Partida Rol por web

Estaban esperando la llegada de todo un grupo de trogloditas y seguidores del basilisco pero para desconcierto del clérigo lo que se aproximó fue una gran legión de animales del pantano. "Yo creyendo que los animales estarían de nuestra parte". Los druidas no habían logrado controlar a los seres vivientes del lugar, de manera que ahora había que enfrentarlos. Regis tomó su ballesta pesada y con un grito cargó el primer virote.

- AAA POR ELLOOOSS.

Eran muchos enemigos pero de poco peso. Los animales se iban a encontrar de frente con tantos muros y trampas. Claro que quizás tirarían abajo algunos fosos y eso no le gustaba.

- QUIÉNES SON LOS COBARDES QUE OS COMANDAN, NO TIENEN VALOR.

Quería centrarse en los trogloditas más que en otra clase de seres, sabiendo que si se acercaban tendrían que enfrentarse a parte de sus poderes ardientes "tengo que quemarles a todos".

- ¡Les detendremos, tendrán que venir los cobardes que se esconden en las sombras, cual simples bandidos!

Si todo ese gritería sirviera para que los hijos del basilisco se decidieran a atacar. Para él, un piel verde, las palabras eran tan ofensivas que debían por fuerza causar una reacción. No podrían resistir aquella provocación. Mientras tanto, llegaba el momento de seguir disparando. Fue haciendo intentos esperando a que los trogloditas estuvieran cerca para lanzar una pequeña lluvia de fuego "son los más peligrosos y los mejor protegidos, han de caer al coste que sea". Iba sintiendo una rabia crecer en su interior, la necesidad de volverse violento, quizás salir fuera a repartir espadazos. Había de contenerse, recordando para ello las palabras recogidas en los textos sagrados de Sarenrae, instando a cambiarse a uno mismo para superar sus defectos pasados "hay que aguantar este templo".

El viejo elfo no paró de ir revisando las posiciones de sus compañeros y aconsejando a los soldados novatos en que hacer en cuanto los enemigos se acercaban.

Mientras hacia otra ronda e inspeccionaba las defensas noto que de repente las criaturas del pantano enmudecian por un momento. YA ESTAN AQUI gritó para alertar a los defensores.

Rapidamente se subió a la techumbre ruinosa de un edificio para intentar ver la situación desde un punto de vista más ventajosos.

Agudizando su vista el corazon le dio un pequeño vuelco, son muchos, demasiados pensó en ese instante de duda. Ea, viejo elfo se dijo en bajo, de peores hemos salido mientras se daba animos sacó su arco y coloco una flecha. Schu! gritó la flecha mientras salida del arco y ensartaba a un enemigo.

Mecanicamente otra flecha estaba lista para ser disparada, schu otra volo en direccion a otro enemigo, pero se clavó en un arbol. Maldicion Tharlathos, apunta. La tercera y cuarta tambien erraron, una se clavo en el escudo de un enemigo y la siguiente cayo al agua inofensivamente.

El viejo elfo aguantó la respiración y lanzó otra flecha que atravesó la garganta de otro enemigo, Vamos se dió animos, la siguiente flecha se clavo en otro enemigo, pero parecia que su coraza habia aguantado la penetracion, con fastidio volvió a disparar a la misma criatura y esta vez le atravesó el ojo.

Estan muy cerca, pensó mientras volvia a disparar en rapida sucesion tres flechas de la que solo una acerto, rapidamente guardo el arco a su espalda y sacó la cimitarra presto para combatir al enemigo

Finalmente el momento había llegado, los enemigos habían tomado ventaja y usado los animales en su contra. Suponiendo que estos no estaban allí por su propia voluntad, Miller solo trato de disparar a los Lizardman que venían entre ellos, buscando ademas quienes tenían aspecto de líder o druida para tratar de asestar sus tiros a estos y sacar algunos animales del grupo si estos dejaban de estar bajo el control de los hijos del basilisco.

Aprovechando su posición se parapeto en tejado del templo, se acostó en el suelo, apoyo su rifle sobre un bloque suelto que encontró allí, respiro hondo y se dispuso a recordar las enseñanzas de su padre. Pues con blancos tan distantes aún lo más importante era mantener la calma y respirar con cada disparo. Como si de dejar suspiros por cada baja que causase se tratara.

