Partida Rol por web

En ese momento algo pasa, en el corredor escuchan una gritería, ambos medianamente se asoman y ven a una mujer que grita y que es arrastrada por dos enfermeros a una de las habitaciones. Un enfermero negro acuerpado y alto y una mujer de mediana edad.

El cuarto esta cerca a donde están. Detrás de ellos va el médico, quien  se mete en la habitación con la mujer.

Jueputas parce. Miro asustado. Ya me asusto este sitio, ¿no nos podemos escapar?

 Parcero, dígamelo a mi que me tengo que quedar jajajaja. Y pensar que yo ando mal, esa vieja debe andar en la repaila. El que crea que ser vampiro es solo sangre y rosas, está mft. Ojalá que no haga escandalo en el día jajaja

Sin embargo, me da algo de nervios. Esto es un manicomio, y la gente no viene a vacacionar. Me recuerda mis días de médico, cuando estaba vivo. Más de una vez me encontraba con algunas personas, en las calles, que sufrían de problemas mentales. Algunos agresivos, otros inofensivos. La ciencia de la salud mental aún estaba muy verde en Colombia, y era un campo donde había todo por hacer. De hecho, era un tema en el que pensaba especializarme. Y ahora heme aquí, no como doctor sino como paciente. Y mis compañeros de estadía, pueden tener problemas mucho mas graves que los míos, pueden ser incluso peligrosos. Verlo por el lado amable, intentaré aprender lo que más pueda.

Tres-se, si ya te vas, yo creo que te acompaño a la puerta.

Me preocupa la seguridad de Miguel, quizas se vea como un lugar tranquilo, pero nunca se sabe. Y menos el primer día.

Este...   me siento en la cama de la habitación del paisa, ejem... ¿ si esperamos?, yo se que los loquitos no hacen nada, pero por si las moscas...

¡y deje de decir eso! Que  buste no está loco...sólo que, se le alborota el sueño,  sí buste se pone así con las pesadillas, no me imagino con los buenos sueños, jeje sí soñara con hembras seria mejor, pero sí es el caso yo me duermo en otra esquinita.  Me rio.

Diego me mira con su usual mirada de “yo soy el colmo”

Eh perdón parce, me levanto, ehh venga pa acas. Lo abrazo nuevamente y esta vez con fuerza. Ya se que tengo que irme... le doy la bendición, y trato de evitar llorar... deja la maricada Miguel... vamos pues... sí levanta loca, me cuenta.

Camino dos pasos fuera del cuarto y me devuelvo.  Se me olvidabas, esto es pa buste. Le entrego una crucecita. Este me lo dio un cura en Vienas, no le entendí nadas al man, pero me dio esto.

Ta bonito... pero que no tenga un significado raro, es una crucecita pa que me lo proteja..

 Le recibo la cruz a Miguel. Gracias parcero. Cualquier cosa yo le cuento. Me dirijo a la cama y me acuesto. Amanecerá y veremos, dijo el ciego, que igual yo de locas quede curado con la Willow. Cierro los ojos, y me quedo muy quieto, como hacía mientras estaba en prisión. Y como esas veces, estoy tratando de no pensar. 

Miro como me responde con apatia, y bajo  la cabeza, cómo que quiere que me vaya. Me acerco a donde esta él, y le doy dos golpesitos en el hombro, bueno... me voy. Trago saliva... adios parce... hago un signo con la mano, y trato de tomar una fotografia mental por si se muere, descance....Perdoneme.

Camino hacia la puerta, y salgo de la habitación lamentando no tener mis gafas oscuras.

Aunque a pesar de que en un momento pensaste en acompañar a Miguel a la puerta, “algo” de lo tanto que ha dicho, (Porque ha que aceptar que como tú, habla por los codos) te ha deprimido. Posiblemente  el hecho de que te ha recordado el futuro y también los problemas, con algo de humor. Miguel le gusta hacerse el tonto, pero ahora sus chistes no te producen gracia.

 Posible sea porque sientes que no son auténticos, que Miguel esta tan deprimido que esa chispa, la ha perdido, o posible seas tú, con la locura has perdido la capacidad de reír.

Cierras los ojos escuchando como los pasos de Miguel se alejan, y  pasa un minuto, y abres los ojos. Te has dado cuenta que se ha ido, sales de tu cuarto para buscarle con la mirada, pero el ya ha salido del sector de hospitalización. No está, justo en ese momento, la misma mujer que te abrió la puerta de la habitación viene  hacia donde te encuentras.

¿Señor Diego? Digo con mi acento cubano. Soy Blanca de enfermería, siéntese en la cama por favor, el doctor  va comenzar su tratamiento ahora.... debe tomarse esto. Le muestro el vaso.

Es un vaso mediano de vitae con un fuerte olor a medicina

 Miguel, en este momento no estoy bien, no estamos bien...

Miro el alimento que me trae la enfermera, y me recuesto en la cama para beber su contenido con avidez. No sabe bien, pero ahora eso es lo de menos.

¿Qué es?, ¿tiene más?

No quiero pensar, si me pongo a pensar, me puedo poner peor.

Yo de usted me acostaba, esto lo va a poner a dormir, no sea que se caiga. Digo de manera comprensiva, sí quiere algo mas para beber, le puedo traer algo de la cafetería... por ahora acuestese.

El sabor de la vitae con medicina sabe HORRIBLE, sin embargo te la tomas sin resongar. Lo que dice Blanca es verdad, inmediatamente sientes sueño, y mareo.

 Dormir...¿pero voy a soñar? Si para no soñar tengo que tomarme la dosis para un elefante, no importa, asi sepa a feo me la tomo ya, pero por favor, no quiero soñar, por favor...

Me reclino en la cama, me preocupa la posibilidad de que me vuelva a suceder, que vuelva a tener sueños de los cuales no puedo despertar con facilidad. El mareo es algo fuerte, y siento que tengo que aferrarme del colchon. Afortunadamente el efecto es inmediato, y termino por acostarme bien en la cama. 

No quiero soñar...por favor, no quiero soñar...quiero dormir y no despertar, pero sin soñar...

Tus ojos están pesados, tus piernas parecen rocas, y de repente tu habla se vuelve lenta.

Nooo quieroo sooñarrr Zzz

Y es así como, simplemente te vence el sueño.