Partida Rol por web

En busca de Bennett (Tierra Hueca II)

01. El viaje

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22/08/2022, 00:01
Arthur Heartherly

Miré a Smith con la respuesta a mi primo y vi lo engreído que era. No sabía que lo mejor era hacer piña porque en la Tierra Hueca nos íbamos a necesitar unos a otros para sobrevivir. La primera persona a proteger era mi madre, pues sin ella se acabaron las curas decentes. Para mí iba mi padre y mi primo detrás, luego yo, el tipo de seguridad y con esa manera de ser, aquel tipejo de la empresa sería el último de todos.

Kyle desayuno en un suspiro cuando yo aún estaba disfrutando de mi capuccino. El tío de la sala de máquinas se reunió con nosotros. A mí me caía bien y a mi madre también y eso era raro, pues solía ser muy arisca y reservada con los extraños.

No me metí en la conversación, pues me habían educado para no interrumpir si no tenía algo verdaderamente importante que decir y en aquel momento lo que tenía podía esperar... pero fue mi madre quien se adelantó esta vez y asentí con la cabeza llena del pedazo de bollo que me había metido en ella.

- Sí mamá. Ahora mismo. - Dije cuando logrué tragarme, con ayuda de la bebida, aquel enorme trozo de bollo para terminar de desayunar antes por lo que mi madre decía. Iba a terminarme el capuccino cuando mi madre cambió de opinión.

- Me parece genial-  Respondí entusiasmado. - Así Olav podrá explicar al capitán lo que le estoy indicando y traducirme lo que me diga... pero... creo que alguno debería ir conmigo al puente. Quizás se niege por ser una ruta algo... peligrosa para el barco y quiera más dinero... y eso le corresponde a usted, señor Smith. - Le dije a aquel frío y distante hombre que se creía superior a nosotros. Pero era él quien pagaba y decidía.

- Cuando estés listo Olav, vamos al puente. Tengo la ruta marcada en papel cebolla a escala de un mapa de navegación y si no, las coordenadas del destino, por si falla el tamaño. Pero es la ruta más fácil para un barco por lo que estuve investigando. - Le dije al mecánico, bebiéndome entonces lo que quedaba de mi desayuno para ir al puente, dejando la clara invitación a Smith de que viniese por si el dinero había que subirse.

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22/08/2022, 23:45
Nathan Michelson

-Señor misericordioso la que me ha tocado-pensaba para mis adentros, estaba acostumbrado a tratar con hombres de verdad, incluso mujeres duras y de armas tomar, pero ese niñato con el mamá y papá, friegas por aquí y por allá, por alguna razón me sacaba un poco de mis casillas..¿desde cuando me había vuelto asi de rancio joder? meh, sino llega a ser por la paga, mejor me habría quedado en tierra así que tocaba hacer de tripas corazón y morderme la lengua, esperaba por nuestro bien que el viejo duro de roer que otrora había sido un soldado duro de cojones, no perdiese la rodilla a mitad de camino, ¡que coño si ni me había reconocido!. Habían pasado muchos años, pero había aprendido duras y sabias lecciones de él. Quizás más adelante tendría una conversación con él, pero no ahora.

Entonces escuché a su mujer, con buen cuerpo-No sufra por mí señora Heatherly, he dormido bajo soles ardientes antes y los caníbales con el mejor de mis problemas, una bala en el cráneo lo soluciona todo en esos casos-dije con confianza ciega-Y si, voto a favor de hablar más nuestro idioma, no he tenido el provilegio de aprender noruego y el humor sádico de tu capitán se lo podía guardar un poco, que ésto no es viaje de placer precisamente para nosotros-conteste mirando al capitán con cierta hostilidad, no estaba para bromas precisamente.

-Sé que me han contratado para un trabajo concreto y lo voy a cumplir, tenganlo por seguro, pero si tengo que partir algún diente extra tampoco me molesta-ésta vez la mirada hacía el capitán fue algo más que hostil y me hice crujir los nudillos-Pero no derramemos sangre aún, es pronto y creo que tendremos más oportunidades en un futuro próximo-dije poniéndome de pié, ajustándome el pantalón a la entrepierna, tirando de los laterales del cinturón-Movamos el culo que ya estoy aburrido de navegar en ésta lata-finalicé esperando a que el resto empezara a moverse.

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23/08/2022, 00:06
Sarah "Mac" Heatherly

Mientras hacía que Rick moviese el culo, escuché al vaquero que nos acompañaba. Esperaba que no fuese como el que vino con nosotros la última vez. Este era más charlatán, pero le veía demasiado engreído, crecido de sí mismo. Vamos, lo que se dice un capullo charlartán. Y eso era peligroso, sobre todo cuando le juntase con el otro capitán... Bennett.

Mi querido Aloyssius era otro hombre que se creía superior a los demás, adoraba que se alimentase su ego y si no lo hacía nadie, se encargaba el mismo de hacerlo. Iban a chocar como dos trenes a toda velocidad en la misma vía.