Su primer disparo fue errado en medio de la algarabía había perdido la concentración. Luego recargo lo más rapido que pudo, se acomodo de nuevo y soltó un nuevo disparo contra los lagartos que venían en medio de los animales, éxito!!, se dijo para si mismo. Luego hizo un par de disparos más pero no estaba seguro de haber acertado, los enemigos se escondían en medio de las ranas y a tal distancia su imagen era bastante difusa.

Luego un nuevo éxito, otro lagarto sucumbía a la distancia mientras corría hacia su primera linea de defensa, más recargas y disparos retumbaban por todo el lugar, sabia que esto lo ponía en la mira de muchos y su posición ya no era un secreto para nadie pero había que intentar tomar ventaja de la distancia. De pronto un disparo que pareció acertar pero no era claro, este lagarto estaba ensalzado en combate con un par de ranas que intentaban frenarlo y proteger al grupo del asedio, pero las cosas cambiaban rápidamente, otro lagarto se dirigía hacia el pequeño grupo y Miller haciendo uso de su respiración, acertaba el disparo en medio de la carrera.

Al tiempo notaba como un lagarto había logrado hacer una brecha en medio de las ranas y con un nuevo respiro, le daba de baja, sin darle tiempo a tomar camino en medio del asedio.

Entre disparo y disparo, Miller aprovechaba para revisar el campo de batalla en busca de los lideres, si estos caían seguramente, su asedio se vería muy limitado.

A pesar de cualquier cansancio que pudiera haber dejado la jornada de preparativos, Rana se encontraba más que dispuesta para acabar de una vez por todas con el mal que estaba acabando con su amado pantano, estaba rodeada de antiguos compañeros druidas, sus amadas ranas, de casi un hijo el pequeño Niso, el recuerdo de su mentor y mejor amigo Barión…

En nombre de Barión. Anunció con solemnidad, vio como comenzó el ataque y decidida a terminar con todos los enemigos se hizo parte de la batalla, con la vista fija fue cubriendo a sus compañeros druidas que estaban convertidos en cocodrilos, acabando con los enemigos que los amenazaran, despejando sus pasos por entre las aguas, dándoles oportunidad de ser más letales, cubriendo el flanco acuoso de sus amadas ranas, no las hubiera traído allí si hubiera otra opción, pero lo que estaba en juego era mucho más que las vidas de los presentes en ese pantano de muerte, era la esperanza de vida de toda la región, el delicado equilibrio entre las fuerzas de la naturaleza y por nada del mundo permitiría que el templo y su sello cayera.

Barion su amigo no dio su vida en mano, Niso estaba allí, ella debía cuidarlo, proveerle un futuro. 

El aullido de las flechas atraviesa el campo de batalla del interior del templo hacia el exterior, y los lizardfolk eran sorprendidos por la marabunta de ranas que engullían a quienes estaba lo bastante cera, una araña de un tamaño considerable es deborada por un batracio similar al que casi se dovora a la paladina, pero antes de poder acabar el trabajo uno de los reptiles humanoides le ensarto con una lanza liberando el aracnido solo para recibir una andanada de flechas que lo derriban al instante, los atacantes comienzan la ofensiva con todas fuerzas para tratar de abrirse paso hasta las ruinas.

Ravenna: la mujer asimar guiaba a los soldados a su alrededor y haciendo gala de su entrenamiento en combate deja las potentes flechas derriben a un enemigo tras otro, era tal fuerza de sus disparos que uno de los lizardfolk quedo clavado al cuerpo de uno de los cocodrilos que se revolcaban en el agua mientras destrozaban todo a su paso, sumado a sus ataques los disparos de sus aliados resultaron ser bastante eficientes y la ranas se dieron un festín con los aliados del basilisco, incluso algunos de los lizardfolk terminan por retroceder amedrentados por los el fuego pesado.

xeross: por su parte instaba a sus enemigos a salir a su encuentro de manera temeraria salio de su parapeto e invocando la atención de aquellos que lideraban la ofensiva, sin embargo estos no se presentaron a su llamado, con la bendición de su dios sus manos se encienden en celestiales llamas y en una lluvia de fuego y flechas varios de los enemigos cayeron en horrendos alaridos que desagarraban en el campo de batalla sin embargo la distancia y el ambiente húmedo del pantano hacían que su ataques fueran poco fructíferas.

