Partida Rol por web

VESPERO   954 Habitantes.

Templo de Lazhander , habitación de Alasa

Mediodia

Uno de los acolitos llamo a la puerta del despacho.  Maestro,  La señorita Tessaril ha venido a veros y ha venido acompañada.

- Hazla pasar.

Cuando la puerta se abrió entraron en la habitación una figura imponente vestida por completo en armadura y lo que parecía ser un lenauro, o quizás no....

- Buenos dias, Isten. !Oh vaya! No pretendiamos molestar, pero es muy imortante que hablemos con usted. -Dijo la mujer

- No te preocupes, pasad, pasad, esta es Alasa, y es de toda confianza, puedes contar lo que sea delante de ella

El enorme lenauro alado entra tras la mujer y permanece por el momento en silencio. Ya le ha contado a Tessaril todo lo que sabe y espera que sea esta la que introduzca el tema ante los presentes.

Casi sin darse cuenta observa a ambos. La pequeña parece una aprendiza, por lo que supone que la compañía que le ha ofrecido la maga-guerrera será el tal Isten. Con calma intenta catalogarlo. Un clérigo... y probablemente de Lazhander si fue capaz de identificar correctamente las inscripciones del acceso

Askritt apoya con firmeza sus patas en el suelo mientras espera que la dama Tessaril lo presente... y que haga la introducción correspondiente. Con un gesto casual acaricia el símbolo de Mielikki que porta en su cuello y relaja su postura Estamos entre amigos, aprovechemos estos momentos, cuando volvamos allá será más complicado se dice a si mismo buscando relajarse.

Alasa no pudo menos que sorprenderse cuando vio entrar a aquel extraño ser.

Alasa había estado en otros planos, en concreto había viajado una vez a Celestia, donde un buen amigo había asesorado su carrera, indicándole a dónde debería ir y qué debería buscar para mejorar en su lucha contra los muertos vivientes. Conocía algo de ese plano, muy poco pues no estaba hecho para los mortales como ella.

Pero sabía ver los rastros de Celestia en las criaturas.

Y aquel lenauro tenía algo de sangre celestial por sus venas. Por la forma en que se movía, podía ver unos poderosos músculos bajo la armadura. Sin duda, sería un guerrero formidable. Y además, si no comprendía mal los símbolos, era un seguidor de algún dios del bien.

 - Bien, como no todos aquí presentes me conocen me presentaré. -Dijo sacandose el casco y dejando a la vista un rostro ensangrentado.

- Soy Tessaril del invierno, y por voluntad de su majestad Azoun, soy la alcaldesa de este pueblo, así como la jefa de las tropas aquí reunidas, y solo tengo que rendir cuentas ante el mismo Rey. Aquí a mi derecha, tengo a Askritt, un servidor de Mielikki, y ahora os voy a relatar lo que este Héroe junto a sus amigos tuvo que enfrentarse y que es lo que lo ha traído hasta aquí.  -Con unos modales que no dejaban evidencia de que había estado en la corte relató los hechos acontecidos ( vamos, lo que ocurrió en la anterior aventura, Retorno a la tumba de los horrores ).

- Y aunque pueda ser difícil de creer esta es la verdad. Y si hemos venido aquí es para pediros ayuda, se que vos sois un experto en esos temas. Yo le acompañría gustosa, pero como bien sabéis el reino no esta pasando por un buen momento, y no puedo abandonar mi puesto.  -Se notaba por su expresión que le gustaría hacer mas, pero que sus obligaciones le impedían abandonar su puesto.

- Ese plano... Un frío intenso. ¿Notasteis que perdíais fuerza cuando estabais allí o el único daño que el plano os producía era el propio frío? ¿Alguna dificultad añadida para comunicaros con vuestros dioses?

El lenauro se sorprende de que sea la pequeña la que pregunte, y no el anciano, pero reconoce la perspicacia de sus preguntas, por lo que tras pensarlo un poco intenta ser claro en sus respuestas

- Hacía frío, si, pero en mi caso no me produjo daño. Supongo que debe ser por mi sangre, aunque al resto de los presentes si les afectó. Y supongo que debía ser aún peor. Por lo que me contaron, uno de sus compañeros, el clérigo que falleció enfrentando al Balor, había conseguido que el frío no fuera extremo... sino solo muy frío - le explicó.