Eso sí, cuando se ajustó el pantalón, no pude evitar mirar su entrepierna. Pero con tanta ropa no se podía adivinar nada, salvo que era imposible que superase a Rick.

- Cuando tengamos un rato, me gustaría tener una charla con usted. Hay cosas que veo que no sabe y quiero que le queden bien claras antes de llegar a nuestro destino, señor Michelson. - Y una de ellas era que rebajase su nivel de estupidez y más cuando encontrásemos a Bennett o acabarían a tortas.

- Vamos mi amor. - Le dije a Rick dejándole caminar a él solo, pues sabía que rechazaría mi ayuda delante de ellos. A solas sería su bastón. - Te necesito de una pieza, no de dos. - Le sonreí con dulzura, dejándole ver que era una broma. Pero pobre de aquel que la siguiese sin tener confianza con él.

Notas de juego

Tenía que responder a Nathan XD

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23/08/2022, 17:55
Kyle Blackhorn

Kyle miro al Sr. Smith. Parecía que no había aplicado el sarcasmo adecuado a sus palabras. Porque no había tenido el efecto que buscaba, que era burlarse del Capitán. Mientras dudaba si volver a intentarlo o no, entro Olav. El mecánico fue quien les traslado las palabras de su Capitán, aunque el muchacho no tenía dudas que seguro el tipo se había permitido alguna licencia.

—¡Arthur voy contigo! Quiero ver qué cara pone cuando le muestres la ruta.— Con el comentario, Kyle reflejo que compartía con el capitán algo de ese humor sádico.

Se levantó listo para ponerse en marcha. Todos estaban entusiasmados y con ganas de bajar de ese barco, tal y como manifestó en voz alta el encargado de la seguridad.

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23/08/2022, 19:44
Rick "Jester" Heatherly

La entrada del mecánico supuso una pequeña pausa en nuestra discusión y todos los comentarios que se nos ocurrieron tras dirigirse a nosotros el capitán. Al ver su sonrisa y escuchar sus explicaciones sobre lo que acababa de decir y por qué, se confirmó la opinión que tenía de él.

-Así que se confirma que es solo un cabrón al que le gusta divertirse a costa de los demás. Estupendo. Recuérdeme que se la devuelva en cuanto pueda –le dije, apurando mi café.

Desde luego, de hablar ruso nos iría mucho mejor a todos, tal y como comentó Sarah, pero lo más importante era que después de tantos años y tantas cosas que habíamos vivido, que un capitán arrogante nos hablase en su propio idioma nativo no iba a significar gran cosa.

Lo que si llamó mi atención fue que el mecánico pareciese albergar el mismo interés que el capitán por conocer nuestro destino. Teniendo en cuenta que le estábamos pagando un buen fajo de billetes, y que aproximadamente ya le habíamos informado de a dónde nos dirigíamos, no entendía aquella obsesión. Vamos, que los dos parecían estar en lo mismo, por no decir que desconfiaba de una tripulación que por algún motivo tenía una parte del barco vetado para nosotros.

Sarah aprovechó el momento para quitarle importancia al regreso a la taberna y después, también cortó al mecánico diciéndole básicamente que no hacía falta que lo supiese, que para eso ya estábamos nosotros.

Cuando el capitán se puso en pie para retirarse, Olav nos dijo a qué se debía. Tampoco es como si hubiese un gran misterio.

-Estupendo. Así podrá hacer su trabajo y podrá hablar en su cabina en el idioma que más ilusión le haga –le dije, poniéndome en pie con cierta dificultad, pues mi rodilla me había vuelto a fallar -. Sí, la verdad es que la necesito con locura.

Y miré a Sarah de reojo, pensando en el tipo de friega que le iba a pedir y el que le iba a dar yo a Sarah, porque con dolor o sin él, cerca de la costa o lejos, no iba a ser un despertar completo a no ser que tuviésemos nuestro momento a solas.

Así que no fue necesario que dijese mucho más para convencerme de abandonar el comedor para ir a nuestra cabina, mientras Arthur se mostraba emocionadísimo por ir a ver al capitán. Para él, aquel viaje era algo sin igual y estaba claro que pensaba disfrutarlo al máximo de sus posibilidades.

Cuando estábamos a punto de salir, Sarah se dirigió a Michelson para ponerle en su lugar. En realidad, tampoco había mucho que decirle, salvo que si lo que pretendía era pasarse de arrogante y creído, ya teníamos de sobra con Bennet y que él apenas le llegaba a los talones, aunque… bueno, eso ya lo descubriría por sí mismo, cuando lo encontrásemos.

Porque lo íbamos a encontrar, estaba seguro.