Thalathos los años usando la magia y al espada le habían quitado la habilidad que en antaño un joven elfo habia tenido con el arco y la flecha, sus disparos aunque certeros la mayor cantidad de las veces a puras penas causaron menor daño, sin embargo hay un par de estos que son lo bastante decentes como para derribar una araña o uno de los soldados rasos de la fuerza enemiga.

miller ya se había mentalizando para la contienda y por esta razón se había apoderado de un parapeto en lo alto de uno de los tejados, si uno de los aventureros debiera tener éxito en una contienda a distancia este semielfo evidentemente debía ser el indicado, sus manos se movía de manera prodigiosa y el rifle disparaba casi al mismo tiempo que se recargaba, los destellos y trueno de su arma eran el presagio de un terrible herida, sin embargo el mismo humo producido por el arma resultaba molesto y en ocasiones hacia difícil ver los blancos, a pesar de esto los soldados a su lado aprovecharon al situación teniendo mejor suerte a la hora de disparar aniquilando una buena cantidad de enemigos.

rana la gnoma se movía con gracia sobre una de las estructuras y sus flechas con precisión mortal acabando con casi una decena de enemigos, los soldados que estaban junto a ella parecían estar inspirados y homologado el acto obligan a los enemigos a retroceder en ese franco.

Un cocodrilo gigante que estaba cerca a la posición del clérigo hacia estragos en las filas enemigas, se trataba de uno de los druidas que hacia todo un despliegue de su poder, mientras sus fauces devoraban a dos lizardfolk que suplicaba por ayuda, la cola se agitaba de un lado a otro aplastando a los que trataba de atacar por su retaguardia, sus pesadas patas se paraban sobre las arañas que estallaban al no poder soportar el peso, un grupo de 4 soldados del basilisco trepan por la espalda del enorme reptil solo para ser molido contra el pantano cuando esté comienza a girar sobre si mismo.
La batalla estaba pareja y aunque sus ranas estaban dando todo de sí las estaban apaleado, sin embargo Londres pero estaba por llegar, de los cielos baja el dracolisco y aterroriza directamente sobre el cocodrilo, al clavar sus garras el enorme animal suelta un diseño y antes de poderse soltar su atacante le suelta un aliento a quema ropa, un chorro de color verde que comienza a derretir la piel y la carne, sin escapatoria el cocodrilo trata de mover su cabeza para alcanzar el terrible enemigo, sin embargo sólo se encontró con la mirada de la bestia de la que emanaba un destello púrpura, el cuerpo del druida convertido en bestias temblaba en cortos espasmos mientras comenzaba a volverse rígido y gris, el dracolisco era consciente de lo que había hecho y sin un atisbo de piedad mueve su cola como un lado y destroza la cabeza de su enemigo.

Los enemigos se estaban acercando, pero aún quedaba espacio para disparar pues su avance no estaba siendo fácil, cada paso que daban hasta ellos lo estaban pagando caro, y por el momento Rania no iba a dejar clavarles flechas hasta que se quedara sin munición.

De momento la línea aguantaba pero enseguida apareció el Dracolisco, el enemigo principal, que acabo con uno de los druidas con una velocidad asombrosa, si no acababan rápido con él sus esfuerzos no valdrían para nada y se verían sobrepasados.

Tensó su arco apuntándolo hacía el Dracolisco y la flecha salió disparada hacia el enorme cuerpo, la punta entró entre las escamas, pero Rania dudaba que tuviera mucho efecto sobre la criatura, al menos puede que la distrajera lo suficiente para que los demás pudieran dañarlo a su vez.

Concentrada como estaba en la nueva aparición, el resto de sus disparos no fueron tan precisos como en la primera andanada, por lo que tomo la decisión de dejar el arco y empuñar la guadaña para recibir el ataque que estaba al caer.

- Diosa dame fuerzas para acabar con mis enemigos.

