Partida Rol por web

Miller, sabe que el tiempo apremia asi que pide la ayuda de sus compañeros y se dispone a empezar a proteger el templo que debera ser su nicho de combate, espera a que Rana y Thalatos se den las mañas para llevar el guardian al templo para poder reservarlo como arma, luego empieza a montar la trampra en el agua, esperando qeu vengan más hombres lagarto y traten de ingresar por allí.

Luego se pone a la tarea de construir la empalizada, dejando de tanto en tanto sistemas que por presión disparen una javalina de las que trae consiguo, un poco recordado el sistema que tuvieron que enfrentar en la tumba un par de días atras.

Finalmente, se dedica a volver el otro barril que le queda en una especie de bomba con puntillas y remaches que logra recoger de la antigua forja, para luego colocarla con una cuerda que suelta un pedernal sobre unas maticas que usa a modo de yesca en el inicio de la mecha que coloca afuera del barril.

si el tiempo lo permite, le propone a sus compañeros crear un par de parapetos en lo alto del templo para aprovechar la altura.

Ya sólo quedaba ponerse manos a la obra y aprovechar el tiempo, así como la energía proporcionada por aquella deliciosa carne que disfrutaron anoche. Había que trabajar con ahínco, codo con codo con el resto de compañeros, porque necesitaban prepararse para lo que iba a ser un duro asalto. Los trogloditas y otras criaturas no dudarían en engullirlos a ellos, pero conseguirían vencerles gracias a su poderosa determinación. No en vano habían sorteado todo tipo de obstáculos para tomar el control de este templo.

Xeross ayudó a Miller para montar la red y bloquear el acceso por el norte. Luego buscando madera entre varios se dispusieron a crear la empalizada que podría enlentecer el avance enemigo. Todo estaba pensado para retener a sus oponentes y poder hacer uso de arcos y ballestas, o la poderosa magia.

Ahora incluso contaban con la asistencia del caballo de Rania, que vino muy bien justamente para tirar de los pesados troncos... los dioses sabían bien lo que hacían.

El control de guardián depende de mantener el tacto con la cadena, aunque esto no significa que el portador no pueda hacer más acciones.

Sin embargo puedes asumir que en este momento el guardián solo obedece a Ravena.

Despues de haber pasado unas horas estudiando la magia del guardian y haber lanzado multitud de conjuros* sobre el guardian y el templo Tharlathos regresó a donde estaban sus compañeros.

- Bueno bueno, empezó mientras se estiraba los dedos de la mano, ya he acabado con mi reconocimiento del guardian.

De momento obedecerá a Ravenna, aunque su control es tenue. El guardian tiene 4 cadenas de control y debemos tocar la cadena para ayudar al control, aunque espero que podamos hacer otra cosa mientras sujetamos las cadenas.

- Ya vimos lo duro que era el guardian, me parece que aunque estemos limitados en nuestros movimientos será una gran ayuda en el combate

- Usar un ser como que el guardian, que es poderoso pero difícil de controlar, es un arma de doble filo, puede que no consigamos mantener el control y estaríamos atrapados entre el y el enemigo, aparte de exigir muchos recursos el controlarlo, pero como siempre digo los planes son buenos hasta que empieza la batalla, intentaremos usar todo lo que tengamos a favor.

En verdad el terreno estaba lo mejor preparado que era posible dado el tiempo del que habían dispuesto, en cuento los atacaran averiguarían la fiabilidad de sus actos.

El tema del guardián había pasado un poco por alto. Seguramente iba a ser muy necesario contra el dracolisco, que era una fiera terrible.

- Rania tendría que luchar en combate cerrado, pienso que es Rana quien tiene que controlar al guardián. Posiblemente pueda controlarlo y lanzar su magia a la vez.

Esperó que la druida pudiera hacerse cargo pues la paladina era precísamente la luchadora más resistente. a Regis le gustaría que estuviera en primera línea apoyándoles.

Miró a la halfling.

- ¿Cómo verías lo de controlar al guardián?

Preguntó esperando que fuera posible.