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23/08/2022, 19:48
DIRECTORA
Sólo para el director

No tardasteis más de media hora en atracar, y por lo que Rick y Sarah recordaban, cuando salieron al exterior les pareció que todo estaba igual de solitario y pacífico que la última vez que habíais estado allí. De hecho, hasta juraríais que eran las mismas casas y que nada había cambiado. Veinte años eran mucho tiempo para una persona, pero las ciudades, y mucho más aquellos sitios que se encontraban tan aislados del resto del mundo, tendían a permanecer de la misma forma durante ese periodo de tiempo y mucho más.

Caminar por el hilo servía para desentumeceros después de un largo viaje, y era de agradecer, aunque el frío tardó poco tiempo en volver a hacer de las suyas y haceros buscar un lugar cálido en el cual resguardaros, como por ejemplo, esa taberna... que al llegar a la primera hilera de casas visteis que continuaba estando en el mismo lugar.

Al igual que recordaban los dos organizadores de la expedición, el humo que salía por la chimenea, denso y gris, evidenciaba que en su interior se estaba bastante mejor que fuera, invitando a cualquiera a entrar.

Y cuando lo hicisteis, la atmósfera llena de humo de tabaco y olor a alcohol barato y cerveza, penetró por vuestras fosas nasales y se extendió por el interior de vuestro cuerpo. Eso sí, el aspecto por dentro era un poco diferente a lo que Rick y Sarah recordaban. Ahora ya no era tan caótico, con gente en todas partes gritando, bebiendo y hablando, sino que había una barra bien delimitada, mesas y hombres y mujeres de diferentes edades, y no solo hombres cubiertos con pieles de oso o de foca.

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23/08/2022, 23:47
Nathan Michelson

Miré a la esposa buenorra u la miré con ojos divertidos pero respetuosos-Estoy a su disposición cuando quiera, no se preocupe, si quiere que vaya a su camarote o usted al mío o todos en grupo no tengo problema, seré ignorante en muchas cosas así que si desea explicarme algo, estoy a su disposición-dije con cierta indiferencia-de todas formas si me han contratado es por mis buenas referencias y éxitos, podrán soportar mis palabras, de eso estoy seguro-los miré ca todos, uno a uno.

-Yo iré a preparar mis armas dudo que tardemos mucho en entrar en acción y el plomo..- comenté con seguridad-caballeros, señora..-dije despidiéndome tocando el ala del sombrero, bajando un poco la cabeza. No me gustaba perder el tiempo y menos con charlas de familia ajena, así que me encaminé hacia la salida del comedor sin más que decir.

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24/08/2022, 00:13
Sarah "Mac" Heatherly

- Recuerde una cosa señor Nathan. Nosotros, mi familia, no le hemos contratado y no conocemos sus referencias. Hace veinte años tuvimos "a los mejores de cada profesión" con nosotros y resultaron ser un fraude. De no ser por Rick, Bennett, Harry y yo, aún seguiríamos allí metidos, aunque las medallas se las llevaron los demás simplemente porque uno cumplió mi órden y logró acertar el disparo y otro de casualidad juntó una piedra con otra, mientras ya se estaban uniendo en otro lado...

» Aquí no hay periodista que venda sus méritos y le aseguro que o hace piña con el grupo más grande o acabará muy mal. Y como para mí mi mayor recompensa será encotrar al otro padre de mi hijo, lo demás, sinceramente, me importa un bledo. Así que deje su arrogancia y estupidéz a un lado, porque así no llegará a buen puerto.

Y con esas palabras salí de una vez con Rick de allí por otra de las puertas. Me preocupaba su rodilla más de lo que él pensaba y no se iba a escapar de ese masaje, al igual que él cuidó de mis pies en Rusia, cuando los tenía en carne viva por la marcha que llevábamos y las botas me los destrozaron al no estar acostumbrada a caminar tanto. Él no se rindió y yo tampoco lo haría.

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24/08/2022, 00:23
Sarah "Mac" Heatherly

Nada más entrar en nuestro camarote, se notó el cambio de temperatura con el pasillo, lugar donde se apoyó en mí mi amado para caminar mejor. A regañadientes, eso sí, pero lo hizo. La temperatura se podía decir que era soportable en ese momento, así que cerré la puerta tras de mí y la atranqué. Ya me sabía de sobra el problema de no cerrar las puertas de las cabinas.

- Bájate los pantalones mi amor. - Dije buscando mi maletín médico. - Aún pasaremos unos días de frío y no quiero que eso vaya a más. Ya viste como te falló en el comedor. - De allí saqué antinflamatorio en crema. Rick era reacio a las pastillas, así que al menos le daría el antinflamatorio en el lugar localizado.

Cuando me di la vuelta le vi preparado, no solo para la pomada, sino para lo que vendría después. - Eso no te falla nunca y espero que así siga siendo, mi vida. Recuéstate y deja la pierna dolorida del lado fuera de la cama. Luego me encargaré de la otra inflamación. - Bromeé con ganas de terminar con una cosa y empezar con otra. Pero debía cuidarle bien esa rodilla o al final sí se sentiría un viejo antes de llegar a nuestro destino.