Lo que en el pasado pudo ser un santuario tranquilo ahora era envuelto por el caos de la batalla. Aunque la excitación causaba que Xeross deseara más, lograba permanecer en su posición o lo más cerca que le era posible. Había quemado algunos de esos seres, siendo buena señal. Dedicaría el triunfo a su diosa, pero ella no era un ser de tendencias violentas como el semiorco, así que se guardó las palabras.

Cuando apareció la mole voladora, notó un estremecimiento que se incrementó al constatar que el cocodrilo no era rival para él “ninguno de nosotros lo es por separado”. Gracias a que contaban con los arcos y ballestas podían tratar de hacer aunque fueran algunas heridas al monstruo. Si los mataba, al menos que arrastrara tantas que incluso pudieran llegar a infectarse.

Tenía a mano su gran ballesta, de modo que la levantó de un tirón, elevándola a la altura de los ojos para poder apuntar mejor. Lanzó una saeta al parecer en la buena dirección “¡entre las escamas!” gritó mentalmente a su propio disparo.

-    ¡Podremos con él! ¡Se acabaron sus días, ya no sembrará más terror!

Gritó, guiado por sus combativos pensamientos.

- Gracias joven, dijo el elfo todavia enfurruñado consigo mismo al recibir las flechas del humano.

Tharlathos abrió los ojos bien grande al ver aterrizar al basilisco, si que es grande, no puedo desperdiciar más flechas, coloco la flecha en el arco mientras inspiraba, ahora abre la boca, maldito, un chorro de algo parecido a acido impactó en el druida-cocodrilo. - AHORA la flecha voló para impactar en todo el paladar de la criatura, que rugió con el dolor.

Mientras la bestia se retorcia, con la adrenalina entrando como un chorro por sus venas, el viejo elfo apuntó a otro enemigo que se habia quedado paralizado al ver a su lider en problemas, la flecha atraveso de lado a lado la cabeza de la criatura, mientras que otra se ponia a cubierto haciendo que una fallase, pero la siguiente tambien se clavase en el pecho del hombre lagarto.

Girandose, busco en otro lado del campo de batalla y logro acertar a otro par de enemigos, justo antes de invocar una magia protectora, el combate a distancia parecia que iba a acabar e iba a tener que emplearse a fondo en el cuerpo a cuerpo

Esa primera ronda en su mente se había visto muy diferente, se dijo a si mismo: Concéntrate idiota, al tiempo que veía como sus compañeros de armas lo superaban. El era el pistolero del grupo y este era el momento de demostrar su valía, justo en ese momento el basilisco aterrizaba sobre el druida y lo acababa, como si no fuera nada, entonces se levanto y apoyando una pierna sobre el muro que tenia al lado grito: ¡PADREEEE! ¡GUÍA MIS BALAS Y ACABA CON LA PESTE QUE NOS RODEA!

las ranas aunque diezmadas no se dejaban vencer del todo y mas de una de las que caía lo hacia con una presa en sus fauces, los enemigos que en una gran marabunta rodeaban el campo de batalla se enfrentaban a un desafió mas grande de lo que ellos mismos esperaban.

La mirada del basilisco destilaba un destello purpura repleto de malevolencia, disfrutaba con lo que hacia y en sus tremendas fauces se podía ver una mueca parecida a una sonrisa, satisfecha con el grotesco efecto de su a ataque el monstruoso reptil comenzó a girarse hacia el templo.

Ravena: la paladina suelta un flecha en dirección a la bestia seguida de los hombres que junto a ella resguardaban el templo, la flechas caen como lluvia sobre el monstruo que se sacude como un perro mojado, ruge y enseña los dientes, aunque minusculas las flechas le dañaban y lo incordiaban solo lograron que rugiera furioso, la paladina y sus hombres muestran gran habilidad y sueltan otra andanada sobre los atacantes que caen en su intento de tomar control del templo.

xeross: xeross dispara la ballesta tratando de causar una fea herida al dracolisco sin embargo su habilidad no es suficiente y el pesado proyectil se estrella en el pantano a unos metros del monstruo, sus hombres tratan de apoyarlo pero sus flechas chocan contra las gruesas escamas de la bestia como gotas de agua contra una pared de roca, los hombres entran en pánico y aterrados tratan de disparar sus flechas se resbalan de sus dedos y casi ninguna parece dar en el blanco lo hace que los enemigos se acerquen aun mas a los muros.

