Partida Rol por web

Semanas atras, un par de medianos escucho un rumor interesante, de parte de un comerciante medio ebrio en una posada. Aparentemente, 40 años atras en un valle en el norte, un grupo de aventureros combatieron contra un gigante ejercito de criaturas de la oscuridad, e incluso mataron un dragon! Pero, a pesar de su proeza, los aventureros nunca abandonaron la zona, sino que años despues, desaparecieron sin rastro. Pero que paso con su tesoro? millones de monedas de oro y objetos magicos de poderes inimaginables no desaparecen asi como asi. Ahi empezo el plan, juntar a un grupo de otros aventureros, convencerlos (o engañarlos) para que los sigan, y reclamar ese tesoro!

Primero se encontraron con un enano, con armadura dañada y ojos dolidos, pero con musculos fuertes y un gran martillo, con cuentos de honor en batalla y la gran cantidad de orcos al este del valle, lo reclutaron al equipo.

Despues se encontraron con un tiflin, un conjurador arcano con deseos de poner sus poder a disposicion de los necesitados, con los relatos de los peligros que enfrentan los habitantes de la zona, consiguieron a su segundo miembro.

Por ultimo, ya en el camino se encontraron con un draconico, tambien conocedor de artes arcanas, con promesas de tomos magicos antiguos y artefactos poderosos, lograron conformar el grupo.

Ahora se encuentran bajando de los montes conocidos como La Vigía del Wyvern, a pocos dias de camino del pueblo de Brindol, su primer objetivo, pero una tormenta de verano los tiene refugiados en una pequeña cueva en las laderas. Sin mucho que hacer, deciden hablar de ustedes mismos, si bien algo se conocen, nunca han profundizado mucho en sus pasados, y sus compañeros mas nuevos no han sido totalmente introducidos...

Observo con hastío la lluvia desde el borde de la cueva, lo bastante cerca para que las gotas que estallan contra el suelo se queden medio paso mis botas empapadas. - Pues menuda mierda ... - Digo por fin tras un buen rato mirando el cielo en silencio.

Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller, creo que hoy no vamos a cenar caliente ni dormir sobre un buen par de pechos generosos. Con suerte podremos dormir sobre una roca mohosa y sin gusanos. - Chasqueo la lengua y me doy la vuelta dando una patada a una piedra imaginaria. - Menuda mierda ... - Repito por décimosexta vez.

Ando como vacilando, sin rumbo, hasta que mis pies se detienen de repente y observo al dracónido que dijo llamarse Shamash - Entonces, ¿ Tu no podrías hacer algo ?. ... No se. ¿ Sacrificar una gallina para calmar las nubes o estas cosas raras ?. Y así de paso tendríamos cena.

Cita:

-Ot. Viejo amigo. Leal compañero.-

-¿Puedes recordarme por que elegimos reclutar a un enano, un tiflin y un draconido en lugar de ese grupo de valquirias de ...- Hace un gesto con las manos como sujetando dos melones ante su pecho. -... gran personalidad?-

El mediano se levanta de su roca y se acerca a la entrada de la cueva, mirando la lluvia con expresión hastiada y mal humor.

Bueno ... - Paso mi mano por el cabello por acabar rascándome la nuca vacilando y buscando como explicarme. - Ya sabes como son esas mujeres. Le tocas las tetas a una y las demás se ponen que ... uuuooo uuuoo uooooo. - Levanto las manos en alto como se me defendiera de un atacante invisible.

No habría sido "seguro". - Anunció finalmente con pesar en el rostro.

Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller se mesa la barbilla con expresión contrariada.

-O, si. Ahora lo recuerdo.-

-En retrospectiva, quizá no fue buena idea que te presentases a su jefa con un cachete a su delantera y un "cual de vosotras quiere sacarlas a pasear de aventuras?"-

El noble levanta la cabeza y suelta un suspiro.

¡¿ Como podía saber yo que no entendería una inocente broma amistosa ?! - Protesto gesticulando y sobreactuando con las manos. - Esta claro que estaba en "esos días", a juzgar por lo que tuve que correr.