Me senté en la cama y puse su pierna sobre las mías, dejando la rodilla elevada junto a mi muslo y comencé a masajearle la rodilla, usando la crema para aliviarle el dolor y que mis manos se deslizasen mejor. Lo hacía con suavidad, pues no sabía que le ocurría exactamente y buscaba una lesión física por la zona, cuando podía ser un tendón, el cartílago, los huesos... pues la verdad es que no éramos unos críos.

Pero si el viejo aquel que sabía de rocas y el doctor Mustafá llegaron a pisar Tierra Hueca y uno de ellos salir vivo de allí, ¿por qué no íbamos a lograrlo nosotros cuando ya conocíamos aquel lugar? Mis manos seguían frotando con suavidad su rodilla hasta que noté como la crema era absorvida por la piel y ya me costaba masajear... entonces fue cuando las deslicé por su muslo, lentamente, mirándole traviesa, aprovechando la poca crema que me quedaba en las manos para dejarla en su muslo, por si el dolor venía de ahí.

Con disimulo, como si fuese un juego, le froté el muslo con mis manos hasta que las noté limpias de crema, mientras que mi boca besaba el contorno de su ropa interior, sintiendo como su erección, perdida durante el masaje, volvía a alzarse para mí. - Creo que hoy no te he dicho cuanto te amo, mi vida. - Le dije, mientras mis manos liberaban su enorme miembro de la prisión que eran sus calzoncillos y mi boca se abría para recibirlo como era debido.

Como siempre, introduje todo lo que pude su miembro en mi boca, pero era imposible, al menos para mí, poder meterme tanto, así que tras hacer lo que podía, el resto lo masajeaba con mi mano al tiempo que empezaba a meter y sacar su humedecido miembro con mi saliva de mi boca. Luego mi lengua jugueteó con su capullo, recorriéndolo por completo con lentitud, como si de un helado se tratase, para bajar lentamente por aquel vigoroso y endurecido tronco, usando mis labios para darle placer.

Mi mano se encargó de masturbarle, mientras que mi lengua y mi boca se encargaron de sus dos mejores amigas colgantes. Sabía lo que le gustaba eso, que terminase con una en mi boca, succionando con cuidado, para luego liberarla e ir a por la otra, pasar mi lengua por ellas, hasta que notaba que su miembro reclamaba de nuevo mi atención.

Entonces dejaba de masturbarle y subía de nuevo por él, usando mi lengua como medio de transporte para llegar de nuevo a su extremo superior, volver a lamerlo con dedicación e introducirlo en mi boca para volver a succionar y jugar con él como sabía que le gustaba.

Y mientras mi boca se entretenía con su sexo, comencé a desnudarme de cintura para arriba. Él sabía cuanto me excitaba hacerle esas cosas, verle gozar y realmente me había encendido y sentía que la humedad ya traspasaba mi ropa interior, pero no iba soltarle hasta que fuese completamente y absolutamente necesario.

Me ayudé con una mano para acariciar su miembro nuevamente mientras me terminaba de retirar el sostén con la otra, para luego soltarme el pantalón con desteza usando solo mi mano diestra, pendiente siempre de los gestos del hombre de mi vida.

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24/08/2022, 10:07
Director

Notas de juego

Seguimos en paralelo, aunque puede que Rick no aguante mucho.

Pero es que tengo también a Langiva, así que veremos cuando llega la inspiración ;)

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24/08/2022, 10:08
DIRECTORA

No tardasteis más de media hora en atracar, aunque Rick y Sarah no salieron del barco hasta algún tiempo después, cuando ya apenas quedaba alguien en él. Por lo que Rick y Sarah recordaban, cuando salieron al exterior a ambos les pareció que todo estaba igual de solitario y pacífico que la última vez que habíais estado allí. De hecho, había las mismas casas y prácticamente nada había cambiado. Veinte años eran mucho tiempo para una persona, pero las ciudades, y mucho más aquellos sitios que se encontraban tan aislados del resto del mundo, tendían a permanecer de la misma forma durante ese periodo de tiempo y mucho más.

Caminar por el hilo servía para desentumeceros después de un largo viaje, y era de agradecer, aunque el frío tardó poco tiempo en volver a hacer de las suyas y haceros buscar un lugar cálido en el cual resguardaros, como por ejemplo, esa taberna... que al llegar a la primera hilera de casas visteis que continuaba estando en el mismo lugar.

Al igual que recordaban los dos organizadores de la expedición, el humo que salía por la chimenea, denso y gris, evidenciaba que en su interior se estaba bastante mejor que fuera, invitando a cualquiera a entrar.

