Partida Rol por web

Sybill hizo un gesto a sus compañeros para que se acercasen y poder hablar en voz baja. Durante el camino, la joven escritora había cavilado en silencio sobre como podrían buscar en una biblioteca tan grande como decían que era la Miskatonic libros de los que casi no sabían nada. Iba a ser un trabajo muy duro, pero al menos nada peligroso.

El libro en latín será facil de localizar, al menos tenemos su título-comenzó a decir a sus compañeros-en cuanto al otro...Bueno. Nos va a tocar revisar la sección de Egiptología al completo. No se cuantos volumenes habrá pero es casí seguro que podamos desechar todos aquellos que traten de historia o cronologías de los faraones. Es más, deberiamos centrarnos en libros sobre mitos, religiones y diarios de expediciones. Otra cosa,  Tambien tenemos que desechar todos aquellos que hayan sido escritos después de 1882, fecha en la que hicieron el ritual. Eso nos ahorrará mucho tiempo

Michael no pudo evitar lanzar una mirada impresionada a Sybill.

- Vaya, se nota que eres la esposa de un escritor -comentó-. No hay más que oírte para comprobar que dominas el tema...

Al policía le gustaba leer, pero por azares del destino nunca había puesto un pie en una biblioteca, así que en ese momento se sentía bastante superado. Se alegró de tener alrededor a tanto portento académico para que pudieran guiarle.

Alexander asintió ante la propuesta de la mujer, aunque tenía un comentario.

Estoy de acuerdo salvo en lo de revisar la sección de egiptología. Seamos sinceros, ninguno de nosotros somos expertos en el tema. De hecho, ni siquiera somos noveles. Revisar toda la documentación relacionada con ese tema nos llevaría semanas. Deberíamos encontrar a alguien que nos oriente un poco antes. Mucho me temo que no dispongamos de tanto tiempo.

El sacerdote siempre se había encontrado cómodo entre los libros. Durante su estancia en el seminario había sido uno de los estudiantes que más visitaban la biblioteca. Pero sentía que aquello les podía superar, especialmente por el tiempo del que parecían disponer.

Si... a veces pienso que esos libros no podrían haberse escrito sin mí. -murmuró la joven de forma sarcástica y practicamente inaudible ante e comentario del agente

Quizas sea cierto.-respondió al sacerdote- No creo que haya mucho material con esas características pero tampoco podemos perder el tiempo...Además, hay que preguntar por ese tal "De vermiis misterii" y estaría bien que alguien tradujese los jeroglificos de la caja y de la tapa.

Muy bien, pues será mejor empezar por lo que va a ser más fácil localizar. Supongo que podremos pedir ayuda para localizar este libro ... De vermis mysteriis.

Tras reproducir el nombre del libro alzó la cabeza para ver si alguien de la biblioteca podría prestarles ayuda.

Por cierto, profesor, no tendrá ningún conocido en esta universidad, ¿verdad?

Tras las palabras del grupo nos encaminamos hacia la Biblioteca. No tiene sentido perder más el tiempo con divagaciones.

Al llegar me presento a la joven que se encuentra en el mostrador.

- Buenos días señorita. - digo. Soy el Profesor Steve Rogers de la Universidad de Boston. Mi colega el Profesor Rupert Merriweather me dijo que aquí podría encontrar un libro para una de las investigaciones ques estoy realizando. Así como algún libro para una traducción que tengo que hacer de una copia de un Manuscrito Egipcio. - continúo. El libro que estoy buscando tiene el título en Latín.

- ¿Podría indicarnos donde podríamos buscar tanto el libro con el título en latín como el material necesario para la traducción de la copia del Manuscrito?

La joven miró al profesor con una sonrisa y asintió con la cabeza.

- Si tiene el nombre del libro que buscan puedo mirar en el catalogo para ver si lo tenemos. De todas formas si buscan cosas relacionadas con Egipto, ¿han mirado ya en la sección de egiptología o historia antigua?-le pregunto la chica tras el mostrador.

Cogiendo un papel escribo el título del libro: De vermis mysteriis y se lo tiendo agradeciendola la búsqueda y el ahorro de tiempo que puede ocasionar su ayuda.

La chica cogió el nombre y empezó a buscar en un grueso catalogo que contenía los nombres de todos los libros que se almacenaban en la biblioteca. Después de casi diez minutos  se le iluminó la cara:

-Pues si que lo tenemos pero-la cara le volvió a cambiar y torció los labios- me temo que el volumen está incluido en una lista de acceso restringido. La ha recopilado el propio director, el Dr. Armitage, y me temo que sin una autorización personal no pueden ustedes tener acceso al libro.

- ¿Y donde podríamos encontrar al Dr. Armitage? - le pregunto a la bibliotecaria. ¿Podría decirme que más libros tiene esa lista de acceso restringido? - continúo. Es por saber si mi busqueda en la Biblioteca puede restultar útil o por el contrario puede tornarse en infructuosa.

