Partida Rol por web

Ya había hecho que mi camiseta acabara en el suelo y cuando los pantalones que llevaba puestos llegaron a mis tobillos me los quité y se los lancé directamente encima con el pie, quedándome en ropa interior.

- ¿ Te parece una buena forma de demostrarte que te quiero? - Pregunté mientras me agachaba moviendo las caderas para después girarme y quedarme de espaldas a él y luego desabrochar mi sujetados sin volverme y mandarlo al suelo.

Seguí bailando divertida por la situación, entretenida durante unos instantes y luego me di la vuelta y de un salto me bajé de la mesa hasta acercarme a bardas tan sólo con las braguitas que llevaba puestas. Me moví aún más al ritmo de la música, casi rozándole pero sin llegar a tocarle, simplemente tratando de ponerle tan sumamente cachondo que casi me pidiera que dejara de bailar y me acercara a él.

No e sque te pida que dejes de bailar es que antes de que puedas reaccionar te sujeta y te tumba an el sofa comenzanod a besarte y a tocar tu cuerpo como un animal en celo, como si necesitara tenerte mas que nada, como si todo su cuerpo te llamara...

- Nena... me poner como una moto... - Te susurra entre besos.

No pude evitar reirme cuando me cogió y prácticamente me derribó en el sofá y seguí haciéndolo aunque suavemente cuando comenzó a acariciarme y besarme de aquella manera, como si necesitara beber de mí y sentirme bien cerca, como si fuera una droga que necesitara probar continuamente..

- ¿ Entonces tú no vas a bailar para mí? - Puse voz de decepción aunque totalmente fingida pues sabía que antes se quedaría sin sexo que ponerse a hacer el tonto como lo había hecho yo. - Eso le quita toda la gracia.. vas a tener que esforzarte mucho más de lo habitual..

Moví la cabeza negando con ella, aunque tan sólo estaba provocándole, cosa que me encantaba hacer pues sus reacciones totalmente imprevisibles e instintivas me ponían increíblemente caliente.

- Nena... soy el hombre, no pienso bailar para ti pero si hacerte gritar de placer... - Tras esas palabras te levanto en peso colocandote en su hombro y os llevo a la habitacion donde te dejo sobre la cama y comenzo atar tus muñecas - ¿seras buena o tendre qeu atar tus tobillos tambien? - Pregunto en tono jugueton mientras te devoraba con la mirada.

- ¿ Y es que un hombre no puede bailar para mí? - Dije riéndome aunque tuve que dejar de hacerlo por unos instantes, ya que me volvió a coger en brazos, haciendo que recordara cómo llegué aquella primera vez a su casa.

Me dejó en la cama y le miré, para poder observar como aquella mirada me mostraba todo lo que me deseaba y sonreí al verlo y luego puse morritos.

- No sé si quiero ser ni buena ni mala ahora que sé que no vas a bailar para mí.. - Miré hacia otro lado, aunque se notaba claramente que estaba fingiendo, simplemente jugaba. De todas formas no opuse resistencia y me dejé atar. - Ya te he dicho hace un momento que ibas a tener que esforzarte mucho...

- Nena si despues de lo que voy hacerte no gimes te juro que cada noche bailo para ti - Te propone mientras comienza a desprenderte de las braguitas, separa tus piernas para comenzar una suave y mas que placentera masturbacion mientras mira tu sex embelesado, cuando nota tu excitacion en auje comienza a mordisquear tus muslos y a subir sis manos a tus pechos para finalmente comenzar hacerte el mejor cunilingus de tu vida.

No respondí a sus palabras pues sabía que me haria retorcerme de placer y seguramente pedir más y más, como hacía siempre, pero era agradable jugar y a ambos nos calentaba muchísimo hacerlo, además que era la primera vez que me ponía a quitarme así la ropa y había visto cuánto le había calentado aquello. Sin duda le había gustado muchísimo y a mí, verle así.

Intenté no gemir mientras me masturbaba, sólo para no darle el placer de que supiera cuánto me gustaba aquello aunque lo supiera y cuando su boca acabó ya entre mis piernas no pude contenerme más y tuve que gemir mientras mis piernas se movían de forma lenta, y mis caderas, aunque no podía mover las manos porque me las había atado primero.

- Creo que así..  - mi voz se entrecortaba - no hará falta que bailes.. Ummmm

Bardas no baja el ritmo ni un segundo, su lengua baila en tu sexo haciendo que te retuerzas de placer entre gemidos mientras sus manos castigan con amor tus pezones, haciendo que se endurezcan como nunca.

Tu mente se va y no eres consciente de nada de lo que sucede a tu alrededor...

Me dejé llevar por el placer pues era prácticamente lo único que podía hacer en esa situación y gemí sin cortarme ni media pues sabía perfectamente que era precisamente lo que quería conseguir y a mí me encantaba que me hiciera gritar como una aiténtica loca. Empezaba a ser adicta al sexo en aquella casa.

No tardé mucho más en llegar al rgasmo y prácticamente se me debió escuchar gritar por toda la casa mientras podía intuir como Bardas sonreía interiormente al ver lo que había conseguido.

- Cualquier día me volverá loca de verdad..

Tras hacerte llegar al climax se aparta de ti un solo sengundo apra mirarte con una enorme sonrisa, tras ello no te da descanso altuno y antes de que puedas decir nada notas como levanta tus piernas poniendolas en tus hombros y comienza a penetrarte con ansia...

- Dios Cloe... como me gusta estar dentro de ti... - Te susurra con la voz entre cortada e intentando controlas jadeos.

