Partida Rol por web

Salgo del consultorio al escuchar la alarma que las enfermeras me han dicho y veo a Andrew con total pánico tratando de salir. Señor Andrew, ¿qué le ocurre?.

Kavi se giro al ver al Doctor seguir a quien gritaba como condenado, luego volvio a Cain sin mirar un par de veces que estaba sucediendo - Lo siento... mi nombre el Kavi - Dijo presentandose de forma escueta - Solo queria saber si las podria conseguir pero creo qeu molesto... lo siento, olvidelo - se disculpo con algo de desilucion...

- Que hago aqui? ojala lo supiera con certeza, solo hay dudas y confusion desde hace años...no puedo hacer nada con ello, nuestros cuerpos seguiran iguales pero nuestra mente con el pasar de los años se estropea como un manzana al ire libre -

Espere.  digo,  busque a Clarisce, la profesora, ella seguro tiene algo. Miro con atención la crisis del sujeto. Venga Marcus controlad a ese necio. le grita al médico.

El médico ignora a cain mientras sigue hablando con el paciente, Cain se molesta por su acción, y en ese momento puedes escuchar como si alguien callera al suelo. En el primer pasillo (no en el que estas sino en otro). El anciano de Cain se asoma se muestra confundido, pero no dice que fue lo que vio.

Se acercan, en realidad ha sido una mujer peliroja, a la cual nunca habias visto que se ha caido, y Diego la ha ayudado a levantar. Notas que por la actitud del baron que parece también no estar en sus mejores dias, esta coqueteando con ella. Poco a poco parece que se dirijen a la sala común. Frente a ti, el médico ha convencido a Andrew que le siga, y mientras lo hace, Julio el hombre elegante ha pasado justo al frente de ustedes de las duchas (pues al parecer se estaba bañando) a su habitación, la cual notas que es muy cercana a la tuya. El médico se ha llevado a Andrew a su consultorio y han quedado tu y Cain en el pasillo.

Miro al joven  curioso y le digo: ¿Y para que necesitas eso que quieres encontrar?. La mujer peliroja es la de los gritos, y no se porque es vecina mía, deveria hablar con el gran Marcus. Pienso.

Esa pregunta sinceramente le desconcertó mas de lo que estaba con aquello que ocurría en el lugar, era como si su cuerpo se transformara en una isla solitaria en un mar inmenso de dudas, miro a Caín con una cara de sorpresa y un para de palabras salieron sin llegar a terminar una frase. Kavi negó por un solo segundo y sus ojos miraron al Anciano.

- Quiero encontrar una sola respuesta, pero debo terminar algo que comencé... con ello creo que podría hallar la respuesta del porque estoy aquí - Dijo sin mas, fue lo que salio de su ser y esperaba que ello fuera una respuesta coherente para con quien hablaba.

- Creo que ire a ver a la profesora, gracias Señor -

Tras decir eso te a buscar a la profesora, estas algo atontado pero caminas hacia la zona común.

Cuando llegas a tu cuarto  luego de ese extraño día, te sientes raro, es decir, pensabas que sentirte  así era normal, pero ahora simplemente te das cuenta que algo malo hay en tí, ¿pero qué?

De repente te pierdes en tus pensamientos, ¿qué será mejor, collares de plata o de oro?, ¿esmeraldas o zafiros?. Comienzas hacer una lista mental de lo que necesitas en tu taller, y de repente mientras pasa eso,  cierras los ojos y te quedas dormido.

Tienes un sueño extraño.

Luego de que  tanto pensar, ante ti, hay cantidades de piedras preciosas, de todas clases. Todas son piedras de alta calidad, podrias hacer cosas maravillosas con ellas.

De repente comienzas a tocar las piedras, y sucede algo curioso. Las piedras comienzan a derretirse como dulces ante el sol, tu estas impresionado, era algo que no esperabas.

