Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 0: Desde el norte

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29/09/2018, 02:22
Tendero

Turno 004

 

- ¿Agranil? - preguntó el tendero para cerciorarse - Si, se quien es, una vez estuve en Esgaroth, y llegué a conocerlo – dijo amablemente. – He oído que está en la ciudad, aunque yo no lo he visto – comenzó a contar mientras toqueteaba algunas botellas y limpiaba las barricas que tenía detrás de él. – Si lo buscas, la única posada en la que podría encontrarse es “La Rosa de los Vientos” – se limitó a decir

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29/09/2018, 16:56
Grimbeorn
Sólo para el director

Turno 004

 

- La Rosa de los Vientos. - El norteño repitió de forma retórica, para cerciorarse de que había oído correctamente el nombre. - Muchas gracias, buen hombre. - Se alejó del puesto, no sin antes echar un último vistazo a la mercancia. Todas aquellas botellas de distintos tamaños, colores y, supuso, sabores eran una visión poco habitual en los asentamientos del Bosque Verde. En otras circunstancias no hubiera dudado en comprar alguno de aquellos vinos para satisfacer su curiosidad, pero en aquel momento tenía otras preocupaciones que atender.

 

Volvió a internarse por las callejas embarradas, en dirección a la ya mencionada posada. En más de una ocasión, el animista tuvo que parar para limpiarse el barro que se adhería a sus botas y que, con su peso, las convertía en poco más que un estorbo. Las menos de aquellas veces también aprovechaba para pedir indicaciones hacia La Rosa de los Vientos y corregir su rumbo. A pesar de ello, Grimbeorn se sentía optimista; después de todo, podía haber encontrado un nuevo rastro o, tal vez, una fuente de información sobre los orientales. Y se ahorraría la molestía de tener que seguir a los esgarothianos campo a través. Ya fuera por que habían decidido dejar a unos pocos de ellos en Tir Anduain a modo de campamento base o porque aún no habían partido, el norteño marchaba hacia la posada con paso decidido y listo para aprovechar aquella oportunidad... antes de volver a detenerse para sacudir el barro de las botas.

 

"Estos sureños... Si plantasen unos frondosos árboles en sus calles..."

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30/09/2018, 02:08
Director

Turno 004

 

Grimbeorn tuvo que preguntar un par de veces mas, antes de encontrar la posada a la que se dirigía. Estaba en un buen barrio, sus calles estaban bien empedradas, las casas cuidadas y hasta olía más fresco, como si no hubiese mierda de caballo acumulándose en las esquinas.

Llego ante el local. Una fachada de piedra gris claro, más que los edificios que la rodeaban. Tenía tres pisos con tres ventanas cada uno, su atura sobresalía de entre el resto de casas. Una gran puerta doble, de madera y pintada de azul oscuro, descansaba bajo un gran cartel. Era, como se podía esperar, una gran rosa de los vientos tallada en madera y pintada de vivos colores. Dos grandes ventanales, con cortinas finas de un azul más claro que el de la puerta, impedía ver en el interior a la vez que dejaba pasar la luz del sol.

Grimbeorn empujó la puerta para entrar. La primera impresión fue sobrecogedora, nada tenía que ver con el “Tejón Azul”, la posada donde había estado antes. Aquí el suelo estaba bien cubierto por una brillante madera laminada, algo desgastada del uso, pero impoluta. Las sillas y bancos estaban tapizados con telas de diversos colores, todos vivos y con motivos florales. Las mesas, bien ordenadas contra las paredes, estaban separadas por biombos bajos y dejaban un amplio espacio hasta la barra. Era muy luminoso, a pesar de las cortinas entraba una gran cantidad de luz. Varias lámparas estaban encendidas en las zonas más alejadas de las ventanas, logrando que apenas se notara que allí no llegaba la claridad exterior.

El posadero estaba tras la barra. Era un tipo vulgar, aunque bien vestido, llevaba un limpísimo delantal blanco puesto bajo su uniforme negro. Fuera, una muchacha joven y hermosa, con buen cuerpo, servía alguna de las mesas que estaban ocupadas. No había demasiada gente, tan solo un par de grupos de dos o tres personas bien vestidas, y un individuo que no encajaba demasiado allí. Un joven de tez morena, con barba y pelo ondulado bajo una capa verde desgastada por el uso.

