Partida Rol por web

La tijera se clava fuertemente en mí produciéndome un dolor muy agudo. Me dejo caer en el piso en el momento en que miro con odio a David, quien me ha atacado.

Una furia me inunda pero me cuesta moverme. Todo esto se iba de mis manos pero el odio seguía guiando mis actos.

- No te muevas imbécil, me las vas a pagar, me las vas a pagar el doble de lo que me has hecho.

Paralizada… agarrotados los músculos y las ideas por aquella extraña sensación de aversión… por la lucha interna y el instinto de supervivencia… por ese “ella o yo” primitivo.. apenas podía escuchar las voces a mi alrededor mientras mi mirada se perdía en aquel rojo que manaba de Lorelei… Corrompida… corrompida… Ella había intentado matar a Bobe… ella…

Agité la cabeza intentando ordenar los pensamientos… Dos bandos.. dos bandos enfrentados sin remisión y sin final… porque eso era el equilibrio… porque eso era lo que había dicho Bobe… Y aquello me asustaba.. mucho…

La voz de Natalia imponía cordura… Increíble.. sorprendente… pero así era… Y casi la miré agradecida… para negar con la cabeza un segundo después.. porque no.. no podía ayudar a Lorelei.. todo mi cuerpo me gritaba que no lo hiciera… todo mi instinto… No…

La voz de Anwen me despertó del letargo… y la miré con la preocupación en la mirada… con el labio entre los dientes…

No… No hay mucho más que hacer… la mujer negra continuaba despotricando y amenazándonos… No debiste quitarle las tijeras del pecho… eso aumentará la hemorragia… miraba a la mujer morena que se había arrodillado junto a ella… Aprieta… aprieta fuerte la herida… no debe ser muy grave.. no podría hablar así… si lo fuera… pero hay que desinfectarlo… y darle puntos… y sacarla de aquí… aunque esa herida no sea mortal… la pérdida de sangre sí lo es… Sentía la boca amarga… el mal presentimiento… Sin saber muy bien por qué aquella Lorelei me erizaba la piel… y me hubiera gustado pensar que estaba sugestionada… que Bobe me manipulaba… pero no… aquel instinto, era el mío…

No te acerques a ella… Anwen… no lo hagas… el susurro se vertió a su oído… y cogí aire con fuerza… para volver a centrarme en la mujer que intentaba ayudar a la asesina…

Tienes que sacarla de aquí… pero no podréis escapar de esos que dices que hay fuera… Dime… sabes dónde están? Cuántos son?... yo… yo… el recuerdo del “viaje” anterior se dibujaba en mi cabeza… Yo puedo ir.. a mirar… sin ir… Sentía las mejillas ruborizarse… por qué?? Por qué me avergonzaba de decir lo que era una completa locura? Por qué iban a pensar que estaba loca?? Una chica acababa de convertirse en árbol ante nuestros ojos…

Os podemos ayudar contra ellos… Yo le vi… Parecía tan cruel… no volváis con él…

Paralizada… agarrotados los músculos y las ideas por aquella extraña sensación de aversión… por la lucha interna y el instinto de supervivencia… por ese “ella o yo” primitivo.. apenas podía escuchar las voces a mi alrededor mientras mi mirada se perdía en aquel rojo que manaba de Lorelei… Corrompida… corrompida… Ella había intentado matar a Bobe… ella…

Agité la cabeza intentando ordenar los pensamientos… Dos bandos.. dos bandos enfrentados sin remisión y sin final… porque eso era el equilibrio… porque eso era lo que había dicho Bobe… Y aquello me asustaba.. mucho…

La voz de Natalia imponía cordura… Increíble.. sorprendente… pero así era… Y casi la miré agradecida… para negar con la cabeza un segundo después.. porque no.. no podía ayudar a Lorelei.. todo mi cuerpo me gritaba que no lo hiciera… todo mi instinto… No…

Anwen me despertó del letargo con sus palabras… y la miré con la preocupación en la mirada… con el labio entre los dientes… ella no había movido los suyos... Cómo la había oído?... Eramos una... en dos... tenía que protegerla... cómo hacerle entender?

Imagenes de todo lo estudiado me recorrían... la sangre de aquella mujer seguía derramandose y yo podía ayudarla... yo debería haberla ayudado.. pero... No... no.... Sentía la boca amarga… el mal presentimiento… Sin saber muy bien por qué aquella Lorelei me erizaba la piel… y no movería un dedo por ella.... Algo me avisaba... algo me lo impedía... y el sentimiento era tan fuerte... Era una certeza... No.. no debía ayudarla... No quería ayudarla... No...

No te acerques a ella… Anwen… no lo hagas… el susurro se vertió a su oído… y cogí aire con fuerza… para volver a centrarme en la mujer que intentaba ayudar a la asesina… Ella buscó su destino al atacar a Bobe... ella empezó esta guerra... ella la eligió.. No lo veis?? Natalia tiene razón... Podríamos habernos unido contra aquel que os hizo esto... podríamos haber vencido... Aún estamos a tiempo...

La mirada se me llenó de aversión al mirar a Lorelei... Ella ya ha elegido... Qué eliges tú?

