y asesinar al primera generacion y al segunda, incluso trató de engañar al mismisimo rey demonio para derrocarle. Como castigo por tal acto, el mismo rey demonio decidió encadenar a Balban a su trono, sirviendole como vasallo y prisionero para toda la eternidad. Balban podía manejar cuerpos ajenos, titeres, pero su cuerpo verdadero yacería por siempre como eterno prisionero.

Entonces el rey demonio admitió su fracaso, los saerbas no eran su mejor creación, por mucho que estos se negaran a aceptarlo.

Athatriel abrió el segundo tomo.

-Decidido a intentarlo de nuevo, el rey demonio creó a los dragones, grandes y poderosos, fuertes en magia y contra ella, fuertes fisicamente y grandes como titanes, pero tambien orgullosos y sin temor alguno.

A pesar de su aparente invencibilidad los dragones resultaron ser el mayor fracaso del rey demonio en la busqueda de la perfección. Pues no cayeron en la lucha contra los arcangeles, sino que los dragones pelearon entre si, entre sus diferentes castas ligadas a los elementos, las primeras generaciones se comieron a Ragnarok, el primer dragon, mientras que en las sombras, Balban, decidido a sacar provecho de la autodestrucción de aquella poderosa raza y reestablecer la gloria de los saerbas, elavoró la maldición mas poderosa de todas, la maldición de esclavitud eterna.

Los dragones, ocupados matandose entre ellos, no se dieron cuenta hasta que tras su muerte, sus padres y hermanos volvían a las ordenes de los saerbas como invocaciones. Balban demostró al rey demonio que ellos seguían siendo su mejor creación.

Y el rey demonio lo admitió, abandonando a los dragones.

Athatriel abrió el tercer tomo.

-Decidido entonces a cambiar su forma de concebir a sus hijos, optó por algo diferente, en vez de decidir él la forma de ser de sus creaciones, dejó esa libertad a las mismas. Asi nacieron las sucubos, mas pequeñas que los anteriores, pero inteligentes y adaptables, de forma que pudieran desarrollar el poder que fuera necesario en función de sus necesidades. Les otorgó la habilidad de ver y absorever la energía, para que con ella hicieran cuanto estuviese en su imaginación.

Creó a Valrave Aeon-Irania Hela Yehudith, con mimo y esmero y la atesoró como una de sus obras mas refinadas. Y asi fue. Yehudith pronto creó a las siguientes generaciones, ella era capaz de llevar a cabo a la perfección cualquier arte, pero consciente de que las generaciones venideras no serían igual de poderosas, les otorgó una especialidad a cada una, creando las familias de sucubos, como las Naara, grandes guerras ; las Yecum, maestras forjadoras ; Arion, expertas hechiceras, y asi sucesivamente.

Y marcharon... imparables.

Sus conquistas pronto ensombrecieron a los logros de los saerbas y Balban y los suyos no estaban dispuestos a aceptarlo, asi que antes de que las sucubos marcharan sobre el mundo natal de los "guardianes". Balban les avisó y les proporcionó información acerca de las habilidades de las sucubos. Los guardianes, grandes guerreros en el campo de batalla, plantaron cara a las sucubos y se produjo una autentica masacre entre ambos bandos. Aprovechando semejante batalla y la distracción de Yehudith, Balban profirió de nuevo la maldición de esclavitud eterna y las sucubos caidas fueron victimas de la esclavitud eterna. Yehudith era fuerte y poderosa, pero agotó sus ultima fuerzas en abrir un portal lo suficientemente grande y duradero como para que una pequeña parte de sus hijas escapara con vida. Debilitada, cayó en manos de los saerbas y fue ejecutada.

El rey demonio tuvo que admitir de nuevo, que las sucubos tampoco habían superado a los saerbas y tampoco a los dragones.

Una de esas supervivientes fue Halrinac Is-Dahut Halrunesias Yecum, que acudió a mi para que yo escribiera en uno de mis tomos la historia de aquella traición.