De acuerdo que usar al guardián es un gran riesgo, pero no usarlo es asegurar nuestra derrota, aunque deberíamos buscar la manera de hacerlo parecer muerto y que lo pasen por alto. agregó Miller

Las horas pasaban y de manera diligente cada uno de los presentes comenzaba aportaba su genialidad y habilidad en la construcción de los artefactos que les ayudaran en la batalla, pero la zona a proteger era sencillamente enorme y les faltarían manos, las empalizadas se erguían sobre el fango de manera amenazante, y la trampa explosiva del pistolero yacía escondida en un punto a su parecer estratégico para la batalla; por otro lado todo rastro de cuerda del equipo con el que habían partido de puertas del pescador había sido empleado en la creación de una improvisada red que entorpeciera en la nado de los enemigos que a su parecer tratarían de hacerse con el norte para controlar el campo de batalla.

Fue la voz de mapa la que puso a todos sobre aviso: alguien se acerca por el sur, son por lo menos una veintena el pequeño apretaba el mango de su arco mientra buscaba a tientas en la niebla.

Rana ya llevaba por lo menos una hora y media desde que había desaparecido, solo los dioses sabrían que era lo que tramaba la pequeña gnoma, la cual se había largado con un aire de marcada indignación al descubrir los resto de batracio que el clérigo torpemente pretendió esconder.

El pistolero afino sus ojos elficos y desconcertado noto como las siluetas que se estaban acercando unos 30 metros eran humanas, miro a mapa y le indico que bajara el arco, se trataba de soldados de puertas del pescador, los hombres caminaban con dificultad en el pantano y hondeaban un estandarte gastado y maltrecho como el que hondeaban en el torreón de la guardia en la ciudad costera.

Los aventureros ya los habían detectado mas no así los soldados que parecían ser guiados por una personas de tamaño mediano que vestía una gruesa capa de hojas y espinos. esta persona hace una seña para detener a los soldado y mira en dirección a las ruinas y con voz calma pero potente saluda: salven guardianes elegidos por Barion, somos aliados así que agradeceríamos no ser atacados por accidente, mi nombre es Salvius y traigo un presente de un viejo aliado, podemos acercarnos?

Con el tiempo que habían empleado en montar aquellas trampas pensó que quizás podrían ir más allá y llenarlo todo de redes y fosos. Ya alrededor estaba cubierto así que eso era lo que se le ocurría. Se rascó un poco el cuello y la zona donde comenzaba su barba.

La druida de momento se había largado pero esperaba que tuviera algún sentido de la responsabilidad que le empujara a volver. Él no había hecho nada malo, sólo disfrutar de un poco de jugosa carne. En todo caso acabó llegando un pequeño contingente de humanos liderados por un hombre con capa verde. No parecían hostiles en absoluto. El semiorco observó a sus camaradas preguntando con la mirada qué pensaban, aunque lo más probable es que les invitaran a acercarse.

- Saludos, Salvius. Por mi parte sí que te puedes acercar.

Creía que si alguien estaba en contra no tardaría en expresarlo.

- Pronto llegarán los hijos del Basilisco y como sabéis si toman el control de este pantano será el fin de vuestra ciudad. Esperamos que estéis dispuestos a todo como lo estamos nosotros. Queremos acabar con todos ellos.

Claro que su diosa era piadosa y casi seguro que alguno se salvaría si llegaba a rendirse.

La preparación de la zona continuaba a marchas forzadas, con la llegada de amanecer la tierra fue removida por sus grandes músculos y las trampas fueron tomando forma, puede que no fuera la mejor preparación del terreno, pero era la mejor que podían lograr dadas las circunstancias, esperaba que la druida volviera, pues se encontraban en el lugar donde más destacaban sus habilidades, en plena naturaleza, pero su espíritu combativo la impelía a luchar sin ventajas, nada de magia natural ni más aliados, la gloria se consigue con las mayores adversidades.

Parece que la suerte para llevarle la contraria, se presenta en forma de tropas llegadas como refuerzo, serán lo bastante fuertes como para ayudar, o serán un obstáculo en medio del combate?

