Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 1: Rastros imposibles

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14/02/2019, 23:24
Leofred

Turno 114

La cena fue frugal y sin muchas ceremonias o conversaciones, y la comida fría no ayudaban precisamente a animar el ambiente. Leofred se consolaba con el pensamiento de que al menos haría la primera guardia, pues así no vería interrumpido su sueño en mitad de la noche.

No había mucho que hacer, pero sobre todo el bardo no quería dejar pasar la oportunidad de practicar con la fídula mientras la pequeña hoguera le proporcionase algo de calor en los dedos; la música era una amante exigente. Sin embargo, ni siquiera él era tan necio como para organizar una jarana en mitad del silencio de la noche, de modo que puso sus guantes bajo las cuerdas convertidas en unas bolas de tela que ahogarían el sonido antes de comenzar a tocar una melodía muy simple a bajo volumen, tanto que apenas se le podía llamar música, pero que al menos le servía para no perder destreza por falta de práctica. Aquél ejercicio le duró desde terminada la cena hasta que la hoguera dejó de dar calor.

Leofred se despidió de sus compañeros cuando estos se metieron en las tiendas, y se preparó para pasar un par de horas al raso.

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14/02/2019, 23:46
Leofred

Turno 114

Previsor, el bardo había preparado de entre sus bártulos una manta grande para sobrellevar las horas más frías de la noche y una antorcha que había dejado cerca suyo, aunque apagada, por si era necesaria. Por suerte también tenía un saco de dormir que lo mantendría caliente cuando terminase su turno de vigilancia.

Como era de esperar, el Dúnadan dejó de concentrarse en su labor de guardia muy pronto. Aquél era en parte el problema por el que los suyos finalmente habían accedido a dejarle marchar a ver mundo; a Leofred le costaba mucho comprometerse con una tarea que no le resultase emocionante o intrigante constantemente, y la vigilancia nocturna no se destacaba por ser ninguna de las dos cosas.

- Mucho me temo que tenemos más posibilidades de ver estrellas fugaces esta noche que de toparnos con algo que nos quite el sueño. - Comentó Leofred distraidamente al darse cuenta de que se había quedado mirando a las estrellas nocturnas. Pensó por un momento en lo que les esperaba más adelante, encontrarse con los orientales tarde o temprano, y le embargó la curiosidad. - Larrid, vos habéis visto a los orientales de primera mano. ¿son tan salvajes como se dice? -

- Tiradas (1)
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15/02/2019, 00:02
Gwalin

Turno 114

Gwalin miró a Grimbeorn y asintió ante la propuesta de éste. La noche sería larga pero con compañía siempre se hacía mucho más llevadera. De todas formas pasaría dos noches seguidas de guardia con tal de no volver a meterse en la gabarra.

Solo el hecho de acordarse del viaje en aquella embarcación y que aun le tocaba vivir otro día de suplicio hicieron que aflorara el típico gruñido del veterano guerrero.

-Gggrrrrrmmmmmmmm -emitió de modo largo y profundo mientras entrecerraba los ojos y se giraba para mirar a la embarcación.

-Bueno -cambió de pensamiento-, sigo teniendo bastante tabaco, por si alguien quiere fumar un poco. No hay nada como fumar una buena pipa sentado al lado del fuego, con la tripa llena, bueno compañía y... y en tierra firme.

Dijo sonriente, mientras sacaba la bolsa y la dejaba al lado del fuego para que quien quisiera se sirviera.

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15/02/2019, 11:46
Freagulf

Turno 114.

Fragulf escuchaba, mientras atendía a las monturas. Le agradaba hacerlo y no era una dedicación que le restase mucho tiempo, pero había que hacerlo. Bueno, un poco de tiempo si, y el frotar el suelo, para limpiarlo, cansaba los hombros. Entonces hizo una parada, y como antes, al que más se seguía escuchando era a Maese Gwalin. Usó el astil del cepillo a modo de apoyo, para descansar un momento ... y claro:

~~y... y en tierra firme.

No dudó en protestarle: - ¡Te he oído!. Y tras remugarle al enano, continuó cepillando el suelo, con más aínco y cabreo por el comentario.

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15/02/2019, 11:51
Hallfrid

TURNO 114

El último recodo del río todavía tenía reservadas unas cuantas sorpresas desagradables para la expedición. Y antes o después, casi todos termiaron con alguna porción de su anatomía castigando las húmedas tablas de la cubierta.