No me dejó descansar ni un segundo así que cuando quise darme cuenta estaba haciéndomelo de aquella forma ardiente que tanto me gustaba, aunque me había convertido en una pelotita bajo su cuerpo, aunque no era algo que me molestara demasiado tampoco.

- Creo que no tanto como a mí que estés.. - Dije gimiendo mientras me embestía.

Así trataba de recoger mis piernas más para que tuviera que echarse aún más sobre mí.

- Házmelo más fuerte Bardas..!! - Mi voz sonó como una orden y eso que era yo la que estaba atada.

Escucho tus palabras y antes de que pudieras pedir mas te corto la respiracion con una fuerte embestida, sus manos apretaban tus pechos y tus pezones se sentian tirantes en todo momento, no te dio tregua y no paro ni un momento haciendote alcanzar deliciosos orgasmos gruñendo para contener su climax...

Dios nena... no puedo mas...

Con su aguante que me dijera que no podía más tampoco es que fuera un problema, ya que cada vez que lo decía, yo ya había tenido los suficientes orgasmos como para que tan sólo quisiera que terminara él. Además que la postura tampoco era la más cómoda del mundo, eso seguro, al menos para mí, ya que seguía siendo una bolita bajo su cuerpo.

- Pues córrete Bardas.. quiero ver esa cara de placer..

Ya le había dicho muchas veces que lo mejor de que se corriera era ver la cara que me ponía cuando lo hacía.

Viste y notaste como antes de proseguir tiro de las cuerdas para desatarte y en un movimiento brusco ponerte sobre la cama a cuatro patas, agarrando con firmeza tus caderas y volviendo a embestirte con ansia - Oh! Siii! - Lo notaste completamente dedicado, con una mirada de animal increiblemente sexy, tan desbocado que incluso se tomo la libertad de propinarte un par de azotes justo el segundo antes de que notaras como terminaba dentro de ti.

Finalmente se dejo "caer" sobre tu espalda acariciando ahora si con mimo tus pechos.

Noté como se corría, aunque no pude ver su cara, sabía exactamente qué expresión había puesto al hacerlo y eso, me hizo sonreir, mientras sentía como me llenaba y escuchaba como gemía. Adoraba aquello.

Tardé un poco en poder recuperar el aliento, pero no me moví porque me gustaba recibir sus mimos, así que continué a cuatro patas sobre la cama con él encima.

- ¿ Sabes? Creo que nunca me cansaré de que me folles.. - dije sin ningún tapujo, aunque sabiendo como era Bardas eso se lo tomaría como algo tremendamente romántico, pues era algo así como las frases que usaba él para decirme que le gustaba o que me quería, aunque de vez en cuando trataba de esforzarse un poco más.

El dia sigue de forma tranquila y a la hora de comer llega May del colegio como siempre, erick hasta la noche no pasaria por casa, notas que bardas esta mas relajado pero no puede evitar el pensar en esta noche no sabes si teme que te entregues a Erick y a el lo dejes a un lado...

May decora la casa contenta y dando saltitos con la ayuda de su padre.

Pedí a Susan que pidiera algo de alcohol y las cosas para hacer una cena especial y una tarta y aunque sabía que Erick me miraría incluso mal cuando viera aquella cena, era lo menos que podía hacer. Además que a May se la veía ilusionada con tener que prepararlo todo, así que el resto de la tarde lo pasamos preparando una cosa y otra.

Estaba viendo que Bardas quizás pensaba demasiado y eso me hacía sentir un poco incómoda, pero no quise hablar del tema, a fin de cuentas, desde que habíamos estado los tres juntos había pasado como un mes en el que tan sólo me había entregado a él. Además, era imposible saber cómo acabarian las cosas a la noche.

Una vez estuvo todo listo me puse a jugar un rato con la pequeña, esperando a que Erick llegara del trabajo.

Finalmente llegaron las nueve y la puerta se abrio con Erick entrando por ella - Papiiiiiiiii - Frito May para acercarse corriendo a el y saltarle encima - Feliz cumpleaños papiiiiiiiiiiiiiiiii - Repetia la niña tan contenta que era imposible enfadarse cone lla por querer celebrar algo asi.

Erick te mira y suspira resignado a que tiene que disfrutar de eso por May.

Sonreí al ver como May saltaba sobre Erick de aquella forma tan cariñosa y miré la escena durante unos instantes, incluso para ver la resignación de él en sus ojos cuando me miró. Giré la cabeza para mirar a Bardas unos instantes, sin borrar la sonrisa y luego me acerqué a Erick y a la niña y les abracé yo también a ambos, dando un suave beso en los labios a Erick, aunque apenas fueran unos segundos.

- Felicidades Papi! - Dije con el mismo tono de felicidad que usaba May. - Erick deja tus cosas, ponte cómodo, lávate las manos y a la mesa.. Toca cena especial y las niñas nos hemos pasado toda la tarde en la cocina.. incluso Bardas y May han decorado todo..

Sonreí mientras les soltaba del abrazo.

- No puedes escaquearte.. - susurré mientras ponía una sonrisa perversa y comenzaba a sacar la comida sobre la mesa.

- Vamos! Todos a lavaros las manos!! Que esto se enfría!!

Todos te obedecen y finalmente terminais en la mesa cenando de forma amena, Bardas comienza a relajarse un poco mas y parece que ha dejado en algun lado la tension que tenia todo el dia, May no deja de reir y hacerle preguntas a Erick.

- Papis ¿Vosotros haceis el amor? - Os pregunta sin mas dejandoos a cuadros mientras os mira a los TRES.