EN ALGÚN LUGAR AL SUR

El hombre de cota de mallas a duras penas y podía mantenerse en pie, su mano temblaba de manera involuntaria y su visión se nublaba por momentos, -no te dejare tocarle un cabello a mi ama, no mientras IOMEDAE este con migo, no me rendiré, en su nombre y la luz yo te destruiré.- Amenaza valiente, los ojos de aquel guerrero era de color azul intenso, su cabello al igual que su barba ya eran casi blancos en su totalidad, las arrugas en su rostro se mezclaban con las cicatrices de una vida larga y peligrosa, era alto y fornido ara su edad, de espalda hacha que se acentuaba con la armadura, sin embargo al frente una barriga templaba desafiante al cota, sus pierdas también eran larga y casi parecían clavadas al piso para evitar dejarle caer.

La mano que sostenía el pesado escudo de metal se apoyó contra su pecho y un destello de energía dorada restableció parcialmente la integridad del humano, -no me vencerás tan fácilmente maldita abominación.- con una carrera corta el viejo carga contra su adversario, su espada aun parecía destellar con energía sacra, y al chocar contra la masa de carne putrefacta y restos de entrañables compañeros una llamarada blanca lo envuelve todo, el anciano nota como una extraña y antinatural niebla de color negro lo rodeaba todo y sabe que su batalla aún no ha terminado, de manera temeraria lanza otra estocada a tientas sin logra más que un apéndice de formado de huesos y carne en descomposición con el aspecto de un hacha impacta en su espalda.

Una vez más el anciano estaba de rodilla sintiendo la sangre escurriese por las uniones de su armadura, había sido imprudente, frota sus ojos y ante el la monstruosa presencia de su adversario se ve con más claridad, sin embargo su espada parecía sentirse más pesada que antes, casi insostenible,-JAJAJAJAJAJA patético viejo acaso te crees que estas luchando con cualquier busca broncas de taberna?- la malignidad de las palabras parecían provenir de varias partes a la vez, sin embargo la mirada del paladín se mentían fija en el rostro de aquel indeseable ser.

-no más, por favor detente viejo tonto, le daré lo que quería pero perdone la vida Haggard, el solo trata de protegerme,- la voz de una mujer provenía de la espalda de, se trataba de una chica de unos 15 años, de cabellos dorados y unos ojos anormalmente morados, el viejo refunfuña molesto mientras lucha con todas su fuerza para poder mantenerse en pie, y la voz del agresor sonó complacida: -lo dije desde un principio, no quería más que una adivinación, viejo estúpido, aunque no negare que matar a tus aprendices me causo un gran placer-.

-no eres un vago de bar, eres la mierda de un dragón que olvido enterrar bajo las rocas, AAAARRRRG- rugue furioso el anciano que lanza su espada con todas sus fuerzas, el arma del paladín se clava en el pecho de la criatura y una nueva llamarada lo envuelve todo, y el cuerpo de un joven de unos veinte años cae de rodillas con su cuerpo aun encendido, el viejo lo reconoció al instante era uno de sus aprendices, cuando menos había logrado purificar su cuerpo. Antes de poder reaccionar el anciano siente el perverso abrazo de la criatura y frustrado cierra sus ojos para recibir una muerte horrible, sin embargo el chillido de la chica parece detener todo: -SI LO MATAS NO TE DARÉ NADA MALDITO ENGENDRO, DAME ALGO CON QUE BUSCAR TU PREMIO Y LÁRGATE.- Los ojos de la chica estaban bañados en lágrimas, y de manera milagrosa parece que su advertencia detiene a la aberración.