El mediano asiente reflexivo.

Aburrido -y con un grácil movimiento- desenfunda su estoque y lo extiende hacia el exterior, las gotas de la lluvia caen en la delgada hoja y se deslizan lentamente hacia su mano.

-Si, se pusieron como furas ... aún recuerdo que una de ellas te lanzó una jarra pero impacto en el cogote de ese marinero.- Con un giro de muñeca las gotas caen antes de alcanzar la empuñadura. -Y luego se desató una buena pelea, si señor.-

-Aún no entiendo como fuiste capaz de llegar de la barandilla del segundo piso a la chimenea sin tocar el suelo y derribando a cinco hombres en el proceso.-

Daerthe Ribera, sentado en una roca bajo la capucha de su capa oscura, vestido de negro escucha con los ojos cerrados la conversación que tienen los dos compañeros y sonrie para sus adentros.

-"Creo que el grupo que habeis buscado tiene más posibilidades de salir adelante"- comento a los dos medianos. -"Con un poco de suerte, mañana habrá amainado el temporal y podremos seguir hacia Brindol"-

Thoradin gruño mientras escuchaba parlotear a los dos hombres, sentado en una roca mientras veía la lluvia caer. De repente cogió su martillo por el mango con la mano diestra y se levanto, apoyandose en ella mientras clavaba el arma en el suelo.

Estoy deseando llegar a esa ciudad con tal de que se termine este parloteo...Y estoy cansado de esta armadura...¡Tengo escozores en sitios que no conocía de mi cuerpo!. 

Thoradin levantaba ambos brazos, aún empuñando el martillo en su mano diestra, mientras gritaba hacia el techo de la cueva.

-"Tranquilo compañero,"- digo dirigiendome a Thoradin -"gritando no harás que la llubia pare, y creo que el problema de tus escozones es el hecho de llevar esta gruesa armadura estando empapado."-

Dirijo mi mirada a los dos medianos -"A parte, deja que hablen, así se hace la espera más amena. Cómo habeis dicho que tenian la "pechonalidad" esas primeras opciones?"- Al acabar de decir esta frase, suelto una pequeña carcajada...

Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller mira al enano arqueando una ceja.

-Quizá si no fueras por el mundo ataviado en una armadura de metal pesada no tendrías esos escozores.-

-Yo bien que llevo mi cota de mallas en la mochila.- Argumenta mientras enfunda su estoque de nuevo.

Luego mira al tiflin.

-Bueno, todo el mundo sabe que las valquirias y las drows tienen unas buenas tetas. Es una ley de la naturaleza. Las mujeres tiflin también suelen estar bien dotadas ... pero un paso por debajo.-

-Las enanas están relativamente bien equipadas .... pero la barba ...- El mediano chasquea la lengua en disgusto. -Allá los enanos y sus gustos.-

Suelto una carcajada divertida -"Comparto tu opinión en cuanto a las drow y las valquirias, pero en cuanto que las hembras tieflin están un paso por debajo..."- Vuelvo a soltar otra risotada

Cita:

Si comieras mas ensalada y menos faisán, a lo mejor en tu cuerpo no habría tantos secretos. - Sonriendo me doy un par de palmadas en la panza, bastante mas plana que la de el enano.

...

En eso mi compañero Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller tiene toda la razón de este mundo y los dos siguientes. Los halfing no somos afortunados con las formas de nuestras mujeres. - Comento con un pesar sobreactuado - Las planas yermas de Hilarin tienen mas relieve que la mayoría de mujeres halfing que he conocido.

¡Ja, no hay mejor mujer que una con barba, hacen maravillas!.-Decía mientras soltaba una gran carcajada-.Y que conste que llevo la armadura por seguridad...¡nunca se sabe cuando nos pueden atacar, y este bello, fuerte y hermoso enano os salvará a todos!.

Thoradin al terminar de hablar se sentó, apoyandose en su martillo mientras veía la lluvia caer, algo perdido en sus pensamientos durante unos instantes.

