Partida Rol por web

Dos figuras entraron en la sala, una de ellas de alta como un enano aunque un poco más ancho. Una capa raída de cuero, que parecía varias tallas más grande de lo necesario, cubría su cuerpo y lo que parecía una mochila a su espalda. Caminaba claramente encorvado aunque no usaba ningún tipo de bastón o cayado. Sus pasos parecían ser seguros y firmes.

Sólo se entreveían unas gruesas botas de caminante y una cara muy barbuda en el escaso fragmento que su capucha no terminaba de ocultar.

Entró en la habitación sin mirar a sus lados y cuando la vio corrió hacia ella.

- Hacía una eternidad que no te veía -Dijo estrechándola en un afectuoso abrazo

La otra Figura un robusto e imponente enano, de casi metro cuarenta, embotado en una reluciente armadura de acero blasonada con un murciélago blanco. En el interior del murciélago puede apreciarse claramente el símbolo religioso de Moradin. De su yelmo, con forma de murciélago, brota una característica barba blanca y grisácea, a juego con sus ojos gris rojizo. Una nívea lanza de caballería, de adamantita blanqueada, se extiende desde su mano derecha, como si de una enorme estalactita se tratara. Lleva en su espalda un imponente mandoble de acero, con empuñadura en forma de murciélago también. A su espalda se extiende una lustrosa capa, elaborada con el pelo de algún animal de un blanco intenso. Observaba la escena con fascinación.

- Esto parece una reunión de viejos amigos

Un sonido metálico resonó cuando la armadura de Alasa chocó contra la de Grok. Aún en su forma de enano, Grok era muchísimo más corpulento que Alasa,y esta pareció desaparecer entre sus peludos brazos.

La cara de Alasa era un poema, debía ser un reencuentro muy feliz porque sus ojos parecían empañados al volver a abrazar a Grok.

Cuando se separó un momento para mirarle, su rostro se transformó, al tiempo que comenzaba a darle puñetazos al peludo enano, quien no parería sentirlos.

- Maldito enano bribón ¿Cómo te atreves a desaparecer sin dejar rastro ni decirle a nadie a donde ibas? Los tuyos estábamos muy preocupados -La risa con la que Alasa acompañaba los golpes parecía indicar que no era una recriminación del todo en serio.

Pero Grok no sonreía. Dejó que su amiga golpease, sin decir nada, hasta que pareció calmarse. Luego, su contestación fue corta:

- He estado ocupado -Su voz dijo más que sus palabras, no era la voz del viejo Grok, retraído pero risueño. Callado pero con un gran sentido del humor. Aquel Grok parecía estar ahora sepultado bajo una enorme capa de tristeza, casi desesperación- Fuimos a combatir a Acerak, pero fue más fuerte que nosotros. Volvimos huyendo, derrotados, y eso los que pudimos venir, otros, como Eanor y Torlin, no tuvieron tanta suerte.

Alasa dejó de lado sus extrañas muestras de afecto.

- No sé si estás en condiciones de venir, pero ahora somos otros los que partiremos en busca de Acerak. Debes contármelo todo. Es hora de irse.

La niña no dijo nada pero se agarro con todas sus fuerzas a la mano de marco. Sus ojos devoraban cada detalle de la escena que estaba teniendo lugar ante ella

Cualquier otro estaría poco menor que en un estado de embarazo, allí desnudo, pero no era mi caso. Estupefacto, asisto a la reunión de gente que ya conozco con otros que conocen a los que yo conozco.

Una mano va hacia el pelo, mientras me rasco la cabeza Vaya lío, y tenía que ser ahora. Busco por curiosidad dónde se ha metido mi angel acuático, sin mucha suerte. Con las ganas que me habían entrado, cachis la mar

Al oir a Alessa, la miro atenta, escuchando lo que decía a Grok Ufff, un suspiro de alivio sale de mi boca al oir que, esta vez, irán otros a esa maldita tumba. Con calma, me siento en el suelo mientras espero que traigan mis ropas y salir de este lugar, que más parece una sala de reuniones que una sala donde estrechar relaciones

El semicelestial miró al mediano que intentaba mantener la compostura mientras permanecía semidesnudo en la extraña cámara. Más allá de la urgencia. Más allá de la necesidad, quedaba claro que la situación era risueña... rídicula quizás, pero risueña. Finalmente no pudo menos que lanzar una enorme carcajada - Jajajajaja. Amigo Yal... quizás debieras vestirte y acompañarnos. No todos los días tendrás la oportunidad de ver a un dios... aunque claro, tu si has tenido la ocasión de hacerlo -