Frente a la muchacha cae una pequeña pieza de metal* aun ungida en sangre, la chica toma el artefacto y lo rodea con sus manos, las palabras se convierten en susurros de lengua de ancestrales sierpes y su cuerpo es rodeado por arcanas runas, lo ojos de la chicha toman un brillo blanco y las palabras de la chica parecen ser emitidas por otra entidad: -aquellos a quienes cazas, nunca marcharon al sur, mientras tu sirviente de la garra de la muerte, la sierpe de la calavera y la catástrofe seguías los falsos rastros de un viejo cansado no te percataste que de hecho corrieron a la boca del lobo, el pistolero, la paladina, el mago y clérigo, están en el pantano y es solo cuestión de tiempo para que su premio esté al alcance de su dedos-.

La furia de la bestia broto como el sentimiento de un volcán desatado:-NOOOOOOOOOO MALDITOS INFELICES, NO LO PERMITIRÉ, NO SERÉ BURLADO DE NUEVO.- La abominación no espera ni un segundo y como una ola marea oscura arrasa todo a su paso mientras embiste hacia el norte, al tiempo que toma la forma de un caballo sin piel y con 8 patas que deja restos de su cuerpo a cada paso que da, y de su lomo 3 murciélagos se alzan y se dirigen al sur.

El viejo aun en el piso levanta con dificultad la mirada a la chica mientras le mira: -mi joven señora no debió, se ha deshonrado al servir a los fines de la oscuridad.- la joven se acerca acomodando al anciano en su regazo, niega con la cabeza: -no hables más viejo amigo, tu heridas podrían empeorar, si bien el mal sabe dónde debe ir, en mi visión vi la fuerza de los héroes que combaten la oscuridad del dragón, solo podemos pedir a los dioses que les den la fuerza para el final de su jornada.-

Los aventureros había ubicado su campamento en una de las ruinas al noreste del altar, ravena recostada en uno de los rincones aferrada a su guadaña y atrapada en un apacible y reparador descanso, pero desde el exterior era un completo misterio las cosas que se moverían al interior de la mente de aasimar.

Al otro costado xeross con la barriga hinchada y sin su capa mágica se veía con un orco en todo su esplendor, junto a el las extremidades asadas y despojadas de casi toda su carne de las ranas gigantes deban fe de un festín que sin lugar a duda seria una anécdota digna de contar en los comedores de los cuarteles de la 7 lanzas.

el elfo se veía demacrado y terminando su guardia se acurruca para meditar y así recuperar la agudeza de su mente, pero de manera inconsciente su mano se movía a su pecho buscando la presencia de su pasajera, la cual parecia susurrarle mensajes tranquilizantes antes de la tormenta que se avecinaba.

El pistolero que en silencio miraba el oscuro pantano, mascaba el ultimo resquicio de una de los trozos de carne del festín de la noche, el pequeño Niso había hecho la primera guardia, pero su sueño era muy leve y queriendo preguntar al semielfo que debía hacer como miembro de esta raza se dispuso a acompañarlo en su labor, sin embargo antes de comenzar tan amena charla el chico toca el brazo de miller y señala: alguien se acerca, señor miller, puedo notar como el agua se agita desde el este, agazapado tras uno de los muros el pequeño levanta su cabeza por encima de los ladrillos y parece palidecer, ay Dios tenemos un problema, no creí que ella llegara tan pronto, tenemos que esconder las ranas ahora, no la ataques o las cosas serán peores, es la aprendiz de mi padre. replica el pequeño en tono de suplica.

Pero era demasiado tarde, una menuda criatura casi de la altura de niso y con el cuerpo envuelto en trozos de pieles y hojarascas miraba en dirección al refugio, sus ojos parecían emitir un destello verdoso, y sin esperar invitación inicio su marcha al refugio.

Por fin una vez terminado el combate pudo tomar un merecido descanso, mientras meditaba sobre lo cerca que había estado de perder el control, casi pasando a ser una criatura de instintos asesinos y rodeada de muerte.

Todo eso, la había echo meditar sobre su auténtica naturaleza, en verdad su entrenamiento como paladina sólo era una fachada que ocultaba un ansía de sangre interior? Los instintos que la servían eran sólo para buscar combates y dar muerte?