Las sucubos son distintas, porque al igual que el rey demonio mostró una vez aprecio a Yehudith, esa capacidad se transmitió a todas sus generaciones, creando un sentimiento de hermandad entre ellas, incluso algo parecido al amor. Un setimiento tan fuerte como su sed de venganza contra los saerbas, el cual llevó a Halrinac por un camino diferente al mio, pues yo siempre he adquirido una posición neutral en busca de la sabiduría de Kadmon, evitando los conflictos internos del caos.

Athatriel finalmente cerró el ultimo tomo y lo apiló junto a los otros dos, no mostró emoción alguna, o almenos intentó con exito co mostrarla.

-En mi opinión las sucubos siempre han sido la creación mas perfecta del rey demonio, porque son capaces de algo que muchas otras creaciones del caos no son capaces: Pueden llegar a sentir amor, apego, triteza... dolor.

Dolor emocional se entendía.

-Tus sospechas son ciertas, en tu creación fue empleada energía de Halrinac. Pues un Judicator debe ser capaz de desprenderse de muchas cosas, pero tambien de elegir de cuales hacerlo y de cuales no hacerlo. La esencia de una sucubo te otorgaría la capacidad de tener sentimientos que otros seres del caos no tienen, aunque tambien tengas la capacidad de ignorarlos.

La adaptabilidad de las sucubos reside en ti, en menor medida, pero la posees y no podrás encontrar mejor mentora que la Yecum que has conocido. Almenos en una pequeña medida, puede ser considerada tu madre.

Athatriel no quería influir directamente en las valoraciones de Levistus, era un Judicator, tenía que ser él el que hiciera las mismas.

-Yecum desea la salvación de Yehudith, su vinculo, al igual que el de la mayoría, es muy fuerte. Pero si Yehudith regresara de la maldición de esclavitud, desde luego que eso cambiaría el curso del universo, pues su primera cruzada sería contra los saerbas y eso ahora mismo, atrasaría los planes del rey demonio.

Pero... ¿y despues? ¿que pasará si Balban muere? ¿que decidirá un ser del poder de Yehudith? ¿se unirá a la batalla contra el orden o irá en contra de su padre?. Lo que primeramente puede parecer una ayuda o una solución, conlleva riesgos muy graves. Y la valoración recae en ti, pues tu eres un Judicator.

¿Poseía un demonio tan antiguo como Athatriel alguno de esos sentimientos de los que había hablado? no lo reveló, ni lo haría. Para ser "el historiador" debía ser neutral e involucrarse personalmente lo menos posible.

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30/05/2014, 22:00
Levistus

Escuché las historias como si se tratase de la primera vez que llegaban a mí, pues solo de esa forma son capaces de recorrer nuestros sentidos con esa particular magia merecedora de toda alabanza.

Puede que el Caos contara con superioridad numérica y con infinidad de creaciones únicas a lo largo de las últimas eras, pero sin duda podía aprovecharme de sus conflictos internos; sus rivalidades y traiciones representaban también una ventaja para sus enemigos de la Luz y por tanto, podía ser utilizado para restablecer el equilibrio.

La maldición de Balban era muy poderosa y había conseguido reportarle no solo innumerables victorias sino que también rencores muy peligrosos. Pero tenía una debilidad que al parecer algún humano era capaz de explotar en su contra, haciendo posible que el odio cosechado durante milenios tuviera una esperanza de ajustar cuentas con su creador de una vez por todas.

Entonces lo pude ver con claridad, tenía que encontrar a Yehudith donde quiera que la Tierra la ocultase y hacer que regresara. Pero eso no era todo, los Judicatores debían estar también preparados para la llegada de su posible ascensión.

Afortunadamente yo ya había pensado en nuestra mejor opción...

-Gracias... - Las palabras de mi creador también revelaron lo acertado que eran mis sospechas y en ese caso tal vez le debía mucho más de lo que nunca sería capaz de pagarle...

No pude evitar pensar en ello.

Pude observar que las súcubos eran en verdad mucho más humanas que cualquier otro demonio, la capacidad de sentir y de amar que según Adirael caracterizaba a todos los hijos del Herrante estaban presentes en ellas y por tanto en mí...

Aunque no fuera consciente de ello y mucho menos fuera capaz de controlarlas...