Sin embargo, el joven campesiono parecía haberle tomado el tiempo al rítmico bamboleo de la nave, y ni siquiera los violentos viandazos que la castigaban de tanto en tanto conseguían tomarlo por sorpresa. HALLFRID había encontrado una sólida posición donde asentarse, apoyado entre algunos barriles y aferrado a unas sogas que sotenían cajas y objetos diversos, y ni los golpes más duros consiguieron moverlo.

Durante algunos breves pasaje, el muchacho incluso se permitió disfrutar un poco el viaje, observando maravillado la interminables praderas y colinas que se extendían allí donde alcanzaba la vista.

Había andado a pie todo el trayecto hasta Edoras. Y luego otra vez andando hasta Tir Anduin, siempre intentando seguir el ritmo de las caravanas que debía de proteger. Había sido un trayecto larguísimo, donde apenas si se había detenido alguna vez para descansar. Así que era la primera vez que podía simplemente sentarse a contemplar el paisaje...

Cuano por fin llegaron a tierra, HALLFRID demoró algún tiempo para calzarse la cota de malla y las demás protecciones. De modo que, para cuando por fin estuvo listo, ya todas las tareas habían sido asignadas, y debió conformarse con recorrer la zona para buscar leña. Sus esfuerzos fueron infructuosos, como los de casi todos sus compañeros. Así que permaneció lo que restaba de la noche con aire inquieto, frustrado y aguardando ansioso la oportunidad de demostrar su valía.

Cuando el llamado EDAN manifestó su propuesta, el muchacho fue el primero en contestar.

- Yo te acompañaré en la guardia, EDAN. Si nadie se opone.

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15/02/2019, 11:53
Hallfrid
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

No se como influyen en la tirada la Infravisión y el especial sentido del olfato de HALLFRID. Supongo que más que nada será a nivel interpretativo. Ya tu me dirás.

Otra cosa. El muchacho se quitará la cota de malla y las demás piezas de armadura para dormir. Y supongo que no le dará tiempo para volver a ponérselas para hacer la guardia. En cualquier caso, vigilará sin el casco.

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16/02/2019, 01:19
Director
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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16/02/2019, 01:35
Director

RESOLUCION TURNO 114
 

 

El fuego que ardía en mitad del campamento era pequeño, suficiente para alumbrar, pero daba poco calor. Estaban en una zona árida y escabrosa, y había poca leña que quemar salvo algún solitario arbusto medio seco, y zarzales de finas ramas. Era todo cuanto podían quemar durante esa noche, y ni siquiera duraría toda ella.

La luna llevaba menguando varios días, y su luz alumbraba tenuemente, demasiado poco para poder diferenciar algo más allá de unos pocos metros. Las rocas ofrecían, además, un escondite perfecto para cualquier posible enemigo, si es que había alguien tan previsor como para saber que bajarían allí, y demasiado aventurado como para internarse en aquella inhóspita tierra. El frio hacía la noche desapacible. La humedad del rio, y el helado viento que soplaba con cortantes ráfagas,

El grupo al completo, incluido Freagulf, ceno alrededor de la hoguera, no hablaron demasiado, estaban todos cansados por el madrugón y el trayecto recorrido. Para casi todos era una experiencia nueva, y demoledora. Las viandas no fueron muchas, pero estaban bastante sabrosas. Cuando todos dieron cuenta de ellas, se dispusieron a descansar. Captarion sabía que no tardarían en llegar a su destino, pero ese no era el mismo que el del grupo formado por los esgarothianos, ellos se internarían en tierra, y seguirían. El capitán, antes de retirarse, dijo a todos que les restaba poco más de una hora para llegar al Nen Hithoel. Allí se despedirían para emprender la remontada del rio, una vez hubiesen cambiado la mercancía que portaban.

Leofred y Larrid serían los primeros en realizar su guardia. Subieron hasta un alto cercano, el mismo que Edan había considerado como idóneo un buen rato antes, para ver las posibilidades que ofrecía aquel terreno. Estaban seguros, desde allí podía verse el campamento y gran parte del terreno, el poco que la luna permitía vislumbrar. Mientras, los esgarothianos se despidieron, y junto a Captarion y algunos marineros, se fueron al interior de sus tiendas. Ional no haría guardia esa noche, sabía que poder adormir plácidamente toda la noche. Freagulf, tampoco haría guardia, pero este prefirió acompañar a dos de los marineros de nuevo a bordo de El Madero. El, por alguna razón, prefería dormir en la embarcación. Gwalin y Grimbeorn se encargarían de la segunda guardia, seguidos de Hallfrid y Edan, que realizarían la tercera, y última de ellas. Realmente ninguno pensaba que pudieran sufrir ningún ataque, aun así, cualquiera precaución era poca.

