Partida Rol por web

Pongo atención  tanto a la conducta del paciente como a lo que dice su criado, me doy cuenta que ha evadido la pregunta, este hombre está en crisis... no está preparado para ser interrogado.  Señor, tranquilo. Lo miro, siéntese un segundo, y trate de escucharme aunque los espíritus no lo dejen.

Andrew usted está en crisis, lo sabe, necesita ayuda, y yo lo ayudare. Lo miro y le digo, yo estaré a cargo de su tratamiento, y seré yo quien decida cuando le puedo dar el alta,  cuando usted salga de aquí es porque está bien, tendrá que tomar unos medicamentos y  asistir a unas terapias que le ayudaran...¿entiende?, ¿está de acuerdo?

Se para por fin, mirando a ambos en la sala. Tiene la mirada perdida, como en aquellos momentos en los que fue niño, débil y frágil ante lo adverso. No había cambiado mucho. Involucionaba en su inmortalidad. Sentía la necesidad de sentirse abrazado, protegido, y aquel hombre parecía prometerle ambas cosas.

- Sí - asiente lentamente - Estoy de acuerdo

Vuelve a sentarse, con unas profundas ganas de llorar, a las que se resiste
Mira directamente ahora a Linus

- ¿Me ayudará?

Lo ayudaré. Lo miro aunque el me esquiva la mirada. Lo ayudare, pero usted también tendra que ayudarse.

Me acerco a él y le hablo de manera clara, pero comprensiva, trato que se sienta cómodo. Con los paranoides hay que tener mucho cuidado con lo que se hace y dice, pueden sentirse atacados y desconfiados.

En este lugar Andrew, no hay distinción de clanes o sectas, no hay diferencias, ni privilegios. Por tanto, no es necesario que diga que es ventrue. Tampoco usamos apellidos, en realidad, desde ahora  se dirigirá a los otros por su nombre, una política que tenemos es la confidencialidad, aquí todos somos iguales.... Lo cuidaremos....Algunas otras normas se te explicarán después, por ahora creo que debes ir a la habitación y descanzar.

Es mejor no hablar mucho en este caso y  brindar ayuda ahora que el la pide, puede que la paranoia luego no le permita ayuda.

Tomo el citófono.  María,  en cinco minutos ingresa el paciente de él amoblado 20, por favor ten listo todo lo necesario, en unos minutos iré para iniciar con el tratamiento.

Me levanto, bueno Andrew,  ya todo está listo, despídete que ingresaras al área de hospitalización.

Luego me dirijo al criado

Señor Noah, te daré una tarjeta del centro con el teléfono, en la isla no entra señal de teléfonos móviles y solo tenemos un teléfono...

Gracias doctor, estare pendiente de la mejora del señor Dawson.  Miro a mi jefe y me despido. Señor, espero que esto pueda ayudarlo.

Escucha atentamente lo que el doctor dice, y se predispone a marcharse cuando le asignan una habitación. Aquello de hospitalización sonaba realmente mal, pero había tomado una decisión. Aunque fuera un clavo ardiendo.

Se vuelve hacia Noah, del que tiene que despedirse. Un sentimiento de desolación se abre paso en su pecho, e intenta apartarlo poniendole una mano en el hombro. Le estrecha la mano con efusividad.

- Noah, no te prives de atender tus asuntos. Estoy seguro de que la señorita Sofía estará encantada de volver a verte. - le sonríe con esfuerzo y sinceridad. - Cuídate

Vuelve a mirar al psiquiatra esperando que le permitan salir para conocer el resto del centro

Tu criado se despide de ti con un "gracias señor, lo intentare"

Pasas por la puerta lateral. Lo primero que ven es una oficina, con una enfermera o secretaria (no estás seguro) que  está sentada en un escritorio escribiendo algunos formatos. La mujer te mira y te saluda de manera educada y les indica donde está la habitación.

Miras el lugar con terror, esperando ver o escuchar algo aterrador, pero curiosamente no sucede nada.

El amoblado 20, en el corredor derecho, a la derecha. Te informan

Caminas con el mismo,  y una enfermera de piel morena, baja, y de edad madura los recibe., y les abre la habitación.

Es un espacio de 4 *5 metros con una ventanas (con un sistema electronico que se cierra automaticanente y de manera hermetica durante las horas diurnas), esta perfectamente iluminado. El piso está cubierto por una alfombra  azul oscura. Sobre ella hay una cama, una mesa de noche, un escritorio con silla, un  lava manos, con espejo. El armario lateral es amplio.

No es un cuarto deprimente, eso sí, la falta de ducha llama la atención.

Encima de la cama,  estan tus maletas.

Curiosea la habitación una vez está dentro, y comienza a recolocar sus ropas. Lo hace como un acto cotidiano, con una sensación de bienestar después de mucho tiempo. No parece haber nada allí dentro, y la habitación es acogedora.

¿Durante cuanto tiempo?

Se descalza y se sienta en la cama una vez deshechas las maletas.

Toco la puerta y entro con precaución. Señor, sonrio, soy  Chin_Mae de enfermería. Le hago un saludo. El doctor le pide que para iniciar el tratamiento tome esto, por favor sientese en la cama, para que no se caiga, esto lo pondrá a dormir señor.

En una bandeja hay un vaso con vitae (la hueles es de tu preferencia) pero tiene un olor a medicina.

Agradece el medicamento con una inclinación de cabeza. Olisque la vitae, levemente desconfiado, ya que no domina las ciencias médicas. Suspira y toma la vitae, ya que le ayudará a tener un sueño profundo y tranquilo.

Al menos eso espero.

Se tiende para tomarla, y mira al techo. Intenta relajarse, aquello será su nuevo hogar hasta nueva orden. Mientras cabeceaba, comenzó a preguntarse que otros pacientes estarían allí...

La vitae con medicina sabe HORRIBLE, y  sientes inmediatamente un mareo. Justo en ese momento escuchas que alguien entra gritando, una mujer, sin embargo no tienes fuerza para levantarte, tus ojos están pesados, tus piernas parecen rocas, y tus pensamientos son lentos. Y es así como, simplemente te vence el sueño.