Eso, sin ninguna duda, era mucho más importante que la posibilidad de forjar runas, al menos desde el punto de vista personal. Después de todo, tal vez Yecum pudiera enseñarme muchas más cosas sobre mí de las que era capaz de imaginar...

Sin duda debía confiar en ella y aunque a veces resultara tan petulantemente atractiva, no debía revelar abiertamente mi devoción bajo ninguna circunstancia. De lo contrario perdería todo el interés para ella.

-Como de costumbre he aprendido mucho de vuestras palabras, viejo... – Me mostré agradecido, Athatriel demostraba ser una criatura muy competente y como todo buen demonio que se precie, sus secretos y ases bajo la manga eran constantes y sorprendentes.

Todo lo que un día llegué a ser se lo debía sin duda a él y eso era mucho.

Durante todo este tiempo había querido recuperar mi esencia y encontrar nuevamente a mi verdadero Yo, pero puede que estuviese equivocado, tal vez debía de comprender lo que era en realidad y evolucionar hacia un Yo distinto, superior.

Pero lo primero era salvar a Justitia...

-He de irme ya... – Preparé nuevamente un portal de vuelta al santuario de la súcubo, se acercaba el momento de saber si todas las molestias que me había tomado servirían de algo.

-Pero antes, has de saber que Yecum saboreó la esencia de Merikel, es muy probable que ella también haya descubierto vuestro secreto. – Seguramente era algo que había podido deducir por sí mismo, pero igualmente le advertí. Desconocía el estado actual de su relación y las consecuencias que el descubrimiento de su pequeño secreto podía acarrearle, pero al menos estaría informado a tiempo para estar preparado.

Si no tenía nada más que decir atravesaría el portal.

Volveremos a vernos.

Notas de juego

muy chulo

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31/05/2014, 22:18
Director

-Athatriel- Yecum no necesita tocarte a ti o a la espada que contiene tu alma para saber tal cosa. No cometas el error de pensar que vuestro encuentro fue una casualidad. El motivo de su interés por ti, en realidad, está muy lejos de ser por tu condición de Judicator o porque yo sea tu creador, aun cuando se aproveche de ambas circustancias. Su mascara y falsas apariencias son sus defensas. Y nunca las bajan, no cometerán ese error dos veces.

Una vez Levistus creó el portal, Athatriel retomó la escritura, había mucho aun por plasmar en sus tomos.

-Athatriel- Que la sabiduría de Kadmon de guie.

Localización: La Tierra, Nueva York, hogar de Yecum.

Una vez atravesado el portal, Levistus volvió a estar ante "las puertas del cielo". Era poco educado crear el portal dentro directamente, demasiado intrusivo incluso tratandose del hogar de una aliada. La vigilancia del edificio era ya evidente para Levistus, a poco que observara podría ver gargolas vigilandoles desde lo alto de salientes, sin embargo, hubo una anomalía.

Algo se movió al margen de las gargolas, donde ninguna vigilaba, en lo alto de una azotea justo detras de Levistus, el cual se sentía ahora vigilado por una presencia muy distinta a las gargolas y otros demonios menores. Los ojos del Judicator no revelaron nada, pero si sus instintos. Fuera lo que fuera lo que le vijilaba, era capaz de escapar a la vigilancia dispuesta por Yecum, pero probablemente, lo inesperado del portal, pillara por sopresa al observador.

Levistus podría entrar sin mas, ignorando aquel echo o tomar un camino... distinto.

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02/06/2014, 12:34
Levistus

Las palabras de Athatriel retumbaron en el interior del portal una vez ya me había adentrado completamente en él, eso hacía imposible retomar cualquier posible explicación o debate, haciendo que mis preguntas se volviesen huérfanas y desamparadas.

Era extraño para mí encontrar la manera precisa de deducir qué representaba yo para ella al margen de mi puesto ya que eso lo era todo para mí. Desde mi creación hasta el último de mis días y cada una de mis acciones.

Aunque Athatriel había decidido no revelarme mayores detalles de su relación entre ellos, era evidente que la conocía mucho mejor que yo. Por eso sin duda debía escucharle y recordar todos sus consejos.  

