Partida Rol por web

- Recuerda que esta era una fortaleza de hombres libres que tenían más cerebro que un simple orco. Así que habrán pensado en una salida de este lugar. Tiene que haber una entrada secreta o algún camino oculto que podamos encontrar -dijo Gwalin sin perder la esperanza de salir de ahí.

Acto seguido se puso a buscar alguna pista que diera con lo que acababa de decir.

Por más que Gwalin buscó, no encontró la pueera secreta que estaba buscando.

La breve batalla contra el troll había sido costosa, pero gracias a la intervención de Kara la cosa no había terminado peor. Ahora todo se decantaba por conseguir encontrar una puerta secreta, construida por los antiguos habitantes del lugar.

- Sino encontramos la puerta, toda la expedición habrá sido en balde.

Mmmm, Si viste en tu sueño que había una puerta, debe estar por aquí! Dejadme que mire, quizás se nos haya escapado algo. Si no encontramos nada, recurriré al poder de Durin para buscar la entrada. Comenzando a investigar en la zona la posible entrada.

La formación rocosa es idéntica a la de tu sueño.

Tras alguno minutos de examinar la piedra, de pronto la sacerdotiza parece recordar algo muy importante, un mensaje del divino Durin, es así como susurra una palabra inaudible a la pared de piedra, la misma que cambia de forma revelando una enorme puerta de piedra frimemente cerrada.

En el centro de aquella puerta podía verse un pequeño agujero, dicho agujero tenía la forma de una cerradura de fina manufactura.

-¡¡Todos dentro!! ¡¡yo protegeré la entrada y mientrads entráis!!

El veterano enano gritó a sus compañeros para que se dieran prisa y entraran por la puerta que acababa de abrirse ante el susurro de Kara. Estaba claro que ella también había tenido los sueños premonitorios que todos habían sufrido, donde les mostraba el camino a seguir.

Con la apertura de la puerta, ya teníamos el camino marcado, Gwalin azuza al grupo para que cruce el umbral, mientras él cierra la marcha. En cualquier momento los orcos podían darse cuenta de nuestra presencia y los tendríamos encima en seguida. Cruzo las puertas y me preparo por si hay algún enemigo esta esperando por nosotros.

- Esta bien, vamos a ello.

-¡¡LA LLAVE!! ¡¡LA LLAVE!!

Los gritos de Gwalin dejaban a las claras que necesitaban la llave que habían encontrado debajo del árbol para poder entrar. De momento todo concordaba y parecía que les guiara hacia su destino.

-¡¡RÁPIDO, O NOS HARÁN PALILLA SI NOS ENCUENTRAN!!

Que el portador de la llave la abra! Exclamó airada la enana, ante la urgencia de ponerse a salvo y evitar a las huestes enemigas.

Sacando la llave de una de las bolsas que cuelgan a mi espalda, la acerco hacia el marco de piedra que ante nosotros se abre.

- Espero que con esto sea suficiente. Sino nos habían visto ya los orcos, ya no nos verían. - Y ahora con presteza para dentro.

Un giro completo a la izquierda y la cerradura cruje expulsando la llave que cae a los pies de Imrak, mientras la puerta se abre lentamente, al tiempo que un rugido de guerra resuena a la distancia.

Los hijos de Durin se cuelan rápidamente al interior de la montaña mientras los orcos se lanzan en su persecución. Sin embargo, todo esfuerzo de los orcos es inútil, pues ciando el último de los enanos cruzó la puerta, esta se cerro de golpe.

El pasillo era oscuro y un tanto estrecho, pero los enanos podían avanzar sin detenerse.

Con un gran estruendo la puerta se cerró a las espaldas de los aventureros. El tránsito de pasar de un lugar a cielo abierto a una gruta oscura no afectó mucho a los enanos, que por su condición racial estaban acostumbrados a moverse por estos lares.

Aun así debían ser precavidos, pues no conocían estos pasillos subterráneos y era posible que hubiera trampas, grietas y otros posibles peligros.

- No paremos, sigamos adelante. Pero estad atentos de lo que nos podamos encontrar y de las pistas que podamos ver. Quien haya construido esto seguramente también hizo algo por si se colaba algún indeseado.

No he acabado de recoger la llave del suelo, cuando Gwalin ya se interna por el corredor que se a abierto ante nosotros. Empiezo a seguirlo cuando el se queda parado, sin notar este cambio en su paso, lo adelanto internándome mas en el corredor.

- Ya se ha cansado, Gwalin.  

Al ver que Imrak le adelantaba el veterano guerrero gruñó pero siguió al joven, mientra le sermoneaba.

-Grrrmmmmmmmmmmm. ¡He dicho con cuidado, no a la carrera! ¡¡Y NO ESTOY CANSADO!!

Gwalin siguió a Imrak, siendo el segundo en recorrer los pasillos. acostumbrados a la falta de luz, los enanos se movían por esos túneles como si fuera su casa.

La cautela de Gwalin y Tolgur demostró ser más que necesaria, pues le permitió a los viejos enanos evitar el disparador de la primera trampa. Sin embargo, Imrak no corrió con tanta suerte.

La vehemencia propia de su juventud lo llevó a pisar el cable disparador de la trampa, afortunadamente sus reflejos le permitieron evadir las tres lanzas que amenazaban con abrirle la cabeza, la misma suerte corrió Dolil.

Lamentablemente los reflejos de Kara no fueron tan rápidos.

El veterano guerrero estaba vivo a pesar de su longeva edad por la experiencia que tenía y eso le hcía haber vivido muchas situaciones que se podían repetir a lo lardo de otras aventuras. Éste era uno de esos casos en los que esa experiencia le daba la razón. Cuando Gwalin les dijoq ue no hacía falta correr y menos sin mirar por dónde se pisaba, tenía su sentido: tener cuidado de las posibles trampas.

Los más jóvenes e impetuosos a la par de inexpertos, siempre ávidos de emociones, corrían pasillo alante sin tener cuidado de lo que pudieran encontrar. Lo malo es que se metieron de lleno en las trampas puestas. Por suerte para Imrak y Dôlil quienes se salvaron por poco de las lanzas que salieron de la pared. Lo peor fue para Kara, que una de esas lanzas le dio de lleno en la cabeza.

Gwalin, al ver caer a la muchacha con la tremenda herida, corrió a socorrerla.

-¡¡Kara!! ¡¡Malditos sean los orcos!!

El guerrero se acercó y se arrodilló a su lado. Al momento tenía un trapo para taponar la herida y cortar la hemorragia. La herida era muy fea y si no hacían algo pronto, la mujer enana se moriria desangrada.

-¡¡Ayudadme!!, consigamos que no muera. No es honroso que un enano muera por una trampa...en un combate vale, pero no por una sucia trampa.