Despues de varias horas, la lluvia amengua. Ya casi no caen gotas afuera, y las nuves poco a poco se separan, ahora puede ser un buen momento para salir, todavia les queda un dia de viaje a Brindol, pero ya en el valle puede usar las rutas transitadas de los pueblos cercanos.

-"Bien, pues parece que ha dejado de llvoer"- digo cuando veo que la cortina de agua ha menguado y ahora solo quedan unas gotas perdidas. -"Debemos aprovechar ahora, ya que todavia nos queda una jornada de viaje, y no sabemos cuando volverá a retumbar el cielo sobre nuestras cabezas"-

Miro a mis compañeros mientras digo estas palabras, luego comienzo a recoger mis pertrechos.

Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller mira el exterior y luego a Daerthe Ribera con cierta pereza. Había dejado de llover si. Lo que significaba que los caminos estaban ahora llenos de lodazales y fango.

El mediano se miró las botas. No unas botas cualquiera, si no unas buenas botas, de piel de calidad y mas caras de lo que se podía permitir el típico campesino.

-A ver, a ver ... contratamos a dos expertos en magia. ¿Ni uno de vosotros es capaz de realizar algún ritual o conjuro que nos otorgue monturas?-

Mira al enano y aclara. -No me refería a ti claro, a ti te contratamos por una apuesta.-

Perdí - Comento mientras me levando de la piedra menos cómoda de lo que parece y empiezo a recoger mis cosas para partir.

Me acerco a Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller para sacudirle con una potente palmada en el hombro - ¡ Venga hermano !. Que te he visto en barrizales peores que esto. ... Aunque llegar sobre un una montura mágica o un dragón seria la leche ... - Dejo caer como quien no quiere la cosa, mientras miro de reojo las reacciones del Thifling y el Dracónido. - ... ¿ Eh ?. ¿ Lo podéis invocar en verde ? ... ¿ o mejor negro ?

Thoradin salió de la cueva e inspiro profundamente, eructando poco después.

¡Que bien sienta el aire fresco!. Bueno, será mejor que vaya  recoger mis cosas...y sobre lo de la apuesta...prefiero no saberlo.

Thoradin se dirigió a la cueva para recoger sus cosas también, ignorando los comentarios sobre las monturas y demás, mientras tarareaba una canción.

Después de recoger sus pertenencias, decidieron que era hora de partir. Con o sin caballos invocados.

El camino hacia Brindol los lleva los primeros 2 dias por granjas pequeñas y separadas, y los pocos campesinos que encuentran les hablan de problemas comunes, como animales salvajes y pocas lluvias. El valle es bastante fértil, y las praderas con pocas colinas les parece que pueden soportar mas granjas. Raras veces, pasan cerca de casas arruinadas, pero en general, es un lugar prospero.

Ya terminando el segundo dia, llegan al pequeño pueblo de Fozo Nimon, y al dia siguiente al pueblo de Talar. Ambos pueblos parecen haber sido reconstruidos hace poco, y todavía estan rodeados de ruinas de casas anteriores. Hablando en las tabernas, aprenden sobre la gran horda de La Mano Roja, y como años atras arraso desde las montañas del oeste, hasta que fue detenido en el pueblo de Brindol.

Después de 5 dias, por fin divisan su objetivo de Brindol, y desde una loma, pueden apreciar la ciudad. Dentro de las murallas, pueden notar que la ciudad fue construida sobre un pequeño monte, y en la parte mas alta, una torreón domina la vista de esta región del valle. Al rededor del torreón, se extienden grandes casas, probablemente de los nobles, y entre estas se divisa una gran iglesia.

Al llegar a las puertas, notan solo un par de guardias, que contrastan mucho con las fortificaciones, estos los dejan pasar sin siquiera prestarles atención. Por fin, llegaron a su destino, ahora solo les queda investigar, sobre el posible tesoro al que vinieron a buscar. O tal vez quieran averiguar mas del pueblo, o buscar trabajos. Y como se acerca el atardecer, no vendría mal buscar un lugar para poder dormir, ya están cansados de tantas cavernas!