La presencia de los dos enanos alegró sobremanera al lenauro - Grok, Rogan, suerte que os encontramos. Quizás también deberíais acompañarnos. El mismo Corellón nos aclaró que lo que estamos viviendo es obra de Acerak - El "impasse" cómico duró poco. Askritt sabía que debían volver, por lo que se volvió hacia el tal Marco que parecía proteger a la niña

- Entiendo que la misma Mistra os da dado su bendición - le comentó - Y un pergamino que podría ser necesario para eliminar el mal de Evereska. Aparentemente necesitamos convocar unos Fungus... sean lo que sean y solo la magia de la Dama de la Magia es capaz de tal proeza - se explicó - Por eso os solicitamos que nos acompañeis. Este portal - señaló a sus espaldas - nos llevará instantáneamente al enclave élfico -

Tras dudarlo un momento agregó - No nos conoceis, entiendo que dudeis de nosotros, pero os aseguro que muchos dioses están preocupados por Acerak. Helm habló con algunos de nosotros. A mi, la misma Señora de los bosques me hizo llegar su mensaje, a través de una visión. Y el mismo patriarca de los elfos está involucrado en esto. Solo debeis acompañarnos y lo descubrireis por vos mismo. Aunque si necesitas más pruebas... solo solicitadlas - el ofrecimiento quedó en el aire. En caso necesario Askritt llevaría al humano por la fuerza... pero prefería no llegar a esos extremos

Un hombre que apenas ha de pasar los treinta, desciende por las escaleras detrás de Cedric y Grok. Sorprendido por el variopinto grupo que no esperaba encontrar a pesar de sus dotes de adivino, el noble, pues eso es lo que parece con su rica túnica y su lujoso sombrero, se mantiene apartado, a un lado de Cedric, sin decir palabra.

Por fin, cuando Askritt se adelantó, una sonrisa volvió a iluminar mi cara. Ignorando su comentario, me levanto y me acerco hasta él

Siii, te recuerdo. Tú también viniste con nosotros a ese agujero y saliste de él, pero ¿qué haces de nuevo aquí? acercándome un poco más a él, mientras le tiro del pelo para que baje su cabezota hasta mi altura por lo que han dicho van a ir otros. Creo que esta vez nosotros podremos descansar. Será como cuando Sather nos contó lo que sabía, pero ella no fue. susurro poniendo una mano a la altura de mi boca para que no me oiga el resto.

Tras el susurro, me alejo de él asintiendo con la cabeza si, si, lo ha dicho. Respecto a lo de la ropa, estaba esperando a que me la trajeran, aunque no se está mal del todo así comienzo a saltar mientras me miro la pichurrina, dando brincos de alegria jijijiji, así, así

Viendo todas las caras serias, me escabullo por uno de los rincones y comienzo a vestirme tararaaaaa, raraaaaa, tararariiiii, rariiiiii

- Señores, es hora de partir y tu Marco De Varien, revisa tus objetos por que Mistra ha dejado algo en ellos que vamos a necesitar.

Mientras estaba hablando Calaf entro en la sala y al ver a su señor se postro en el suelo

Al oir la voz celestial, no puedo evitar asomar la cabeza para ver quién tiene esa voz. Algo me recuerda la que una vez escuché, la del dios Helm. Al rememorarlo, recuerdo con tristeza y añoranza  pobre Torlin. ¿estará al lado de su querido Dios?, la verdad es que tenía mucha paciencia, a pesar de que me metía con su forma de hablar, jijiji, no ser analfabeto, solo hablar dificil tu lengua, jijijiji. Un buen tipo, sí señor. Lástima que no estuviera allí para salvarle, pero no podía hacerlo todo yo

Ensimismado en mis pensamientos, casi se me olvida el motivo de asomar la cabeza. Al verlo, rápidamente la vuelvo a esconder y sigo vistiéndome un poco más rápido

¿Otro Dios aquí?, por el amor bendito solo falta que se aparezca Olidammara a dar una fiesta, jeje

Adelantándose a Cedric, el comerciante llega hasta el semicelestial y le saluda.

Veo que comenzamos demasiado pronto nuestra platica con Grok y Cedric. Comienza. Tras una corta reverencia ante el imponente lenauro, el adivino parece casi percibir el aura de bondad que le rodea.

