Partida Rol por web

Sientes que te encuentras en una cama de agua, sientes que se mueve que te arrulla... en algún momento sientes como si la cama estuviera encima de una montaña rusa, subes, y bajas. Los sonidos se vuelven opacos y tus parpados te pesan, mucho, es como si tuvieras bolsas que no te dejaran ver....

La oscuridad te envuelve, y el silencio.

Estás encerrado en un cubo de sombras, miras las esquinas, y solo vez oscuridad.

Todo de repente suena como si estuvieran dentro de una campana, pero pronto esos sonidos se hacen más apagados, y lo que escuchas es esto:

-¡SAQUENME DE AQUI! –Alguien grita- ¡NO QUIERO ESTAR AQUI! ¡NO NECESITO ESTAR AQUI!... ¡DEJENME SALIR!

Abres los ojos, sientes un mareo, espantoso, como si alguien te mantuviera en la cama  pegado con cinta pegante.

Alguien grita y no te deja dormir, quieres dormir...

Por un momento no sabes donde estas, todo te da vueltas.

Andrew, alertado, cree en un principio que esas voces pertenecen a su cabeza. Algo en su interior se remueve incómodo, tal vez fuera un error haber entrado en ese lugar. Y esos gritos alertaban acerca de ese pensamiento.
Sale corriendo de su habitación para saber qué es lo que ocurre. Aunque es fácil imaginarse la escena, tal vez alguien necesite ayuda

Te levantas, te cuesta caminar, pero aun te apuras a salir del cuarto, en ese momento te das cuenta de donde sale ese sonido,  de la habitación 15, justo al frente de la tuya, hay una mujer gritando, y que es tendrida por  una enfermera que le habla.

Sí gritas así no dejaras dormir a nadie.  Digo de manera calma, está en crisis, y puede ser molesto, pero igual debo tratarla con respeto. Acuéstate a dormir nuevamente niña, sí lo haces es  posible que el doctor Linus te deje salir. Sí continua así tocara meterla a la U.C.I hasta estabilizarla. pienso

Siento que se calma, me asomo y se ha acurrucado en una esquina, pobre niña. Me volteo y veo un hombre que me mira con sorpresa, cómo sí se preocupara por la que grita, es un paciente nuevo, debio ingresar en otro turno, no le conozco.

No se preocupe, le digo seria, vuelva a dormir, ella estará bien.

Andrew obedece, vuelve a entrar en la habitación, aunque sigue asomando la cabeza. Realmente tiene curiosidad, no se había parado a pensar de verdad que otros internos habría en el centro. Tal vez podría investigar un poco, así que, una vez la enfermera dejara de prestarle atención, comienza a moverse por el centro, buscando a alguien con quien cruzarse

Cuando te escondes en la habitación, ves que ella se fija que la mujer este bien. Escuchas al Doctor Linus en alguna parte, posiblemente en el otro pasillo. 

Sientes la cabeza muy mareada, pero tienes curiosidad, caminas en dirección opuesta a donde sabes esta la enfermería, siguiendo tu derecha, ves que una enfermera se asoma a la habitación 17, y se dirige a otro lugar dejando la puerta abierta.

Con curiosidad te acercas para ver quien está dentro de dicha habitación, ves un hombre blanco, con cabello negro, que está dormido, pero, que justo en ese instante hace unos movimientos extraños, y  de manera torpe (y graciosa) se cae de la cama.

Tu observas lo que ocurre, posible puedas conversar con él, ves que se despierta, pero al ver la puerta abierta, hace un gesto de disgusto y camina de manera algo tambaleante y  la cierra.

Sigues caminando, y ves una puerta que dice “Zona común” al lado de esta esta un puesto de enfermería donde, al lado derecho hay otro pasillo, del cual puedes ver a otro paciente que no le preocupa estar con la puerta abierta, está en la habitación 24.

Es un hombre joven en apariencia, está sentado frente  a un juego de ajedrez, lo mira como si pensara la siguiente jugada. Alza la cabeza y te observa.

Debo estar ocupado, debo estar ocupado, pensar me ayuda, debo.. miro al frente..¿él quien es?, debe ser nuevo. Le hago un gesto de saludo.

Le devuelve el saludo con timidez, observando tanto al paciente que es su compañero como al tablero de ajedrez.