Todas esas dudas la llevaban a buscar la guía de su diosa, y a su vez reforzar sus votos de conducta como guía en sus pasos, no volvería a casi perder el control de esa manera, no podía permitirlo.

El aviso de Niso los puso en alerta, que fuera aprendiz de su padre en principio no debería ser problema, pero la reacción de Niso era justo la contraria. Ravena se puso en pie y con la mano sobre la guadaña se dirigió a la criatura.

- Saludos, no esperábamos visita en un sitio como, queréis compartir refugio con nosotros? Pues largo ha debido ser el camino.

La noche marchaba bien después de la victoria contra el guardián, ahora calmo bajo el dominio de las cadenas. La carne despedía un suculento aroma que empapaba la nariz del semiorco. Pronto podría llevarse a la boca el primero de los bocados, pero Niso por alguna razón se ponía nervioso y planteaba que se deshiciesen de la cena. A saber qué le sucedía pero esas delicias tenían que acabar en la boca y si al menos cupieran todas a la vez en ella sí que se plantearía eliminarlas de la vista, pero es que no le cabían...

Al poco aparecía una menuda mujer que dirigía sus pasos hacia ellos: la aprendiza del druida.

- ¡Saludos! Soy Regis, éste chico de aquí es Niso, el hijo de tu maestro.

Aprovechó unos instantes para acercar los maderos ardientes para concentrar así la llama. Algunas chispas se elevaron.

- ¿Va todo bien por el pantano?

Se giró para mirarla a la cara, cuando se aproximara un poco, por ver su actitud. La verdad era que no les daba tiempo a ocultar nada.

El elfo se desperezó mientras colocaba su mano en el pomo de su cimitarra, Tranquilo Nisio, aqui nadie puede hacerte daño, tranquilizó al muchacho Tharlathos.

Se giró levemente para observar a la criatura que llegaba, sin dejar de tamborilear con sus dedos en el pomo de la cimitarra, Saludos discipula de Barion, ¿ que nuevas nos traes ?

Rana venía con los ojos aguados, rojos  de llorar, un hilajo de mocos había dejado un rastro en el rostro de la pequeña gnoma, había apurado el paso lo más que podía, no quiso convertirse en animal porque no sabía si podía encontrar algún enemigo en el camino y prefería conservar sus fuerzas para la batalla que le había anunciado su desaparecido maestro.

Si otro fuera el día... si otro fuera el día ella al notar el festín que se habían dado con sus ranas había mandado a volar a la estratosfera al grupo de aventureros, su adorada pepita la broza se los habría tragado con ropajes y todo y ella habría danzado sobre los pocos restos que quedaran de los extraños. Lanzó un suspiro profundo, más tristeza para ella ver a sus crías mal cocinadas. 

Cuando vio al pequeño Niso sonrío con una tristeza inmensa, ese niño valía cada sacrificio que su padre y madre habían hecho, ahora ella lo cobijaría como su más férrea guardiana, apenas lo tuvo cerca lo abrazó con todas sus fuerzas y rompió a llorar. 

Pe pe pero como estás de grande, hace una semana yo era más alta que tu*- intentaba modular la voz- Mi niño eres gigante y tu papá está muy orgulloso de ti.

El niño presintiendo el terrible suceso se atrevió a preguntar lo que ya había preguntado el elfo ¿que ha pasado?

Con las manitas  Rana intentó quitarse las lágrimas que ya se le estaban contagiando al pequeño semielfo y sorbiendo los mocos contestó: Niso, eres un niño valiente y tu padre lo sabía, dio su último respiro entre mis brazos, llegué hace poco y me pidió que te cuidara ante todo. No estas solo mi muchachito. Llora todo lo que quieras que aquí esta tu ranita apachurrada para velar tu llanto. Niso se abrazó más fuerte a la pequeña Gnoma y lloró en silencio durante un eterno momento sin prestarle atención a nadie mas, solo estaban ellos dos en el mundo y poco importaba si a sus puertas se cernía un apocalipsis.