- Salve Salvius, toda ayuda es bienvenida sobre todo ahora que estamos fortificando la zona, pero primero me gustaría conocer vuestra experiencia en combate, pues lo que nos espera será duro y cruel.  

con la buena acogida de los héroes el hombre hace una señal a sus compañeros para que se acerquen, con la guiá de los aventureros evitan activar algunas de las trampas que ya habían armado, el hombre frente a ello no era ni mas ni menos que un elfo, pero a diferencia del magus del grupo el aspecto de este era mucho mas salvaje y rudo, su cabello de era de color cobrizo y sus ojos de un inquietante verde intenso, su cuerpo mostraba las evidencias de siglos de batallas con incontables cicatrices, sin duda un guerrero.

la batalla al sur del pantano ya ha comenzado, los humanos de puertas del pescador esta enganchadas con las fuerzas expedicionarias del basilisco que buscaban a cierto mago en las tierras del sur, sin embargo Artur no ha olvidado su promesa y a enviado esta fuerza a luchar por su causa, lamentablemente su sargento fue devorado por un lagarto antes de que encontrarse con los druidas, ellos me han pedido que los guiara hasta ustedes y que les ayudara en lo que pueda. los soldaos eran un grupo variado en edades y formas, su expresión era una mezcla de miedo e incertidumbre, todos seguían al elfo pero ninguno parecía aceptar su liderazgo del todo.

el elfo prosiguió respondiendo la pregunta a la paladina: me considero competente si a luchar te refieres, sin embargo no se si las tropas que he traído sean de élite, ante esta afirmación los hombres tras de el no pudieron esconder su enojo e inconformidad y uno de estos altanero responde: ese viejo bastardo pidió voluntarios para salvar nuestras tierras no para seguir a un arrogante amante de arboles. el elfo se gira orgulloso y dándole un mirada fulminante logro que el hombre retrocediera un paso, los demás casi instintivamente secundaron la acción, si están preparando trampas es porque pretenden emboscarlos aquí verdad, en que podemos ayudarles. replica elfo ignorando el reclamo de sus camadas.

El llamado Salvius parece que sabe lo que se hace, en cuanto a su tropa dudo mucho que Artur se haya desecho de lo mejor que tenga, al fin y al cabo la lucha que ocurra aquí es secundaría para él, pero no vamos a desperdiciar los brazos que puedan llegar.

- Efectivamente vamos a aguantar aquí cuando aparezcan, aún podemos prepararles unas cuantas sorpresas ahora que tenemos más personal para fabricar trampas - enseñándole parte de lo que ya habían logrado - pero en cuanto empiece la lucha de verdad nosotros formaremos la primera línea, los sepan manejarse a distancia nos cubrirán y el resto que busque rodearlos en cuanto estén trabados con nosotros, deacuerdo? No es muy elaborado pero tampoco tenemos tiempo para más.

Espero a mis compañeros para ver si tienen que añadir algo más y después sigo trabajando.

El viejo elfo ya habia visto la misma situacion otras veces, nos ha enviado los que son un lastre, tipico. Por lo menos las flechas se repartiran entre todos y no solo nosotros.

- Saludos Salvius y compañia, vuestra ayuda es bienvenida. Tras una pausa continuó, Debemos defender este templo de los esbirros del basilisco, os aconsejo a los que podais disparar a distancia que os coloqueis en los techos de las edificaciones.

A los combatienes cuerpo a cuerpo es mejor que espereis agazapados la aproximacion de nuestros enemigos, todavia no sabemos en que dirección se aproximan

El semi elfo sale desde la parte de atras donde terminaba de armar una trampa en la entrada posterior, alcanza a escuchar parte de la conversación y casi que pasando en medio de todos sus comapeñeros se mueve hasta donde esta el elfo para luego decir - Todas las manos son bienvenidas ccomo apoyo y agradecemos inmensamente que se hayan ofrecido como volutarios para eta cuasa; por lo que nos encontramos aquí, tenemos que asegurarnos de que esta sea la ultima batalla o todas estas tierras podrian perecer bajo el yugo de los seguidores del basilisco., tratando de darle a entender al puñado de hombres que su apoyo es incalculable.

luego agrega - como veran hemos estado intentando fortificar aquel templo por allí donde se esconde una poderosa brosa que según descubrimos se controla, si es que a eso se le puede llamar controlar, a través de unas cadenas, uan esta allí pero la otra esta afuera con lo cual podemos buscar el apoyo de algunos de ustedes para proteger el otro punto, suponemos que lso basiliscos vendran acompañados de hombres lagarto como los que atacaron el barco en el que venia cuando llegue a puertas del pescador por eso hemos estado poniendo lanzas escondidas a modo de trampa para que salgan heridos antes de llegar a nosotros y de paso lograr percibir su presencia si los dioses nos lo permiten. En la parte trasera hemos puesto una carga de polvora que en teoria se debe activar cuando pasen por allí, la hemos llamado la bola de fuego por aproximación y esperamos no tener que usarla pero que funcione si es debido.