Una vez dentro, la atmósfera llena de humo de tabaco y olor a alcohol barato y cerveza, penetró por vuestras fosas nasales y se extendió por el interior de vuestro cuerpo. Eso sí, el aspecto por dentro era un poco diferente a lo que Rick y Sarah recordaban. Ahora ya no era tan caótico, con gente en todas partes gritando, bebiendo y hablando, sino que había una barra bien delimitada, mesas y hombres y mujeres de diferentes edades, y no solo hombres cubiertos con pieles de oso o de foca. 

Una buena parte de la tripulación del barco se encontraba ya en el interior, incluyendo a Arthur y a Kyle, que charlaban animadamente entre ellos y también con alguien más que no acertabais a ver. Después de haber ido a ver al capitán para señalarle la ruta, se sentía no solo más relajados sino extremadamente confiados y seguros de sí mismos.

Mientras Rick y Sarah se abrían paso y decidían si buscar una mesa o acercarse a la atestada barra, lograron ver por fin con quién hablaban. Se trataba de una mujer de aspecto serio, cabello negro liso, de corte Bob y ojos enigmáticos, que parecía seguiros con la mirada mientras los jóvenes hablaban y reían animadamente, casi con toda seguridad, contando alguna anécdota o chiste. La mujer parecía haberos seguido desde que entrasteis en la taberna... o quizás fuese mejor decir, seguir a Rick, porque sus ojos estaban puestos casi exclusivamente en él, como si nadie más existiese.

Michelson y Smith también estaban en el interior, juntos pero no revueltos, procurando pasar desapercibidos en un ambiente en el que algo así era imposible no siendo habitante de aquel lugar. Para Michelson aquel lugar reunía todas las características que le gustaban, salvo el de una tía bailando en una barra metálica y quitándose ropa. En cuanto a Smith... estaba concentrado en llegar lo antes posible y todo lo demás era una pérdida de tiempo. Ambos vieron a los jóvenes y a aquella mujer, y después a Rick y a Sarah entrando y tras contemplar el panorama, pensando lo que iban a hacer.

En todo caso, antes de que Rick y Sarah pudieran llegar hasta ellos, si es que era eso lo que querían, o que se retirasen a otro lugar, una figura apareció delante de vellos, cortándole el paso.

-Los Heatherley... supongo. Soy Shaun Donovan, aunque supongo que ese nombre no les dirá gran cosa. Quizás si les dijese que suelen contratarme por llegar a lugares a donde nadie quiere ir y regresar con vida, quizás la cosa cambie. Yo en cambio sí que he oído hablar mucho de ustedes y sus... aventuras en el pasado. 

El tal Shaun no apartaba la mirada de Sarah, ni tampoco dejaba de sonreír, aunque estaba equivocado. Su nombre había salido en las discusiones previas por intentar encontrar a alguien que guiase al grupo y os protegiese cuando llegaseis a la Tierra Hueca, pero su reputación como mercenario que estaba dispuesto a vender a cualquiera por unas monedas, pesó demasiado a la hora de eliminarlo con rapidez de entre todos los posibles, dejando vía libre para Michelson.

-¿Me permitirán que les invite a tomar algo? -os dijo, señalando a una de las mesas.

Michelson no conocía a Shaun de vista, pero si por su nombre; sabía que solo aceptaba los encargos que podían proporcionarle mayores beneficios y que estaba dispuesto a todo con tal de conseguirlo, así como a sacrificar lo que fuese para salvarse, de ser necesario. Sin embargo, desde donde estaba no pudo escuchar cómo se presentaba, aunque si que le pareció que era alguien demasiado afable para un lugar como aquel.

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25/08/2022, 04:49
Sarah "Mac" Heatherly

El lugar no había cambiado mucho en aquellos años. Se podía decir que hasta la nieve estaba en el mismo lugar que cuando lo visitamos por primera vez con la Aurora. Al recordarlo, sentí una especie de pinchazo en mi corazón, pues allí empezó todo realemente con Bennett y me dolía no tenerle a nuestro lado. Tal fue el dolor que me aferré con más fuerza a Rick, mi pilar frente a la pérdida de Aloyssius durante todos estos años.

Si hubiese sido al contrario, si hubiese perdido a Rick... prefería no pensar en lo que hubiese pasado, porque aún hoy estaba segura de que no podía vivir sin él y 35 años aguantándonos lo confirmaba todo.

Una parte de mí estaba entusiasmada, recordando aquel lugar, apestoso, con los hombres vestidos con pieles que parecían osos en lugar de personas, el ambiente tan asqueroso que había y como Bennett destacaba sobre todos ellos. En mi mente volvió ese miedo cuando vieron que era una mujer y me señalaban con el dedo, como dije que era su esposa y como Bennett, tras dejar un pasillo para ver a quien señalaba y de espaldas a mí, apuraba su copa dejándola sobre la mesa con fuerza controlada. Luego se ponía en pie y se giraba para mirarme con aquellos ojos azules que me trasladaban al Mayor Arthur Coverley. La solo con la seguridad que caminaba hacia mí, sentía mi corazón palpitar con fuerza. Y como me agarró y me besó.