Una vez de vuelta a la Tierra, me encontré con una pequeña sorpresa que el destino me tenía preparada. Al parecer algo o alguien estaba interesado en las puertas del cielo o lo que era mucho más probable, en mi querida amiga...

En mi actual estado y conforme a mis prioridades evidentes jamás hubiera optado por intervenir. Sin embargo no resultaba prudente para mí dejar que algo pudiera poner en peligro a las súcubos, ya que aparentemente estábamos destinados a compartir demasiadas cosas.

Por otra parte ahora aquel era también mi refugio y el de Hefestus, eso lo convertía en algo más directo y mi intervención, además, podría ayudar a mejorar las expectativas que tuviesen en mí...

Subí a lo alto del edificio para comprobar directamente la identidad de aquel observador, estaba relativamente indefenso ante cualquier posible amenaza, pero la cercanía de la base y la posibilidad de llamar la atención de todos sus guardias en el caso de que surgieran complicaciones hacía que mi misión no resultara del todo suicida.

Esperaba que no fuera necesario ya que siempre confiaba en el uso del diálogo como forma civilizada de enfrentarse a cualquier cosa. Tampoco me anduve con rodeos.

-¿Buscas algo? – Como siempre, me mostraba sereno y despreocupado. No pretendía revelar mi poder para hacerme respetar, pero estaría preparado ante una respuesta hostil.

 Tampoco había hecho gala de ningún formalismo educado de presentación, pero ¿quién era el intruso aquí?

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03/06/2014, 00:09
Director

Una vez en la azotea, el supuesto intruso se asustó por la brusca entrada de Levistus. Se encorbó y le miró con cierto recelo y miedo a la vez.

-No, no no, nonononono... no. Solo pasaba por aqui, no busco nada, no... nada, nada. O tal vez si, pero no, no.

Se quedó con la mirada fija el Levistus.

-Oh... vaya... un muerto me habla, esto no puede ser bueno, pero no, definitivamente no, no busco nada. Me arrojaré por la azotea si quieres, pero no busco nada, nada. De echo ya me iba, en esa dirección...

Señaló a la contraria del edificio de Yecum.

-... pero no voy a buscar nada.

Se quedó mirando a Levistus con el brazo señalando en la dirección y sin parpadear un segundo, parecía haberse congelado.

-¿Todo bien?.

Si Levistus se lo permitía, se iría con un paso... indiferente.

Notas de juego

Al acercarte ves su aura, es roja.

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03/06/2014, 22:13
Levistus

Su aura roja se escondía bajo un aspecto humano que daba cierto repelús. Sus ojos de besugo carentes de brillo le convertían en un ser sin un solo rasgo distintivo de vitalidad y sin embargo era él quien parecía preocupado con la presencia de un no muerto...

Su comportamiento... era aún más preocupante.

Aquel individuo resultaba desconcertante para una mente como la mía, acostumbrada a la armonía y orientada al equilibrio; desde luego, tener que tratar con alguien así nunca resultaba agradable para mí, de hecho, siempre solía ser Justitia quién se encargaba de hacerlo.

Lo cual me recordaba que tenía importantes asuntos sin resolver...

-Como desees... En ese caso parece que no podremos ayudarnos mutuamente, una lástima. –Respondí con tono de lamento.

-Porque esa vieja zorra es dura de pelar... - Tantearía el terreno, pero sería lo único que haría.

Comprobaría durante un par de minutos si aquello había sido suficiente para hacer que detuviese su huida, si por el contrario no mostraba curiosidad alguna, yo también retomaría  mis quehaceres.

Pero con mucho más apremio que el que aparentaba él...

Notas de juego

Si se va, goes Yecum

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03/06/2014, 23:45
Director

A estas alturas Levistus ya debía de haber comprendido que no sacaría respuestas demasiado convincentes a cuanto dijera, como decían de manera vulgar los humanos, "estaba como una cabra".

-¿Ayudar? oh... no, no, lo siento, eso es demasiado para mi, yo no puedo ayudarte. Espera... me estas engañando, eres la marioneta de un saerbas... ¡A que si!...

Le señaló inquisitivamente en un movimiento violento y luego miró alrededor, como esperando... algo. Tras unos segundos su expresión demostró que no se esperaba que nada pasara. Por que en efecto, nada pasó.