Leofred y Larrid estuvieron juntos toda la noche, turnándose de cuando en cuando para dar una vuelta por los altos, y bajar al campamento a avivar el fuego y comprobar que todo estaba bien. En una de las ocasiones, Leofred creyó ver algo moverse entre las sombras, no demasiado lejos. La alarma cundió entre el bardo y Larrid. Estuvieron así un buen rato, tensos, el dunadan estaba convencido de que lo que fuese que había visto, seguía allí, pero Larrid comenzaba a no estar seguro. Pasaron demasiado tiempo escudriñando la oscuridad, y sin lograr detectar nada. Llego la hora de avisar a los siguientes, quizás pudieran aprovechar entre cuatro para adentrarse en la oscuridad, más aun, contando con un enano, dada la habilidad de aquella raza para ver en los lugares más oscuros.

Con los cuatro ya reunidos, subieron al alto. En esta ocasión el que sí que creyó ver algo, fue el enano. Algo se movió rápido a una decena de metros, entre las rocas. Entonces se atrevieron a ir más allá. Mientras Leofred y Larrid vigilaban desde lo alto, Grimbeorn y Gwalin se adelantaron. Paso casi una hora hasta que se dieron por vencidos allí no había nada, y lo había, estaba escondido muy bien. Tardaron aun en decidirse, pero finalmente Leofred y Larrid se retiraron agotados, a dormir.

Gwalin y Grimbeorn hicieron lo mismo, turnarse para hacer rondas y avivar el fuego. Solo que ellos estaban sobre alerta. Estaban espabilados, tensos podría decirse. Veían en cada ráfaga de aire un enemigo acechado en la oscuridad cuando silbaba entre las piedras. El enano volvió a ver algo, pero después de su fracaso al adentrarse en la oscuridad, no quiso levantar más alarmas que la de avisar a su compañero. La noche pasaba, y aquella sombra no terminaba de mostrarse, ni de atacar, era un fantasma, quizás solo los vigilaba.

La noche bien entrada, dio paso a la última de las guardias. Hallfrid y Edan fueron despertados, y tras las terribles novedades, los cuatro volvieron a revisar el terreno circundante. Esta vez, Hallfrid se quedó en el punto alto, y mientras sus compañeros buscaban en la oscuridad, él se concentraba en mirar cada posible escondrijo. De nuevo la búsqueda resultó infructuosa, Hallfrid dijo que no había nada, y lo decía muy seguro. ¿Cómo podía estar tan seguro cuando dos compañeros, incluido un naugrim, tenían la certeza de que algo rondaba? En cualquier caso, y tras no encontrar nada, Gwalin y Grimbeorn se fueron a descansar.

La tercera guardia transcurrió sin demasiados altercados. Un pequeño susto cuando un tronco que el agua arrastraba, golpeó con fuerza el casco del El Madero. Los que estaban a bordo se sobresaltaron al principio, pero no lo suficiente para perder su vigilia. Ni el eriadoriano ni el rohir vieron u oyeron nada más que alterase sus sentidos. La noche paso entre ráfagas de viento y el sonido del agua.

Con las primeras luces del dia, dieron por terminadas las guardias, y despertaron a todo el mundo. No habia ya fuego, ni siquiera unas pocas brasas en las que tostar pan o calentar algo de vino. El frio arreciaba en ausencia de un sol que calentara lo suficiente. Fueron desperezándose aun cubiertos con sus mantas, y poniéndose al dia sobre lo acontecido por la noche.

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 115

► Amanece, todos están despiertos.

 

► Resolución del próximo turno: martes 19-02-19

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16/02/2019, 14:08
Gwalin

Turno 115

Tras los sobresaltos vividos en la guardia de la noche, Gwalin se despertó por la mañana al lado de la hoguera, ya bastante menguada. Preguntó a Hallfrid y Edan si ellos habían visto algo o habían sentido la presencia de alguien, mientras él se preparaba su atuendo y su mochila para seguir el viaje.