Un beso de los que hacen historia.

Pero ya no quedaba nada de eso en aquel lugar. Ni el olor, ni el ambiente y mucho menos Bennett. Apoyé triste la cabeza sobre el hombro de Rick, siguiéndole casi como un fantasma.

Mi hijo, loco porque le contase lo que ocurrió en aquella taberna, estaba riendo con Kyle y alguien más. Eso me chocó, porque aquí... bueno habían pasado veinte años y muchas cosas habían cambiado. Y mientras nos movíamos vi que hablaban con una mujer mayor que ellos, la cual no dejaba de mirar a mi Rick.

Enseguida me rehice. Ella no se iba a meter entre él y yo. Ninguna mujer lo haría y la miré con rabia. Y mientras íba hacia ella, casi tirando de Rick, aquel hombre con aquella hermosa sonrisa se plantó delante de nosotros. Sus ojos me enamoraron en el primer momento que los vi, pero su nombre... ya sabíamos de él.

Miré a Rick antes de hablar. - Encantada señor Donovan. - Era un capullo que te vendía por dos monedas, pero al menos era más agradable que Michelson. Le tendí la mano. - No se equivoca en cuanto quienes somos, pero sí en que conocemos su nombre y su fama. Un mercenario que se vende al mejor postor... siempre, no es alguien de fiar. - Iba a decirle que Michelson le había levantado el puesto, pero no iba a tirar leña a un fuego que aún no estaba encendido. - De todas maneras, si quiere hablar sobre contrataciones, es el señor Smith quien lleva ese tema. Pero si simplemente quiere tomarse algo con nosotros y saber si lo que se cuenta de nuestras aventuras es cierto, aceptaremos la invitación encantados.

Así mantendría a la bruja alejada de Rick y sin soltar a Rick, elegí la mesa donde pudiese ver a mi hijo y a Kyle con ella sin mucha dificultad.  Que Donovan se uniese a nosotros o fuese a por Smith sabiendo que era él quien tenía el dinero ya era cosa suya, aunque la verdad era que podíamos permitirnos pagar a un mercenario por nuestra cuenta, por muy simpático que fuese su mala fama ya iba por delante.

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25/08/2022, 11:38
Benjamin Smith

Por fin habíamos llegado a nuestro destino y habíamos cambiado el infinito azul del mar por el infinito blanco de la nieve y el hielo. Aunque el ambiente en el interior del local podría parecer cargado, se agradecía la sensación de calor que contrastaba con las bajas temperaturas del exterior.

Menudo antro... pensé con desagrado.

En ese momento escuché como Sarah le indicaba mi nombre al mercenario que se hacía llamar Donovan, como responsable de los fondos de la expedición. Ciertamente, por parte de la empresa tenía carta blanca en cuanto a gastos siempre y cuando se consiguiera el objetivo, pero aún así, todo cuanto pudiera ahorrar podría intentar negociarlo como prima para mi bolsillo.

- Un auténtico placer, señor Donovan. Mi nombre es Smith - dije mientras me sentaba en la mesa que el hombre señalaba...

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25/08/2022, 13:13
Sarah "Mac" Heatherly

Cuando vi a Smith presentarse y sentarse le miré con mala cara. Acababa de cagarla conmigo. Mis asuntos eran míos y él no había sido invitado aún a nada. - Gracias por venir a presentarse señor Smith. Pero esta mesa está completa. ¿Por qué no se busca otra? Si el señor Donovan tiene interés en hablar con usted, no se preocupe, irá detrás suyo como un corderito. A fin de cuentas siempre va a por el mejor pagador. Por eso su empresa no le contrató y cogió a Michelson en su lugar. Pero pueden hacer sus propios negocios juntos y a solas, sin molestarnos a mi marido y a mí... así sabremos con certeza de quien fiarnos y de quien no. - Les dejé claro a los dos hombres.

La invitación a Smith para que se largase estaba lanzada y era clara. Donovan podía elegir. Pero no íbamos a estar los cuatro en la misma mesa. No cuando Smith no había sido ni invitado por Donovan ni por mí y menos aún, cuando se había metido en una conversación ajena con toda la cara del mundo. Odiaba eso desde siempre y en ese caso no había excepción.

- Adios señor Smith. Le veré más tarde. - Le dije, aclarándole que esa mesa no era la suya y que tenía más sitios donde ir. ¿Dónde? A mí no me importaba. En ese momento solo me importaba mi hijo y mi sobrino, que seguían con aquella mujer, la cual buscaba de nuevo con la mirada a Rick y de quien solo podría ver su cogote, pues ya me había encargado de eso también. Ahora solo se encontraría con mi mirada. La de una madre protectora y una esposa celosa, que no dudaría en arrancarle el pellejo a esa mujer y lanzárselo a los osos polares junto a su cuerpo con tal de proteger a su familia.