Saludos. Mi nombre es Malkar, adivino y estudioso de las artes arcanas que Mistra en su generosidad ha regalado a los mortales.
He viajado desde lejos, desde el refugio Hueso-Dragon, en busca de las respuestas que Cedric podía brindarme, y creo adivinar ahora que esas respuestas, así como la ayuda que en nuestro templo requerimos, se encuentra más cerca de vuestro destino de lo que quisiera.

El erudito, dirige ahora una mirada a Yal, y al verlo cambiándose de ropas en un costado, vuelve rápida y tímidamente a dirigirse a la elevada criatura.

He visto los senderos que el destino ha escrito. He vivido en sueños las visiones de éste momento y de los que vendrán. Cuando Yalashad recibió el pergamino para entregarlo a los elfos, Mistra movía los hilos. La propia diosa entonces, también me iluminó a mi con los hálitos de porvenir.

He de ir con ustedes a Evereska. El bastión élfico se encuentra ya cruzado con los aces que marcan mi futuro y no hay forma de que logre escaparme de ése futuro

El sabio, pareció sumergirse en trágicos recuerdos durante un instante. Su mano, aferró con fuerza la empuñadura de una daga, como si ese simbre objeto, le sirviera como símbolo sagrado para darle las fuerzas que precisaba para continuar.

No se que “obras” de Acerrak han vivido ustedes. Pero les aseguro que no son las únicas. El cadáver nos a tocado con su marchito dedo también a nosotros en nuestro lejano templo. Dos aprendices....han desaparecido....y solo uno regresó siendo tan solo una reseca cascara de lo que fuera antes de su misteriosa partida.

Si ese portal viaja a Evereska, lo cruzaré con ustedes.
Si van a convocar a esa especie de micónido para acabar con el mal que se ha aferrado a Corellon como una espina, he de ir con ustedes, aunque me pese y aunque sepa que será un camino repleto de peligro.

Mientras me pongo las botas, escucho las palabras del tal Malkar. Sin poder evitarlo, frunzo el ceño a la vez que tuerzo la boca, totalmente perplejo por sus palabras, mientras me acerco al grupo

¿a los elfos? digo mientras me rasco la cabeza juraría que era al consejo de aquí, y no en Evereska ni ninguna otra ciudad elfa.......aunque no estaría mal ver una de esas ciudades ¿no?

Llevándome una mano a la barbilla Umm, no sé por qué estais dando tantas vueltas al asunto. A mi me dijeron que lo entregara al consejo regente y, por lo que tengo entendido, está aquí, y no en esa ciudad elfa de la que hablais

Yalashad tiene el pergamino, ya estamos listos, hay una torre que necesita ser salvada y al parecer una misión más importante.

Luego habrá tiempo para presentaciones, ahora... Por el portal.

Zizel esperó que Yalashad atraviese el portal.
Luego él pasaría.

Sin mostrar sorpresa, el adivino se dirige al ya cambiado mediano.
Abre nuestros ojos, Yal. Muéstranos el pergamino que te han entregado.

En eso, una siniestra figura se adelanta. El mago, quien no parecía haberse visto demasiado impactado por la presencia de la enorme criatura rocosa de varios brazos, da en cambio un respingo ante ésta nueva presencia.

Su rostro parece sudar litros en apenas segundos, y aunque por momentos parece dispuesto a decir algo, la mandíbula permanece rígida, con los dientes apretados tensos como el arco de una ballesta.

Sobre el hombro del sabio, el pequeño hamster parece notar la situación, y permanece aferrado con sus pezuñas a la fina tela, clavado a ésta y mirando fijo a Zizel como una blanca estatua.
Luego de un instante corto, que para Malkar se hace eterno e incomodo, el adivino parece salir de su trance y secándose el sudor de su frente con la noble túnica, espera la respuesta del resto del grupo.

Contrariado, miro en busca de apoyo tanto a Rogan como a Grok y Cedric

¿qué está pasando aquí?, dijisteis que me llevaríais al consejo sano y salvo, y ahora me quieren meter por uno de esos agujeros en los que el estómago se me encoge, dándome naúseas y haciendo que pierda el apetito ¿por qué?

Todavía reacio a confiar en esta gente, me llevo una mano instintivamente a uno de mis bolsillos secretos al oir a Malkar

- Yalashad -La voz de Alasa era más suave y dulce que la de la sirena. Y sin duda, a pesar de su vestir de guerrera, era también mucho más hermosa- Debemos irnos. Ahora, no hay tiempo para explicaciones.