El Dr. Armitage se encuentra por las mañanas de los días laborables en su oficina. Si no me equivoco está haciendo un estudio exhaustivo de ese libro y otros varios. Todos los de la lista tienen unos nombres extraños-dijo la chica mostrándose amable y charlatana- si les soy sincera yo que ustedes no me molestaría, el señor Henry es muy celoso cuando está haciendo un estudio y no le gusta que le molesten. Aunque consiguiesen una cita con él dudo que les cediese el libro. De todas formas-sonrió de nuevo tratando de ayudar- si ustedes buscan cosas de historia antigua les recomiendo mirar en la sección de egiptología o historia, tenemos muchisimos libros asi que seguro que alguno les puede valer.

Sybill sonrió amablemente a la bibliotecaria.

-Muchas gracias por su ayuda, iremos ahora a la sección que usted dice, pero de todos modos nos gustaría concertar una cita con el Doctor Armitage.-Luego se giró hacia el Steve fingiendo ser una atenta secretaria o alumna- Si le parece bien yo iré mientras tanto a buscar en la sección de Egiptología mientras tanto, pero creo que sería estupendo que charlase sobre su investigación con él ¿No cree, profesor Rogers?-añadió dejando caer que el hombre era profesor universitario.

- Podría ser interesante sin duda. A lo mejor podríamos ayudarnos mutuamente. - contesto a Sybill. - En seguida estoy con usted. - A continuación me giro hacia la bibliotecaria.

- ¿Como podría hacer para concretar una cita con el Dr. Armitage señorita ...? - dejo el final de la frase en el aire para que me conteste a ambas cuestiones.

Michael escuchaba la conversación a cierta distancia para pasar desapercibido. O al menos, todo lo desapercibido que puede pasar un agente de policía en una biblioteca. Cuando escuchó aquellos datos sobre el Dr. Armitage, torció el gesto. ¿Cómo iba a ser algo un poco sencillo?

- Siempre podemos tratar de intimidar a ese tipo y confiscarle el libro... pero necesitaríamos una orden -reflexionó.

Se aproximó despacio a Sybill y Steve, y les sugirió su idea entre susurros.

- Si ese tipo no accede a prestarnos el libro, podríamos tratar de persuadirle con el argumento de que es para una investigación policial. Lo que está claro es que lo necesitamos y hay que hacerse con él de alguna manera...

Para concertar una cita deberían ir a la entrada de la universidad y preguntar allí a la secretaria. De todas formas les aviso que es difícil concertar citas con él, por si no quieren perder su tiempo-dijo la chica encogiéndose de hombros- ¿les puedo ayudar en algo mas?

- Muchas gracias. La secretaria del Dr. Armitage, ¿como se llama? - le pregunto.

- Por cierto, ¿donde ha dicho que se encuentra la sección de Egiptología y de Historia Antigua?

-La secretaria es la señora Rose, es la mujer que está en secretaría, asi que no tiene perdida-dijo riendo- la sección de egiptología esta allí, el cuarto pasillo del lado derecho justo debajo de las escaleras que van al piso de arriba. Espero que encuentren lo que buscan. Imagino que sabrán que no pueden retirar los libros pero ahi mismo-explicó señalando un grupo de mesas donde había varios estudiantes leyendo-pueden leer lo que gusten hasta la noche.

- Si, claro que sabemos lo de los libros. Pasa igual en todas las universidades. No se fían de los que no estudian o trabajan allí. - digo guiñandola un ojo a la bibiotecaria.

- Muchas gracias. - añado encaminandome hacia la zona que nos indicó.

Al llegar empiezo a buscar libros que tengan alguna guía de símbolos y su significado.

Sybill fue a la sección que indicaba la bibliotecaria y comenzó a revisar las estanterías. La joven se dispuso a sacar libros pero la suerte no estaba de su lado. Entre el cansancio de haber estado todo el día de un lado al otro, sin llevar siquiera 24 horas de alta y que el medicamento para el dolor del hombro que la había dejado un poco somnolienta no tardó en cabecear ligeramente y en sentirse incómoda por lo que el material de lectura avanzaba lentamente.

El señor Rogers, la señora Leefolf y el padre Brandt examinaron la sección de arriba a abajo. Alexander pasaba la vista por encima de los lomos de los libros sin saber muy bien qué debían buscar. Aquel campo era totalmente desconocido para él, y los autores mucho más.
Cuando se encontró que no podía seguir más buscó un asiento y se paró unos minutos para descansar. Su mente seguía totalmente distraída y aquello no le ayudaba nada. Recordó entonces qué era lo que hacía cuando otras veces se había encontrado perdido, de modo que en voz muy baja comenzó una oración.

Pater noster, qui es in caelis...