Escuchas que el enfermero les dice a los demás que no hay nada que ver. Te dirijes hacia la salida, y comienzas a golpear el vidrio mientras el enfermero trata de tranquilizarte, y tus compañeros ven impotente la situación de repente se ha formado un alboroto. Estas con panico y el enfermero trata de controlarte pero tu estas muy nervioso.
Salgo del consultorio al escuchar la alarma que las enfermeras me han dicho y veo a Andrew con total pánico tratando de salir. Señor Andrew, ¿qué le ocurre?. Hacer preguntas simples muchas veces ayuda a la intervención en crisis.
- ¡Tengo que salir de aquí, ¿no lo entienden?! - grita con total pánico.
Sus ojos están desorbitados mientras sigue golpeando alguna puerta de salida, es su máxima prioridad. Comienza a agitarse y tiembla, no acierta a golpear o a agarra el pomo de la puerta. Busca alguna ventana por la que salir. Respirar, respirar como hace años que no hace
¡Estás muerto, idiota! ¡No puedes respirar!
Grita exasperado, hacia el cielo. Todos son enemigos, no hay ningún amigo. Se deja caer al suelo, en una esquina. Se encoge y espera a que lo ataquen o lo maten de una vez. Solo ruega por que sea rápido
Señor Andrew, escucheme. Digo en total calma. yo lo puedo ayudar a salir, pero primero si gusta, entre a mi consultorio y hablamos. Me acerco a él, le aseguro que estará seguro, no se preocupe, las voces poco a poco lo dejaran en paz.
Desde la habitación 1, se observa que Kavi esta con el famoso Cain, observando todo, el anciano mira y grita. Venga Marcus controlad a ese necio. le grita al médico. Pero el doctor Linus no le presta atención, esta centrado en tí.
Ignoraba al viejo Caín, las palabras de todos y sus miradas. Tan solo, tan hundido estaba en sus propios pensamientos. Solo reaccionó ante escuchar las palabras del doctor Linus, algo difusas y también dispersas
Ayudar
Voces
Paz
Alza la vista, aterido y sobrecogido por aquel voraz ataque de pánico. Lentamente, y apoyandose en la pared, vuelve a levantarse. Observa a todos, esperando encontrar algún gesto hostil y después reencontrarse con el doctor. Asiente lentamente, compugnido y avergonzado por el lamentable espectáculo que ha proporcionado a toda la comunidad.
Agacha la cabeza y espera las burlas y otros reproches
Sin embargo no hay burlas, no hay reproches. Parecen que los demás han perdido la atención en tí, y el médico te ha tendido la mano para ayudarte a levantar. Te sientes mal, las voces te siguen y no sabes controlarlas, y en momentos como este, en los cuales has caido bajo, desaparecen momentaneamente como burlandose de tí.
Te levantas, y caminas hacia el consultorio. Notas que Julio el hombre elegante salio del baño y entro a su habitación, el resto parecen continuar con lo suyo.
Le ofrezco mi mano y el se levanta. Su miedo y dolor es evidente, pero me gustaría saber que hay detrás de todo aquello. Andrew, ven. Sigueme, mientras siento que acepta mi ayuda, es como un niño asustado, vámos... ven por acá. Miro de reojo y veo que pasa uno de mis pacientes más dificil, Julio, le hago una seña de saludo y continuo con el paciente al consultorio.
Vamos a terapia individual, dame un momento.
Cuando sales del consultorio te sientes un poco mejor frente a los acontecimientos. Caminas por el pasillo y puedes ver que cerca esta Julio mirando a la mujer hermosa, a la cual seguias antes de que se diera la crisis.
Mira a la mujer a la que seguía. Esperaba que no se relacionase su crisis con su presencia, por lo que terminaría de ahuyentarla con su actitud excéntrica. Aquello era un lugar extraño en general, pero en comparación, sus crisis y rarezas sobrepasaban con mucho al resto
Se masajea la nuca aún, intentando relajar la tensión acumulada durante aquel tiempo, habían sido momentos muy intensos. Esperaba contar con una noche de sueño reparador
Saluda a Julio con un gesto de mano, intentando no interrumpir la conversación
- Bonsoir, mademoiselle - Mi aterciopelada voz acaricia con estas palabras sus sentidos, como seda enredada en su grácil cuello. - Permítame presentarme. Mi nombre es Julio. Parece que somos vecinos y soy partidario de estar siempre a bien con el vecindario, especialmente cuando se trata de una mujer tan hermosa como usted. - Avanzo un paso hacia ella - ¿Mariana, verdad? - Le tiendo la mano, a modo de presentación, cuando me la da, mis dedos acarician la suavidad de su piel mientras alzo su mano a mis labios y le regalo un suave pero cálido beso en el dorso - Enchanté.
Mis ojos se iluminan ante el hombre guapo. Es usted el primero al parecer que vale la pena entre todos estos perdedores. Digo de manera infantil mientras respondo a sus encantos con orgullo, es hermoso, y realmente maravilloso, sólo un toreador tiene ese encanto, sí, esa soy yo, Mariana digo de manera coqueta mientras jugueteo con mis manos, ¿qué hace un hombre como usted en un lugar como este?
Julio ha notado tu saludo timido mientras habla con la dama.
- Ésa es una buena pregunta, Mariana. De hecho yo me he hecho esa misma pregunta varias veces sin encontrar respuesta, pero ahora, al tener la oportunidad de contemplarla, de hablar con usted, de conocerla... Quizá ahora esa pregunta tenga una respuesta que le de sentido a todo esto. - Le respondo con una sonrisa seductora, mirando fijamente sus hermosos ojos.
Mientras contemplo cómo la bella Mariana se muerde el labio como reacción coqueta a mis palabras, por el rabillo del ojo veo a Andrew, que parece saludar con la mano.
- Vaya... Mal momento. - Pienso cuando veo que parece tener ganas de interrumpir nuestro juego. Desvío un momento mi mirada hacia el recién llegado y arqueo una ceja como toda respuesta. Acto seguido vuelvo a dedicar mis ojos por entero a la contemplación de Mariana.
En ese momento ves aparecer por el pasillo a Eduardo, te mira con una sonrisa y mira de reojo a Julio con una actitud displicente. Basicamente con su actitud te esta invitando que le sigas.
Aquì esta este manipulador... digo mirando de reojo a Julio, como si no me hubiera dado cuenta de lo que hizo.. hay que conocer a las personas. Hola Andrew, le doy la mano mientras miro de reojo a Mariana. Heyy que tal si vàmos y nos tomamos algo al salòn... digo de manera amigable
Le estrecha la mano con calidez. Aquel muchacho le agradaba, tan solo por la búsqueda que parecía tener siempre hacia todos. Como si siempre necesitara estar con alguien, o tener una presencia a la que dirigirle una palabra
Me trae recuerdos de alguien...
Piensa mientras sonríe casi para si mismo
- Te sigo, Eduardo... - le asiente cuando comienza a caminar a su vera - Oye, ¿qué es lo que pasa con Julio? No me ha pasado desapercibido esa mirada...
Camino de reojo bajando la voz, lo que menos quiero es problemas con ese sujeto. Es un tramposo... es de cuidado, luego te cuento. Cuando camino por el pasillo veo a esos otros dos en el pasillo hablando, el especie de nosferatu y el chico de gafas, Diego. Hey muchachos, me voy con Andrew a tomarme un trago al Bar.... jaja sin alcohol, ¿nos acompañan?, digo invitandolos a una charla.
En realidad cuando caminas en el cruce de pasillos se encuentran con Everet y Diego quien al parecer conversaban.