Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 0: No es demasiado

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16/09/2018, 20:07
Director

Turno 000
(Introducción)

 

Hallfrid siempre había vivido en su granja. Lo hacía cómodamente, pues su familia tenía toda la confianza de los señores de las tierras en las que servían. No les faltaba comida, ni ropas, aunque no podían permitirse grandes lujos, pues los campos de labranza producían solo lo suficiente para subsistir. Algún año bueno, cuyas lluvias y sol trajeron una abundante cosecha, mandaban los excedentes a la capital, donde los terratenientes disfrutaban de los placeres de la nobleza.

Todo aquello no le importaba al joven Hallfrid, disfrutaba cuando los enviados de los señores, ellos rara vez se dignaban a acercarse a sus propiedades más alejadas, los visitaban. Al rubio joven le llamaban la atención los refinados modales, y las historias de la ciudad que siempre contaban. Los acompañaba en cacerías, fiestas y comidas, su familia llevaba tanto sirviendo en aquella finca que casi eran uno más de la familia.

Pero las expectativas de Hallfrid iban más allá. En su corazón, con el paso de los años, un sentimiento de expansión se iba formando. Quería ver más allá de los límites de la granja, conocer la vida más allá de las fronteras, ver las formas en que vivían otros pueblos.

Un dia se formó una pequeña caravana de lugareños, que pretendía ir hasta Edoras a buscar algunos objetos que necesitaban para las granjas de la zona. Hasta allí no llegaban los comerciantes, y no era raro que una vez al año se formara tal compañía. Esta vez fue de los primeros en apuntarse. Toda una aventura para él.

La magnificencia de la ciudad le impacto, para bien, su alma pedía más, más ciudades, más tierras. Tenía todo un mundo por conocer. Cuando todos se disponían a regresar tras sus tratos y de haber conseguido cuanto necesitaban, Hallfrid decidió quedarse. No volvería con ellos, si no que marcharía al norte, junto a otra caravana que viajaría hacia Esgaroth, un larguísimo viaje de varios meses que le permitiría hacer aquello que ansiaba, conocer el mundo. Por tanto, dejo todo y se aventura en una nueva empresa.

El mundo exterior no era como pensaba. Largas jornadas de camino, tragando polvo y destrozando los pies a cada paso. Noches al raso pasando frio, escasez de comida y agua. Todo ello parecía olvidarse cuando encontraban una aldea o pueblo con posada. Entonces comían y bebían hasta saciarse, aunque cuando se iban a dormir, los callos y rozaduras en su piel, le recordaban que aquella vida no era tan magnifica.

Un dia, apenas había pasado un mes cuando su viaje llegaba a Tir Anduin. Aunque pequeña, aquella ciudad que se alzaba ante ellos era grandísima para los estándares a los que estaba acostumbrado. Imponentes muros de piedra, torres y más casas de las que había soñado, juntas. Todo un espectáculo de tejas rojizas y piedras talladas que, aun sin haber llegado, hacían encoger el ser de Hallfrid. No obstante, sabían que allí podrían encontrar comodidades, antes de continuar su viaje.

Hombres del este, orientales, salvajes… Era lo que oía aquí y allá en las ajetreadas calles de la ciudad. En una de las posadas, había varias, buscaron alojamiento y algo para comer. El lugar donde antes o después todo el mundo acababa, era un filón de noticias. Allí fue donde supo, tras beber alguna pinta de cerveza y mezclarse con los parroquianos, que hacía poco que una buena cantidad de estos orientales había perecido bajo el acero de los soldados de la ciudad. Habían recuperado una villa invadida por ellos, que estaba más al norte. No quedo uno con vida. En aquellos tugurios se hablaba de todo y supo que un grupo de comerciantes de Esgaroth seguía a algunos orientales en su camino hacia Minas Tirith. Al parecer querían recuperar algo que les habían robado y se dirigían al sur.