Smith podía incluírse en esa lista, pues estaba muy cerca de entrar en ella al igual que Michelson, que le seguía a la zaga.

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25/08/2022, 14:01
Benjamin Smith

- Joder... menudo carácter - murmuré entre dientes mientras me levantaba. En ese momento me vino a la mente una de las frases que solía repetir mi padre una y otra vez; "nunca le pidas a quien no quiera dar".

Mirando a mi alrededor pude ver una mesa cercana que estaba sin ocupar y me dirigí hacia allí.

- ¿Me acompaña, Señor Donovan? Me sentaría bien un trago y como decía mi padre... Un hombre de verdad no bebe solo...

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25/08/2022, 14:10
Sarah "Mac" Heatherly

- Eso, señor Donovan. Demuéstrenos quien es. Usted nos ha buscado a mi marido y a mí y ya sabe quien tiene el dinero de la expedición, aunque no encima, claro. Donde vamos el dinero no vale nada y está mejor en un banco a la vuelta. - Le digo al mercenario con una sonrisa. - Déjenos claro ver quien es y que es lo que realmente quiere.

Si la pregunta era si estaba disfrutando con aquello, la respuesta era sí y mucho. - También sabe que quien paga al señor Smith y a quien debe rendir cuentas le rechazó una vez a pesar de ser su primera opción. ¡Ups! - Me llevé la mano a la boca. - Eso se me escapó. ¿No se lo dijeron, señor Smith? Su empresa no le quiere. Se juega el trabajo contratándole, pero ese es su problema y además el señor Donovan nos debe una ronda. ¿Qué será? ¿La deja pagada o la disfruta con nosotros? - Le pregunté mirándole a aquellos hermosos ojos sin dejar de lado la sonrisa que tenía. Era evidente que su juventud y su amabilidad me atraían. Por eso entrelacé mis dedos con los de la mano de Rick, porque mirar no era un pecado y sabía que se estaría dando cuenta de todo.

Era perro viejo y no quería que aquel lugar fuese el inicio de otra historia. Allí surgió lo de Bennett o se afianzó mejor dicho, aunque para mi hijo solo contase desde allí. Hablarle de Arthur Coverley era duro para mí y quizás Rick descubriese cosas que no sabía de hace 35 años, cosas que le doliesen. Además, era mejor dejar descansar a los muertos en paz.

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26/08/2022, 07:34
Nathan Michelson

El olor a tabaco rancio pegado ya en las paredes como alquitrán, la cerveza derramada sobre la barra limpiada miles de veces, el aroma del alcohol y el sudor pagaba cada centímetro de aquel lugar. Me sentía como en casa, entré junto con el resto del grupo en aquel antro y los miré-No se separen voy a hacer un reconocimiento-dije con tono serio y frío separándome del grupo yendo hacia la barra, parecía otra persona, podía ser un verdadero gilipollas pero cuando se trataba de trabajo era harina de otro costal, analítico y cuidadoso. Mis ojos saltaban de una persona a otra intentando averiguar sus intenciones, miradas sospechosas o de reojo hacia el grupo llamarían mi atención.

En la barra pedí un trago de whisky y seguí circulando por el local sin perder de vista a mis protegidos, hablaban entre ellos, pero con el sonido ambiente no había manera de saber lo que decían-Mierda, tengo que aprender a leer los labios- mascullé torciendo el gesto dando un trago al pequeño vaso dejándolo medio vacío y entonces vi como un extraño se acercaba al grupo con una radiante sonrisa, fruncí el ceño y como una culebra empecé a escabullirme entre los allí presentes como si fuera una anguila acercándome a mi grupo en cuestión de segundos. Ese fulano sin duda era un lobo con piel de cordero y no iba a permitir que un desconocido se metiera en el grupo. En lugares como éste las noticias volaban y seguro que la expedición no habría pasado desapercibida para cualquier caza fortunas. La señora Heatherly se desenvolvía perfectamente ante el desconocido que mantenía la sonrisa perfecta -palurdo, no estamos en América y no estás intentando vender un coche a unos ignorantes- pensé.

Llegué al grupo y me puse en un lateral cerca de la mujer, mi metro ochenta y ocho permitía que mi cabeza sobresaliera ante casi todos los presentes y con una mirada fría y calculadora miré al individuo-Y usted es...-dije cuando ambos terminaron de hablar.

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27/08/2022, 13:00
Rick "Jester" Heatherly

El interior de la taberna era... diferente a como lo recordaba, pero al mismo tiempo, evocaba en mi memoria todo lo que nos había sucedido entonces como si hubiese sido ayer. Era una sensación extraña, emocionante y a la vez, nostálgica. Los chicos parecían haberse adaptado bien a aquel ambiente, aunque la mujer con la cual parecían estar hablando no me daba la sensación de ser precisamente local. Volvió la mirada hacia mí y juraría que parecía interesada en mí, lo que me hizo sospechar de ella inmediatamente.

