Partida Rol por web

Cada vez se volvian mas agresivos en sus caricias, con tus manos pudiste notar como ya estaban mas que excitados y apunto para ti, algun que otra jadeo salia de sus labios mientras los tocabas sobre la ropa.

Finalmente Bardas no aguanto mas y te levanto por los muslos guiñandole un ojo a Erick uqe va cerrando las luces y puertas a vuestro paso.

Bardas te deja sobre la cama y comienza a desnudarte mientras Erick entra y empieza a Devorar tus pechos con ansia.

No me quejé cuando Bardas me levantó, acostumbraba a moverme como una muñeca y me gustaba que lo hiciera, aunque en aquel momento la verdad es que tampoco me iba a quejar por nada.

Me eché a reir divertida cuando me dejó caer en la cama, aunque cuando Erick comenzó a jugar con mis pechos dejé de hacerlo, aunque no dejé de sonreir.

- No sabéis cómo sois capaces de ponerme.. - Dije mientras Bardas acababa de desnudarme.

Agarré a Erick por el pelo para levantar su cabeza y meter mi lengua en su boca. Mis manos pasaron a comenzar a quitarle la ropa, a la par que cuando me quedé desnuda, llevé mi pie a la entrepierna de Bardas, quedándome en una postura bastante cómica sobre la cama.

Erick deja de besarte y va hacia tu cuello para morderte y susurrarte al oido - ¿Que quieres esta vez Cloe...? ¿Que deseas de nosotros...? Pide lo que mas desees Cloe... - Su tono era tan sujerente que casi podia darte escalofrios, tus mas oscuras fantasias comenzaron a invadirte queriendo pedirles cosas que jamas serias capaz de decirles en otra situacion.

Bardas por su parte se desprende de la ropa y antes de que puedas hacer nada tus piernas se abren y la lengua de este comienza hacerte ver las estrellas.

Con Erick aún susurrando en mi oído de aquella manera tuve que soltar un gemido, pues la lengua de Bardas ya estaba jugando entre mis piernas, pero ya había pedido lo que realmente me apetecía la otra ocasión y para esta no es que tuviera nada pensado.

- Creo que esta vez los que deberíais pedir sois vosotros.. podéis pedirme lo que deseis y podeis cogerlo si preferís..

Otro gemido escapó de mis labios, para después acercarme denuevo a los labios de Erick y morderlos, pues sus palabras me habían excitado tanto como la lengua de Bardas entre mis piernas.

- Hoy debería pedir el cumpleañero ¿ no crees Bardas? - Pregunté en alto después para que Bardas pudiera escucharme.

Casi no te dio tiempo a reaccionar, en un segundo Erick te habia puesto a Cuatro patas sobre la cama dejando tu rostro ante aquel enorme miembro que se alzaba entre sus piernas dejando claro que queria para empezar, en su irada casi no lo reconocias un ardor animal brillaba en el como si de Bardas se tratara, sabias que te deseaba por encima de todo y ahora lo veias...

Tras De ti Bardas te agarro de la cadera y comenzo a rozar su miembro en tu sexo y trasero anunciando lo que haria en unos segundos.

Ver aquella mirada de Erick me hizo sonreir mientras no apartaba mis ojos de su enorme miembro, aunque al final elevé la vista para mirar a sus ojos.

- Tus deseos son órdenes... - mi tono fue entre juguetón y seductor, mientras Bardas se encargaba de rozarse entre mis piernas, lo que me hacía saber que no tardaría en follarme.

Sabiendo que el " trabajo " que tenía por delante iba a ser una árdua tarea, no me demoré en darle lo que estaba pidiendo, pues aquella noche complacería cualquiera de sus deseos, al menos, los que podía darle..

Como suponias Bardas no tardo en darte lo que estaba dejando caer que haria arrebatandote los primeros gemidos antes d eque tu boca se dedicara al enorme miembro de Erick, que solo con el roce de tu lengua ya jadeaba con impetu...

Las manos de erick se enredaron en tu pelo con fuerza mientras que las de bardas agarraban tus caderas y las movia a su antojo...

Creía que la vez que mejor me lo había pasado en cuanto a sexo se refería era la otra vez que habíamos estado los tres juntos, aunque lógicamente no se lo podía decir así a Bardas, pero es que me ponía loca sintiendo que aquellos dos hombres estaban ahí para mí y aunque ahora prácticamente era yo la que estaba para ellos, seguía poniéndome igual de cachonda.

Bardas no tardó en meter su miembro en mí y gemí cuando lo hizo, pues a esas alturas ya estaba caliente y mojada para él y Erick.. su increíble miembro estaba justo delante de mi boca, y mi lengua lo recorrió con muchísimas ganas, aunque sabía lo incómodo que sería. De todas formas, el ver como le excitaba aquello me hizo poner más empeño en lo que hacía y comencé a hacerle la mejor felación que pude, cosa no demasiado sencilla con aquel enorme aparato que tenía..