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Tras unos minutos de silencios y lágrimas Rana tomó fuerzas y se acordó del grupo de aventureros, al verlos reunidos comenzó a hablar mientras buscaba con la mirada a su pepita, rogando que no fuera la ensalada del elfo.

Soy Rana, aprendiz del Barión, una de los guardianes de este pantano. Esta es mi casa, respondió al ofrecimiento que un rato antes le había hecho la mujer del grupo . Mi maestro me habló de ustedes y de la misión que tienen. Durante días he estado viajando avisando a otros guardianes de los peligros que acechan a esta región, he llegado con noticias del apoyo del Hierofante ante las amenazas de la oscuridad, el problema es que esa ayuda se demora en llegar y al parecer nos toca proteger este templo.

hace muchos años aquí sellaron una fuerza malévola que la naturaleza se encargó de ocultar, este templo es parte de siete más, si se llegan a destruir o corromper el mal que esta sellado despertará, creo que es un dragón infernal o algo así, me explicaron realmente poco para lo que supongo ha pasado, mi pepita cuida este lugar  en ese momento cayó en cuenta que no había visto a su broza ¿Mi broza dónde está?, ¿que han hecho con ella? esperó un momento para obtener respuesta.

Los aventureros mayores hablaban de las circunstancias que se movían al rededor de su posición y de la tormenta que se cernía sobre ellos en lo que casi parecía el final de su camino.

Sin embargo Mapa necesitaba un momento a solas, se había sentado en unas de las paredes derruidas de las ruinas, su mundo había cambiado súbitamente de un día para otro, su padre le había enseñado a casi a lidiar con todo lo que habitaba el pantano, pero nunca se preocupo por la ausencia de su padre. El pequeño podía notar las miradas de lastima de sus compañeros, Rana siempre ha sido un apoyo para el, y era injusto que ella fuera quien le hubiese dado tan terrible noticia.

Una lagrima se deslizo por la mejilla del pequeño que la limpio con su puño y mirando la inhóspita y particular belleza del pantano dijo: padre me diste tu vida, perdóname si la pongo en peligro una vez mas, pero nuestra causa es justa y tu tarea aun no esta completa, donde sea que estés, hasta siempre papá al pequeño las lagrimas se desbordaban por todo su rostro, Niso baja de su refugio y aun con los ojos hinchados, demanda: estamos aquí, ¿que es lo que vamos a hacer?, los hijos del basilisco llegaran en cualquier momento y creo que deberíamos tener un plan, ¿no? las seguridad de sus palabras del pequeño cazador se disipaba mientras algunas miradas curiosas y desconcertadas contemplaban el intento de madurez del pequeño.

- Podemos contar con el guardian, como ayuda o como estorbo ?? preguntó Tharlathos tras reflexionar un buen rato. Habia pasado mala noche solo recordando su contacto con el alma del guardian y todavia le tenia preocupado

- Deberiamos tratar de emboscar a los atacantes, pero podrian venir en cualquier dirección, se encogió de hombros, la idea de encerrarse en el templo y aguardar a que los seguidores del basilisco los rodeasen y atacasen no le gustaba nada, tiene que haber alguna solución para equilibrar el combate.

El semiorco se fijó en la pequeña de pelo verde, era muy parlanchina pero con cierto aspecto amigable.

- Si la broza es el guardián, no lo herimos mucho. Lo iba a curar yo mañana con canalizaciones positivas, otorgadas compasivamente por mi diosa, Sarenrae.

Lo cierto era que le habían dado unos cuantos palos, pero también lo curaron después. Claro que esos detalles era mejor no comentarlos.

- Voy a hacer mis necesidades.

Regis se levantó y agarró con disimulo una de las jugosas ancas de gran tamaño, aunque no estuviera terminada de asar, entonces tratando de que no se viera demasiado se alejó unos metros, que así podría comer tranquilo.