Sin fuego para calentarse un poco de agua o vino, sacó un poco de cecina y pan que hacía parte del desayuno. Mientras habló a sus compañeros lo que él había creído ver.

-Pues no estoy seguro pero creí ver algo que se movía entre las rocas. Quizás fuese un conejo o cualquier animal, pero se movía muy rápido.

Poco a poco sus compañeros se fueron levantando y compartió con ellos las viandas que tenía.

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16/02/2019, 16:58
Grimbeorn

Turno 115

El norteño no sabría decir qué había sido peor. Si la guardia pasada bajo la sospecha de estar siendo acechados o el despertar tras una noche al raso. A pesar del jubón de cuero y la capa con que se había envuelto lo mejor posible, Grimbeorn no sentía demasiado calor. Asi que, antes de elevar unas oraciones a Araw, decidió dar unas vueltas alrededor del campamento para calentarse y pasar revista al resto de sus compañeros. Saludó uno a uno a los miembros de la comitiva mientras pasaba y contaba, para asegurarse de que nadie faltase... o que nadie permaneciera sospechosamente dormido. No quería ser catastrofista pero, a pesar de no haber visto con claridad lo que fuera que rondaba los alrededores, prefería estar sobre seguro y cerciorarse de que nadie hubiera sido asesinado durante la noche por un merodeador.

Una vez que se sintió más cómodo, a pesar del frío de la mañana, se acercó para inspeccionar su equipaje. - Por si acaso, deberíamos comprobar que no nos falta nada. Por descartar que algo, o alguien, no se deslizase en el campamento por la noche y nos robase algo vital, como provisiones. - Una vez que él hubo realizado aquel control, se acercó para compartir el desayuno frío (pues el fuego se había extinguido durante la noche y no había suficiente leña para encender otro) y se disculpó al término de éste para rezar mentalmente al Gran Cazador.

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18/02/2019, 00:35
Larrid

Turno 115

 

- Mientras se recoge, no estaría de mas que alguien busque huellas o algún rastro - dijo Larrid - Hay que asegurarse de que nadie nos sigue... - dudo por momentos - ... si tal cosa es posible dado que vamos por el rio.

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18/02/2019, 17:30
Gwalin

Turno 115

-Yo no tengo mucha habilidad en restrear en busca de huellas, pero no me importa ir de apoyo por si encontramos a alguien, ya que hudir hachas en craneos no se me da del todo mal -contestó Gwalin al comentario de Larrid.

La verdad es que con el movimiento que hubo anoche no era descabellado ir a dar una vuelta a ver si había algún tipo de huella que les iluminase de quién era quien se movía tanto aquella noche. Si no había sido nadie o había sido algún animal, sus temores se alejarían, pero si encontraban huellas de algún humanoide, quizás estuvieran en peligro.

El guerrero sacó su cota y se la caló al instante, a la espera de lo que decidieran. Pero por lo menos él iba preparándose.

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18/02/2019, 23:45
Ional

Turno 115

Yo daré la vuelta para buscar huellas. Además ya lo hice antes con maese Gwalin y nos fue bastante bien. Aunque podemos hacer lo de la pasada noche e ir 2 parejas, cada una en una dirección.

A Ional le gustaba rastrear huellas en el bosque, como le había enseñado su padre, ya fuese de animal o de cualquier presa que estuviera cazando. Por eso se prestó voluntario cuando Larrid lo propuso.

Dejó sus cosas en la balsa y se llevó las armas y la armadura, que se puso para la misión.

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19/02/2019, 00:03
Leofred

Turno 115

- Tengo un poco de experiencia siguiendo rastros. - se unió a la conversación un ojeroso Leofred, que acompañó su frase con un sonoro bostezo. Como Gwalin, creía haber visto algo en la oscuridad de la noche, y las dudas y el nerviosismo no le habían permitido conciliar el sueño hasta bien entrada la madrugada - no prometo nada, y tal vez fuese solo un animal nocturno como un zorro, pero si vamos a la zona donde vimos "aquello" anoche, tal vez pueda ayudar. Cuantos más ojos mejor. -

Por muchas dudas que tuviese, Leofred continuaba suspicaz de que alguien les "estuviese siguiendo". Aparte del viaje por río no había parecía haber nadie en muchas millas a la redonda, menos aún los orientales a quienes perseguían, que, además, supuestamente se desplazarían por las ciénagas.