Tras entrar, el posadero se quedo mirando al bosquimano. El tampoco encajaba en aquella posada, pero con dinero todo el mundo era bienvenido. 

 

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30/09/2018, 15:29
Grimbeorn
Sólo para el director

Turno 004

 

La impresión que causaba La Rosa de los Vientos al ver su interior excedía con creces cualquier suposición que pudiera hacerse con ver su ya de por si exquisito exterior. Un espacio pulcro, ordenado, bien iluminado y atendido. El impoluto suelo, aunque evidenciaba el desgaste del uso, hacía sentir pena sólo de pensar en mancharlo. Fue por eso que Grimbeorn se hizo a un lado en el exterior de la puerta para sacudirse al menos los restos más grandes del barro que aun insistía en pegarse a la suela de sus botas.

 

Una vez se sintió satisfecho con el mejor resultado que pudo obtener, el norteño entró al establecimiento. Pronto se le hizo obvio que un lugar como aquel atraería gente de similar calidad, los pocos clientes bien vestidos que se sentaban en las mesas. Con su ropa de viaje o la piel de lobo con que se tocaba, el animista destacaba en el entorno casi tanto como uno de los ocupantes, un hombre joven, solitario, que se resguardaba con una capa que, sin duda, había conocido mejores tiempos. Sin duda, su respectiva visión seguramente despertó la curiosidad de ambos ya que Grimbeorn tuvo la fugaz impresión de que sus miradas se cruzaron. O puede que sólo fuera su imaginación. En cualquier caso, era Agranil el motivo por el que había acudido a La Rosa de los Vientos, por lo que se centró en su objetivo. Con andar pausado pero decidido, se acercó hasta el mostrador tras el que se parapetaba un individuo de aspecto ordinario y pidió una bebida.

 

- Bonito lugar. - Habló de forma casual mientras el posadero-tabernero terminaba de hacer algunas cosas y se disponía a atenderle. - Me han dicho que Agranil se hospeda aquí. ¿Sabe si está en estos momentos? - Mientras decía aquello, cambió ligeramente de posición, como si buscase un mejor acomodo, aunque pretendía observar si alguien de los que se sentaba en las mesas reaccionaba a la mención de aquel nombre.

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02/10/2018, 03:23
Director

RESOLUCION TURNO 004
 

 

El bosquimano entro en la posada, le pareció lujosa, bien cuidada y de un refinado gusto. Aquello le era ajeno, nunca había visto algo así. En su aldea había una taberna, pero ni de lejos se parecía a aquello. Las telas de las cortinas, la madera de suelo y muebles, incluso la presencia del posadero y su camarera exhalaban distinción.

Grimbeorn se acercó a la barra, que bien pulida brillaba bajo la luz de las lámparas de aceite. El posadero, no se había percatado de su entrada al principio, pero cuando la puerta se cerró tras el animista, se giró. No le dio tiempo a presentarse, o a ofrecerle sus servicios. El bosquimano enseguida lo abordó, quería saber si Agranil se hospedaba allí y si se encontraba en aquellos momentos.

Antes de que el posadero contestara, Grimbeorn se sentó en una de las banquetas, y aprovecho para ver la reacción de los que se sentaban en la mesa cuando menciono al Esgarotiano. El grupo de tres personas ni siquiera miró, estaban entretenidos en una banal conversación y eran ajenos a lo que se decía fuera de ella. El otro hombre, el de la barba, sí que se le quedo mirando por momentos, aunque rápidamente desvió la mirada.

El posadero entonces le respondió. Agranil no se hospedaba allí, aunque pudo saber que sí que pasaba algunas tardes allí.