Erick no dejaba de mirarte con la mirada animal que te miraba siempre Bardas era como si hubieras despertado su bestia interiro y la rudeza de un hombre apareciera en quel dulce niño ahora ya convertido en hombre. Notas como se contiene de no mover la cadera pues sabe que puede incluso hacerte daño con semejante aparato, lo mas provable es que sea algo que aparte de ti ninguna mujer le haya echo.

Bardas por su parte comienza un ritmo que hace que te cueste horrores no apartarte del miembro de Erik para gemir como una gata...

Sin duda ver aquel semblante que tenía Erick me sorprendió y aunque ya sabía lo apasionado que podía llegar a ser, jamás pensé que fuera a ser un hombre uqe pudiera llegar a perder la compostura ni en la cama, y aquella expresión que tenía ahora, me decía que estaba totalmente equivocada, eso o que no podía ni imaginarme las ganas que tenía de volver a tenerme para él, aunque fuera compartida.

Bardas iba a su ritmo y me estaba haciendo no poder contener gemidos de vez en cuando, pero estaba empeñada en darle a Erick todo lo que quisiera aquella noche, pues era él quien debía disfrutar por ser el que celebraba cumpleaños, así que aún puse más empeño en lo que hacía, queriendo que gimiera para mí, volverme aún más loco de lo que su expresión me decía que lo estaba volviendo.

No podía usar mis manos pues con Bardas así tenía que mantener el equilibrio sobre la cama así que mi lengua acariciaba aquel tremendo miembro mientras mis labios y mi boca trataban de ponerle más a tono.

Llega un momento que Erick ya no puede mas y te aparta haciendo que con un movimiento de "empujarte" Bardas te penetre con mas profundidad, en ese momento te agarra con fuerza y su mano bionico te levanta dejando que veas a Erick delante de ti acercandose - Nena... ¿Quieres que te volvamos a follar a la vez..? - Pero ams que una pregunta parecia un anuncio de lo que hiba a ocurrir como para ponerte mas caliente.

Cuando Erick esta lo suficientemente cerca, Bardas la saca de tu sexo y comienza a penetrar tu ano de forma mas pausada para que con las manos de ambos sobre tu cuerpo notaras como aquel miembro enorme comenzaba a entrar tambien en ti.

Mi cara reflejó mi excitación ante esa pregunta, sin que hiciera falta una respuesta, pues ambos habían visto lo que me gustó la otra vez, pues me hicieron gemir como nunca lo había hecho, pero de todas formas respondí, aunque lo hice dejando escapar un gemido primero por aquella intervención de Bardas.

- Hoy eliges tú.. - simplemente repetí lo que ya le había dicho, como si yo simplemente estuviera allí para complacerle y bueno, Bardas parecía el encargado de complacerme a mí, así que se haría lo que Erick quisiera. Sólo por ver la expresión que tenía su cara..

Cuando comencé a notar como ambos hombre me llenaban dejé escapar el aire de mis pulmones. La primera sensación era molesta, pero cuanto más dentro entraban mejor me hacían sentir, más placer y eso que tener a Erick dentro ya era sentirse llenísima.

- Uff... pero cómo me gusta que hagáis esto! - exclamé sin poder remediarlo.

Pasais el resto de la noche repitiendo e inovando partes de la noche que habiais pasado juntos, ellos no te dejan ni a sol ni a sombra, pierdes la cuenta de los orgasmos y de las veces que pensabas que el cuerpo no te iba a dar para mas, finalmente quedais rendidos entre besos en la cama mientras escuchas como Bardas te susurra... - si para oirte gemir asi tengo que compartirte con el mocoso lo hare cada dia... - Por su parte Erick no dice nada, solo sonrie ampliamente.

Ni que decir tiene que disfruté con aquello como la primera vez, quizás incluso más, pero había cambiado algo y quería decírselo ahora que tenía a ambos juntos y totalmente pendientes de mí, aunque estuvieran exhaustos, como yo.
Me puse de rodillas en la cama, mirando a ambos y sabiendo que posiblemente lo que iba a decir molestaría a Bardas, pero prefería ser sincera, pues lo había sido siempre y no serlo con mis sentimientos sería prácticamente mentirme a mí misma.

- Voy a aprobechar ahora para hablar con vosotros. Llevo unos días queriendo hacerlo, pero no me resulta fácil así que no me interrumpais ¿ vale? Si no os juro que os romperé una pierna aunque luego tenga que cudiaros.. - Mi cara incluso cansada mostraba que era una amenaza en toda regla. - Hasta hace unas semanas pensaba que sólo se podía querer a una persona.. - miré a Bardas con expresión de culpabilidad - pero ahora estoy segura de que os quiero muchísimo a los dos. Cuando tengo a uno cerca me falta el otro.. es.. esto va en contra de todo lo que he creído durante toda mi vida pero sois los dos tan importantes para mí que os necesito muy cerca. - No sabía cómo expresar aquello. - Sé que es como egoista por mi parte y entenderé que llegueis a enfadaros conmigo tras lo que estoy diciendo, pero creí que debíais saberlo, sobretodo tú. - Miré de nuevo a Bardas, como esperando a que estalla en uno de esos ataques de mal genio o alguna cosa así, pero sería injusto no decírselo.