- Pero algo más... no estoy seguro. No estuve allí tanto tiempo. Solo que... ahora que lo pienso... - Askritt se toma un momento y continúa - La dama de los bosques me ha dado algunas capacidades... no muchas - reconoce - entre ellas la de invocar su nombre para curar y ahora que lo dices... si, como que ese poder no fluía tan... como explicarlo... tan natural como aquí. Parecía que algo impedía que la curación fuera tan... tan... "curativa" como debía ser - El semicelestial asiente con la cabeza al poder poner en palabras lo que sintió en el extraño lugar antes de continuar - Salvo eso no noté nada extraño... aunque la magia funcionaba mal, cuando uno de los magos intentó conjurar una mansión extraplanaria, en vez de abrirse a otro plano, aparentemente, dio acceso a un Balor. Supongo que, cuando volvamos habrá que tener cuidado con eso -

Askritt vuelve a mirar al anciano y, respetuosamente, se dirige a el - La propia Dama de los bosques me pidió que participara en esto. Y cuando conseguimos salir de allí decidimos buscar más ayuda. Quizás seréis vos el elegido para acompañarnos? -

- No sé mucho de planos, pero parece un plano maligno, aunque al menos no parece el mismísimo plano de la energía negativa. Habrá que pensar algo contra eso...

- Mal asunto, no me gusta lo que me estas diciendo, la única razón para que ocurra algo asi es por la inmensidad de energia maligna que impregne el lugar, de hecho solo conozco otro caso parecido. Hace poco me vino a ver un amigo, se llama Nero y es un druida, me contó de un caso parecido. Segúnme dijo estaba explorando un lugar en medio de una selva, no demasiado lejos de Tahluta y entonces cuadno invoco a unos elementales de fuego, en lugar de ellos aparecieron unos elementales de fuego no-muertos. 

 - ¡Por las escamas de Thauglor! ¿ es que e mundo se ha vuelto loco...? Tened cuidado. Si teneís que enfrentaros a a ese ser que así sea, pero no a fallos que hagamos nosotros

- En todo caso, ya sabemos donde combatir el mal que parece estar asolando el mundo -Alasa casi parecía feliz de por fin tener una amenaza tangible donde luchar- Si necesitáis ayuda, la habéis encontrado, yo os acompañaré. Pero todavía no he rezado mis oraciones, y ya va siendo hora. Si me dáis unos minutos, en seguida estaré en disposición de partir. El tiempo de rezar y recoger mi mochila, al fin y al cabo ayer regresé de mi última misión, aún tengo el equipaje sin desembalar.

La resolución de Alasa era evidente, no estaba ofreciendo ayuda ni pidiendo permiso. Simplemente había tomado una decisión y la comunicaba. A pesar de ello, ni el tono ni las formas parecían prepotentes, simplemente sabía que era una decisión correcta.

- Mi nombre es Alasa. Soy clériga, seguidora de dioses del sol, de varios en realidad -añadió con una sonrisa- y una buena luchadora contra no-muertos. Si necesitáis saber algo más de mí, os lo iré comunicando por el camino. Maestro, quizás puedas ayudarnos con un teletransporte, ya sabes que no es mi especialidad, y además me gustaría meditar otras oraciones

 - Ahorrad esfuerzo, yo os puedo ayudar con el Teletransporte

Alasa regresa en muy poco tiempo de sus aposentos, con todo su equipo a cuestas.

- Cuando gustéis.

El lenauro mira a la niña impresionado. Está claro que sabe de lo que habla, después de todo parecía tener las respuestas a las extrañas condiciones imperantes en el extraño ligar al que ha ido... y del que ha podido regresar solo por la buena fortuna. Por lo tanto, y al ver que el resto de los presentes asume como algo normal que sea la elegida para ayudar, asiente, moviendo su cabeza arriba y abajo

- Pues será un placer que compartamos el camino - la acepta formalmente - Os ofrecería llevaros volando, pero la verdad es que tardé casi una semana en llegar aquí. Si podemos conseguirlo mediante la magia será más sencillo - se explica

- Si necesitar rezar, hacedlo. Yo estaré listo cuando vos lo esteis - El enorme semicelestial sonríe orgulloso de haber cumplido su misión y esperando que pronto puedan volver a acabar lo que la "Dama de los bosques" le ha solicitado hace ya tanto tiempo.

Cuando bajo con el equipo vio a Tessaril observando unas imagenes de una calidad  tan buenas que casi parecían como capturas de la realidad.

- Bien, yo ya estoy lista. Isthen me ha estado informando del sitio al que os debo llevar. asi como dado el caso, se ha puesto en contacto con uno de consejo para darme un pase provisional. Sin ese pase el teleport a donde debemos ir no funcionaría