- Con eso de que vendrán en cualquier momento, ¿te refieres a mañana? Nos hemos quedado sin magia para hoy y como aparezcan llevaremos las de perder.

Dijo ya un poco alejado.

Era desconsolador ver a Niso tras oir la noticia, la vida se estaba volviendo un desierto que te llevaba de dunas muy altas a fosos muy profundos, donde parecias no saber siquiera donde estaba el norte.

Al oir las pregunta de la aprendíz, Miller se apura a responder - Como ha dicho Xeross ya se encuentra bien, dío algo de pelea, pero nada del otro mundo como preocuparnos. - Sabía en su mente que habia sido mucho más que eso pero necesita demostrar que confiaba en sus habilidades y las de sus compañeros.

Nadie parecia tener un plan muy claro sobre como abordar a la criaturas, con ello decide agregar - En mi maleta traigo otra carga completa como para unos 30 dísparos, seguramente si nos damos las mañas podremos hacerla explotar como si fuera una bola de fuego. Eso seguro que ayudara en algo, en cuanto a que hacer, deberiamos tratar de ubicarlos antes de que lleguen y abordar grupos más pequeños de manera que al momento de defender el templo tengamos menos oponentes que combatir.

Ravena lamento profundamente las noticias que trajo Rana, sobre todo por el pobre Niso, obligado a muchas cosas en poco tiempo, cuando parecía que había salido indemne del combate, el destino le deparaba otro duro golpe personal, pero era de mente fuerte y seguro que saldría adelante.

Las dudas respecto a como actuar asaltaron al grupo, derrotar al guardián era sólo la primera parte, ahora debían aguantar el envite del enemigo, pero al menos estaban todos y contaban con algo de tiempo.

- Que haces cuando viene el enemigo? Prepararte. Quizás podamos reforzar la zona, cavar trampas, despejar el terreno para que no tenga coberturas y buscar buenos puntos para emboscarlos, como veis hay mucho que hacer y poco tiempo para realizarlo.

Mientras ubicaba a Pepita la broza y la revisaba de punta a punta Rana escuchaba y vigilaba a sus nuevos compañeros vigilaba, especialmente al semiorco que se veía bastante a gusto con el sabor de las ranas.  Debían luchar sabía que no quedaba de otra para el grupo, si no lo hacían simplemente era mejor emigrar a otro planeta...

Puedo preparar el terreno para dificultar el movimiento de los enemigos, no soy buena invocando bestias. Aclaró con algo de vergûenza, jamás había gustado de poner a los animales o criaturas mágicas a pelear las batallas que había tenido que enfrentar, Pepita era una excepción porque si bien ella la había criado y puesto junto a Barión para vivir allí era un comportamiento de defensa territorial lo que hacía que Pepita luche en vez de una orden, la broza simplemente actuaba por su voluntad para proteger a su hogar. Digamos que soy mejor con los elementos, por lo que propongo que cabemos fosas alrededor del templo y las cubramos para tender trampas, llegado el momento puedo hacer una niebla que impida que nos vean los enemigos o por lo menos dificultarles eso. debemos aprovechar el factor sorpresa porque dudo que sepan que están aquí, de saberlo ya estaríamos luchando.

La gnoma no sabría que era mas obvio si el hecho de que el semiorco se alejar con cara de culpable o notar los trozos casi carbonizados de sus adoradas ranas, el tipo pretendida hablar con naturalidad mientras se las seguía tragando.

sin embargo Rana lejos de confrontar al clérigo estaba preocupada por su adorable broza, no la veía por ningún lado, pero al mirar hacia el templo nota algo anormal, en el lugar donde la broza generalmente reposaba asumiendo la forma de algún árbol había un enorme montículo de rocas que parecían tener la forma de caballero de armadura, pepita tenia un aspecto diferente sombrío y al parecer no se inmuto ante su presencia era como si no fuera la misma.