Por lo que pudiera pasar, Leofred tomó la precaución de llevar su ballesta tensa y cargada, aunque con sus exiguas capacidades para la caza, probablemente le sería de poca utilidad.

- Tiradas (1)
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19/02/2019, 11:32
Hallfrid

A pesar de lo escaso de la cena, y del cortante viento frío que mordía las orillas del río, el joven campesino había dormido como un bebé. Y cuando lo despertaron para cubrir la última guardia, el muchacho casi había saltado de su manta, bastante renovado y dispuesto a encarar un nuevo día.

En verdad, HALLFRID recién ahora empezaba a reponerse de la descomunal comilona de su última noche en Tir Anduin. Y por fin comenzaba a sentir que tenía otra vez el control absoluto sobre su cuerpo y sus acciones.

Los vahos etílicos habían abandonado su cerebro. Y ya no quedaban rastros de aquel persistente dolor de cabeza que lo había aquejado durante todo el día. Pero más importante aún, tal parecía que su estómago por fin había conseguido digerir todos los trozos de carne y embutidos que se había zampado el famélico muchacho.

Quizás por ello, no le costó demasiado resolver aquel enigma que tenía a todos tan preocupados. Pues la profunda cabezadita había despertado al máximo sus sentidos, y el joven no tenía dudas de que ningún peligro los acechaba.

Así, cuando luego de despertar, algunos decidieron ir a investigar una vez más la zona de los misteriosos movimientos, el joven no dijo nada. Pero optó por permanecer en el campamento y ayudar a preparar todo para la partida.

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19/02/2019, 21:01
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 114

Edan asintió a las palabras de Larrid. No había razón para pensar que nadie los pudiera estar vigilando. Después de todo, ellos eran los perseguidores. Pero la noche anterior habia sido movida. El enano habia visto algo o alguien acechandoles, y la vista penetrante de su raza era famosa por ser más aguda que la de los hombres.
Probablemente no se tratase de mas que algún animal salvaje que se habria acercado a curiosear la luz que desprendía su hoguera, pero no estaba de más comprobarlo si era posible.
Revisar el terreno era una decisión que mostraba cautela y profesionalidad. A Edan le agradó comprobar que en el grupo habia gente ducha en esas tareas, pues el apenas podia reconocer una mierda de caballo frente a la de cualquier otro animal.
Conforme con los ofrecimientos de Grimbeorn, Ional y Leofred, rechazó el ofrecimiento exponiendo su escasa experiencia en la materia, aunque se mostró dispuesto a acompañar a cualquiera de ellos si fuese preciso.

Tras un rápido pero eficaz desayuno. Ayudó a recoger las cosas y subirlas de vuelta al madero. Ya iban con retraso y Edan se mostraba algo mas nervioso a medida que el tiempo transcurria y el encuentro con los orientales se acercaba.

Notas de juego

Me ofrezco para acompañar en el rastreo, pero solo si nadie mas lo hace.

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20/02/2019, 11:29
Freagulf

Turno 115

El alto rohir en cada relevo hacía una ronda de las bestias. Se movían tanto y hacían tanto ruido los compañeros que no era preciso despertarle. Ya lo hacía por si solo. No molestó a los marineros, pero cada vez que entraba en el campo visual de estos, los saludaba con la mano, con un gesto cansado y discreto.

 Los animales se portaban bien, y todos juntos no sufrían demasiado por el frio. Además, allí estaban lejos del alcance de arañitas y otros insectos que podrían perturbarles.

- A ver si tengo oportunidad y les doy un frado a los pobres bichos.

Pensó para si, pero no esperaba disponer de tiempo para ello cuando desembarcasen del "Madero".

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21/02/2019, 03:28
Director

RESOLUCION TURNO 115
 

 

Los marineros, diligentemente y sin la necesidad de que Captarion diese orden alguna, fueron desmontando y recogiendo las tiendas, mantas y demás bártulos. Grimbeorn sugirió buscar en los alrededores, para asegurarse de que el peligro percibido durante las guardias, no suponía una amenaza. Larrid estuvo de acuerdo, apoyando la idea. Los hombres del capitán cargaron con paciencia todo de nuevo en el barco, mientras dos parejas hacían un reconocimiento en los alrededores para asegurarse de que no rondaba el peligro, y de que lo que creyeron ver no era más que la sugestión y un juego de luces.