- Será mejor que nos vayamos,  no podemos perder tiempo. -Dijo Tessaril tendiendoles la mano. Cuando le dieron la mano notaron como el cuerpo se les paralizaba, el aire se detuvo, y vibro como si estuviera compuesto de humo, y en ese momento el paisaje que tenían delante cambió. Ante ellos apareció un rico y fabuloso valle,  las casas estaban trabajadas en el paisaje, mezcladas con plantas que crecían en el lugar y formando una serie de bellas arboledas, pequeños valles frondosos y vistas encantadoras. El Gran Valle de Evereska y el muro de la ciudad alojaban la mayor concentración de elfos lunares que permanecen en Faerun; era un lugar donde se cultivaba la belleza y donde muy pocos forasteros eran bien recibidos.
pájaros, gatos y pequeña fauna silvestre de todo tipo eran numerosos, incluso dentro de la misma ciudad. Hay una increíble diversidad de árboles poco frecuentes fuera del Valle. Los más comunes el roble, boxwood, el nogal, shadowtop, duskwood, bluetop y árboles hojasazules, que eran esculpidos por los mágicos evereskanianos, una guirnalda más del valle en su real follaje azul.
Rodeado por la Muralla del Prado, el centro del valle tenía un anillo interior de pequeñas colinas. Las tres colinas más altas, conocidas como las Hermanas, formaban un triangulo prácticamente regular alrededor de la ciudad de Evereska. Las colinas eran rotas por el río Aguas Cantarinas, el cual fluía a través del lado occidental de la ciudad. Excepto cuando estaba oculta por la neblina o la fina lluvia procedentes del moribundo mythal durante el sitio de los espinardos, la ciudad en si misma era una maravilla de presenciar, comprendida por una serie de jardines de césped y terrazas arboladas con cristalinos riachuelos que desembocaban en pequeños charcos y fuentes. No había calles propiamente dichas, pero si caminos zigzagueantes, algunos de los cuales se hallaban cubiertos de vegetación y la flora local. Notas musicales, cantos y pequeñas criaturas del bosque llenaban el aire pero sin llegar a ser algo molesto.
Muchas casas eran trabajadas en el propio paisaje, mezclándose con el crecimiento de las plantas y dando lugar a una serie de bellas emergencias, depresiones y vistas espectaculares. Otras son espléndidas mansiones con muchas agujas y balcones que ascendían a través de los enormes árboles. Finalmente, algunas casas abandonadas.

-ah. hacía mucho tiempo que no venía por este lugar, la última vez fue cuando kaffa, Azoun y yo aún formabamos parte del mismo grupo, de eso hace mucho tiempo.

- Los elfos esculpieron la totalidad del valle en un jardín aterrazado coronador en lo alto por árboles de follaje verde y azul. Y eso que veis alli delante. -Dijo señalando a una imposible esbelta aguja de cristal coronanada entre neblina y nubes, y destacando por encima del resto.

- Esa es la torre de los sueños. Quien construyó la torre es materia de muchas especulaciones, pero unos insistentes rumores sugieren que esta es la residencia permanente del mismísimo Corellon Larethian, que la construyó cuando esto no era mas que un remoto enclave. Aquellos pocos elfos que han viajado a Arvandor en el plano exterior de Arbórea dicen que la torre es mucho más que una residencia pasajera de Corellon en el lugar.
Las aguas del lago, sin embargo, son muy valoradas por sus legendarias propiedades curativas. Algunos sencillamente se bañan en las aguas durante la luna llena para curar sus males, heridas e incluso regenerar miembros perdidos

- Impresionante.

Realmente todo lo que ve impresiona a Alasa, aunque ella ha estado ya en muchos lugares muy hermosos. Sin embargo, no puede disfrutar completamente de la ciudad élfica porque algo importante y soterrado reclama toda su atención. Sin embargo, nada de esa tensión trasciende a su rostro, y su sonrisa es igual de radiante que siempre.

El lenauro sacude la cabeza, como siempre impresionado luego de un viaje mágico y observa a su alrededor, escuchando los sonidos de la naturaleza y reconociendo la mano élfica en las construcciones que lo rodean.

Al darse cuenta de quienes son los habitantes se tranquiliza. No espera proplemas en un enclave de una raza eminentemente "buena". De hecho, dado que conoce el idioma verifca los comentarios de los pocos que lo rodean antes de prestarle atención a la maga

- Interesante, agua curativa? Solo espero que no nos haga falta - sin embargo un raro pensamiento ronda por su cabeza y finalmente lo expresa a la maga - Sin embargo... os conté que el acceso a ese plano del mal, estaba en un templo enano... realmente creeis que desde aquí podremos acceder a el? -

Tessaril miró extrañada a la pareja. - ¿ En serio no sabeis nada? Isten me había pedido que os tajra aqui para solucionar un problema relacionado con Moander, que tu Alasa ya sabías de que iba, me ha contado asi mismo que aqui es posible que te encuentres con una amiga tuya una tal Alesa o algo parecido, asi como con un magistrado. -Luego como dandose un repsiro respiro hondo, miro a su alrededor, para finalmente volver a miraros

- Aqui no hay ningun portal, eso os lo puedo asegurar, de echo aqui es imposible teleportarse, es una forma de impedir que las fuerzas malignas invadan el lugar usando los portales. -Miro las caras de desconcierto de sus compañeros y sonrió - No os extrañeis, si nosotros hemos podido hacerlo es por que conozco la palabra qeu permite hacerlo y por que gozo de un permiso especial, somos muy pocos los que podemos.