Hallfrid estaba cansado, llevaba dias arrepintiéndose de haber emprendido aquella aventura, y en esos momentos solo deseaba regresar a su casa. Pensó en que antes de hacerlo, tal vez podría visitar Minas Tirith y aprovechar así que aquellos comerciantes se dirigían a la Ciudad Blanca para acompañarlos. Si encontraba a aquellos esgarothianos, iría a la capital de Gondor, y desde allí, tal vez pudiera tener una vuelta casa tranquila y cómoda. Decidido, se propuso encontrar a los esgarothianos.

 

Notas de juego

► Anota el próximo turno como “Turno 001

► Estas en la posada, bebiendo cerveza con los parroquianos.

 

► Resolución del próximo turno: Jueves 20-09-17

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20/09/2018, 04:36
Hallfrid

Turno - 001

Hallfrid masticaba con aire ausente un trozo de queso duro, mezclado con algo de pan negro y pimienta, mientras observaba pensativo a su alrededor. Hasta hacía poco menos de un par de meses, apenas si había pisado una taverna en su vida. Hoy ya creía haberlas visto todas...

Incluso había empezado a familiarizarse con aquellos rostros. Pues invariablemente caían siempre en una de dos categorías (aún cuando su mente sencilla e inocente jamás los hubiera podido calificar en semejantes términos, por supuesto): o gestos adustos de rudos hombres curtidos por los sinsabores de la vida, o facciones desencajadas por la vociferante desmesura nacida del alcohol y la falta de un sentido para la propia existencia.

En cualquier caso, lo cierto era que el joven granjero no sentía que encajara en ninguno de estos grupos. Pues, en verdad, no terminaba de entender a aquellas gentes Y dudaba de que fuera a hacerlo nunca. Una vida en el camino. Sin camaradas a quien llamar hermanos. Y sin un hogar al que ofrendarle hasta la última gota de sangre y sudor...

Hallfrid ya había tomado la decisión hacía días. Pero la había madurado en su cabeza casi desde el momento mismo en que partieran de Edoras. No tenía sentido continuar todavía más al Norte. Estaba cansado y dolorido, y las ansias de ver nuevos horizontes se habían apagado en su corazón.

Además, sentía que les debía una explicación a los suyos. Por haberlos abandonado luego de que terminaran las negociaciones, cuando ya todos se disponían a volver a Anorien. Y quizás también por haberse quedado con las armas y la cota de malla...

Hillfrid nunca supo a quién habían pertenecido. Quizás a alguno de los nobles que habían vivido en la granja. O quizás siempre había estado allí, juntando polvo en algún cobertizo desde la época en que los elfos todavía andaban por la Tierra Media.

Ninguno de sus camaradas se la había reclamado cuando les comunicó su decisión de continuar el viaje hacia el Norte. Así que el joven simplemente lo había considerado como una forma de pago por su desempeño durante el viaje. Aunque ahora ya no estaba tan seguro...

En cualquier caso, todavía quedaba lo más difícil. Comunicarle a sus nuevos compañeros de viaje que declinaba su propuesta de continuar hacia Esgaroth... y encontrar a alguien que lo acompañara durante el camino de vuelta a casa...

- Posadero... - comentó mientras se inclinaba sobre la barra y extendía su jarro para que volvieran a llenarlo - ...he oído que ha llegado gente de Esgaroth al pueblo. Que viajan al Sur. ¿Sabes de alguien que los conozca? ¿O que sepa donde encontrarlos?

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20/09/2018, 04:48
Posadero

Turno 001

 

El alcohol desinhibía lo suficiente como para volver charlatán al mas callado. En la posada reinaba el alboroto, las risas y jaleo. Hallfrid, sin embargo, fue a la que creía la fuente mas fiable, el propio posadero.

- Si, creo que Agranil es su nombre - dijo mientras recogía cerca de el algunas jarras - Esta en la ciudad, aunque no se donde, no salgo mucho de aquí - añadió amable - Pero seguro que alguno de estos lo sabe, aunque es posible que no recuerden nada - señalo a todos con una risotada, la mayoría estaba bastante ebrios.

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21/09/2018, 04:31
Director

RESOLUCION TURNO 001
 

 

Los clientes de la posada se citaban allí día tras día, tras una jornada de trabajo. Entre ellos había de todo, la mayoría simples campesinos de manos callosas. También se daban cita allí panaderos, carniceros y algún pequeño tendero de los alrededores. Amigos para emborracharse tras una dura jornada de trabajo.