-O tal ven no, ¡que Kadmon nos ampare! ahora hasta los muertos van por libre, que infecciosa locura.

Pero de pronto, ante el ultimo comentario corrió medio arrastrandose a esconderse tras una tubería. Y desde ahí asomo temeroso solo uno de sus ojos para buscar los de Levistus.

-¿Te parece dura de pelar? pues no has conocido a su madre, ¡ella es mucho peor!. Ay de nosotros como al abuelo le lleguen noticias de su hija. ¡Moriremos todos! ¡todos!, ni tu te librarás, quedarás mas muerto aun.

Deberías correr a esconderte ¡y no andar intimidando a esta alma torturada!.

Sus ojos mostraron desesperación, continuaba escondiendose tras la sucia tubería.

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04/06/2014, 11:37
Levistus

-Me llamo Bob... – Retomé conciliador sin presionarle, dejé que se sintiera protegido tras aquella cobertura mientras eso le hiciese sentirse cómodo.

Pensé que sería prudente no revelar mi identidad a alguien cuyo papel en todo aquello era poco claro, así que utilicé ese nombre. En realidad había gente que me conocía por él, así que no era del todo mentira.

-¿Tú quién eres? - Me senté de piernas cruzadas sobre la superficie, haciendo que mi presencia resultara menos amenazante para él, pero en ningún caso bajaría la guardia, no terminaba de fiarme de que sus intenciones y su apariencia fueran del todo sinceras y no quería terminar siendo presa de un truco tan antiguo.

-No estoy muerto. Pero me he librado por los pelos... - ¿Qué posibilidades había de que dijese la verdad y estuviera allí por mera casualidad? Sin duda parecía estar al tanto de muchas cosas y sus lealtades aún no se habían definido.

-Esas malditas me han chupado hasta dejarme seco. – De esta forma justificaría mis intenciones de revancha y por tanto mi interés en todo lo que pudieran revelarme sobre ellas.

-¿Entonces aún hay más de esas?  ¿De quién hablas y por qué tenemos que escondernos? – Evidentemente intentaba que me dijera todo lo que sabía. Seguramente hablaba de Yehudith y del rey Demonio, pero a estas alturas ya podía esperarme cualquier otra cosa...

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04/06/2014, 21:25
Director

-Bob, ¡Bob!, hola Bob. Yo soy... soy... ¡espera! se supone que voy de incognito, por qué crees que iba a usar sino esta minuscula forma humana (sin animo de ofender). Nadie debe saber quien soy... o tendré problemas, trabajo y lo que es peor no podré escaparme del rey, ¡del Rey!.

De eso es de lo que hablo, Bob, la madre es "la princesa" y el abuelo es "el Rey". Ahora solo piensa en lo que pasaría si el rey viene con la nueva de su hija recuperada y descubre que sus generales y legiones no han acabado con los humanos como les ordenaron, incluso que conspiran con ellos, con seres del orden. Ahora corre el rumor de que aqui hay Judicatores, imagina la ira del rey... y el podre destino de sus generales desobedientes y legiones mal guiadas.

¿¡Acaso te parece poco motivo para esconderse!? si esa Yecum trae de vuelta a la princesa, Él... vendrá.

Dijo con terror en el rostro y tembloroso el pulso.

-¿Que podemos hacer? hay que matarla, Bob, hacerla desaparecer y que cese en esta locura.

Parecía tener autentico pánico de ese supuesto Rey.
 

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05/06/2014, 16:43
Levistus

Así que al parecer esa mente perturbada estaba al servicio del mismísimo Rey Demonio, tal vez eso podía explicar lo atormentada de su existencia, pero ¿cuál era su misión exactamente? En un principio podía suponer que era un mero informador, pero parecía estar interesado en involucrarse directamente antes que verse en una situación incómoda frente a su señor.

En ese caso, mientras existiera el miedo hacia las consecuencias de la verdadera situación en la Tierra, los humanos tendrían esperanza.

-¿Quieres decir que los generales conspiran con los humanos? – Pregunté curioso con un aire de incredulidad.