El semiorco tras una larga inspección de los alrededores y apoyado por Miller, comenzó a llegar a algunas conclusiones.

- Por lo que hemos visto, hay algunas opciones tácticas, amigos. Podemos distinguir tres zonas diferentes alrededor del templo: una construcción aledaña, una zona inundada y otra de tierra firme frente al puente. Si entorpecemos el paso por las tres zonas ganaremos más tiempo para disparar o hacer magia. La zona de tierra firme y la acuática además sería posible entorpecerlas aún más con uno de los hechizos druídicos, el de enmarañar. Pero estas horas podemos hacer algunas cosas: en el edificio aledaño formar un muro con troncos. En la zona inundada, formar una red para atrapar con ella a los posibles trogloditas que vengan que como ya sabéis son acuáticos. La zona de tierra firme, se puede intentar bloquear con una empalizada y un foso camuflado delante. Pero para hacer el foso nos hace falta una pala y yo al menos no tengo. Tendríamos que buscar una, a ver si hay suerte.

Expuso lo que se le había ido ocurriendo en ese tiempo, tras la inspección.

- Si veis bien estos planes, tendremos que conseguir troncos, una pala y material para una red. En algún momento vendrá el dracolisco a por nosotros y como es capaz de volar no lo podremos detener, pero al menos habremos mermado a sus peones. Yo también cuento ahora gracias a la bondad de mi diosa de una bola de fuego, con la que podré poner fuera de combate algunos de los atacantes.

Tras comentar todas sus ideas ya esperó a ver las opiniones del resto. Si hablaban entre ellos llegarían a trazar un plan muy efectivo. Contaban además con un nuevo aliado, la pequeña rana, que parecía conocer multitud de recursos mágicos.

Tharlathos no hacia más que reflexionar cabizbajo mientras sus compañeros hacian planes. Despues de un rato pensando, se levantó y estirando los brazos para quitarse el entumecimiento, de la postura.

- Seguimos teniendo un problema con el guardian, si los hermanos Croc lograron corromper el espiritu guardian los agentes del Basilisco tambien lo podrian liberar, hizo una pausa ...  y ayer casi nos mata.

- Voy a estudiar el encantamiento del guardian, quizás cambiando las cadenas de sitio podamos hacer que defienda una zona del templo. O quitarle esa maldita preferencia por la sangre de elfo. Hizo una mueca acordandose de su experiencia. Con suerte hasta le gusta la sangre de reptil y todavia no lo sabe, haciendo una leve broma.

pues no se diga más, empecemos a buscar y armar las trampas lo mejor que podamos. - agrega Miller quien se dispone a apoyar a Xeross.

Todos estaban convencidos y preparados para la tarea que tenían por delante, estar ociosos hubiera sido peor, pues las dudas se pueden instalar cuando no tienes la mente ocupada por otra cosa, fortificar la zona seria agotador pero necesario. Y ahora que junto al amanecer sintió la presencia divina de una manera como no la había sentido nunca, del aire empezó a formarse la figura luminosa al principio y luego en majestuosa carne de un impresionante caballo, seguramente un regalo de la diosa por su comportamiento, el animal era muy bello y en su mirada se podía observar su inteligencia, la conexión entre ambos era clara y Rania la recibió gustosa.

- Creo que te llamaré Amanecer, por tu rubio pelaje y el momento en el que has llegado, ahora con tu fuerza podremos preparar el terreno mejor, espero que no te asuste trabajar un poco - mira al resto de sus compañeros alegre por la llegada de su montura - adelante no tenemos tiempo que perder.

La broza es el guardián, además quemarlo no serviría de mucho ya que es un monstruo resitente al fuego.

El guardián tiene 4, si le sacas 3 solo podría controlarlos 1 oerdona, pero está tendría que hacer las pruebas de voluntad sólo, con todo lo que esto implica.