Hallfrid sin embargo, no había entablado con ellos ninguna relacion, seguro que beberían a su costa a cambio de información. Realmente podría parecer que no era muy de fiar, pero al final todo el mundo sabía que una lengua hinchada por el alcohol, solo escupía verdades. Pero había un riesgo en todo eso, y es que siguiera contando cualquier cosa que se le pasara por la cabeza con tal de que se le llenara la jarra de nuevo. Era un juicio que el eriadoriano tenía que saber diferenciar, y por ello decidió hablar con el posadero.

La taberna era, como muchas otras, era austera. Paredes de piedra, con vigas de madera vista. Había sido pintada de color azulón, así como las que recorrían el techo. Una gran lámpara colgaba del techo, con varias velas encendidas cuya luz se difuminaba con el humo del tabaco. Otras velas en candelabros de dos o tres brazos descansaban apagadas sobre las mesas. Era de día, y aquella posada tenía un gran ventanal junto a la puerta, su luz inundaba todo, aunque la lámpara del techo ayudaba a alumbrar la parte más alejada de la ventana.

Cuando la puerta se abría, una gran bocanada de aire frio entraba en la sala, refrescando un cargado ambiente de humo y olor a alcohol. Un fuego ardía en el centro del salón, las mesas habían sido colocadas a su alrededor para que su calor diese a todo el que se sentase. Las banquetas, bastas, hacían juego con unas mesas desgastadas. Sin embargo, por alguna razón, todo estaba limpio a pesar del uso.

 El lugar lo regentaba un amable posadero, servicial, que atendía con rapidez a todo el mundo mientras su mujer preparaba ya un buen guiso en la cocina. Ambos aguantaban las risotadas, bromas y tonterías de la clientela con buena cara. Eran los que pagaban y mantenía aquello abierto. Los mismos clientes que podrían darle algo de información a Hallfrid.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 002

►Hallfrid continua en la posada tratando de buscar información.

►Tirada de Liderazgo e influencia (+20 a la tirada si le pagas alguna ronda) para ver si pueden contarte cosas.

 

► Resolución del próximo turno: lunes 24-09-17

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21/09/2018, 23:20
Hallfrid
Sólo para el director

TURNO - 002

Hallfrid asintió a las palabras del tendero, y procuró guardar aquel nombre en algún rincón de su memoria. No le resultaría difícil, pues le sonaba ciertamente extraño. Y de un aire prestigioso. Como de algún lugar lejano e importante. En verdad, el sencillo campesino nunca había había conocido a alguien con ese nombre.

En cuanto el posadero volvió a llenar su jarra, Hallfrid se encaminó de nuevo a su mesa, aprovechando a echar una mirada por el lugar. Era temprano. Y de momento la concurrencia parecía circunscribirse solamente a los lugareños más habituales. Los que apenas tenían algunos momentos para echarse unas risas antes de volver a casa para acostarse temprano.

Algunas cosas eran iguales en todos lados...

Pues, al parecer, y tal como ocurría también en su patria, solo los extraños y los aventureros podían darse el lujo de permanecer contando historias hasta las más altas horas de la noche. Todos los demás (como el joven pastor bien había aprendido, y de la manera más triste), debían aprovechar cada instante de sueño para recuperar fuerzas luego de un duro día de trabajo.

Hallfrid pensó que quizás pudiera aprovechar aquella situación. Pues no reconoció entre los presentes aquellas caras hoscas y rudas de los curtidos veteranos que solía ver cuando el sol ya se había puesto. Así que, tal vez, aquellos sujetos pudieran ayudarlo en su búsqueda. Después de todo, seguramente estaban más familiarizados con lo que ocurría en la región.

Mientras iba de camino a su asiento, se detuvo junto a la mesa más nutrida que pudo detectar, donde se arracimaban unos cuantos lugareños. En varios de ellos, Hallfrid creyó reconocer las típicas marcas que solían dejar el arado y los demás enseres de labranza.