Eso sí que no me lo esperaba...

-¿No te creerás algo así, verdad? – Ponía en duda que tuviese que creer unas simples palabras sin respaldo alguno y provenientes de un completo desconocido de cordura cuestionable. Si sus afirmaciones tenían en realidad verdadero peso, estaba en la obligación de demostrarlas.

De lo contrario podría ser juzgado por calumnias.

-Y en cuanto a los Judicatores... ¡venga ya! Se dice que él mismo acabó con ellos, algo así es inadmisible, significaría suponer que el propio  Rey Demonio cometió algún error... – Esperaba que no fuera capaz de admitir algo así por las consecuencias que ello implicaba y que, de esa forma, se le quitasen las ganas de seguir investigando.

-Una cosa está clara. Si el rey Demonio se enterase de algo así, estoy de acuerdo contigo en que ninguno de nosotros se salvaría. – Y su propuesta de esconderse cobardemente era lo mejor para todos, de lo contrario este tipo podía convertirse en una verdadera molestia.

-¡No puede enterarse! – Demostré temor, no fue algo difícil de conseguir, el simple recuerdo de mi pecho siendo atravesado era suficiente.

-Pero no es tan grave... – Intenté tranquilizar los supuestos nervios -  Si nadie le informa, podremos solucionarlo nosotros mismos, sin que el tema llegue a trascender... – Entendía que de cierta manera era lo mismo que él mismo acababa de ofrecerme, simplemente intentaba encontrar una alternativa diferente al asesinato de mi reciente aliada.

-Al fin y al cabo ¿Cuáles son las posibilidades de que Yecum consiga traer de vuelta a su princesa exiliada por la maldición saerbas? – En todo momento fingía ingenuidad, haciendo posible que sus posibles aclaraciones pudieran terminar siéndome de utilidad.

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05/06/2014, 16:59
Director

-No, ¡NO!, Bob, los generales les han dejado con vida, esa es la conspiración. Pero algunos miembros de las legiones com esa Yecum colabora con ellos, les envía a matar a sus enemigos, miembros de las mismas legiones, les manipula para conseguir lo que quiere... esas sucubos con capaces de eso, ¡Bob!.

Seguía inquieto, se asomaba por la azotea y se escondía de nuevo.

-Ah... no sabes nada, Bob, todo se complica, todos mienten y conspiran, todos tienen miedo. Hay Judicatores que escaparon a la ira del Rey, son los elegidos de la sabiduría de Kadmon, ¡no les subestimes!. Mercenarios de todas partes van en su busca para cazarlos, pero esa Yecum, acaba con todos lo que se acercan buscandolos. Otra conspiración mas.

Pero incluso el rey... va ahora en contra de la voluntad del creador... ¡pobres de nosotros!.

Luego casi reptando por el suelo se acercó a Levistus.

-Los subditos van donde estan sus amos, si esa Yecum está aqui, es porque su princesa, de alguna forma, está aqui tambien, ellas se sienten las unas a las otras ¡y se atreven a amarse!. Tienes que ver mas allá, Bob. Nada ocurre al azar cuando ellas maquinan en las sombras. Soluncionemos este problema, ayudame a matarla, en silencio, sin armar escandalo, para que todo siga igual. Los humanos deben permanecer escondidos y lo sucedido aqui en secreto, ¡secreto!, Bob.

Loco o no, parecía ir en serio y creerse cada una de las palabras que salían de su boca. Levistus no podía evitar tener algun tipo de mal presentimiento al respecto.

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05/06/2014, 20:25
Levistus

-Te comprendo, pero... – Suspiré con resignación, sabía que este tipo de criaturas no podían traerme nada bueno y sin embargo había proseguido con su juego. Empezaba a lamentarlo...

-¿Quién eres? ¿Eres capaz de llevar a cabo tal cosa? Porque sinceramente no sé de qué forma podría yo resultarte de utilidad... – Hace un momento solo quería huir y ahora estaba dispuesto a acabar con ella sin ningún tipo de planificación.

Si no se trataban de simples desvaríos este tipo era realmente peligroso.