Ambos te escuchan sin decir absolutamente nada, derrotados y con las manos tras la cabeza.

Para tu sorpresa Bardas no se sobresalta, solo arquea mas y ams las cejas cuando lo miras hasta que finalmente te dice - Ya se que quieres al mocoso, es normal - Dice dejando claro que no habia entendido muy bien lo que habias dicho. Por lo contratio Erick abrio mucho los ojos y se incorporo para mirarte - Insinuas... ¿Que estas enamorandote de mi tambien? - Pregunta sin tapujos sin apartar su mirada de ti con un brillo unico en los ojos y la esperanza erradiando de el.

Ahora por su parte Bardas si que se incorpora ante la pregunta del chico atando cabos.

Hubiera sonreido al ver la expresión de Erick, pues eso era precisamente lo que estaba diciéndoles o más bien intentándolo sin mucho éxito, pero ver como Bardas se incorpora me hizo bajar la mirada unos instantes, como si me avergonzara de lo que les estaba diciendo, como si supiera que seguramente Bardas no me perdonaría aquello en la vida, pero tenía que decírselo.

- Sí, eso estoy diciendo. Estoy enamorada de los dos..

Sin duda mis palabras sonaban a lo más raro que había dicho nunca, pero noté una liberación que hacía muchos días que no tenías.

A Erick se le ilumino del todo la mirada, el alma y todo su ser, no cabia en el gozo de las palabras que estaba escuchando y antes de que pudieras decir nada mas un acto involuntario le hizo abrazarte con fuerza y besarte con un cariño y una pasion increibles.

A su vez Bardas no dijo nada, simplemente se puso los calzoncillos y salio de la habitacion.

No pude vitar responder al abrazo de Erick y a su beso, pero al sentir como Bardas se levantada de la cama giré la cabeza y observé como se marchaba de la habitación.

- Parece que no puedo querer a nadie sin hacerle daño por ello.. - Dije casi en un susurro mientras mis ojos se llenaban de lágrimas pues era lo único que podía hacer en aquel momento. - Erick, creo que esta noche es mejor que vuelvas a tu habitación, por favor.. Me daré una ducha y me iré a la cama con May, le dejaré esta libre a Bardas..

Al menos aquella noche necesitaba pensar. Había pasado de ser una de las mejores noches de mi vida a ser una de las peores.

Erick te levanta el menton haciendo que le mires y sabiendo que se arrepentiria de lo que iba a decir pues simpre pensaba mas en tu felicidad que en la suya - No, ahora vas a ir a ver a Bardas y vas a dejarle claro lo que sientes por el, despues discutireir un poco, terminareis besaandos desenfrenadamente y yo ya estare en mi habitacion tirado en la cama ¿Entendido? - Te dice casi como una orden mientras se levanta para recoger sus cosas.

Volvía a estar confundida y además bastante, pero me aunque dudaba de si en ese momento era una buena idea hablar con Bardas, que creía que no, las palabras de Erick me hicieron entender que era lo mejor que podía hacer.

Me puse de pie y tras ponerme la camiseta únicamente me acerqué a Erick y sin decir nada besé sus labios de forma muy dulce y tierna, como todo lo que me inspiraba y acaricié su rostro con una mano cuando me separé de él.

- No estaba mintiendo cuando he dicho lo que he dicho. - Dije al separarme de sus labios. - No pido comprensión sino simplemente quería ser sincera con vosotros y no mentiros, sois tan diferentes y a la vez me haceis tanta falta.. - Suspiré pero miraba a sus ojos de una forma que no lo había hecho jamás, demostrando que mis palabras no mentían, que de verdad sentía muchas cosas por aquel hombre.

Me separé de él tras darle otro pequeño beso y sonreir por sentirme libre de poder hacerlo, siempre y cuando él lo aceptara claro y luego caminé en busca de Bardas hasta que di con él y antes de que dijera nada comencé a hablar.

- Lo que he dicho ahí no quiere decir que te quiera menos, sólo que mi corazón os quiere a ambos y que ya no sólo la niña tiene la necesidad de teneros a los dos cerca, sino yo también Bardas. Amo su parte dulce e inocente y tu parte salvaje y tu caracter aunque tenga que lidiar contigo. Sé que no tengo derecho a decir nada y supongo que te acabo de hacer muchísimo daño, pero quería que supieras que estaré a tu lado para lo que necesites, que aunque dejes de quererme o simplemente estés tan dolido como para seguir haciéndolo, me tendrás ahí, ayudándote en todo lo que necesites. Te quiero Bardas, ya lo sabes, y daría mi vida porque a ninguna de las tres personas de esta casa no le pasara nada.

Me quedé en silencio, esperando que dijera alguna palabra, aunque temía que sus palabras a la que dolerían serían a mí.