- Saludos, buena gente... - se presentó alzando la jarra con algo de timidez - ...y disculpad si os interrumpo. Voy de paso hacia el Sur. Y estoy buscando algunas provisiones. Algo de carne, quizás. Pensé que tal vez alguno de vosotros me podría recomendar algún lugar por aquí.

- Preferiría que estuvieran bien curtidas. Para resistir el viaje, pues son unos cuantos días. Ya me llevé una mala sorpresa con las últimas que conseguí en Edoras...

- Tiradas (1)
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22/09/2018, 20:30
Parroquianos

Turno 002

 

Al principio la interrupción de Hallfrid pillo por sorpresa a los parroquianos que estaban bebiendo en una mesa cercana. Ellos reían y se contaban anécdotas pasadas, si gracia para los que no las habían vivido. Cuando el campesino los interrumpió, todos clavaron sus ojos en el. Unos ojos inyectados en sangre, hinchados por los excesos con la bebida. Pero esa situación no duro mucho, cuando hubieron hecho todo un chequeo de arriba abajo a Hallfrid, siguieron a lo suyo.

- Siéntese, no sea tímido - dijo el que parecía algo mas sereno que el resto señalando una banqueta cercana. - Aquí hay buena carne. Tasajo, jamón, tocino...

- !Calla y pide! - le interrumpió un hombre a su lado alzando bocabajo su jarra vacía para estallar en una sonora risotada.

- Si, si - le contesto mientras avisaba al posadero - Como le decía, hay buena carne, pero tendrá que esperar al mercado de disol* - siguió hablando con Hallfrid.

Notas de juego

*Disol = Domingo en oestron

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25/09/2018, 03:48
Director

RESOLUCION TURNO 002
 

 

Hallfrid, con su charlatanería, había logrado soltar la lengua de aquella panda de borrachines. Pero su conversación iba dirigida a conseguir la confianza de sus nuevos compañeros. Nada de saber de los esgarothianos ni de Agranil, él pensaba que ganándose el apego antes le aportaría más datos a la hora de abordar el tema. Dando un rodeo se interesó por el lugar donde conseguir carnes y encurtidos de calidad, para su viaje. Eso sentaría unas bases que luego podrían permitirle cambiar de conversación fácilmente. No podía pasarse, si bebían mucho más, caerían inconscientes, y entonces nada podrían decir. Por supuesto era un poco exagerado, pero muy serenos no iban.

La sala, casi sin darse cuenta, se había ido vaciando y ahora prácticamente solo quedaba el grupo que compartía mesa con Hallfrid. El posadero estaba a lo suyo, limpiando mesas, secando la vajilla y ayudando a su esposa a pelar patatas. No por eso dejaba de lado a su clientela, servicialmente atendía a los campesinos cuando levantaban la mano. Aunque muy borrachos, eran buenos pagadores, y como mucho tendría que mandar a alguno a casa con alguien.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 003

► Sigues en la mesa, con los parroquianos.

 

► Resolución del próximo turno: Jueves 27-09-17

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28/09/2018, 00:52
Hallfrid
Sólo para el director

 

TURNO 003

Aunque en un primer momento le costó meterse en la conversación, el joven campesino poco a poco empezó a sentirse más en confianza entre aquellos desconocidos. Por supuesto, mucho ayudaba el alcohol que corría en la mesa, capaz de soltar las lenguas y abrir los corazones. Pero también el hecho de que, como Hallfrid pronto descubrió, aquellos sujetos no eran muy distintos de la gente que había conocido en su hogar. Pues se trataba de simples granjeros y pastores, que poco sabían de grandes viajes o de increíbles aventuras.

De modo que, en cierta medida, el muchacho se sintió casi como en casa, escuchando entusiasmado insulsas anécdotas de cabras perdidas, zapallos gigantes y zorros ingeniosos...

- ¿Antes habéis mencionado una gran feria? Donde tienen buena carne y eso. - comentó luego de un buen rato, cuando la somnoliencia de algunos de sus contertulios le permitió por fin encausar la conversación - ¿Es una feria grande? Quiero decir... ¿vienen gentes de muy lejos?