thalthos: el elfo ve una oportunidad en el ataque del dracolisco y con gran tino lo aprovecha, la bestia que rugía en dirección a ravena casi se atraganta cuando la flecha se le incrusta en al lengua e incluso hace que la bestia retroceda aplastando a un lizard folk astuto que buscaba refugio de las flechas, la bestia extiende sus alas y en medio de un rugido se aleja del campo de batalla, los arqueros junto al elfo menguan a los enemigos que se acercaban al templo y que los batracios no habían logrado detener, situación que le da tiempo de lanzar un encantamiento para reforzar su defensa.

miller: el pistolero dispara al dracolisco en vuelo pero a pesar de ser un blanco tan grande logro evitar el impacto, sin embargo el pistolero no pierde el tiempo lamentándose y un disparo tras otro comienza a matar las fuerzas enemigas con valiosa precisión, ejemplo que los arqueros junto a el parecen seguir de manera ejemplar, ni un solo enemigo parecía acercarse a su posición.

Rana: al igual que el pistolero el ataque de la gnoma resulto en fracaso, sin embargo esta dispara sus letales flechas sobre los enemigo derribando varios de estos ayudando a menguar el avance enemigo.

el avance de los hijos del basilisco parecía comenzar a detenerse, a pesar de las perdidas sufridas por los defensores estos se aferraban desesperadamente a la esperanza y no se dejaban vencer.

Estas criaturas no dejaban de llegar en gran número, no quería que llegaran hasta ellos pero parecía ineviable. "Pudiera ser que hoy Regis acabara en el estómago de estos seres o del dracolisco, pero no desfalleceré."

Estaba decidido a llegar hasta el final, ¿qué opciones habían? se comería a sus enemigos o ellos se lo comerían a él. No pensaba huir para luchar otro día, pues simplemente eran tantos que terminarían capturándolo. Quería matarlos, la sangre orca se estaba haciendo fuerte en él y hoy eso no importaba demasiado.

- HOY LOS DIOSES SE HARTARÁN A JUZGAR ALMAS.

De trogloditas sobre todo, pues sus rondas de disparos estaban acabando con gran cantidad de ellos.

El basilisco les había visto, su celebración truncada por sus buenos disparos, ahora se dan cuenta de que esto no era el paseo que se esperaban, bien, si sembraban la duda y el miedo, es posible que ganará.

- Adelante bestia, si quieres ganar acércate y prueba mi acero!

Esperaba que los soldados se mantuvieran firmes, estaban en un momento crítico, pronto la batalla sería acero con acero, escudo contra escudo y muerte frente a los ojos, el bando que estuviera más cohesionado ganaría.

Al ver sufrir al basilisco por su flecha, Tharlathos respiro aliviado, por lo menos se le puede dañar con armas fisicas, no todo esta perdido entonces, penso el elfo mientras utilizaba su municion para disparar otra vez a la enorme criatura. Esta vez su flecha fue desviada por el caparazon de la criatura, pero tres esbirros del basilisco no tuvieron tanta suerte y fueron atravesados por sendos flechazos del elfo.

- Adelante Compañeros!, arengo a las tropas, La criatura está herida y la victora esta cerca!

vamos muchachos, hay que frenar su marcha, no podemos permitir que se acerquen a nuestra posición, es nuestra tarea frenar a todos los que podamos, su familia y estas tierras dependen de ello. - dice el semi elfo, buscando levantar la moral de aquellos que están junto a él.

Rana no estaba acostumbrada a los combates, eso se notaba, perdió la concentración en sus ataques, le dolía demasiado ver a sus preciosas ranas caer, a sus compañeros perecer ante enemigos que ellos no se habían buscado, rogaba desde el fondo de su corazón que todo se detuviera. Normalmente usaba sus poderes para cultivar, proteger la naturaleza, hacer que floreciera la vida y no dañar, por eso tanto dolor en su corazón, tenía que buscar las maneras de vencer si o si, por ellas, por Barión, por Niso, por el pantano. Un respiro y ella vencería, no podía permitirse perder. 