-No soy un desafío mayor que cualquiera de esos zombies que pululan por los alrededores, ya te he dicho que apenas fui capaz de escapar con vida de una pareja de sus sirvientas... – Miré los alrededores con desconfianza, asegurándome de que no aparecían en mi busca.

-Están locas, nunca pensé que podrían atacar a los suyos... Ahora me has hecho comprender un poco más... pero creo que deben ser otros quienes actúen. Solo de pensar en volver ahí me da repelús. – Intenté enfatizar mi desagrado, al mismo tiempo que debía estar feliz por haber conseguido escapar ileso.

-Creo que deberías de confiar en la maldición impuesta sobre ellas. El deathmaster que la creó, sin duda, hizo un trabajo insuperable. Si su princesa está realmente por aquí, su encuentro sólo servirá para acentuar su impotencia y desesperación, además de recordarles la superioridad de su caudillo saerbas...  – Intenté mostrarme satisfecho por ese hecho, después de todo debía seguir fingiendo que les deseaba lo peor después de su traición sobre sus hermanos del caos.

No busqué acortar distancias con él, no me sentía nada seguro en aquella situación y después de revelarle que era totalmente inservible, esperaba la posibilidad de que quisiera simplemente acabar con el testigo de sus secretos...

Así que debía de seguir preparado ante la llegada de algo así.

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05/06/2014, 23:44
Director

-Yo soy... yo soy... ¡NO!, es secreto, nadie debe saberlo o me matarán, me obligarán a hacer cosas que no quiero hacer. Debo pasar despercivido, pero puedes llamarme ... llamarme...

Miró por la azotea en busca de ideas hasta que fijó la vista en un cartel.

-"Starbucks"... ¡Starbucks!, llamame Starbucks. Escucha, solo necesito que entres ahí y no hagas nada, que centren la atención en ti. Nada escapa a la vista de una sucubo pero tengo trucos en la manga, solo necesito que se centren en otra cosa para entrar.

Si no te mataron la primera vez no te matarán la segunda, solo te dejarán sin energía en el peor de los casos. Y si me ayudas a entrar, mataré a esa Yecum y asi todas sus iniciativas se acabarán, sin escandalo, sin batallas ni explosiones. Asi evitaremos llamar la atención del rey y que se entere de este nido de traición.

Pero suspiró, decepcionado ante la falta de iniciativa de Bob.

-Pero si no me quieres ayudar lo entiendo, ya encontraré otra manera. Estas muerto, ya has sufrido bastante y creeme, de sufrimiento yo se mucho... muuuuucho, Bob.

Pareció recordar algo que le provocó un fuerte tic en un ojo.

-Yo conocí a la princesa, yo conozco a sus hijas... traman algo, no es imposible salvarse de la maldición de los saerbas, solo encontrar a un invocador estupido dispuesto a liberar a su invocación.

Aun en su paranoia, estaba en lo cierto, no tenía pinta de ir a arremeter contra Bob, pero si parecía convencido de matar a Yecum de una forma o de otra.

Si Levistus no estaba dispuesto a ayudarle, terminaría por marcharse, probablemente a urdir algun tipo de plan y a seguir atormentandose con la amenaza del rey demonio.

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06/06/2014, 11:17
Levistus

-Prefiero no volver a tentar a la suerte... A demás, un regreso precipitado por mi parte levantaría muchas sospechas ¿no crees? – Sin duda parecía no tener en cuenta sus propios consejos, desde luego, estaba subestimando a las súcubos.

Eso me daba a entender que no era nada más que un peón sacrificable para él, algo que por otra parte era totalmente comprensible, desgraciadamente para él yo no era ni mucho menos un recién llegado.

-Esto no significa que no quiera ayudarte, simplemente creo que es mejor tomarse un tiempo. – Un tiempo que también resultaría de vital importancia para mí.

-Por otro lado, eso es una auténtica fortaleza y sin ofender: ¿esperas que me crea que eres capaz de burlar todas sus defensas con una simple distracción por mi parte? – Me mantenía totalmente escéptico, si era capaz de tal cosa no necesitaría de ninguna ayuda y menos aún la de un zombie.