- Había oído que andaban por aquí unos hombres de Esgaroth. Y me preguntaba que podían hacer tan al Sur. Tal vez han venido a vender algunos de sus productos. Sería increíble poder echar una mirada. Dicen que tienen tratos con artesanos enanos, y que hacen cosas maravillosas. ¿Alguno ha escuchado algo sobre eso? ¿O saben si todavía están por la zona?

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29/09/2018, 04:13
Director

RESOLUCION TURNO 003
 

 

Hallfrid continuaba a la mesa, charlando con los parroquianos. Entre ellos no había mas que campesinos, artesanos y pastores. Todos ellos estaban algo ebrios a pesar de que no había llegado aún ni la hora de comer. Aquellos clientes estaban dicharacheros, la bebida ayudaba por supuesto. El gondoriano quería averiguar algo, el paradero de Agranil. Parecía que surtía efecto su estrategia de invitarles, y de no hablar directamente del esgarothiano.

Comenzó hablando de víveres, carne ahumada que deseaba comprar. Todos lo instaron a hacerlo en un gran mercado que se celebraría en tres días. Se interesó por él, queriendo saber si era grande y si venían gentes de muy lejos a vender productos. Finalmente, y ya encauzado el tema de los comerciantes, abordó su objetivo y trató de saber sobre los comerciantes de Esgaroth. Aún era reticente a nombrar abiertamente a Agranil.

Una nueva ronda de cervezas apareció en la mesa, el ávido posadero no dejaba de alimentar con sus bebidas a los sedientos borrachines que frecuentaban la posada. No era la primera vez que los echaba completamente ebrios y sin dinero, aún era pronto para aquello.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 004

► Continuas con los parroquianos

 

► Resolución del próximo turno: Lunes 01-10-17

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29/09/2018, 04:13
Parroquianos

Turno 004

- Ooooh, si - dijo costándole vocalizar - el masss graaande - estaba mas que bebido.

- Debes dejarlo ya, ¡O no llegara a casa!. - replico el que tenia al lado - Es el mercado semanal, casi todo el mundo compra allí lo que no es pescado, de eso hay todos los dias - le dijo alegremente, también estaba afectado.

- Viene gente de muchos sitios, aunque no se si esgarothinos - dijo pensativo un tercero - ¿Dónde esta esgarothi? - desde luego no era muy listo

- Seguro que están aquí, pero no lo encontraras en este antro - Todos rompieron a reír, para molestia del posadero - Estarán estirando sus meñiques en "La Rosa de los Vientos" - siguió diciendo mientras se burlaba de la manera de beber de los nobles imitando su gesto

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30/09/2018, 14:11
Hallfrid
Sólo para el director

TURNO 004

- JAJAJAJAJA !!! - estalló en carcajadas el joven, sin necesidad alguna de forzar su risa, pues aquella grosera imitación se aplicaba también a muchos de los nobles que solían pasar por su hogar, lo que le causaba verdadera gracia - Es verdad !!! Los nobles beben así, jaja !!!

- En la granja donde trabajo, en Anorien, cada tanto tenemos a alguien de la capital que viene a llevarse las cosechas. Y ponen el dedo de esa manera, jaja !!! Como si les diera asco nuestra cerveza. Pero se tragan hasta la última gota !!! - explotó en otra sonora carcajada, palmeando incluso la pierna del sujeto que tenía sentado justo al lado.

Estaba claro que los lugareños no eran los únicos que habían empezado a sentir los efectos del alcohol...

- Por cierto... - dijo luego de algunos momentos, en cuanto consiguió recuperar el aire y contener las risas - ¿Qué es esa tal "Rosa de los Vientos"? ¿Otra posada? ¿Una posada... para nobles ??? - agregó mientras se llevaba la jarra a la boca, aunque adoptando con el dedo aquella particular postura.

- ¿Y dónde queda? Pensé que las gentes más distinguidas del pueblo venía aquí para echarse un trago... JAJAJA !!!! - concluyó estallando nuevamente en una sonora carcajada.