Dentro de sus problemas, todos parecen... bastante humanizados ¿Será el efecto que provoca estar aquí? Al principio ansiedad, después cierta calma, tranquilidad, y tal vez más tarde esta sociabilidad.

Aquel compañero parecía bastante inmerso en el juego, también daba muestras de no reconocerlo. Casi le costaba pronunciar las palabras, su don de gentes parecía haberse esfumado.

- Cu... ¿C-cuantos somos aquí? - pregunta con un hilo de voz

Entra y sientate. Digo de manera nerviosa mientras le doy la mano en forma de saludo. ¿cuantos somos de qué?, ¿cuantos estamos en este lugar?... no se,  varios, unos se van , otros llegan, le ofrezco mi mano,  soy Eduardo..sigue..

Miro a la enfermera...¿me va a dar la medicina ya?...¿ya es hora?

Escucho un "sabes que aún no" y murmuro "Maldición"

¿Eres nuevo? murmuro.

Se sienta frente a él, observando a la enfermera con desconfianza. Parecía reacia a entregarle los medicamentos, ¿o era el tal Eduardo el que abusaba de ellos? No podía saberlo así

- Yo soy Andrew... - asiente ante la última pregunta - Sí, soy nuevo. Y una muchacha nueva también... entró dando gritos, arrastrada por una enfermera... ¿Es eso normal?

¿O acaso reaccionó él de forma extraña? Una nueva duda. Había sido demasiado pasivo

En ese momento, cuando el te va a contestar volteas por un leve ruido y ves a un hombre que trata de mantenerse en pie, esta mareado por la medicación y está al lado de la puerta,  los mira, y medio sonríe,  lo reconoces, es el hombre que se cayó de la cama.

Miro con algo de curiosidad a quien habla. Es nuevo, debio llegar casi al tiempo conmigo. Y también escuchó a la chica que gritaba anoche, así que me confirma mi teoría. Sin embargo, no puedo evitar una sonrisita cuando pregunta si entrar gritando es normal. A ver, esto es un manicomio, los gritos son lo más normal que debe haber. Hasta mis alucinaciones deben ser parte de la vida diaria. Jejeje

No le doy mucha importancia. Hay un ajedrecista aquí. Y habemos al menos tres nuevos. Todo el tiempo hay alguien perdiendo la razón. Bajo la cabeza y me apoyo en una pared un momento, el mareo es fuerte. Me pongo la mano en el tabique y cierro los ojos, hasta que se pasa la sensación. Y luego trato de seguir al área común, a ver que mas encuentro ahi.

Pues,  hay de todo,  yo llegue hace una semana, y  a veces cuando llegan muy mal los encierran, sólo he escuchado dos que entran así, también escuche a un sujeto que querían que le abrieran la puerta, aquí es un zoologico. Observo a ese sujeto que tampoco había visto, y le hago una señal, Hey tu, no te caigas, ven para acá.

Miro a la enfermera nuevamente ¿ya me va a dar mi medicina?

Señor Eduardo, por decima vez en los últimos 10 minutos,  su medicina es a las 10:30, son las 10:10, en  veinte minutos la tendrá. Parece un reloj, cada minuto la pide.

Maldita zorra. Murmuro por lo bajo. Son un asco estas enfermeras que no sirven para nada, murmuro a los dos que están cerca.

 Alzo la voz. ¿no entiende que necesito la medicina?

Lo escuche. Le digo seria, los insultos no me afectan pero debo dejarme respetar.  Cuide sus palabras... sí desea algún cambio en su medicación debe hablar con el doctor Linus.

Me acerco a los tres.

Eduardo, dado que estás haciendo nuevos amigos, mientras esperas los veinte minutos, podrían ir a la zona común a hablar con ellos, ¿no crees?. Les señalo la puerta.

Con un tenue temblor en mis manos, y disgustado me levanto.  Hagamos lo que dice la zo- señora. Y camina disgustado hacia la puerta, la cual abre para ir a la zona común.

Algo confundido y sin hablar sigo a este individuo. Parece que hay de todo acá, es una selva y yo soy un mico más jajaja. 

Mientras camino, me apoyo un poco en las paredes. Es fuerte el efecto de lo que sea que me dieron, si me bajo los sueños, era lógico que los efectos secundarios tambien fueran fuertes.