Ional y el enano por un lado, Leofred y Edan por otro, estuvieron tratando de encontrar pisadas en los alrededores. Sin embargo, no encontraron nada, ni siquiera huellas de ningún animal. Aquello no los tranquilizo demasiado, hubieran preferido saber con certeza lo que había sido, hallando alguna huella de conejo, o algún zorro. Si había sido un arbusto mecido por el viento, o algún ave nocturna, nunca lo sabrían y la duda quedaría por siempre.

No había más tiempo, todo estaba preparado para marchar. Con todos a bordo, solo esperaba una barca, con un par de marineros, lista para llevar a los cuatro exploradores hasta El Madero. Cuando no quedaba nada, ni nadie en la orilla, los remos volvieron al agua y la embarcación salió de la dársena natural para entrar de nuevo en la fuerte corriente del Anduin.

No tardaron más de una hora, cuando Captarion, orgulloso, señalo al frente señalando las grandes estatuas que se alzaban imponentes al frente. Eran unas formas gigantescas, vastas figuras grises, mudas pero peligrosas. Unas tallas enormes, que el arte y los antiguos poderes habían trabajado en ellos, y que a pesar de los soles y las lluvias de años olvidados todavía seguían siendo unas poderosas imágenes. Sobre unos grandes pedestales apoyados en el fondo de las aguas se levantaban dos grandes reyes de piedra: los ojos velados bajo unas cejas hendidas aún miraban ceñudamente al norte. Los dos adelantaban la mano izquierda, mostrando la palma en un ademán de advertencia; en la mano derecha tenían un hacha, y sobre la cabeza llevaban un casco y una corona desmoronados. Aún daban impresión de poder y majestad, guardianes silenciosos de un reino renaciente.

Los terribles acantilados se alzaban ahora a cada lado a alturas inescrutables. El cielo pálido parecía estar muy lejos. Las aguas negras rugían y resonaban, y un viento chillaba sobre ellas. Cruzaron Las Puertas, y dieron a un amplio lago a la espalda de los Argonath.

El Nen Hithoel era un lago largo, y algo estrecho. Lo rodeaban grises colinas arboladas, cuya cima pelada asomaba por encima de las copas. El ruido se hacía más ensordecedor según iban hacia el sur. Las aguas del Anduin se precipitaban por una gran cascada, el Rauros resonaba en el rugido del agua al precipitarse.

Los marinos se dirigieron hacia la costa noroeste, donde un pequeño asentamiento ofrecía un muelle para desembarcar. Allí atracaron y comenzaron a descargar todo, los caballos, las mercancías, y los enseres del grupo. El poblado era sencillo, apenas una docena de casas bajas, de madera y con tejados de brezo. Las pocas calles que había no eran más que tierra prensada y grijo. No había mas barcos amarrados.

Ya en tierra, Captarion se despidió de todos, el cargaría otras mercancías, y subiría de nuevo por el rio. Aquello le llevaría mucho más tiempo que llegar hasta allí, y necesitaría del viento y los remos para lograrlo. No sería una sencilla tarea.

 

Notas de juego

 ► Anotad el próximo turno como “Turno 116

► Dejamos El Madero, estáis todos en tierra

► Respecto a los rastreos, si no realizáis tiradas (ocultas, recordad) no encontrareis nada. Habrá tiradas que os pida yo, pero sois tan libres de realizar tiradas, como yo de ignorarlas si no proceden. En cualquier caso, mejor que sobren y no que falten.

 

► Resolución del próximo turno: viernes 22-02-19

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21/02/2019, 03:30
Captarion (Capitan de "El Madero")

Turno 116

 

- Un placer haberos traído hasta aquí - dijo el capitán a todos - Espero que vuestra empresa llegue a buen puerto - era mas una formalidad, nadie pensaba que supiese el motivo de su viaje - Espero que nos volvamos a ver - añadió.

Después de despedirse de todos, se alejo con los esgarothianos, sin duda para recibir el pago por sus servicios

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21/02/2019, 03:33
Larrid

Turno 116

 

Larrid se despidió de Captarion sin demasiado efusividad, nada grosero, pero realmente no se conocían tanto. Un apretón de manos, y enseguida a prepararse.

- Acomodemos nuestras cosas en los caballos - dijo - Bajaremos por un sendero sinuoso - continuo explicando - No es difícil, ancho pero bastante empinado, no quisiera que nada cayese - dijo dirigiéndose hacia los caballos.