Durante algunos momentos, Hallfrid casi se sintió como en casa. Era como aquellas tardes, casi entrada la noche, cuando antes de volver a la granja después de un duro día de perseguir cabras por los prados, pasaba por la posada del viejo Ben, y se quedaba allí algún rato, escuchando las viejas historias y las nuevas noticias que corrían por la zona.

Por unos instantes, Hallfrid incluso llegó a pensar que tal vez no era tan terrible aquella parte de su viaje.

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03/10/2018, 03:23
Parroquianos

Turno 004

 

Aquellos tipos estaban ya bien borrachos, no había otra palabra. Se reían con cualquier mínimo comentario, aunque este no fuera especialmente gracioso. - ¡Oh si!, claro que beben así, siempre lo hacen, yo los he visto - dijo mintiendo, como si aquel pobre diablo tuviese contacto con ningún noble.

Siguieron riendo con los comentarios del gondoriano, sobre todo cuando dijo que a los nobles que el conocía, la cerveza podía darles asco aunque se bebían absolutamente todo. - No es ni mássss ni menosssss e esssso, una posssada pa gennnte on muuucsso dinero - dijo con la boca tan pastosa, que costaba entenderle cuando Hallfrid le pregunto si se trataba de una posada.

- Señores... yo me voy - Se levanto de súbito, casi pierde el equilibrio - y deberían de hacer lo mismo... Si llego tarde a comer, mi mujer me esconderá la cerveza... - dijo provocando las risas.

Casi todos se levantaron, se dieron cuenta que la mayoría tenían que llegar a comer a sus casas. - A mi.. no me esperaaa... nadie - dijo antes de quedarse callado - Pueeedo llevarte - añadió tras un rato, para el fue una conversación fluida. - ¡A cambio de una birra! - De nuevo todos rieron.

 

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03/10/2018, 03:55
Director

RESOLUCION TURNO 004
 

 

Hallfrid estaba siguiendo una táctica que parecía darle resultado, se había hecho amigo de los clientes de aquel tugurio. Tras algunas invitaciones comenzaban a contarle cosas que le eran de verdadera utilidad, quizás más que una amistad por sí sola, todo era fruto de la cerveza y su efecto “alegre”. Sea como fuere, había conseguido saber dónde podría encontrar a Agranil, una posada llamada “La Rosa de los Vientos”. Aunque satisfecho, no quería dar la impresión mal educada de dejar a aquellos tipos y marchar de inmediato. Por supuesto no tenía ni idea de dónde podía esta aquella posada, y ya puestos, seguiría tratando de que los parroquianos le dijesen como hallarla.

Al poco tiempo uno de aquellos hombres se dio cuenta que tenía a su esposa en casa, con la comida preparada. Tenía que irse, como si con el simple hecho de aparecer fuera a librarle de una bronca. Llegaría tan borracho, que seguramente acabaría con el plato sobre su cabeza. Todos estaban en la misma situación y se fueron levantando, como pudieron, para marcharse. Uno de ellos, que al parecer no tenía familia, se ofrecía a llevarle a la posada a cambio de una cerveza más, como si no tuviese bastante.

En tropel, los parroquianos se marcharon, agradeciendo a Hallfrid su invitación y pagando las consumiciones que el posadero insistía en que aún se debían. En la posada solo quedaron el posadero con sus quehaceres por un lado, con el soltero, y el propio gondoriano por otro.

 

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 005

► Encontraste un guía, si es que te fías de el XD

 

► Resolución del próximo turno: Viernes 05-10-17

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06/10/2018, 01:32
Hallfrid
Sólo para el director

TURNO 005

Hallfrid se había echado sus buenos tragos mientras los demás compartían sus historias y se desternillaban a carcajadas. Pero ni de lejos se encontraba en el estado de la mayoría de sus camaradas de copas.

Más que nada, porque no estaba verdadermente acostumbrado a beber, un lujo que pocas veces podía darse en su tierra natal. Y, quizás por ello, la cerveza de aquel lugar le parecía demasiado amarga y fuerte como para llegar a disfrutarla realmente.

Con todo, el alcohol se le había subido lo suficiente como para perder el miedo... y también la prudencia.