-No es bueno precipitarse, además, si consigo recuperarme tendré más posibilidades de sobrevivir...  – Podía entender que lo único que quería en esos momentos era huir de un lugar donde estuve a punto de encontrar mi final y poder recuperarme de la batalla.

-Si lo deseas podemos concretar un lugar de reunión, pero si continúas ahora, solo podré desearte mucha suerte. – Aguardé a su respuesta, era bueno contar con una forma de establecer contacto en el futuro pero no insistiría.

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07/06/2014, 16:35
Director

Las palabras de Levistus parecieron herir sus sentimientos.

-La verdad es que si, esperaba que lo creyeras, pero nadie cree en mi, nadie me escucha cuando hablo, piensan que estoy loco, pero yo no tengo la culpa de quien soy.

¡Olvidalo, Bob! haré esto yo solo, siempre he tenido que hacer todo yo solo, ademas, probablemente no seas mas que una alucinación en mi cabeza, tu no estas ahí, ¿verdad, Bob?. Debes ser un reflejo de mi miedo a ser descubierto... ¡pero no estoy loco! yo puedo controlarlo, puedo controlarlo.

¡No quiero volver a verte! ¡no me persigas! encontraré la forma de entrar ahí y matar a esa Yecum, matarlos a todos sin mas es mucho trabajo y llamaría demasiado la atención. Si esa sucubo noble muere todo volverá a como estaba antes, nada llamará la atención del rey. ¡Mi causa es noble!.

Trataba de autoconvencerse, probablemente como una medida para hacer que Bob desapareciese de su cabeza. Luego dió un espectacular salto y acabo varias azoteas mas allá hasta desaparecer de la vista de Levistus. No era de los que aguardaban respuestas.

Irremediablemente solo de nuevo, Levistus podría por fin ir donde Yecum, la encontraría en la sala favorita de su casa, donde el judicator había sido tan bien recivido la primera vez.

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09/06/2014, 17:57
Levistus

Acudiría a Yecum únicamente tras cerciorarme de que aquel demente no me utilizase para sus fines de forma indirecta. El encuentro con ese peligroso ser resultó confuso, pero al menos sirvió para darme cuenta de que, entre otras cosas, ni siquiera el asentamiento de las súcubos gozaba de total inmunidad frente al resto de las diferentes facciones.

En cuanto pudiera atenderme hablaría sin demasiadas formalidades ni rodeos, había mucho que hacer y mucho que contar.

También quería advertirla de todo, pero no deseaba que se desviara de lo que realmente me llevaba ahora hasta ella...

-Ya he decidido de qué forma podrías solventar el pago por mi servicio prestado... -  Informé con tono de alivio, en todo momento había sido ella la interesada en zanjar el asunto cuanto antes, algo que por otra parte era comprensible en alguien de ascendencia noble, asique supuse que aquello representaría una buena noticia para ella.

-Deseo que me enseñes tu arte... – Desconocía si aquella propuesta podría resultar insultante o halagador para ella asique me mantuve prudente. En cualquier caso me cuidé de utilizar la demanda correcta, desde luego quería que fuera ella en persona quién me enseñara. Ya que sería la mejor maestra posible y eso haría que mis posibilidades de tener éxito fuesen inmejorables dadas las circunstancias.

-Quizá no pueda recuperar mi verdadera forma tan rápidamente como me hubiera gustado y el poder rúnico sería el mejor sustituto por el momento.  – Ya había comprobado que incluso una de sus numerosas gárgolas podría acabar conmigo sin mucho esfuerzo gracias al poder otorgado por sus ornamentos.

Mis palabras sugerían que si fuera capaz de crear mis propias runas, yo también me vería fortalecido de la misma forma.

Aunque en realidad el principal uso que buscaba hacer de ellas era poder pagar a Vulgrim cuanto antes y recuperar así a mi compañera...

-¿Qué me dices? – Me había tomado demasiadas molestias para considerar factible por mi parte tal demanda, solamente quedaba por resolver si ella accedía.

No temía ante una respuesta negativa, pues aunque representara la perdida de gran parte de mi tiempo en los últimos días, eso aún me daría una deuda pendiente. Siempre podría encontrar otra cosa, pero eso se llevaría más de mi tiempo y del suyo...