Quizás en otros tiempos, veinte años antes, diez, a lo sumo, habría podido resultar atractivo en la distancia, pero no ahora, no con unos cuantos kilos de más, por muy penetrante que fuese mi mirada.

Estaba distraído, pensando en ello, cuando de pronto apareció un hombre cortándonos el paso. Sonreía demasiado para mi gusto, pero daba la sensación de ser todo pura apariencia. Al presentarse, en mi cabeza apareció aquel nombre como parte de la lista que estábamos barajando para guiar la expedición.

Pero lo que más me molestó no era que apareciese allí de pronto, como si estuviese por casualidad, cuando era más que evidente que no había tal, sino aquella mirada con la cual desnudó a Sarah en cuestión de segundos. Sarah quizás se diese cuenta o quizás no, pero le estrechó la mano y demostró que se acordaba también de él.

-Señor Donovan, he de indicar que me sorprende verle aquí. Supongo que no habrá venido a esta parte del mundo solo para presentarse a nosotros, ¿verdad? -comenté, sin saludarle.

No tardó en invitarnos a tomar algo, lo que lo hizo todo doblemente sospechoso, y en aparecer el pesado de Smith, que parecía insistentemente querer entrar en cualquier conversación. Sarah lo despachó antes de que yo pudiese decir algo, con tanta habilidad que hasta sentí pena por el pobre hombre.

-Señor Smith, le aseguro que no necesitamos carabina y que cuando tengamos algo que decirle, así lo haremos. Mientras tanto, tómese una copa. Invito yo.

Smith no pareció achicarse y continuó insistiendo. El hombre parecía querer llevarse a su terreno algo que ni siquiera entendería. Ese hombre no estaba preparado para tratar con gente como Donovan; nosotros sí.

-Señor Smith. Será mejor que vuelva a la barra y nos deje a los profesionales hablar de lo importante -le insistí, colocando una mano en su pecho para impedirle avanzar hacia la mesa. 

Y mientras estábamos todavía intentando quedarnos a solas con él, llegó Michelson, el que faltaba. Entornando los ojos, me volví hacia él.

-Alguien con quien vamos a tomar algo en privado, señor Michelson, y mientras lo hacemos, ¿no cree que debería preocuparse por lo que hablan los chicos? Esa mujer no tiene aspecto de ser de aquí y quizás sería interesante saber de quién se trata -le dije, señalando a la morena que seguía mirándome y transmitiéndome la misma sensación de desconfianza que al principio.

Quizás ambos estuviesen juntos, pensé, mirando entonces a Donovan.

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27/08/2022, 18:36
Kyle Blackhorn

Kyle charlaba animadamente con la mujer que se les había acercado. En un momento y como si tuviera incontinencia verbal le había puesto al día de su viaje en barco, le había hablado del frió y del Capitán. Intentaba meter a su primo Arthur en la conversación, pero no terminaba de arrancar y parecía con ganas de escapar, más aún cuando llegaron sus padres.

—¿Conoce a ese hombre señorita?— Pregunto el muchacho al notar como se fijaba en Rick.—Perdone, no le he preguntado su nombre y que la trae por aquí.

Temiéndose que la mujer solo se hubiera acercado a ellos por interés se quedó serio esperando su respuesta. Pese a todo había tenido la precaución de no revelar nada importante, pero no le gustaba que le usaran de esa manera.

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28/08/2022, 12:06
Nathan Michelson

-"Donovan...eres tú maldito cabrón"-clavé los ojos en él pero el viejo rápidamente me cortó las alas, si se acordase de mi, seguramente me trataría de otra manera, pero no podía más que acatar sus órdenes como antiguamente. Le lancé una mirada hostil a Donovan y me retiré en busca de los niñatos-Si, Señor-dije escueto tomando dirección hacía los críos que estaban hablando con una mujer, bastante más mayor que ellos y con ojos furtivos. Los chavales estaban encandilados con ella, de eso no había duda y Kyle no paraba de hablar-"Joder cuánta vida os queda por recorrer".-

Cuando llegué a su altura pasé mis brazos por encima de sus hombros con una sonrisa divertida-¿Qué tal lo estáis pasando nenes, ya habéis ligado? ¿que tal señorita?-pregunté mirando a la mujer a los ojos. Era una cazadora, no había duda. -Señorita, no abuse de éstos jovenzuelos, no quiero que les rompa el corazón siendo tan jóvenes-mi gesto divertido fue tornándose en algo más serio, hasta convertirse en un rictus totalmente neutro, con Donovan aquí no era descabellado pensar que podrían estar los dos compinchados.

-Venga niños corred con vuestros padres que estan preocupados por vuestra integridad, yo me ocupo de la señorita que imagino no os habrá dicho ni como se llama ¿verdad?-dije inquisitivo mirando a la mujer.