Analizando un poco la zona, dice - Antes de su llegada habiamos pensado en buscar fortificar la forja medio destruida que se encuentra por allí pero no eramos suficientes, creemos que tenemos que intentar que los hombres del basilisco entren lo más posible al asentameinto antes de notar nuestra presencia, con su ayuda seguro los podremos flaquear desde muchos lados; sin embargo, hay dos cosas que tenemos que mencionar, la primera es que necesitamos saber con que equipo cuentan para poder organizarlos de manera tal que los aprovechemos lo mejor posible y segundo que hay que tener mucho cuidado en los techos pues en nuestro camino hacia aqui nos topamos con un basilisco que si viene con ellos, sera un temible oponente.

al final y mirando al elfo, dice - sabes que con nuestra sangre y la de un amigo por allí podriamos intentar hacer una trampa que vuelve bastante loca a la brosa, que aparentemente tiene un gusto por los de nuestra especie.

Regis asintió hacia la mayoría de los comentarios que escuchó por parte de Miller.

- Rodearlos puede estar bien pero antes que intenten atacarnos y encuentren multitud de trampas que nos permitan dispararles sin cesar. Cuando estén heridos, la aparición de refuerzos por detrás les desmoralizará. Llenemos todo de fosos camuflados, con estacas. Les costará mucho avanzar. Y la parte acuosa es la complicada, lo podemos cubrir de gran cantidad de redes que les retrasen. Pero por agua terminarán por alcanzarnos y tendrán que esperarlos un buen grupo de combatientes también. En cuanto al basilisco, tendrás que dispararle hasta que opte por atacarnos.

Si entendía bien esa criatura no tenía aliento como el de los dragones y tendría que acercarse para luchar.

Sus compañeros explican a todos los planes de fortificación a lo que Rania va asintiendo, poco a poco todo va tomando forma, no podemos saber como actuará el enemigo, pero es difícil preparar mejor el terreno, al menos con los medios disponibles.

- Bien creo que poco más se puede añadir, como pueden ver hay mucho trabajo que hacer y poco tiempo disponible, por lo que es el momento de terminar la charla y seguir trabajando.

Ya llegaría el momento de inspirar a las tropas, ahora era el momento de trabajar con los brazos y el sudor de la frente, sin duda tendríamos nuestra recompensa a la hora del combate.

Un minúsculo rayo de luz atravesaba las trincheras de los ruinosos edificios en lo que los hombres agotados se sentaban con su rostros aun sudorosos, afiladas estacas se ocultaban bajo la superficie nuevas barricadas se levantaban a lo largo y ancho del campamento, muros apuntalados, fosas ocultas e incluso una misteriosa carga explosiva hecha por el mismísimo pistolero.

El pequeño mapa se movía con un grácil ratón ayudando en todo cuanto podía, el pequeño mostraba una tremenda determinación tanto que mas de uno de los humanos que en un principio parecían tener dificultades para tomarlo en serio se encontraron ampliamente superado por las habilidades del pequeño, el elfo no paso por inadvertida esta situación, pero como era propio de su raza no decidió hacer preguntas de las que quizá no precisaba respuesta.

Una niebla espesa y pesada se acerco desde el este la luz mortecina del pantano comenzaba a mermarse pero el aire aun se mantenía caliente, y como si se tratara de un fantasma la pequeña figura de rana parecía caminar por encima de las aguas, pero en realidad seria mas adecuado decir que se deslizaba sobre una espejo de agua a puras penas levantando mayor sobresalto que una minúsculas ondas que se disipaban casi al momento de formarse.