El hecho de que los enemigos se acercaran mas Xeross hicieron que su trabajo fuera mas fácil y en medio de gritos flechas les hacen retroceder, uno de los soldados se acerca a este con una caja, nos han llegado algunos insumos de los druidas, al parecer están peleando al sur de esta posición, es una poción de de sanación, úsela con con precaución su santidad, que los dioses los protejan y le ayuden a salir victoriosos previene el joven que se movía entre entra la trinchera repartiendo municiono y otras cosas.

Ravena dispara con gran habilidad contra sus enemigos mientras la sombra del dracolisco que se mueve en la espesura del pantano, de repente una rana del tamaño de un niño convertida en piedra vuela por los aires en su dirección causando una gran explosión de rocas y polvo que poco dejaba ver a sus camaradas de su estado en tanto a la distancia se escucha una especie de carcajada monstruosa y gutural, sin duda el reptil sabia que había dado en el blando y lo celebraba airoso.

El magus por su parte seguía soltando una flecha tras otra pero sus blancos resultaban ser demasiado elusivos, el elfo no podía esconder la frustración en la mirada, pero lejos de poder refunfuñar un sorpresivo proyectil de roca se proyecta sobre su posición, la figura de un lizardfolk petrificado cayo sobre el estallado de manera estrepitosa y destructiva, sobre la posición del elfo la silueta del dracolisco evidencia la naturaleza del ataque.

miller no paraba de disparar flechas en todas direcciones matando a un enemigo tras otro tan rapido que su reserva de flechas se estaba agotando de manera frenética, ambicioso trata de dar en el basilisco pero esa bestia en vuelo resultaba ser un blanco bastante difícil incluso para el, ante sus impresionantes talentos un soldado se acerca a el exclamando: señor es usted el mejor tirador que he visto en mi vida, tome por favor estas flechas, sin duda alguna se que les dará un buen uso de inemediato el joven corre hacia otro camarada entregado insumos para la batalla, sin embargo y a pesar del corto tiempo el semielfo se percata de que este cacaj contiene proyectiles de calidad muy sobresaliente, al buscar al joven con su mirada se encuentra con el rostro del elfo que lideraba a estos soldado, ve como el hace un breve ademan de felicitación mientras el mismo sigue disparando de manera desesperada.

la druida se ve atrapada entre la frustración y la limitaciones propias del campo de batalla, esta trataba de dar a los blancos pero estaban demasiado lejos y bien protegidos por lo que sus acciones resultaron en fracaso en el respaldo a sus camaradas.

BROOOOOOOOMMMMM desde el sureste un destello de color naranja lo ilumina todo, el pequeño mapa escapa de su refugio con algunos de los soldados cuando una lluvia de bolas de fuego levantan por los aires lo que quedaba de ruina, las llamas parecen rodearlo todo y el rugido de un centenar de enemigos acercándose estalla frenético.

Niso se alza valeroso con cuatro soldado, sus cuerpos esta repletos de ollin y se pueden ver como algunas de sus prendas aun estaban quemándose por momentos, espadas en mano se preparan para la batalla, los soldados gritan en coro: HASTA LA VICTORIAAAA acompañados del niño semielfo mientras cargan contra lo primero que se atreva a cruzar las columnas de humo, un grupo de lizardfolk se abren paso repartiendo tajos a diestra y siniestra.

La mirada de los aventureros se cruzan de un lado al otro del campo de batalla cuando ven a su joven camarada rodeado y cuando la aterradora figura del dracolisco aterriza en este franco y se prepara para entrar en acción.

La maldita bestia estaba petrificando tanto amigos como enemigos y usándolos como proyectiles, criatura taimada y desalmada, hay que terminar con ella cuanto antes.

Con gran alegría en su corazón, pues ya podría lanzarse al combate cara a cara como debía ser, para extirpar al mal de raíz, dejo caer el arco y mientras saca su guadaña, sus pies pisan firmemente el suelo ganando velocidad hacía la brecha abierta junto a Niso.

- Adelante soldados! Cargad con todo, no les deis cuartel y limpiadlo todo de su negra presencia!