De modo que no tuvo problemas para acceder de buen grado a aquella última ronda a su cargo. No tanto para darle el gusto a su improvisado guía. Sino porque quería también aprovechar aquella oportunidad para indagar sobre una cuestión que lo tenía tan intrigado como el paradero de los esgarothianos. O quizás más...

- Por cierto... - comentó como a la pasada, mientras apuraba el último trago y amagaba con ponerse de pie para abandonar de una buena vez la taberna - ... escuché por ahí que tuvieron una buena pelea por aquí. Algo sobre unos orientales que quisieron tomar un pueblo o unas granjas...un poco al Norte de aquí. ¿Qué tan duro fue eso? ¿Hubo lastimados o heridos? Dicen que esos tipos son verdaderos salvajes...

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06/10/2018, 04:13
Director

RESOLUCION TURNO 005
 

 

Hallfrid seguía haciendo amigos. Los parroquianos estaban cómodos con él, y además invitaba de cuando en cuando a una ronda. Sin embargo, aquellos tipos tenían un límite, y la hora de comer se acercaba. La sala, casi sin darse cuenta, se había ido vaciando y ahora prácticamente solo quedaba el grupo que compartía mesa con el gondoriano. El posadero estaba a lo suyo, limpiando mesas, secando la vajilla y ayudando a su esposa a pelar patatas. No por eso dejaba de lado a su clientela, servicialmente atendía a los campesinos cuando levantaban la mano. Aunque muy borrachos, eran buenos pagadores, y como mucho tendría que mandar a alguno a casa con alguien.

Pero poco a poco los tipos con los que estaba disfrutando, comenzaron a decir que tenían que marcharse. Tenían obligaciones, querían irse a casa por miedo a que sus mujeres les echasen una bronca por llegar tarde a comer en lugar de por la borrachera que llevaban.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 006

► Se marchan, aunque aún puedes interactuar con ellos.

 

► Resolución del próximo turno: Mates 09-10-17

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06/10/2018, 04:14
Parroquianos

Turno 006

 

- Buenoow - comenzó a decir uno de los parroquianos - esos malnacidos, recii, reciibieroon un buen essscarmientoo - dijo balbuceando.

- Si, marchamos a la villa, y murieron todos - dijo el mas sereno de todos.

- Brrrindo por - grito uno sin acabar la frase. Todos, al unísono apuraron las jarras - Teneeemos que irrrnos, un plaaaccerr - A saber si llegarían a sus casas.

Pagaron lo que debían, y a lo que no había invitado Hallfrid. Después se despidieron para marcharse, dejaron a Hallfrid solo, con el posadero.

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07/10/2018, 20:03
Hallfrid
Sólo para el director

TURNO 006

Mientras todos los demás intentaban ponerse de pie y encaminarse a la salida, entre saludos y abrazos de despedida, el joven campesino se acercó a uno de sus nuevos compañeros, aquel que hacía unos momentos había comentado que no tenía mayores prisas para partir pues nadie lo esperaba en casa.

- Hey, disculpa !!! - lo atajó en cuanto aquel consiguió pararse - Yo no tengo mucho para hacer hasta mañana. Y dijiste que podrías indicarme como llegar a esa posada... ¿"La Rosa de los Vientos, era? Tal vez todavía podamos echar unas copas allí. Y tal vez comer algo. Tengo que echar algo al buche, o esta cerveza se me irá a la cabeza.

- Yo pago...

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08/10/2018, 03:01
Parroquianos

Turno 006

 

- Oh, claro que puedo llevarle - le dijo algo ebrio - Y le aceptare esa cerveza, oh si - añadió el joven mientras se despedía de sus compañeros. - Incluso esa comida si viene a bien pagar en un sitio tan exquisito - dijo con rintintín bajo la mirada del posadero, que no le hacia mucha gracia que se fuesen a la competencia. - Pero mas vale que le pague, ¡o correrá tras nosotros! - añadió con una risa floja señalado al posadero, como si fuese posible que aquel orondo hombre pudiese cogerlos.

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10/10/2018, 03:51
Director

RESOLUCION TURNO 006
 

 

El gondoriano pago las bebidas invitadas a los parroquianos, y un poco más como agradecimiento para con el posadero, antes de despedirse. Salió en busca de la posada.