Durante unos segundos me perdí en la mirada de aquella otra mujer... buscando la respuesta... buscando su elección... La lucha se había iniciado, ya no había marcha atrás... era hora de escoger un bando... Quieres huir de él?... dime dónde están... Cuántos son?... yo… yo… el recuerdo del “viaje” anterior se dibujaba en mi cabeza… Yo puedo ir.. a mirar… sin ir… eso creo.. puedo.. intentarlo... Sentía las mejillas ruborizarse… por qué?? Por qué me avergonzaba decir lo que era una completa locura? Por qué iban a pensar que estaba loca?? Una chica acababa de convertirse en árbol ante nuestros ojos…

Te podemos ayudar contra ellos… Yo te vi allí... esposada… y le escuché a él. Parecía tan cruel… no vuelvas allí… no te dejes vencer sin pelear.. ahora es tú oportunidad...

Natalia mira sorprendida a su amiga, no puede crrer lo que ve.
pero despues piensa

no sé realmente de que me asombro si todo lo que pasa aquí es rarísimo

su cara vuelve a tener un gesto aliviado pero no olvida que a Bobe la llevaron inconsciente.
ni la curación de la mulata ni las hojitas de la rubia, ni el fuego que en su momento despedía David ya le parecen extraños... espera cualquier cosa a partir de ahora.

Loreley estás bien, que bueno! espero que ahora pienses en lo que hiciste

Natalia se había quedado mirando a la negra como si todo estuviera bien, con una cara de alivio total como si todo ya hubiera pasado, ahora se acercaba unos cuantos pasos y decía en voz alta Loreley estás bien, que bueno... Qué parte no estaba entendiendo?, por qué decía que ella estaba bien si aún seguía tirada en el suelo desangrándose mientras su amiga intentaba ayudarla.

Oigo a mi hermana hablarme mientras me mira directo a los ojos, nada de lo que estabamos viviendo podía ser real. ¿Por qué no podía despertarme en casa como una de tantas veces y gritar para que mamá viniera corriendo y me dijera que todo era una fea pesadilla.

La mujer que se convertía en planta, Aimé que me hablaba sin hablarme, la vieja que ahora yacía sobre la camilla de dos enfermeras que estaban tan locas como la propia idea de mi hermana de ir a verificar algo sin ir. ¿Pero qué pasaba con todo el mundo? ¿Es que este lugar era un psiquiátrico y yo no me acostumbraba a la idea de que alucinaba cosas?... Nada me cerraba. Nada era concreto y nada me hacía pensar que todo iba a cambiar.

Un mareo recorre hasta el último y más erizado pelo de mi piel, la misma piel de mi hermana, blanca y sin una sola marca. El tiempo había sido tan dichoso con ella como conmigo, nuestras caras demostraban jovialidad y alegría... eso, claro, mucho antes de que el mundo se volviera contra nosotras para que nos enfrentemos a fenómenos antinaturales que me hacían pensar que todo esto era una novela de Stephen King.

Nada de aquello estaba preparado para cambiar, y mi hermana ahora seguía una actitud egoísta, una actitud que no entendía y que no era típica de ella. Decía que no quería ayudar a Loreley, cuando bien sé que eso no lo hubiera dicho ella, porque tampoco lo hubiera dicho yo. Es en este momento en el que me pregunto si mi hermana será realmente mi hermana.

Por otro lado estaba esa chiquilla rubia de buena vida que al parecer no tenía en su experiencia vital nada más importante que cosméticos y ropa de modelaje. Ella también estaba loca. Ella aseguraba que Loreley estaba bien cuando bien podía ver que la pobre niña se encontraba tendida en el suelo desangrándose en manos de la otra mujer.

Por otro lado...

Un viento con olor nauseabundo recorrió mi nariz y entró por mis fosas nasales dándome arcadas. Un sentimiento muy parecido al que podía percibir cuando nuestras enemigas caminaban esposadas dentro de aquella mansión a más de diez mil kilómetros de donde me encontraba ahora, me hizo doblarme sobre mis rodillas y rogar no desaparecer nuevamente... o lo que era peor: no aparecerme en cualquier otro lugar.

Mi hermana se desfiguró a mi lado, perdí el foco y sentí el piso desaparecer debajo de mis pies. La muchacha de color también quedaba atrán mientras veía llegar la nada otra vez, lamentablemente mi hermana no estaba allí.

Nataliya no tiene ningún plan. Sólo está bajo la influencia de un ataque de pánico. Si querés, para no complicarla, podemos hacer que corra por algún pasillo hacia el interior del edificio, en vez de salir a la calle.

Vamos a tirar el "famoso" "Par - impar" Par va hacia el exterior, Impar hacia el interior.

 Bueno, huye hacia adentro.

Levanto la mirada para oír la voz de la que había sido mi amiga de toda la vida
¿ Bien? ¿Dónde se me ve bien? Malditaaaa... malditaaaaa!, esto es tu culpa, si no te hubiera acompañado a comprar ese reloj de miérrrdaaa...

La odiaba con toda mi alma, la odiaba por separarme de mi familia y luego dejarme tirada, como si yo no existiera... dejarme ir sola. Eso no podía ser mi amiga. Ya no tenía amigas, ya no tenía a nadie.

Apoyo la palma sobre el piso para darme soporte e intentar levantarme. Quería matarla, pero me era físicamente imposible.