De repente comienzas a caminar en busqueda de tus cosas, tus herramientas, y estas también estan inservibles, si no desaparecen cuando las tocas, se convierten en otro objeto. Por ejemplo unas de las pinzas que tocaste, se convirtio en una zanahoria, y una lima en un pedazo de grama.

Todo esta inservible.

Te angustias,  tu arte es lo único que te tranquiliza, y ahora, no tienes nada... nada

Un dolor en el corazon te agobia... y despiertas llorando.

No tienes nada, ni siquiera amor.

Soledad, vacio, vacuidad sentimientos que se aferraban a la piel como tatuajes y al corazón como un gran peso que comenzaba a hundir a Kavi en lo profundo de un abismo, sus ojos derramaban lagrimas carmesí que rodaban sobra las quemaduras y luego eran secadas por el dorso de la mano que pasaba por ellas, estaba en el lugar correcto? O simplemente era una cárcel para la mente que fomentaba la locura para un beneficio ajeno?; Las dudas y los miedos dejaban una línea débil que auspiciaba de muro contra el Halinak, si el salía todos aquí corrían peligro mas aun por culpa del mismo.
Su mirada vaga recorrió al habitación y sus pies tocaron con miedo el piso para luego incorporarse y salir de allí sin un rumbo exacto peor sus pasos le llevaban al patio de la institución, por que pasaba todo esto? Acaso era una buena idea? Acaso el estar aquí le privaba de lograr su comentado? O simplemente le habían extraído el talento? Las preguntas  comenzaban a bombardear su mente hasta que el aire fresco del mar golpeo su rostro…. Como había llegado allí?. Sobre una cornisa miro hacia un horizonte oscuro como el mismo en su ser.
Sentimientos errados y malditos como la inmortalidad le susurraban al oído tantas cosas que era imposible comprenderlo pero de algo estaba consiente… Pronto comenzaría la caída hacia un lugar donde para volver debería confiar en sus propios demonios para que le saquen de allí.
Pero en su mente aun quedaban algunas frases….

Las personas heridas son peligrosas... saben que pueden sobrevivir.

Si quieres salvarte a ti mismo, haz tu propia felicidad.

Te incorporas algo tembleque, si no fuera por ese sueño hubieras dormido más, pero ¿qué significa?, palabras en tu mente sin significado, no sabes quien eres, no sabes que debes ser, eres una joya en bruto, que aunque limpies, siempre será imperfecta...

Miras a tu alrededor, ¿qué harás?

El aire del mar y estar al borde del abismo era como ahondar en la misma nada buscando dichos esquivos, Kavi se encontraba distante pero incluso ahora no recordaba absolutamente nada, quien era? Donde estaba? Esas preguntas ya no tenían respuesta en absoluto, solo la incertidumbre era ahora su amarga consejera que como una lengua de serpiente infectaba mas y mas la mente del Vastago.
Se dejo caer hacia atrás dando de lleno sobre el suelo de hierba, sus ojos fijos en un satélite quizás o su estrella perdida, su parte consiente poca en este caso intento buscar el porqué pero solo encontró un vacio tan negro como el alma de un condenado.. Fue un parpadeo que duro eones de tiempo que le despertó sentado en la sala común con una libreta frente a el llena de dibujos…. Uno sobre otro sin ningún sentido aparente, El hombre miro atentamente las hojas y luego perdió la conciencia…..
-.-.
Inconsciencia:
Abrió los ojos pero ya no se encontraba  en la sala común la misma había cambiado por completo para transformarse en una habitación, no recordaba de donde había salido pero esta tenía algo que llamo su atención, una puerta blanca con un escrito sobre ella como si el mismo estuviera gravado o tallado en ella * Adios *….

Te levantas y tocas el tallado con la palabra adios, y tus ojos se llenan de lagrimas, ¿porqué no puedes ser feliz?, ¿porque no simplemente puedes vivir tranquilo con las personas que amas?, ¿porqué?