 

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 005

 

► Resolución del próximo turno: Viernes 05-10-17

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02/10/2018, 03:24
Rovis (posadero)

Turno 005

 

- Gracias, tratamos  que este sitio sea del agrado de todos - dijo de manera automática - Mi nombre es Rovis - se presento para perseguir de inmediato - Agranil no se hospeda aquí, lo siento, pero si que puedo decirle que pasa aquí muchas tardes, seguro que hoy se pasará - añadió muy amable

- Pero dígame, ¿Le sirvo algo?, tenemos un vino excelente - pregunto - Siéntese, en seguida Wilda se servirá una copa - Ofreció señalando con la mano abierta una de las mesas vacías. ​-  Tenemos un excelente guiso de carne con verduras, si no ha comido aun... - el hombre sabia vender sus productos.

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03/10/2018, 16:00
Grimbeorn
Sólo para el director

Turno 005

 

A Grimbeorn no le pasó desapercibido el que el hombre de la capa verde mirase en su dirección cuando preguntó por Agranil. Eso le hizo sospechar que podía haber encontrado al susodicho... pero la respuesta del posadero le hizo desechar aquella noción. Si no era él, entonces pudiera ser alguien que tuviera tratos con el esgarothiano.

 

Por suerte, la explicación de Rovis, que era como se llamaba el hombre que le atendía, mantenía una puerta abierta: Agranil pasaría por el establecimiento aquella misma tarde. Esperarle fuera de la posada era una posibilidad, pero cuando Rovis ofreció algunos de los servicios del local, el norteño se dió cuenta de que ya iba siendo hora de satisfacer su hambre. ¿Qué mejor manera de esperar a Agranil que con una buena comida?

 

- Soy Grimbeorn. Un placer conocerte, Rovis. - Inclinó levemente la cabeza en dirección al posadero a modo de reconocimiento. - Ese guiso suena apetecible, sin duda. - Siguió con la mirada el lugar que la mano de Rovis mostraba, aunque no se apartó aun del mostrador. - ¿Quién es el hombre de la esquina, el de la capa verde?¿Está también aquí por Agranil? - Giró discretamente la cabeza en aquella dirección para que Rovis fuera consciente de a quién se refería.

Notas de juego

Una vez Rovis responda, Grimbeorn irá a sentarse en una de las mesas próximas al "imitador de Trancos", el hombre de la capa de verde, pero no en una que esté inmediatamente al lado.

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04/10/2018, 02:41
Rovis (posadero)

Turno 005

 

- Siéntese entonces, enseguida tendrá un buen plato de comida, ¿Un poco de vino para acompañar?, tengo uno especiado que le encantara - le aseguró cuando recibió el alago por su guiso.- Pues lo cierto es que no se, no me dijo su nombre - Se encogió de hombros tratando de bajar el tono de voz - Pero si que puedo decirle que, efectivamente, ha preguntado por el señor Agranil... - dijo como pensativo - ¿Por que lo buscan, son acaso comerciantes? - dijo dudándolo de antemano.

​Luego Grimbeorn se sentó en una mesa, dejando otra libre hasta el misterioso hombre. No hacia falta ser muy perspicaz para darse cuenta de que aquel tipo ponía algo de atención para tratar de averiguar algo sobre Grimbeorn.

 

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04/10/2018, 16:19
Grimbeorn
Sólo para el director

Turno 005

 

Antes de poder retirarse y sentarse en una de las mesas, el animista hubo de volver brevemente sobre sus pasos para acordar con Rovis un vaso del vino especiado que ofrecía. En cuanto al resto, poco más pudo aportar al posadero, excepto explicarle de forma resumida que sólo era un viajero con información sobre los orientales que podía interesar a Agranil y sus socios.

 

Finalmente, una vez se hubo acomodado en la mesa, se quitó el yelmo tocado con la piel de lobo y lo dejó a un lado, sobre la mesa. Como era de esperar, la atractiva camarera no tardó en servir el vino, pero la comida tardaría un poco más, por lo que hizo tiempo degustando el caldo con un pequeño trago. Y, con algo más de tiempo, comenzó a sospechar que el hombre de la ajada capa verde parecía mostrar bastante interés, aunque no tenía claro si era sobre su persona o sus motivos. En una ocasión en que intuyó que el desconocido miraba en su dirección, levantó el vaso de vino a modo de saludo hacia el sujeto antes de llevárselo a los labios y tomar otro sorbo.