Las miradas de los soldados que habían estado trabajando en las defensas miraban con desconfianza la pequeña figura que se acercaba, y sus manos nerviosas empuñaron las armas al ver que no estaba sola, dos humanoides mas caminaban a sus costados, sus cuerpos estaban cubiertos por ramas, hojas y pieles, en sus manos callados y un centenar de ranas que los seguían de cerca, los extraños se pararon cerca de las defensas mientras el elfo que había guiado a los soldados hasta el antiguo altar salia a su encuentro.

son todos, ¿pero que paso? preguntaba el elfo visiblemente asombrado, la gnoma levanto su mano y con un gesto de tranquilidad negó con la cabeza, sus dos acompañantes por su parte comenzaron a retorcerse y sus cuerpos acompañados de grotescos sonidos se deformaron y ampliaron tomando la forma de dos monstruosos cocodrilos que se sumaban a las defensas.

Los minutos se convirtieron en horas y las guardias eran desesperantes, casi como tener una lanza suspendida sobre tu cabeza y no saber cuando caería sobre ti y los humanos recién llegados parecían estar muy afectados, los aventureros los habían distribuido a su criterio, el elfo patrullaba los recovecos y miraba en la niebla en busca de los adversarios que se resistían a mostrarse.

Entonces el momento llego, las primeras en reaccionar fueron las cientos de ranas que habían creado un perímetro al rededor del altar, por todos los francos comenzaron a aparecer criaturas que entraron en batalla con las ranas y sapos gigantes, arañas, serpientes, cocodrilos y centenares de lizardfolk que con furia trataban de atravesar el cerco natural.

los soldados rápidamente toman la iniciativa y a la orden del elfo comienzan a disparar sus arcos en dirección a sus invasores.

Los hombres estaban agotados tras las labores de refuerzo del campamento, agotados e intranquilos, pero nadie podía culparlos por ello, estaban en un lugar apartado de la civilización rodeados de naturaleza asfixiante y con una batalla por delante que daba pocas posibilidades de sobrevivir, pero nada importaba ya, la suerte estaba echada y se habían preparado lo mejor posible.

La llegada de las ranas sobresalto al personal, pero eran sus aliados y no algo que debieran temer, con parsimonia se dirigen al perímetro todas las ranas y los cocodrilos, su tranquilidad asusta, sabiendo que van a ser los primeros en recibir al enemigo y por tanto los primeros en caer. Pera Rania se aseguraría de que no fuera en vano, cada segundo que les dieran y cada brecha que abrieran en el enemigo pensaba aprovecharla al máximo.

Mientras comprobaba sus armas mecánicamente una vez más, el mundo pareció estallar en sonidos, el croar de las ranas, gritos de guerra, chocar de armas y gritos de agonía, la batalla daba comienzo, Rania puedo distinguir la multitud de enemigos que avanzaban con resolución, pero no iba a dejar pasar la oportunidad de causar daño antes de que llegaran donde se encontraba, a su lado un joven humano tenía problemas para preparar la flecha de su arco, por lo que sin mucha ceremonia Rania se lo arrancó de las manos y se dispuso a disparar.

- Yo dispararé soldado, prepara tus armas y aguanta cuando lleguen, cubre mi flanco y yo me encargo de todo - esperaba que eso lo calmara un poco.

Sin prisa se acomodó el arco y tenso la cuerda, requirió bastante esfuerzo tensarlo, una sonrisa asomo en su rostro al pensar el tremendo impacto que la flecha iba a causar en quien diera. Respiro hondo y recordó sus lecciones de como disparar, como mantener la postura, tener seguro el momento del disparo y soltar la cuerda sin prisas.

Su primera flecha salió disparada y cruzó el espacio que los separaba de la masa de enemigos en un latido antes de clavarse en un hombre lagarto, la flecha atravesó armadura y carne, el rostro de la criatura denotaba la sorpresa y el daño que había recibido.

Las flechas seguían abandonando el arco una tras otra, algunas se perdían y otras encontraban cuerpos en los que clavarse, en un momento Rania se dio cuenta de que no le quedaban más flechas, por lo que emitió un suspiro y aferró su guadaña con ambas manos.

- Adelante estoy lista para recibiros por la diosa!