El sol brillaba en lo alto, y aun así el punzante frio hacia recordar que al invierno aun disponía de varias semanas para mostrar su ferocidad. En los días anteriores había llovido, y en las calles aún se acumulaban multitud de charcos. No todo estaba empedrado, cuando se salía de las arterias principales de la ciudad, el barro se hacía dueño de las calles. Las casas de piedra, y sus techos cubiertos de tejas, aguantaban bien los rigores del clima y mantenían a la población bien asilada de las temperaturas extremas. El mediodía había pasado, y las gentes comenzaban a preparar sus guisos. El aire olía a pan caliente, y a pescados y carnes cocinándose.

Hallfrid siguió a su ebrio guía por las callejuelas de la ciudad. Estaba en un buen barrio, sus calles estaban bien empedradas, las casas cuidadas y hasta olía más fresco, como si no hubiese mierda de caballo acumulándose en las esquinas.

Llegaron ante el local. Una fachada de piedra gris claro, más que los edificios que la rodeaban. Tenía tres pisos con tres ventanas cada uno, su atura sobresalía de entre el resto de casas. Una gran puerta doble, de madera y pintada de azul oscuro, descansaba bajo un gran cartel. Era, como se podía esperar, una gran rosa de los vientos tallada en madera y pintada de vivos colores. Dos grandes ventanales, con cortinas finas de un azul más claro que el de la puerta, impedía ver en el interior a la vez que dejaba pasar la luz del sol.

El parroquiano, no sabía aun ni su nombre, empujó la puerta para entrar. Ambos entraron. La primera impresión fue sobrecogedora, nada tenía que ver con el “Tejón Azul”, la posada donde había estado antes. Aquí el suelo estaba bien cubierto por una brillante madera laminada, algo desgastada del uso, pero impoluta. Las sillas y bancos estaban tapizados con telas de diversos colores, todos vivos y con motivos florales. Las mesas, bien ordenadas contra las paredes, estaban separadas por biombos bajos y dejaban un amplio espacio hasta la barra. Era muy luminoso, a pesar de las cortinas entraba una gran cantidad de luz. Varias lámparas estaban encendidas en las zonas más alejadas de las ventanas, logrando que apenas se notara que allí no llegaba la claridad exterior.

El posadero estaba tras la barra. Era un tipo vulgar, aunque bien vestido, llevaba un limpísimo delantal blanco puesto bajo su uniforme negro. Fuera, una muchacha joven y hermosa, con buen cuerpo, servía alguna de las mesas que estaban ocupadas. Había algo de gente, un grupo de tres personas sentados en una mesa, otros dos tipos sentados en otra, un tercero dos mesas más allá y un joven en la barra. Algo que no le hubiera llamado la atención de no ser por su aspecto.

Uno de ellos era un tipo de pelo largo, negro con barba, de tez oscura, que se tapaba bajo una raída capa verduzca. Se sentaba solo. Dos mesas a su izquierda, estaba un tipo rubio, con el pelo recogido en trenzas, y vestido de curiosa manera y rubio. Llevaba ropas de lino normales, pero cubiertas de cuero, con adornos de colmillos, a su lado descansaba un curioso yelmo que parecía una cabeza de huargo. Con él, también rubio y de pelo trenzado, había otro individuo, pero este tenía ojos verdes y vestía cota de malla bajo un jubón desgastado. El grupo de tres, sin embargo, sí que parecían encajar en aquel lujoso local, al contrario que el resto. Se vestían con túnicas de lino fino y zapatos brillantes. Sus cabellos oscuros estaban bien peinados y su rostro no estaban curtidos por el sol. Un último cliente se sentaba en una mesa cerca de la barra. De nuevo un rubio de pelo largo, este lucía un estrecho bigote, y una minúscula perilla del mismo color. Vestía ropajes de lino banco y chaqueta rojiza. Esperaba a que le sirvieran la comida a juzgar por el plato vacío que tenia ante el.

 

Notas de juego

► Continuamos en el “Cap 0: La Rosa