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05/10/2018, 02:42
Wilda (camarera)

Turno 005

 

Aquel tipo, el de la capa verde, le devolvió el saludo de igual modo para después desviar de nuevo la mirada.

Apareció entonces la joven Wilda con una bandeja un par de platos y dos pequeños recipientes. - Aquí esta, no hemos tardado tanto, ¿Verdad? - dijo amable mientras dejaba a Grimbeorn, un plato, unos cubiertos, una de aquellas fuentes. El plato tenia buena pinta, patatas, apio, judías, zanahorias, flotaban en un caldo alrededor de unas buenas tajadas de carne de ternera. Olía estupendamente, y en aquel pequeño pote de barro tendría incluso para repetir, si así lo quería.

Después continuo hasta la mesa del misterioso hombre, para dejar otro plato de guiso.

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05/10/2018, 16:17
Grimbeorn
Sólo para el director

Turno 005

 

El animista observó la réplica a su gesto con cierta diversión. Fuese quien fuera aquel individuo, no parecía que hiciese ningún movimiento sospechoso ahora que debería tener claro que había sido descubierto, por decirlo de algún modo. La llegada de la camarera con un humeante plato cargado de trozos de carne con guarnición de verduras dispersa por el caldo desvió la atención del norteño, primero hacia la joven, luego hacia la comida. Agradeció el servicio con una bendición de los Valar antes de que la camarera se dirigiera a servir al desconocido de la capa verde. Aprovechó ese momento para estudiar algo más a aquel sujeto. Su tez morena le hizo suponer que era un sureño, tal vez procedente de algún lugar aun más meridional que Gondor (improbable), o que, simplemente, se había expuesto demasiado al sol (bastante más probable); sin embargo, su porte, estatura y corpulencia le daban un aspecto más característico de los atani. Resultaba una combinación cuanto menos curiosa.

 

Una vez la camarera hubo servido al hombre de tez morena, Grimbeorn interrumpió su análisis y optó por comer antes de que el guisado se enfriara. Se lo tomó con calma, degustando cada bocado, en parte por el sabor, en parte por hacer tiempo hasta que el tal Agranil apareciera, mientras usaba su visión periférica para vigilar al extraño de vez en cuando.

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06/10/2018, 03:14
Director

RESOLUCION TURNO 005
 

 

El bosquimano entro en la posada, fue bien recibido por el posadero, un hombre amable y bien vestido que cuidaba al máximo la pulcritud de su negocio. Rovis, así se llamaba, le ofreció asiento, vino y un guiso que olía demasiado bien.

El animista vio a un tipo que no parecía encajar en aquel lugar. Ropas raídas, una tez demasiado morena para tratarse de un ciudadano, su pelo negro y su barba estaban desaliñadas. Quiso saber si sabía algo de Agranil, y pregunto al posadero sobre él, sin perder de vista al extraño hombre. Curioso se reveló ese tipo, pues en cuanto escucho el nombre del esgarothiano, alzo la vista para tratar de enterarse de algo más.

El posadero no sabía nada sobre aquel hombre, aunque sí pudo decirle al bosquimano que Agranil solía pasar algunas tardes en su posada. La noticia le dio esperanzas. Fue a sentarse a una mesa, eligió una cercana al desconocido, dejando tan solo otra entre los dos. El hombre lanzaba furtivas miradas, como tratando de saber más sobre el animista. En uno de esos momentos, Grimbeorn levanto la copa a modo de saludo, sobre todo para hacerle ver que no estaba siendo muy disimulado. El tipo, algo avergonzado, le devolvió el saludo

Grimbeorn opto por disfrutar del guiso y no prestar tanta atención a aquel cliente. Tenía buena pinta y no podía dejar que se enfriase su comida. La degusto de buena gana, estaba deliciosa. Mojo pan, bebió vino, disfruto como hacía mucho que no lo hacía. Tras la comida, la Wilda recogió su plato.

 

Notas de juego

► Continuamos en el “Cap 0: La Rosa"