Si, los recuerdos finalmente se habían desvanecido por completo, el miedo apoderado de una mente enferma y ahora solo reinaba la incertidumbre y la infelicidad. Los dedos de Kavi recorrieron el tallado y su mente comenzaba a jugarle trucos.. Se giro por un momento para ver a una Mujer que no reconocía.
-Hey- Dijo con la vista nublada por las lagrimas que recorrían su rostro, finos hilos carmesí que recorrían sus mejillas hasta que fueron limpiadas por la manda de su camisa – Espera – Volvió a decir Kavi levantándose y siguiendo a esa misteriosa mujer por los pasillos que llevaban a las habitaciones.

- Escucha, haz visto al Doctor? Tengo que hablar con el…. El tiene que ayudarme… - Fue ahí que observo sus manso y estas parecían ser las de otro, decrepitas e inútiles esto le asalto con rabia y dio un golpe contra una de las puertas olvidando por completo a quien estaba siguiendo.
-PORQUE!!! Porque me estás haciendo esto! – Su bestia, el lado oscuro de todo ser parecía comenzar a cobrar fuerzas….
-Ohhh mírate nada mas, parece que un camión te paso por encima…. Dime recuerdas algo? Sabes quién eres? – Pregunto cual serpiente avivando así la melancolía.
-Cállate…calla – Las lagrimas brotaron y un grito resonó en todos los pasilos – MUERETE!!! TU Y EL HALINAK ARRUINARON TODO!!! – Luego silencio y las manos fueron a dar a su boca por haber pronunciado aquel ultimo nombre…. Le había liberado… y eso no era nada bueno.

Siento un  grito en el pasillo, justo tras la salir de donde Julio que cada vez parece más bravo. Entonces escucho a Kavi hablando sólo, casi gritando, una de las enfermeras me mira con miedo, este paciente les causa algo de terror, yo, simplemente hago mi trabajo. Entro a la habitación. ¿Kavi? lo veo que habla con alguien que no veo, una alucinación. ¿dime que pasa?, ¿qué ocurre?

Kavi se giro sobre si al escuchar una voz familiar pero que ahora parecía desconocer, su rostro reflejaba un miedo casi tan visible como un tatuaje impregnado en la piel; sus ojo estaban en blanco pero eso no evito llegar frente al doctor.
Un susurro que pronto se convirtió en una voz casi gutural dijo – Ahora pagaran.. Lamentaran su existencia – Tras esto el ilusionista cayó de rodillas y dos lagrimas carmesí rodaron por su mejilla – Perdí el control….. Ahora el está libre – mascullo en un tono audible apartando el dolor de su cuerpo peor no el de su mente. Alzo la vista y con esto vio al doctor – Quedo en libertad… todos corren peligro.. debe hacer algo - dijo antes de arrodillarse y tomar el guardapolvo del doctor en una señal de sumision.

 Me acerco a Kavi de prente y lo confronto. ¿quien?, esta en pleno delirio, pero necesito que me diga su paranoia, para conocer su significado. Calmate Kavi...

En ese momento la enfermera entra con su medicación.

Ven bebe esto.

Las manos de kavi temblaban y cuando tomo el vasito de medicamentos estos cayeron al piso – No… No puedo, debo detenerlo – Se levanto casi trastabillando y con algo de laguidencia – Doctor entiéndalo.. Los medicamentos no aplacaran lo que acaba de suceder, solo yo puedo detenerlo – Se lamento temblando con violencia.
El Joyero movía las manos abriéndolas y cerrándolas de formas repetidas de forma aleatoria, un par de veces se tomo la cabeza – El está aquí.. El Halinak está aquí…. – Dijo negando con la cabeza – No puede hacer nada Doctor… no hay arma que le pare…. – Kavi comenzó a caminar sin rumbo guiándose por los sonidos eh imágenes… iria tras El… le encontraría y destruiría y asi quizás todo terminaría.